Cómo elegir las zapatillas más duraderas para el año escolar
Para que lleguen hasta diciembre y no haya que cambiarlas a los seis meses, madres, vendedores, zapateros y especialistas nos explican qué hay que evaluar al momento de comprarlas.
En algún momento de la historia reciente, la rígida estructura de los uniformes escolares en Chile —que incluía corbata, vestón, blusas y camisas— comenzó a ceder. Uno de los principales cambios fue que los duros y pesados zapatos negros de colegio empezaron a ser reemplazados por zapatillas.
Esa transformación, si bien significó un importante salto en comodidad para la comunidad colegiala, también trajo consigo un escenario económico desafiante para los apoderados, puesto que el zapato, por su confección de cuero más rígida, podía durar fácil un año, a veces incluso dos, pero no así unas zapatillas, que entre pichangas, bailes y juegos diarios, no siempre sobreviven más de seis meses.
¿En qué detalles es importante poner atención al momento de vitrinear zapatillas para el colegio? ¿Qué errores es importante evitar? Un grupo de personas con experticia y experiencia en la materia entrega importantes consejos para considerar al momento de hacer esta fundamental compra.
¿Zapatillas crecedorcitas? Usted no lo haga
Es un clásico y probablemente sea una costumbre heredada difícil de erradicar. ¿A quién no le compraron zapatos “crecedorcitos”, o sea una talla más grande que la del pie, a sabiendas de que la extremidad podía crecer en cualquier momento y el zapato quedaría obsoleto a mitad de año?
La influencer María Paz Bezanilla (@lapasita), madre de tres hijos, reconoce que ha caído en ese flagelo, el que siempre termina siendo un error. “Sabemos que están en un constante crecimiento, pero al final comprar las zapatillas más grandes es perjudicial en todo sentido. Sobre todo porque afecta su comodidad, y hay que considerar que los usan cinco días a la semana durante todo el día”.
“Comprar zapatillas una talla más grande, para que duren más tiempo, es un ahorro mal pensado”, explica Josefa Izquierdo, mamá de tres y más conocida como @LaReinadelDato. “Como les quedan sueltas, la punta se dobla más y se tiende a romper, lo mismo por los lados”. Lo mismo confirma Rodrigo Sepúlveda, brand manager de Belsport: “elegir una talla incorrecta provoca que los materiales del producto sufran estrés excesivo en zonas críticas, reduciendo la durabilidad de la zapatilla”.
A eso hay que añadir que el roce interno que genera ese espacio extra suele producir ampollas y heridas en los pies, en especial si los niños o niñas pasan sus recreos corriendo o saltando.
¿Cómo saber cuál es la talla adecuada para mi hijo o hija?
Hoy en día puede ser confuso, puesto que la numeración se ha mezclado y en las etiquetas tenemos las tallas norteamericanas, las británicas, las europeas e incluso las chinas, ninguna completamente igual al antiguo estándar chileno.
Más que fijarse en las tallas, la forma más efectiva para dar con el calce ideal es poner atención a los centímetros que mide la zapatilla, información que hoy tienen casi todos los calzados bajo su lengüeta. Si no aparece, se puede medir con una huincha.
Anna Mata, trade marketing manager de Reebok, dice que la zapatilla perfecta para los escolares sería aquella que mide un centímetro o un centímetro y medio más que el pie del niño. Pero no más que eso. “Si las compran demasiado grandes el pie pierde estabilidad y control, lo que puede ocasionar lesiones al correr o jugar”, advierte.
¿Cómo saber si una zapatilla es de buena calidad?
- Lo barato cuesta caro: “Por razones obvias, muchas veces uno piensa en la oferta, en el descuento o en la más barata, pero por lo general esos pares suelen ser productos sintéticos que duran mucho menos”, asegura Bezanilla. A mitad de año, dice, uno tendrá que comprar otras, por lo que el ahorro de marzo termina desapareciendo. “Muchas veces, además, ese tipo de zapatillas provoca otro tipo de problemas, como ampollas en los pies”, explica.
- Punta reforzada: “Yo me fijo en que no tengan tantas costuras. Mientras más lisas sean, mejor”, piensa Izquierdo. Pero en la punta, en especial para quienes juegan fútbol, no se debe escatimar en hilados. “Si está reforzada, ya sea con doble costura o con doble capa de cuero, más duran”. Rodrigo Sepúlveda, de Belsport, también sugiere que el talón tenga refuerzos, con costuras firmes —ojalá dobles— y buena ventilación.
- De cuero, jamás de lona: El material es muy importante si queremos un calzado que aguante hasta diciembre. La lona, por mucho que les guste a los niños más grandes o a los adolescentes, solo traerá inconvenientes si se usa para el colegio: les dará frío en invierno, se empaparán si llueve, les quemará los pies en verano y se romperá a la cuarta clase de educación física. “Sí o sí tiene que ser de cuero”, agrega Izquierdo, “porque sino transpira mucho el pie”. Este material asegura más durabilidad y resistencia, como también estabilidad ante movimientos bruscos, caídas y golpes.
- Velcro para los peques: A todos los padres les gustaría ver a sus nenes atándose los cordones a la más temprana de las edades, pero lo cierto es que no todos lo consiguen y el colegio no siempre es el mejor lugar para que lo aprendan: la prisa por salir a recreo, el poco tiempo de las profesoras y los juegos intensos hacen que se desaten con facilidad y que cueste volver a amarrarlos. “No hay que hacerse drama”, sugiere Bezanilla: conviene elegir el velcro, que además de ser más cómodo, es más seguro. Evita caídas, pérdidas de cordones y salidas del calzado. “Hay niños o niñas con empeine alto, para quienes las zapatillas con velcro son la mejor opción, además que promueven su autonomía”, explica Mata.
- Horma redondeada: ¿Qué significa esto? Que la punta del pie no sea eso, una punta, sino más bien ancha, donde los cinco dedos del pie tengan movilidad y no estén comprimidos. Es lo que aconseja Mata. Para verificarlo, se puede sacar la plantilla y colocar el pie encima de ella, para ver qué tanto espacio tienen los dedos.
Recomendaciones
Eduardo Ruiz es zapatero y tiene un local en calle Quillota 016, en el centro de Viña del Mar. Recuerda con nostalgia las zapatillas North Star. “Esas además las hacían acá en Chile”, dice.
“Las zapatillas realmente durables ya no se hacen, porque eran de cuero y con planta de goma. Ahora, en cambio, son todas de plástico y PVC”, dice. Muchas veces, a su local llegan zapatillas con menos de un año de uso requiriendo arreglo.
Al momento de recomendar un par, piensa en las marcas Columbia o North Face. “Son modelos de alta gama, pero cumplen con el requisito de la durabilidad”.
Zapatillas The North Face Junior Hedgehog Hiker II
María Paz Bezanilla asegura que su opción, por precio y calidad, son las zapatillas de marca Skechers. Por estética, prefiere comprar las de color negro por sobre las blancas, que por lo general son los dos colores que permiten en los colegios.
Zapatilla Skechers Track Scloric
La recomendación viene de cerca, pero Anna Mata recomienda los modelos Weebok o Royal, de Reebok. “Son ideales, por todo lo que comentaba anteriormente, y además por la durabilidad que tienen”, dice.
Rodrigo Sepúlveda menciona entre sus modelos favoritos para escolares las zapatillas Nike Court Borough y Adidas Grand Court o Hoops. “Por su diseño orientado al Retro Basket, ambas se pueden usar también para actividades extraescolares, ya que combinan estilo y comodidad”, dice.
Zapatillas Nike Court Borough Low 2
“Personalmente, la marca que me gusta es Puma, tengo buena experiencia con ellas respecto a precio y calidad. Siempre me fijo en que sean modelos con pocas costuras, ojalá blandas, tengan velcro y hechas de cuero”, propone Izquierdo.
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 21 de febrero de 2024. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.
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