Cómo evitar que los insectos veraniegos entren a tu hogar
Con el aumento de temperaturas también sube la presencia de estas insistentes visitas, en busca de refugio y comida. Acá explicamos como mantenerlas lejos sin aplicar una bomba de insecticida ni afectar el medioambiente.
Con el aumento de las temperaturas, es común que algunos invitados no deseados, como insectos y arácnidos, busquen refugio y comida al interior de nuestros hogares durante el verano. Aunque la mayoría de ellos cumplen un rol en los ecosistemas urbanos, cuando su presencia es masiva pueden convertirse en un inconveniente.
“La primavera y el verano suelen traer consigo un aumento en la presencia de invertebrados, como arañas, moscas, chinches de arce y cucarachas”, dice Beatriz Lazo, fundadora de Las Fumigadoras, emprendimiento de mujeres que proporciona soluciones en la prevención y control de plagas.
Por mucho que molesten, lo peor que podemos hacer es intentar exterminarlo todo, sin piedad ni discriminación. Antes de sacar la artillería química, resulta necesario entender quién está ahí y por qué motivos llegó a nuestro hogar.
Qué insectos y arácnidos aparecen en esta época
Polillas
Comenzó el calor. Y si nuestro cuerpo lo sabe, imagínense los insectos, que son mucho más pequeños y están más a la intemperie. De hecho, el aumento de la temperatura es un factor que incide en el desarrollo de la población de algunas especies. Como las polillas.
“Ellas no son capaces de controlar la temperatura corporal como lo hace un ser humano”, nos indicaba Tomislav Curkovic, académico de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, en un artículo pasado. A pesar de que su vuelo es aparatoso y llamativo, las polillas no son peligrosas ni para los humanos ni para los animales.
“No tienen aguijón, no pueden picarte, no son tóxicas (…) Es más, tienen un montón de proteínas y carbohidratos“, comentaba María de los Ángeles Medina, cofundadora del proyecto Micra.cl, una biblioteca digital colaborativa en la que puedes encontrar todo sobre el universo de las mariposas. Su rol polinizador es fundamental en estos tiempos, por lo que más que espantarlas, conviene protegerlas.
Moscas
Aunque nunca son bienvenidas, las moscas tienen un papel irremplazable en la cadena alimenticia, encargadas del proceso de descomposición de diferentes organismos. Y con el calor, comienzan a proliferar. La entomóloga y académica Constanza Schapheer nos explicaba, en un artículo anterior, que esto ocurre porque “la actividad biológica de ciertas especies, entre ellos las moscas y otros insectos, es más acelerada cuando las temperaturas son más altas”.
La mosca más común en los hogares chilenos es la Musca domestica, un insecto díptero braquícero —es decir, con solo dos alas y antenas cortas— de la familia Muscidae.
Arañas
“Diría que nueve de cada diez arañas de las que se matan en Chile son tigre —una especie inofensiva—, y con suerte una es de rincón”, nos decía el entomólogo Alfredo Ugarte en un artículo anterior. Matar arañas indiscriminadamente, algo que hacen muchas personas, es muy malo, sobre todo porque “terminas matando al mejor insecticida que puedes tener en tu casa”: la araña tigre, el depredador natural de la araña de rincón.
La de rincón es una especie suele vivir en el campo, aunque también se hace presente en ciudades, lo que la convierte en un constante peligro. La podemos reconocer por su rápido desplazamiento, opuesto al de la tigre, un arácnido más torpe y lento. Un detalle: no confiarse de su color, ya que puede ser diversa. Si se cría en ambientes secos, como el entretecho de una casa en el norte de Chile, tiende a ser de un color amarillo o un café muy clarito. En cambio, si su hábitat es un espacio más húmedo, puede tener un color más oscuro.
Chinches de arce
Durante la temporada pasada, principalmente en la Región Metropolitana, apareció una visita desde el extranjero que, al parecer, llegó para quedarse. Estamos hablando del chinche de arce, un merodeador que se presume pudo haberse infiltrado entre los fardos de ropa usada desde Estados Unidos.
Se trata de un neóptero (volador) hemíptero, que suele alimentarse principalmente de plantas, arces y otros árboles similares, como el fresno. La buena noticia es que es inofensivo para humanos y mascotas. Lo malo es que colonizan árboles y paredes con mucha facilidad, y se multiplican rápidamente. En algunos casos puede picar y provocar una reacción alérgica.
A modo preventivo, Beatriz Lazo menciona que tanto la vegetación de tu casa como la de la empresa en la que trabajes debe estar bajo control, porque el chinche de arce puede habitar en plantas y árboles cercanos. “Al llevar objetos del exterior al interior, realiza inspecciones para asegurarte de que no haya chinches de arce u otros insectos presentes”, menciona.
Hormigas
Este es un clásico del verano, sobre todo si vives en casa o eres bueno para andar dejando platos con migas por los rincones. La más común de ver es la Linepithema humile, más conocida como hormiga argentina. Por más que se vean pequeñas e inofensivas, no solo pueden causar estragos dentro de tu casa sino que también se comen y atacan a los huevos de las mariposas, e incluso pueden saquear panales de miel por completo.
Para estas misiones, la hormiga argentina tiene un secuaz: los pulgones, bichos con los que tienen algo así como un acuerdo de conveniencia. Los pulgones se alimentan de la savia de las plantas y flores, y al hacerlo secretan melaza, “un líquido dulce” del que las hormigas se alimentan. A cambio, las hormigas le prestan protección a los pulgones. Es un win/win, sin embargo, las más perjudicadas son tu plantas y tu jardín, los que pueden terminar infestados entre pulgones y hormigas.
Cuándo conviene fumigar estos insectos
Según Lazo, no hay un parámetro específico de volumen o cantidad de insectos que esté universalmente definido. “La tolerancia de las personas hacia la presencia de insectos en su casa puede variar”, explica. Algunos los aguantan más, otros menos. Sin embargo, existen algunos signos comunes que podrían indicar la necesidad de una fumigación profesional.
- Presencia constante: si notas que los insectos están instalados en espacios más críticos de tu hogar, y que no se van incluso después de intentar medidas de control por cuenta propia.
- Daño estructural o de productos: si los insectos causan alguna alteración a la estructura de la propiedad o a los productos almacenados, como la comida o la basura.
- Reacciones alérgicas o problemas de salud: si las personas en el espacio experimentan reacciones alérgicas o problemas de salud relacionados con la presencia de estos insectos.
- Indicios de infestación: si se detectan de signos de infestación, como nidos, excrementos de insectos o rastros de actividad intensa.
A modo general, Lazo plantea que si tienes alguna preocupación o notas cambios inusuales en la presencia de los insectos, es recomendable contactar a un profesional. En su caso, el equipo que ella dirige está compuesto solo por mujeres, todas especialistas. “Combinamos la experiencia técnica con un enfoque personalizado”, comenta. Una vez que llegan Las Fumigadoras, hacen una evaluación del espacio y, si es necesario, se implementan medidas de desinfectación para garantizar un entorno seguro y libre de plagas.
Prevención ante todo
La presencia de insectos puede causar molestias, irritaciones y alergias en las personas, especialmente si se trata de especies picadoras o que liberan sustancias alergénicas. No se trata de demonizar a estos seres, pero sí conviene mantener controlada su actividad dentro de nuestras casas. Para eso, conviene tomar algunas medidas y consideraciones, como las propuestas a continuación por Lazo.
- Sellado de grietas y aberturas: inspecciona y sella cualquier grieta o abertura alrededor de ventanas y puertas para evitar que los insectos encuentren acceso fácil, especialmente en espacios críticos como la cocina, los dormitorios y el baño.
- Mantenimiento del entorno: cuida que el área alrededor de tu hogar esté libre de residuos, ya que estos atraen a los insectos. Deja siempre la basura en contenedores cerrados.
- Almacenamiento adecuado de alimentos: guarda tu comida en recipientes herméticos, para evitar que accedan a ella insectos como hormigas o polillas.
- Controles preventivos: realiza un chequeo preventivo al menos una vez al año, para evitar posibles plagas, sobre todo en la época primavera-verano.
Otros consejos
Cocina siempre limpia
Tal como lo hacen algunos de tus amigos cuando te visitan, los insecto también llegan a buscar comida apenas entran a tu hogar. Los restos de comida y suciedad son señales que les avisan que su resort de vacaciones está disponible. Además de almacenar adecuadamente tus alimentos —ojalá en recipientes de plástico o vidrio herméticamente cerrados—, lo mejor es no tener demasiados productos disponibles, especialmente aquellos que se descomponen.
También preocúpate de mantener la cocina limpia, tanto las superficies como el piso y los estantes. De esta forma, menos insectos se harán presentes.
Que tu casa no se convierta en un buffet
Al menos no para los insectos. Por eso hay que tener cuidado cada vez que se coma algo: la idea es que el plato, bol o recipiente se lave inmediatamente después de ser usado, ya que cualquier resto de comida, especialmente azúcar, atraerá a los bichos. Evita tener frutas frescas sobre la mesa: por más aesthetic que se vea, puede convertirse en un imán de moscas, hormigas y otros de sus amigos.
Alerta con los platos de mascotas
Por más que nuestros perros y gatos disfruten de cazar moscas, polillas y otros, es importante siempre mantener limpios sus utensilios. En primer lugar, porque los restos de comida y la acumulación de suciedad en los platos suelen ser un caldo de cultivo para bacterias y gérmenes que pueden afectar la salud de las mascotas.
Segundo, porque así también llegan los insectos, que son capaces de transmitir enfermedades o contaminar la comida. Su presencia, además, puede provocar molestias y estrés en los animales, sin contar con que se desperdician sus alimentos.
Cuidado con los insecticidas
Por lo general, cuando vemos algún insecto indeseado, recurrimos a los insecticidas en aerosol. Es una medida polémica en estos tiempos, ya que los especialistas han revelado que su uso puede causar un daño mucho mayor que su beneficio, especialmente en niños y animales.
“Los insecticidas en aerosol finalmente precipitan, se van al suelo, y quedan arriba de los muebles o de la ropa”, nos comentaba Ugarte en una entrevista. “Es peor el remedio que la enfermedad. Hay varias reacciones en la piel que los dermatólogos se demoran en detectar a causa de esto. Y qué decir de los niños, que juegan por el suelo y se llevan las manos a la cara o a la boca con frecuencia”, analizaba.
Schapheer, por su lado, mencionaba que cada vez es mayor la evidencia científica sobre los efectos negativos que tienen los insecticidas de todo tipo. “Se ha probado los riesgos de dosis subletales de insecticidas sobre el sistema nervioso de las abejas, lo cual las desorienta e impide que puedan volver a sus nidos. Eso tiene como resultado que no aprovisionan a sus progenie para la próxima temporada y finalmente mueren”, lo que tiene consecuencias negativas en la polinización y todo el ecosistema.
¿No representa riesgo? Ábrele la ventana
“Es importante no matar a los insectos que no representan ningún peligro”, expresaba Luis Flores, director del Instituto de Entomología de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), en un artículo sobre cómo convivir sosteniblemente con los insectos.
“A largo plazo, mientras más frecuente sea esa conducta, mayor impacto tendrá a escala local”, decía. Ya sabemos que las abejas, mariposas —entre ellas las polillas— y las moscas que nos visitan tienen un papel muy importante en la polinización y reproducción de diferentes plantas.
En esta misma entrevista, el especialista sugería que en caso de ver un insecto que no signifique peligro dentro de casa, lo ideal es tratar de sacarlo de la casa. “Con una escoba o con ayuda de brochas pequeñas, se los puede poner en frascos o cajas y luego sacarlos afuera”. Sin embargo, si el ejemplar que encontraste presenta mayor riesgo —como una chaqueta amarilla o araña de rincón—, o aparecen con mayor frecuencia y volumen, la sugerencia es acudir a profesionales para inspeccionar y actuar sobre la zona en la que se están anidando.
Mantener cerrado (o con mosquitero)
Una medida que sirve para que no entren las polillas y también zancudos nocturnos es cerrar las ventanas cuando atardece. “Es un horario raro, porque hay luz, pero se ve poco, y en ese momento hay que tener las ventanas y/o las cortinas cerradas”, afirmaba Medina. Cuando está oscureciendo, las polillas buscan la luz de la luna, pero se confunden y se guían con la primera luz que encuentran, que suele ser la de tu habitación. Por eso, si al atardecer cierras las cortinas, es menos probable que entren a tu casa.
Pero si quieres algo infalible, los mosquiteros y mallas son las herramientas más útiles para mantener los insectos fuera. Con ellos, además, no pierdes esa ventilación necesaria en tiempos de altas temperaturas. Eso sí, tener mosquitero requiere hacerle una limpieza regular para evitar que el polvo bloquee las vías respiratorias. Basta con limpiar con agua tibia, jabón y enjuagar.
Repelentes naturales
La ruda, la menta, el eucalipto y el ajo son algunas plantas que pueden repeler naturalmente a las hormigas argentinas, por ejemplo. Lo ideal es usarlas en aceites esenciales o extractos, ya que así es mucho más eficiente concentrar los compuestos volátiles.
En el sitio The Bug Agenda aseguran que uno de los olores que no soportan las hormigas es el del vinagre. Si tienes una invasión, puedes limpiar tu mueble o pisos con una solución de partes iguales de vinagre blanco y agua. “Si puede ver rastros de hormigas, espolvorea pimienta negra en polvo, canela en polvo o cúrcuma en polvo”, recomiendan.
El cebo tóxico es la forma más eficiente para eliminar a la Linepithema humile. Una vez que lo encuentra, la hormiga lo lleva al hormiguero y de esta forma se elimina el rastro de esa comunidad. “Se trata de unos insecticidas de muy baja toxicidad, que se usan también en concentraciones bajas, para que la hormiga obrera no lo detecte y se lo lleve al nido”, comentaba Ugarte, por lo que esta es la mejor opción si tienes niños y animales en casa.
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