“Podar o no podar”, he ahí el dilema de varios hogares. Agarrar un par de tijeras en algunos puede generar una emoción parecida a la de Edward, el joven manos de tijera, y en un abrir y cerrar de ojos y hojas la planta intervenida pasó de tener demasiada frondosidad a quedar flaca como poste.
“La poda es casi un arte”, opina Daniela Maldonado, paisajista y fundadora de El Jardinista. “Pero no todas las plantas reciben bien las podas. A veces, por desconocimiento, se realizan podas erróneas de algunas especies y ellas no vuelven a brotar nunca más”, explica.
¿Podar o no podar?
Verónica Blackburn, ingeniera agrónoma y especialista en jardines de bajo rendimiento hídrico, define la poda como el acto de “remover de las plantas órganos como hojas, yemas, flores, frutos, ramas y raíces”. Como creadora de contenido, a través de su Instagram @plantivista, está constantemente educando y compartiendo datos con aficionados a la jardinería.
“La idea es que mediante mi intervención la planta se modifique de manera tal que pueda adecuarse a mi espacio, a la cantidad de sol que llega y al concepto estético del diseño”, explica. Hay varios tipos de poda, como la llamada “de limpieza”, donde se sacan “órganos enfermos, senescentes o muertos”.
“En plantas leñosas, es importante la poda de formación, que se hace dentro de los primeros tres años para definir, como dice el nombre, la forma de la planta”. Dependiendo de si uno quiere que sea arbustiva, pie alto, en forma de bola o con un levante de copa, se debe intervenir según las preferencias.
¿Cuándo hay que podar?
Si pensamos que los humanos tenemos distintos periodos en el año de altas y bajas energéticas, con las plantas sucede lo mismo. Tenemos que estar atentos a los diversos factores que influyen a su crecimiento y tener la sensibilidad de entender por lo que están pasando.
Plantas de interior
“Puedes hacer podas de limpieza todo el año, lo que consiste en retirar hojitas y tallitos secos”, dice Maldonado. Pero esta más que una poda es una intervención “superficial”.
Otro episodio en el que puede ser bueno una poda es cuando la planta en cuestión es atacada por una plaga severa, “como cuando tiene un ataque de chanchito fulminante”. En ese caso, la poda “puede ayudarte a sacar ese material del vegetal que está contaminado”.
Algo que le pasa a mucha gente es que apenas ven una rama seca la cortan, porque parece muerta. Pero cuando la remueven comprueban que está verde y que tiene sabia por dentro. Cuando no se sepa con certeza si está seca o no, lo que recomienda Maldonado es raspar con la uña superficialmente. “Si sale verde, en algún momento va a dar hojitas; pero si raspas y sale café, es porque la ramita está seca y ahí sí debes cortar”.
Plantas de exterior
“Las podas de formación se deben hacer en invierno, que es el periodo de latencia y de baja tasa metabólica”, informa Blackburn. “La poda de limpieza es constante, es la que requiere más mantención en un jardín”. Eso implica “sacar hojas o tallos secos, cortar flores marchitas, ralear fruto, ramas muertas, eliminar ‘chupones’”, entre lo más común que verás en tus plantas y árboles.
Cortar por cortar no es el camino, y es por eso mismo que la especialista en jardines urbanos propone preguntarse cuál es el propósito de la planta en tu patio. Por ejemplo, “en los jardines hoy buscamos árboles que generen sombra y que bajen temperatura; por lo tanto, no queremos intervenir en el desarrollo de su copa en absoluto”.
“En plantas y arbustos de exterior es frecuente encontrar plantas emboscadas por exceso de agua y fertilización nitrogenada, que generan desorden en el crecimiento y problemas de plagas como oídio, conchuela, chanchito blanco entre otras”, expone.
“Mediante el raleo, se busca disminuir la densidad de ramas para ir formando espacios donde llegue luz y circule el aire”, dice. “Es importante realizar un buen corte y no hacer solo despunte, lo que puede agravar el problema”, tal como se indica en el siguiente dibujo.
“Si bien la poda de despunte no sirve para mantener la forma de un arbusto como lavanda, westringia o laurel de flor; sí sirve para formar un seto o topiario”, apunta Blackburn. Tomando en cuenta la función de tu planta es que debes evaluar. “Si ves a tu planta bien, sana y te gusta cómo se ve, no es necesario intervenirla”, afirma.
Paso a paso (general)
Cuando a nosotros nos cortan el pelo, hay una serie de técnicas y recomendaciones a seguir. Algo parecido pasa con las plantas. No es llegar y ponerse a tirar tijeretazos.
Primero, hay que fijarse que las tijeras que estén bien afiladas. Y segundo, que el corte que se aplique sea liso.
“Una mala tijera produce molestias en la mano y un mal corte en la planta”, dice Blackburn. Si haces mal el corte, “uno como que muerde la rama, y se puede llegar a desgarrar la corteza, por lo que pueden entrar infecciones a la planta”, complementa Maldonado.
Otro punto a considerar es “no cortar ramas más gruesas de lo que indique la tijera” puesto a que se puede echar a perder. “He visto que algunas marcas venden unas motosierras que se cargan, que son pequeñas, que también podrían servir para uso domiciliario. Yo estoy tentadísima de comprarme una”, asegura.
El cicatrizante
“En los árboles, lo mejor es realizar un buen corte en el cuello de la rama, lo que permite que el mismo genere su cicatriz mediante las células suberosas presentes”, dice la Plantivista. “Sino, hay unas pastas que venden para la poda, que se trata de pintura con un fungicida que dura unas semanas”, comenta la Plantivista.
“Esta práctica en árboles grandes se debe hacer con sumo cuidado. No por nada a los arboristas certificados en Estados Unidos les llaman tree surgeons (cirujanos de árboles), pues hay que conocer e identificar los diferentes tejidos vegetales”, cuenta.
Maldonado comenta que en El Jardinista tienen una pasta de poda con látex y fungicida. “Cuando hablamos de pastas de poda, es cuando ves que a los árboles podados les pintan los bordes rosado o blanco; esa es la pasta de poda”, explica. También recomienda recurrir al azufre en barra o en polvo, lo que se puede poner al corte para que cicatrice mejor.
Betum Lingnum
Otros consejos
Para no cortar demás
El mantra botánico a invocar es “ir interviniendo de a poco, detenerse, retroceder y observar”, dice Blackburn. Así, trnaquilamente, ir repitiendo, siempre muy consciente de lo que estás haciendo, para que la planta, árbol o arbusto reciba este cambio de la mejor forma.
¿Canela? Mejor no seguir modas
“Algunas personas usan canela como cicatrizante, que se hizo popular en redes sociales, pero no he visto ninguna publicación seria sobre su verdadera utilidad”, advierte Maldonado.
No dejarse llevar por criterios agrícolas
“En la industria agrícola, los frutales son intervenidos fuertemente, con podas productivas y frecuentes, ya que su objetivo es que den más y mejor fruta. Pero son cambiados a los pocos años”, expresa Blackburn. Como en casa lo que uno quiere es que dure sano por mucho tiempo, “debemos ser más amables y dejarlas ser”.
Averiguar el retiro según municipalidad
Para las personas que hacen podas en sus jardines y corten ramas, “tienen que considerar siempre que hay que llevarse las ramas al camión del reciclaje y no tirarlas en la basura domiciliaria”, dice Maldonado. “Hay varias comunas que tienen retiro de ramas, las que después las envían a centros donde las muelen y hacen compost. Así no se pierde esa materia orgánica”.
No frustrarse y disfrutar
¿Sabías? 30 minutos de jardinería —siempre en estado de relajo y tranquilidad— son capaces de reducir la secreción de cortisol, la famosa hormona del estrés que nuestro cuerpo libera en momentos de tensión. Eso detalla un estudio publicado en el Journal of Health Psychology. La invitación de Blackburn es a no frustrarse. “La jardinería es una constante experimentación y no necesitas saberlo todo para comenzar”, dice.
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 20 de octubre de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.