Después del inodoro, el router debe ser el aparato doméstico cuya importancia para nuestra vida es tan alta como el desprecio que provoca. Nadie los quiere, a casi nadie les importan, pocos se preocupan de ellos mientras funcionen, y cuando fallan —algo que ambos hacen de manera parecida: sin dejar que sus contenidos fluyan— reciben todo nuestro rencor acumulado.

¿Por qué tenemos tan mala relación con los routers si son tan relevantes para la cotidianeidad moderna? Hoy es cada vez menos la gente que puede trabajar sin internet, la mayoría se entretiene conectada a la web, y las comunicaciones, hace rato, son principalmente a través de este medio.

Pero esta cajita, responsable de que todo eso ocurra, no recibe por ello ningún mérito ni cariño, sino más bien lo contrario: normalmente nos quedamos con la que entrega la compañía de internet, que suelen ser viejas, feas y no muy potentes.

Si tienes problemas de señal en tu casa, si la velocidad no es la que promete la empresa y si los distintos dispositivos con wifi —que se reproducen como hongos por el hogar— se pelean por entrar en tu red, entonces más que rabiar contra tu router deberías adquirir uno nuevo. Aquí explicamos cómo elegir el más apropiado.

¿Router o módem?

Primero lo primero. Un router no es lo mismo que un módem, aunque la mayoría de las veces usamos aparatos que cumplen estas dos funciones. ¿Qué los diferencia?

Que el módem es aquel que “desmodula” la conexión a internet que viene desde la compañía de telecomunicaciones, y la transforma de análoga —es decir, del cable en el que llega— a digital.

El muy necesario —pero también desventurado— router.

El router, en cambio, “enruta” esta señal para transformarla en una red doméstica, a la que uno se puede conectar con dispositivos de forma cableada —mediante los puertos RJ-45, comúnmente conocidos como ethernet— o inalámbrica, a través de la señal wifi que emiten sus antenas. Gracias a él, pueden acceder varios computadores, teléfonos, televisores y otros dispositivos a la misma conexión, pero separadamente.

Pero no es lo único que hace un router. Estos aparatos, además, realizan el siguiente trabajo:

  • Asignan una dirección IP a todos los dispositivos en una red.
  • Administran y regulan el acceso a internet.
  • Aplican determinadas políticas para los dispositivos conectados.
  • Traducen direcciones de red (NAT).
  • Aplican cortafuegos y políticas de seguridad para proteger las conexiones.

Por eso es que los routers son como pequeñas computadoras, que se enchufan, se calientan y tienen su propio procesador, memoria RAM y otros chips y circuitos para realizar todas esas funciones. Aunque los miremos solo cuando la conexión falla, hay que tener en cuenta que nunca descansan, que están permanentemente funcionando y que, por lo tanto, merecen nuestro cuidado.

Hay distintos tipos de routers para diferentes necesidades, pero todos, incluso los de uso doméstico, vienen con distintos tipos de puertos. Los principales y más comunes son los WAN —por donde entra la conexión— y los LAN —por donde sale hacia los dispositivos—, pero también algunos RJ-11 para conectarnos a una línea telefónica (como xDSL), coaxiales (por donde llega la señal si es de banda ancha), LC (para fibra óptica) o a veces ranuras para tarjetas SIM.

Luego están sus antenas, las cuales envían la señal wifi —normalmente en dos bandas de frecuencia (2,4GHz y 5GHz)— para conectarse a la red de manera inalámbrica. Los routers tienen distintos protocolos de wifi: los más frecuentes, hoy en día, van desde los que tienen protocolo 802.11n (o Wi-Fi 4), hasta 802.11ac y 802.11ax (Wi-Fi 5 y 6, respectivamente). Estos últimos, si es que los dispositivos también incluyen antenas de este tipo, garantiza mayor alcance, estabilidad, seguridad y velocidad.

Respecto al cifrado, y como recomiendan desde el sitio de Apple, conviene asegurarse de que el router tenga al menos un protocolo WPA2, lo que lo hace más seguro. Mejor aún si cuenta con WPA3, el más reciente de todos, que tiene una clave de cifrado muy difícil de romper, incluso con contraseñas débiles. Todos los routers que vienen con la designación AC tienen al menos un cifrado WPA2.

¿Cómo sé si necesito un mejor router?

Estabas viendo una película y, justo cuando el protagonista se debatía entre la vida y la muerte, la escena se detuvo: tu hijo, al otro lado de la casa, comenzaba una partida de videojuegos en línea. O comenzabas una reunión por videollamada a la que nunca nadie te vio ni escuchó, porque en la tele alguien se puso a ver una serie y otra persona, en una tablet, a descargar aplicaciones.

Si estos problemas te ocurren a menudo, entonces necesitas un mejor router. Los que instalan los operadores de internet no son necesariamente malos, pero sufren cuando hay muchos dispositivos conectados al mismo tiempo, especialmente si todos están descargando amplias cantidades de datos y en espacios distantes. En ese momento, sus pequeños procesadores colapsan y no dan abasto.

Pero si hasta ahora todo te funciona correctamente, y puedes trabajar, estudiar o entretenerte sin malos ratos ni interrupciones, entonces quédate como estás porque no te hace falta nada más.

En cambio, cuando tenemos muchos dispositivos de alto consumo, como televisores, computadores y consolas, y se usan simultáneamente, entonces el router recibe más “peticiones” de las que puede procesar y, si no es muy potente, se demorará en responder. Eso obviamente hará toda la experiencia digital más lenta y frustrante, incluso al nivel de bloquearse y tener que reiniciarlo a cada rato.

También te conviene invertir en uno mejor cuando la distancia que alcanza el wi-fi es muy corta: si la señal no llega mucho más allá de la habitación en la que se encuentra el router, y la mitad de la casa o departamento queda “a oscuras” de conexión, significa que necesitas un aparato con más potencia.

¿Qué velocidad de conexión debe ofrecer?

Lo ideal es que sea un poco más alta que la que ofrece tu compañía de internet: es decir, si tu plan es de 500 megabytes por segundo, busca un router que ofrezca una cifra mayor aún, para que sea capaz de lidiar sin problemas con esa cantidad de datos.

Pero tampoco tiene mucho sentido comprar un router de 1900 mbps, que además son bastante más caros, si nuestra conexión es solo de 500 mbps: sería tener un auto deportivo para manejarlo en el taco de la ciudad.

También hay que fijarse en los puertos, ya que según el tipo que tengan entregarán mayor o menor velocidad de conexión. A estas alturas, debemos descartar aquellos que tengan puertos Fast Ethernet —que tienen tasas máximas de transferencia de 100 mbps— y elegir los que incluyan puertos Gigabit Ethernet: eso nos permitirá sacarle el mayor jugo posible a la velocidad de la red interna y también resistir la obsolescencia, ya que eventualmente también serán útiles si mejoramos nuestro plan de internet.

Entre más potente sea el router, más velocidad y alcance de conexión tendrás.

Otro aspecto que influye en la velocidad de la conexión wifi es que el router sea de banda dual. Eso significa que podrá aprovechar los dos tipos de frecuencia: la de 2.4 GHz —de menor velocidad pero mayor alcance— y la de 5 GHz —viceversa. Si el router además tiene protocolos de gestión de trabajo —algo que estará dentro de sus características destacadas—, entonces podrá distribuir el tráfico entre las distintas bandas, priorizando los dispositivos más importantes.

La doble banda puede hacer la diferencia en los hogares donde haya mucha gente y dispositivos conectados, ya que mitiga la saturación: es como si tuviéramos dos redes wifi semi-independientes, con un ancho de banda dedicado para cada una. Eso hace que se aproveche con más eficiencia la conexión y que mejore la velocidad para cada dispositivo.

¿WiFi 6?

La Wi-Fi Alliance es el conglomerado que patentó la tecnología wi-fi y que certifica a los aparatos que la usan, para asegurar además la interoperabilidad. Ellos también son quienes denominan a las distintas generaciones de esta conexión inalámbrica, la última de ellas llamada WiFi 6.

Comprar un router con WiFi 6 es una gran opción si es que los dispositivos que conectaremos a él también tienen esa generación de esta tecnología. Pero si tienes computadores o aparatos más antiguos, funcionará con las versiones anteriores y esas ventajas no se aprovecharán.

¿Qué ofrece WiFi 6? Alrededor de un 35% más de velocidad que el Wifi 5, pero principalmente una mayor estabilidad frente a una alta demanda de conexiones. Con las versiones anteriores, cuando un router mandaba información a un computador, por ejemplo, éste ocupaba todo el ancho de banda del canal, sin importar si lo que requería era solo enviar un correo o descargar un pesado archivo. El WiFi 6, en cambio, incluye una tecnología llamada OFDMA, donde los canales se subdividen según la cantidad de dispositivos conectados, haciendo más eficiente la transmisión de datos y reduciendo la latencia.

Personalización

Para usuarios algo más avanzados, y también para los no tanto, no es malo que el router cuente con un buen software o app para configurarlo y personalizar su funcionamiento. Por ejemplo, jerarquizar ciertos dispositivos —que tengan prioridad en la calidad de su conexión—, generar redes de invitados, manejar las contraseñas, delimitar horarios para algunos aparatos —muy recomendado para teléfonos o tablets de adolescentes—, entre otras cosas más.

Buenos routers para la casa

Los siguientes son modelos de routers de marcas reconocidas y que tienen muy buena valoración de parte de sus usuarios y de ciertos sitios especializados, como Xataka, Wirecutter o Cnet.

TP-Link Archer C1200

Se trata de un router con tecnología WiFi 6, llega a los 300 Mbps en la banda de 2,4 GHz y a 867 Mbps en la de 5 GHz, lo que da un máximo de velocidad de 1.200 Mbps. Tiene tres antenas, cuatro puertos LAN 10/100/1000Mbps y una entrada USB 2.0. Aunque es básico, cumple con lo mínimo y de seguro será una gran mejora respecto al router que te instaló tu compañía de internet.


Linksys Hydra Pro 6

Si en casa hay gamers exigentes, que demandan un alto tráfico de datos, o por trabajo necesitas descargar y enviar pesados archivos constantemente, y si además tienes muchos dispositivos y aparatos conectados a la red —la TV, la aspiradora robot, la ampolleta, tablets, teléfonos, etc—, este router estará a la altura de tus expectativas. Cuenta con WiFi 6, doble banda, un procesador Qualcomm de doble núcleo de 1GHz, WPA3, una cobertura de hasta 500 metros cuadrados y una velocidad de hasta 5000 Mbps.


TP-Link Archer AX55

Un router intermedio, pero bastante conveniente por el precio, es este modelo de TP-Link, que cuenta con la última generación de WiFi, doble banda, cuatro antenas, cuatro puertos LAN y una velocidad máxima de 2976 Mbps.


Asus RT-AX88U

Para quienes tengan conexiones robustas —estamos hablando de gigabites— y quieran sacarle partido, este router es el indicado. Bastante más caro que los demás, solo valdría la pena si cuentas con un potente plan de internet y además necesitas altísima velocidad, ya sea para jugar videojuegos, transferir archivos, realizar videoconferencias o cualquier otra actividad de alta demanda. Incluye ocho puertos LAN y dos puertos USB 3.1 y un diseño alienígena que da un poco de susto.


Huawei WiFi AX3

Otro interesante router intermedio es este de Huawei: al día con WiFi 6, ofrece una velocidad de 2976 Mbps, banda doble de 2.4 GHz y 5 GHz, cuatro antenas externas (y cuatro internas) que potencian el rango de cobertura, y cuatro puertos para conectarse vía cable. Su diseño y color lo hacen más propicio para instalarlo en espacios visibles de la casa que sin que estorbe en la decoración.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 13 de agosto de 2024. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.