Solo pensar en limpiar las paredes seguro te causa una pereza enorme. Pero una vez que refriegas y ves la diferencia entre el antes y el después, sentirás una satisfacción inconmensurable. Es casi como vibrar más alto.

¿Será solo porque está más limpio? ¿O también tendrá que ver la luz que se refracta más en la habitación? ¿O tendrá que ver con la satisfacción interna de haber borrado esas manchas que hace tiempo te perturbaban? Sea como sea, es una tarea que conviene hacerla en ciertos momentos del año, a favor del cuidado de la casa.

Limpiar las paredes no solo contribuye a mantener la estética y frescura de un espacio, sino que también promueve un ambiente más saludable al eliminar polvo y partículas alergénicas. Además, la limpieza regular previene daños a largo plazo en la pintura, revestimientos o papel tapiz, prolongando su vida útil y reduciendo la necesidad de reparaciones frecuentes.

¿Qué necesitas para limpiar paredes blancas?

Los productos esenciales para poder dejar tu pared reluciente probablemente los tienes en casa, ya que son todos básicos. Sin embargo, también existen algunos que podrían hacer tu proceso más fácil.

Accesorios generales:

Insumos de limpieza básicos

Bicarbonato de sodio puro Arm & Hammer 6,12 kg


Jabón lavalozas Dawn Platinum Powerwash 473 ml


Vinagre de alcohol Líder 500 ml


¿Cómo limpiar una pared blanca?

Si bien una pared puede limpiarse de diferentes formas, el proceso tiene un punto de inicio universal, independiente del método que apliques.

Paso 1: Remover el polvo

“Hay que diferenciar la limpieza del polvo en suspensión, que es superficial, con la más profunda, que es la que involucra manchas”, comenta Juan Ignacio Maiza, gerente comercial de Punto Limpieza, tienda online especializada en productos de aseo.

“La superficial puede ser semanal, con el mismo plumero de microfibras, que adhieren más fácilmente el polvo sin esparcirlo, o el escobillón para lugares más alejados”, dice Maiza. Refuerza la idea de poner especial atención en los rincones, lo que reducirá la acumulación de insectos y/o telas de araña. “Según el color de la pintura, a veces se hacen poco visibles”, afirma. Para sacudir bien, conviene retirar todo elemento que esté en la pared, como cuadros, adornos o muebles.

Paso 2: Analiza las manchas visibles

Puede que tu pared tenga manchas más predominantes que otras. El ideal es tratar primero las manchas grandes y localizadas, y luego la pared en su totalidad.

Paso 3: A limpiar

Para sacar las manchas de tu pared, probamos cinco opciones, todas efectivas, aunque unas más sencillas que otras.

Opción 1: con vinagre

La primera mezcla que probamos y que efectivamente sirvió en una pared color crema fue un cuarto de taza de agua, con un cuarto de taza de vinagre y dos cucharaditas de detergente lavadoras Dawn. Aplicas un poco de esta solución en la esponja y refriega sobre la mancha. Probamos esto con manchas de suciedad de mucho tiempo y grasa acumulada. Las manchas efectivamente se desvanecen a medida que frotas activamente sobre la pared. Muy importante: el proceso termina removiendo el exceso de líquido con un paño de microfibra húmedo.

Opción 2: con bicarbonato

La segunda mezcla contiene dos cucharadas grandes de bicarbonato, una cucharadita de lavalozas Dawn y media cucharada de agua. La idea es revolver hasta formar una pasta, que luego debes verter sobre la pared con los guantes. Deja reposar por un par de minutos y luego refriega con la esponja activamente. El proceso también se sella pasando un paño de microfibra húmedo para retirar el excedente del producto.

Opción 3: con cif

El cif —o cualquier otro limpiador en crema— es uno de los productos estrella de la industria chilena de la limpieza. Es tan sencillo como aplicar un poco de este producto sobre la esponja y refregar hasta que la mancha salga. Es una técnica que funciona y que ha sido puesta en práctica de generación en generación.

¿Es compatible con paredes de color? Solo debes intentarlo y probar al menos en una esquina. Si te sientes confiado, sigue con el resto del muro. En mi caso, lo probé con una pared gris y no destñó. En las siguientes imágenes puedes ver la prueba.

Así estaba la pared del closet antes, con varias manchas.
Así quedó después, usando distintos métodos de limpieza de pared.

Opción 4: The Pink Stuff

La pasta limpiadora The Pink Stuff es uno de los limpiadores favoritos en redes sociales, ya que es muy versátil y además tiene rico aroma. Funciona de manera similar al cif, pero con una textura más parecida a una pasta hecha con bicarbonato. La idea es esparcir un poco de producto sobre la zona afectada, dejar un par de minutos y luego refregar con una esponja ligeramente humedecida. Luego sellas la limpieza pasando el paño de microfibra, que ayuda a retirar los excesos de producto.

Pasta limpiadora multiuso The Pink Stuff 850 gr


Opción 5: esponjas mágicas

Este es otro avance de la modernidad, que sirve especialmente para limpiar paredes. Se trata de las llamadas “esponjas mágicas”, como “la Eraser Daddy, la Damp Duster o Mr. Clean; cualquiera de ellas son ideales para estos efectos”, dice Maiza. Su uso, dice, es muy sencillo: solo se humedece levemente en agua y se friccionan contra las superficies sucias. “La limpieza es casi inmediata, sin dañar la pared”, asegura.

En el siguiente video puedes ver cómo tanto The Pink Stuff como las esponjas mágicas remueven manchas de crayón de forma exitosa.


Para suciedad extrema: Baciaqua

Uno de los productos estrella de Punto Limpieza es el Baciaqua, un limpiador que Maiza define como “muy potente, eficaz contra todo tipo de suciedad, haciendo muy fácil y rápida la limpieza”. Es un producto que puede resultar útil cuando las paredes de la casa están muy sucias o la vivienda ha estado cerrada por mucho tiempo. En el siguiente video puedes verlo en acción sobre una pared con papel mural.


¿Qué ocurre con la limpieza de otro tipo de paredes?

En general, los productos que sugerimos anteriormente no causan decoloración en las paredes ni dañan la pintura. Sin embargo, siempre debes probar en una zona pequeña, con solo un poco de producto o mezcla, y fregar de a poco antes de lanzarte a hacer una fricción más activa.

  • Lo ideal es usar una esponja blanca o de un color neutro. La que se usó en la prueba fue una de fibra de coco y no destiñó en ningún momento.
  • En cuanto al paño, los mejores son los de microfibra, lo ideal es que sea uno que no suelte pelusas para que la pared no quede con esta textura de pelusas.
  • Respecto a la frecuencia de limpieza, desde Punto Limpieza plantean que dependerá de la textura de la pared y de la ubicación, además se debe tener en cuenta que en localidades afectadas por esmog o contaminación ambiental deberá ser más frecuente para mantener la tonalidad original.
  • “En las cocinas, la limpieza debe ser semanal, para quitar el sebo propio de las grasas flotantes en áreas expuestas a aceites circulantes”, asegura.
  • En los baños también se requiere de una alta frecuencia “para evitar la acumulación de moho propio de los ambientes húmedos”.

*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 3 de diciembre de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.