1.Cada uno con su temperatura ideal

Es bastante común que las dos personas que comparten una cama no tengan la misma temperatura corporal. Ahora, durante el verano y todavía con 34° en el día, el problema suele ser el mismo para los dos, pero en el invierno la cosa se pone más compleja. Para esa estación, hay soluciones, como por ejemplo este calientacama, marca Siegen, con 9 niveles de temperatura y que cada usuario puede regular según su preferencia. Con esto, ya no es necesario ponerse de acuerdo.

2. Método antirronquidos

Los ronquidos son una pesadilla. Según la clínica Somno un 72% de los hombres y un 62% de las mujeres ronca. Pero algunos ronquidos son crónicos y a veces, las parejas prefieren dormir en habitaciones separadas, porque la convivencia en una cama es prácticamente imposible. Según la Clínica Mayo, los ronquidos se producen cuando el aire pasa por los tejidos relajados de la garganta generando una vibración al momento de tomar aire durante el sueño. Justamente, esa vibración es la que combate SleepLab, un dispositivo inteligente de estimulación muscular antirronquidos, que promete ser una solución a este gran problema. Es un aparato pequeño que se adhiere magnéticamente bajo el mentón todas las noches, y lo que hace es detectar cuando se necesita estimulación para respirar.

3. Y si no resulta…tapones de oídos

Bueno, y a veces, si el sueño es muy liviano, lo mejor que se puede hacer es utilizar tapones de oídos. Lo primero que se viene a la mente cuando a uno le nombran estos tapones son esos clásicos naranjos, un tanto incómodos y que se salen. Pero la verdad es que existen distintos tipos, algunos muy cómodos y muy efectivos. Los que son muy útiles, son los que se usan en los aviones, que ayudan a aliviar la presión de la cabina, son de silicona y son más delgados de lo habitual, por lo que casi no notarás que los tienes puestos.

4. Lámparas con dimmer

Siempre hay uno que cae antes que el otro en los brazos de Morfeo. Quizás, a alguno le gusta quedarse leyendo o trabajando, y al otro le cuesta quedarse dormido si la luz del de al lado es muy fuerte. O a veces, uno sale, el otro duerme, y no es muy agradable quedar como vampiro con fotofobia, cada vez que llegan tarde. Para todas esas situaciones existen los clásicos apliqués con dimmer con el cual puedes dosificar la cantidad de luz de la habitación. Probablemente te lo van a agradecer.

5. El colchón perfecto

Este ítem es el más costoso. Si el presupuesto alcanza, la recomendación es invertir en un buen colchón. Los colchones son todo un mundo por explorar, dormir es una necesidad y la privación del sueño es un gran problema, por eso, la relación que tiene uno con su colchón es esencial. Tempur es una marca danesa (los reyes del diseño) cuya propuesta es bien atractiva: sus colchones utilizan tecnología de la NASA. A principios de la década de 1970, la NASA desarrolló un material que absorbe la presión para ayudar a amortiguar y dar apoyo a los astronautas durante el despegue. Ese material, con algunas perfecciones es el que usan sus colchones y su promesa es aliviar los puntos de presión, además de estar compuesto por micro resortes, que permiten que el colchón se ajuste mejor a la forma de tu cuerpo.