Hay tres cosas que la mayoría de las personas asocian con este gigante sueco: muebles lindos, modernos y que puedes armar fácilmente, que tienen precios asequibles, y poder comer algunas de sus clásicas albóndigas o “meatballs” o tomarte un café sin tener que salir de la tienda. Esto es parte de este viaje único que el cliente puede hacer a través de las de los pasillos y los pisos de IKEA, construidos con un diseño hipnotizante que te lleva a través de un recorrido visual y sensorial.

Cuando IKEA abrió en Älmhult en 1958, muchos se mostraron escépticos ante la idea de abrir una gran tienda de muebles en un pequeño pueblo en medio de los bosques suecos. Pero resultó que la gente estaba dispuesta a recorrer largas distancias para visitar el salón de exposición y comprar muebles lindos y funcionales a buenos precios. Los clientes por primera vez podían tocar y sentir los muebles que vestirían su casa antes de hacer el pedido, era una nueva experiencia. Y todavía se mantiene vigente.

IKEA en Chile

Nada más entras a la gran tienda instalada en mall Open Kenny en Las Condes – la primera en abrir en Sudamérica – te sumerges en un bosque de ideas, puestas en escenas que te hacen imaginar cómo se verían los muebles instalados en tu hogar. El diseño de la tienda está creado de tal manera que no te permite salir de ella antes de echar un vistazo a casi todos los productos expuestos.

A penas cruzas la entrada te recibe un clásico, la típica bolsa amarilla característica de IKEA, para que – a medida vayas avanzando e inspirándote con la experiencia de probar y sentir los artículos –, puedas ir comprando lo que más te guste. Los productos están catalogados en dos grupos: aquellos que tienen etiqueta amarilla – esos que son más grandes y que necesitan de asistencia –, y los con distintivo rojo – que podrás encontrar en el tentador segundo piso en la sección deco hogar.

¿Y si vas con niños?

Marita Marante, gerente de Operaciones y Experiencia de Clientes de IKEA Chile, Colombia y Perú, explica que la marca tiene tres prioridades fundamentales a largo plazo: facilitar la vida en espacios reducidos, ayudarte a organizar tu vida y, por último, la vida con niños. ¿Cómo entonces dejarlos fuera de esta experiencia? Imposible, los más pequeños también son parte. Primero, con una sección pensada para ellos, con artículos que cubren sus necesidades, aportan a su desarrollo y no significan peligro alguno. Un espacio en el que, además, ellos también pueden vivir la experiencia de probar y sentir peluches, juegos y mucho más. Y, en segundo lugar, si quieres comprar con calma, hay una guardería para ellos, Småland. Está inspirada en los bosques en los que creció su fundador, Ingvar Kamprad. Como era de esperarse, todo muy bien diseñado y muy seguro para los niños.

¿Buscas lo más económico?

Como ya lo hemos dicho, parte de la esencia de esta marca es que las personas puedan acceder a buenos y lindos productos, pero que también sean económicos. Por eso, en cada sección de IKEA encontrarás distintivos que te mostrarán cuál es producto con el precio más bajo.

Toda la disposición de la tienda es un viaje guiado y secuencial a través de los diferentes espacios del hogar. Mientras se realiza este camino a través de señales como las flechas luminosas proyectadas, hay muchas cosas que juegan con la parte emocional del cerebro. Porque claro, hay una conexión que la gente siente con un mueble o un artículo que no ves individualmente en una vitrina, sino que lo contemplas como un todo, lo imaginas vistiendo tu hogar. Además lo pruebas, abres el clóset, te recuestas sobre una almohada, te sientas en la silla o disfrutas un sofá.

Es un viaje largo, ¿tienes hambre?

Los restaurantes IKEA forman parte de las tiendas desde la década de 1960. La idea original de empezar a servir comida en una tienda de muebles surgió simplemente como una forma de no dejar que el hambre espantara a los clientes. Así que, si quieres, puedes ir al bistró por un café y unos cinnamon buns – que por si no sabías son originales de Suecia–, o al restaurante para comer un plato clásico sueco como las meatballs (o eatballs en sus versiones de pollo o vegetarianas) o preparaciones locales.

Es que estos espacios tienen un papel importante en la experiencia. Para empezar, si estás cansado de recorrer los pasillos de IKEA, puedes ir a descansar, analizar tus posibles compras y tomar decisiones sin ni siquiera salir de la tienda. Quizás, hasta tomamos mejores elecciones sin hambre y quedamos así más felices, porque como decimos acá en Chile, “güatita llena, corazón contento”.

¿Listo para pagar?

Cuando pases por caja podrás llevarte algunos artículos inmediatamente, como los que están en el piso deco hogar. Hay otros, como sofás, muebles o cocinas que tienen servicio de delivery y llegarán a tu casa.

Y para que la mayoría de las personas pueda disfrutar de la experiencia IKEA, no solo los encontrarás en las tiendas físicas que abrirán en Chile, sino también online. Y tampoco será una experiencia habitual. La navegación a través de su sitio también cumple con la regla de poder imaginar de la manera más certera cómo se verá tu hogar con los productos IKEA, además de compartir muchos contenidos de inspiración para quienes quieran comprar a lo largo de Chile continental.