Cómo elegir una afeitadora eléctrica según barberos
Aunque no está entre las preocupaciones más importantes durante la cuarentena, afeitarse sigue siendo indispensable para muchos hombres que siguen dando la cara en sus trabajos, presencial o telemáticamente. Aquí, tres expertos en rasurado nos dan sus consejos sobre máquinas eléctricas.
Afeitarse seguramente bajó, junto al planchado y el lustrado de zapatos, a lugares menos primordiales en la lista de preocupaciones durante la cuarentena. Para los que teletrabajan, dejarse la barba un par de días, y no sentirse culpables por eso, puede resultar un alivio contra el estrés que significa enfrentarse a los puntiagudos pelos cada mañana.
Pero en algún momento, se supone, tendremos que sacarnos los pijamas, cortarnos las uñas, nivelarnos los vellos de la nariz y enfrentar nuevamente al mundo. Y muchos deberán hacerlo perfectamente afeitados. ¿Será éste un buen momento para comprar, o renovar, una afeitadora eléctrica?
Le preguntamos a tres reconocidos barberos —Jonathan Hazard, de la barbería Gallo de Oro; Francisco Gutiérrez, de la Peluquería para Hombres; y a Nicolás Colomer, de Lumberjack Barber— por sus opiniones respecto a estos aparatos: cuáles son sus ventajas frente al afeitado manual, en qué hay que fijarse antes de elegir una y cuáles son los modelos y marcas que recomiendan.
Manual vs eléctrico
Jonathan Hazard divide al afeitado manual en dos: el tradicional, que se hace con navaja —y que ellos realizan en la tienda, con toallas calientes, aceites y tónicos—, y el de rastrillo, con las rasuradoras que venden en supermercados y farmacias, que pueden ser completamente desechables o con cuchillos intercambiables.
“El de navaja, aunque se puede hacer en casa, requiere de una técnica y un ritual que no cualquiera puede replicar”, dice Hazard. “Es mejor que lo haga un profesional”. Lo mismo opina Francisco Gutiérrez: “de no ser así, la decepción no será nada al lado de las cicatrices”.
Con el de rastrillo, por otro lado, no siempre se obtiene un resultado al ras y el procedimiento —agua caliente, crema o espuma, corte y limpieza, más la aplicación de un after shave—, si se necesita hacer diariamente, puede ser largo y aparatoso.
Ahí es donde está una de las mayores ventajas de la afeitadora eléctrica, según Nicolás Colomer. “Además, si eres de piel sensible, no te irrita casi nada”, dice. “No daña las capas de la piel”, agrega Gutiérrez, “a diferencia del afeitado manual, que cuando la superficie del rostro se encuentra con alguna imperfección —como espinillas o granos—, estos serán totalmente arrancados por el instrumento”.
La debilidad de buena parte de las máquinas eléctricas, especialmente las más económicas, está en la calidad del afeitado. “No todas consiguen el acabado profundo y al ras que sí se obtiene con las máquinas manuales”, dice el barbero de Peluquería para Hombres. “Su duración también suele ser mayor”.
Hazard también distingue dos tipos de máquinas eléctricas: las que él llama shaver, con un solo cabezal —aunque pueden tener más de un elemento de corte—, y las que tienen tres cabezales circulares. “La elección va a depender de lo que se busque”, dice, “si mantener una barba de tres días, un afeitado simple o uno bien al ras e impecable”.
Cabezales
Para los obsesionados con tener cada día el rostro como el trasero de un recién nacido, explica el barbero de Gallo de Oro, hay algunas máquinas eléctricas que pueden dar ese resultado.
Afeitadora Wahl Finale
“Nosotros ocupamos marcas profesionales, como Wahl o Andis, que no son baratas pero pueden entregar un afeitado incluso más al ras que una afeitadora manual tipo prestobarba”, dice. Estas se caracterizan por ser pequeñas, livianas, tener un cabezal con láminas de oro —que evita la irritación— y un motor rotativo que llega a las 10 mil revoluciones por minuto.
Afeitadora Andis Plus Profoil Lithium Titanium
Pero entre los productos orientados al público general, los estilos de afeitadoras no suelen ser muy variados. “La gran diferencia es si pueden cumplir a cabalidad con su tarea, ya que muchas quedan a medio camino. Esto se debe a la poca potencia de sus motores”, dice Francisco Gutiérrez.
¿Conviene, entonces, un modelo de tres cabezales, como los que suelen tener las máquinas Philips? En apariencia, se ven más cómodos, ergonómicos y eficientes, ya que dan la sensación de alcanzar todas las curvas y bordes de la cara.
“Es una buena marca”, opina Gutiérrez, “tiene respaldo y calidad. No son las más económicas, pero lo barato, en este caso, suele salir caro. Cumplen con lo principal, que es ser a prueba de agua y una buena interacción entre los cuchillos metálicos”.
Afeitadora Philips S5070
A Jonathan Hazard no le convencen tanto. “La verdad es que nunca he ocupado afeitadoras de tres cabezales, pero no me dan tanta confianza como las shaver”. Nicolás Colomer, por su parte, también se queda con el cabezal único de la marca alemana Braun.
“Por tecnología, duración y resistencia, en mi experiencia las Braun me han dado buenos y gratos resultados de afeitado, mucho más al ras y por sobre las Philips que he probado”, dice el barbero de Lumberjack.
“Las Braun Serie 9 —su gama más alta, cuyo modelo 9290 tiene hasta cinco elementos de corte— son para mí una muy buena elección”, agrega Gutiérrez. “Confiable, hermoso diseño, gran calidad y muy buen motor. Todos los atributos para una gran afeitada”.
Afeitadora Braun 9290cc
“Los modelos de las series 9 y 7 son muy buenos, ¡me encantan!”, dice Colomer. “Serán una muy buena inversión. No obstante, si no tienes tanto dinero —pueden costar más de 200 mil pesos— las máquinas de la serie 3 no dejan de ser buenas y efectivas”.
Afeitadora Braun 310S
“Lo importante es fijarse de que la máquina cumpla su función de afeitar”, opina Hazard. “Que vengan con vapor, que apliquen espuma o que suelten after shave, al final, no significa que afeite mejor, sino que tendrá más opciones de fallar y echarse a perder”.
“La decisión”, concluye él, “siempre va a pasar por el objetivo que uno quiera al afeitarse. Pero si estás buscando un acabado al ras, yo soy fiel con las shaver: son completas, limpias, secas y no dañan”.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.