Cómo sacar las manchas amarillas de la ropa blanca

Esa polera blanca, tu regalona, la que tan bien se te ajusta en los brazos y cae hacia tu cintura como si te la hubiese hecho un sastre, de pronto un día, un maldito día, tiene en las axilas dos manchas amarillentas. No recuerdas que nadie haya orinado sobre ellas. ¿De dónde salieron?

Aunque te den ganas de botarla o de usarla de trapero y de llorar encima de ella pensando en lo bien que te veías cada vez que la usabas, no hace falta perder tiempo ni lágrimas en eso: la batalla contra esos horribles estigmas amarillentos no está perdida.

Seguro ya lo has intuido: la culpa es del desodorante. Las sales de aluminio que contienen los antitranspirantes, al contraer la parte superior de las glándulas sudoríparas, reducen el flujo de sudor en las axilas y también ayudan a reducir las bacterias que causan el mal olor. Pero el efecto secundario es que cuando este aluminio interactúa con la grasa y las sales corporales se forma una consistencia que luego se impregna en la ropa y la deja manchada y rígida.

Son reacciones químicas que si no las tratamos de forma particular y, en cambio, simplemente las metemos a la lavadora, persistirán en tu ropa con mucha tozudez.

Es un problema con el que sufren casi siempre las personas que visten prendas con mangas ajustadas, ya que el contacto entre la piel de la axila y la ropa es permanente, y cuando la humedad y el sudor del cuerpo quedan atrapados entre la piel y la tela durante largos períodos de tiempo, comienza a formarse una acumulación de bacterias. Cuando estas quedan en nuestra ropa por mucho tiempo, aparecerán manchas dañinas.

Existen distintas vías para salvar una prenda de estas amarillentas y desagradables manchas. Además de tiempo, debes tener ciertos insumos básicos para poder removerla, pero lo bueno es que son todos económicos, fáciles de conseguir y también de utilizar.

Aquí una lista de algunas combinaciones que de seguro removerán —o al menos harán invisible— esas horribles manchas amarillas. Eso sí, recuerda siempre usar guantes para proteger tus manos de los químicos.

• Bicarbonato de sodio + agua: en un recipiente, mezcla cuatro cucharadas de bicarbonato de sodio con un cuarto de taza de agua (60 ml, aprox). Vierte parte de la mezcla sobre la mancha, y frótala primero con la mano y después espárcela con un cepillo de dientes. Luego, deja reposar la prenda junto con el resto de la mezcla por al menos una hora, y luego lávala como de costumbre con agua fría en tu lavadora.
• Bicarbonato de sodio + agua oxigenada + agua: nuevamente, mezcla cuatro cucharadas de bicarbonato de sodio con un cuarto de taza de agua (60 ml) más otro cuarto de taza de agua oxigenada. Revuelve y, con ayuda de un cepillo de dientes, vierte la mezcla sobre las manchas, escobillando ligeramente. Deja actuar por treinta minutos y luego lava tu prenda con agua fría o tibia, como de costumbre.
• Bicarbonato + peróxido de 40 volúmenes: este puede ser un buen truco para quienes también retocan el teñido de su cabello en casa. En lugar de usar el agua oxigenada en formato líquido, debes reemplazarlo por esta crema de peróxido de 40 volúmenes. Para eso, primero debes humedecer tu prenda con un jabón blanco para ropa, como el icónico Popeye. Luego agrega una cucharada grande de bicarbonato de sodio en la zona afectada y añade un poco de la crema de peróxido de 40 volúmenes, y frota suavemente —con un cepillo de dientes— durante unos minutos hasta que se forme una pasta sobre la prenda. Déjala reposar con un poco de agua, pero sin que quede flotando, y cubre con una bolsa por al menos cinco horas. Una vez que transcurra el tiempo, puedes lavar tu prenda como de costumbre.

Si usas bicarbonato, te recomendamos utilizar los que son especializados en limpieza, ya que suelen ser más poderosos que los de cocina. De todas formas, estos últimos también serán útiles, solo que quizá debas añadir un poco más a la mezcla para conseguir el efecto deseado.

• Vinagre blanco destilado + agua: en un rociador o atomizador, mezcla media taza de vinagre blanco con media taza de agua. Pulveriza la mezcla sobre la mancha y deja actuar por una hora. Luego, lava la prenda con agua fría. Si notas que la mancha aún no se ha ido, puedes repetir el proceso una vez que la prenda se seque.
• Agua oxigenada + agua: mezcla una taza del peróxido de hidrógeno —también conocido como agua oxigenada—, junto con una taza de agua en un contenedor y sumerge la zona afectada. Frota suavemente usando tus dedos —¡pero siempre con guantes!— y deja reposar por al menos una hora. Luego, lava tu prenda con agua fría y listo: tu mancha amarillenta debería desaparecer de tu prenda blanca.
• Limón + agua caliente: uno de los secretos más antiguos y naturales es usar el suculento jugo de limón como blanqueador natural. Exprime dos limones y agrega el zumo a un litro de agua hirviendo. Mezcla todo en un contenedor y sumerge la prenda. Con guantes y mucho cuidado, escobilla las zonas afectadas con un cepillo de dientes y luego deja remojando por al menos una hora. Luego lava como de costumbre y seca al sol.
• Prueba con un quitamanchas del mercado: si nada de esto funcionó, o si no te la quieres dar de químico loco, puedes probar con alguno de los quitamanchas industriales que venden en todos los supermercados, como el Vanish Oxi Action, El Mago Quitamanchas, o el Oxiclean. Cualquiera de estos productos debería poder eliminar lo amarillento de tu prenda si los aplicas como tratamiento previo al lavado y siguiendo las instrucciones del producto.

Para no tener que pasar por el incordio de quitar manchas, lo mejor que puedes hacer es prevenirlas, algo que no es tan difícil como parece. En el siguiente listado hay algunas acciones que puedes tomar para evitar estas molestias.

• Sacude y deja secar: si usas desodorante en espray, antes de usarlo debes agitarlo muy bien. Así, el polvo de clorhidrato de aluminio se distribuirá uniformemente en la lata y posteriormente en la piel. También es conveniente esperar a que el antitranspirante se seque o se absorba por completo en la piel antes de ponerse la ropa.
• Usa prendas más holgadas: esto puede parecer obvio, pero usar prendas un poco más anchas permitirá que las axilas tengan espacio para ventilarse, lo que evitará ese sudor excesivo.
• Prueba con camisetas: en invierno, usa primeras capas, las que además de abrigarte funcionarán como barrera protectora para evitar que el sudor llegue a tu prenda blanca.
• Evita blanqueadores como el cloro: estos pueden hacer que las manchas amarillas persistan e incluso se vuelvan más prominentes en lugar de removerlas. Si quieres blanquear la zona, debes usar limpiadores sin cloro o usar alguno de los métodos que te recomendamos anteriormente.
• Recorta el vello de las axilas: el cabello de las axilas, según plantea la marca de camisetas Thompson Tee, retiene más humedad y sudor que la piel. “Así que cuanto menos tengas debajo, mejor”, señalan. Quizá no sea necesario depilarse, pero sí recortarlo un poco.
• Lava lo más pronto posible: estas manchas son reacciones químicas, por lo que entre más tiempo las dejes en la ropa, mayor será el crecimiento bacteriano. Si las echas al canasto de la ropa sucia, ojalá que tengan un poco de ventilación y no queden al fondo. Si puedes, lo mejor es lavarlas al día siguiente de usarlas.
• Opta por textiles de fibras naturales: el algodón, la lana o la seda son menos susceptibles a sufrir estas manchas. El poliéster, una de las fibras sintéticas que más se ve entre las tiendas de retail y el fast fashion, tiene una reacción no muy favorable con el sudor, ya que lo absorbe, mientras que las fibras naturales son más capaces de hacerlo circular.

Prueba con desodorantes sin aluminio: como bien te decíamos antes, los antitranspirantes suelen contener sales de aluminio, que “crean un tapón temporal en tus axilas para reducir el sudor”, según describen en el sitio de Dove. Al optar por opciones sin aluminio, quizá sentirás más el sudor, pero al menos te quedarás sin manchas. Aquí ya depende de tu organismo y de cómo tu cuerpo reacciona al producto.

*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 14 de julio de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.