Consejos y recetas para salvar el asado con una parrilla eléctrica
Cuando el carbón o el gas no son opciones, toca eludir los prejuicios y salir del apuro con uno de estos aparatos. Aunque tiene sus desventajas, también posee puntos a favor, como grillar bien vegetales, pescados e incluso algunos cortes de carne.
“Vueeeeelta”, grita el huaso, acompañando el movimiento de su humanidad y el de su pareja, en un circuito que termina por formar un ocho o bien el símbolo del infinito, según la perspectiva desde la que se vea. Pienso en este último cuando, otra vez, se acercan las Fiestas Patrias y la publicidad nos inunda con una nueva campaña —que de nueva tiene solo el año—, con colores, tonos y frases temáticas que vuelven a engrosar un eterno déjà vu.
Pero como las ganas de celebrar no tienen límites, en especial luego de dos años de pandemia, abrazamos las fiestas y nos endieciochamos con orgullo. Pero cuando la casa es un departamento, sin balcón o en el que está prohibido el uso de parrillas a carbón o a gas, ¿cómo llevar adelante el ritual nacional de hacer un asado en estas fechas? Pues, ¡con una eléctrica!
Los puritanos dirán que no es lo mismo, que ni siquiera está entre las opciones de los parrilleros profesionales. Y les digo: tienen razón. Pero, entonces, ¿prefieren no hacer nada? “Cuando no hay más remedio, la parrilla eléctrica es una súper buena alternativa”, asegura Álvaro Peralta, nuestro asador de la casa.
Con su consejo y el de otros especialistas, revisaremos cómo sacarle provecho a una parrilla eléctrica, algunas recomendaciones de cortes que funcionan mejor en este formato, y recetas para lucirse sin fuego durante este Dieciocho.
Las ventajas
Ya lo decíamos: la parrilla eléctrica tiene poco parecido a otras tecnologías para asar los alimentos. En realidad, se asemeja más a una plancha. Así lo piensa el chef Leonardo Sichel, con experiencia en el Liguria y el José Ramón, y actualmente en el Hotel Solace. Esto porque en ellas “se pierde mucho el sabor ahumado de una parrilla a carbón, a leña o incluso a gas”, dice. Estas últimas, como la gente no suele limpiarlas profundamente, “queda con restos de grasa que se queman en la cocción y dan un efecto ahumado”.
Se trata, entonces, de un instrumento diferente, que a pesar de ser vilipendiado, algo bueno tiene que tener. Sino, ¿cómo se explica que exista tanta oferta de ellas? De hecho, según Andrés Díaz, senior product manager de Electrolux —empresa que agrupa a Fensa, Mademsa y Somela—, durante la pandemia “el consumo de este tipo de productos aumentó”.
Entre otras cosas, puede ser por su encendido: activar una parrilla eléctrica es tan simple como prender la luz. No hace falta sudar la gota gorda sacudiendo diarios o cartones ni soplando como condenado mientras te llenas de brasas y hollín. “En menos de diez minutos, y sin esfuerzo alguno, tienes una parrilla caliente y lista para cocinar”, dice Díaz.
Además, su tamaño permite ponerla prácticamente en cualquier lado. “Tengo amigos que la tienen instalada permanentemente en la cocina, junto a otros electrodomésticos”, nos cuenta Álvaro Peralta. Incluso, puedes tenerla encendida sobre la mesa mientras compartes con los invitados, evitando que se enfríen las preparaciones. Sus dimensiones y facilidad de traslado también dan la posibilidad de llevarla a otras locaciones —siempre que cuenten con corriente eléctrica— y transformarte, de paso, en el héroe de la jornada. Por lo bajo, te ganas un brindis en tu nombre.
Lo básico
Todas las ventajas mencionadas son reflejo de uno de los objetivos primordiales de las parrillas eléctricas: ser sumamente prácticas. “Están orientadas a ser una solución para las familias que, por distintos motivos, no pueden tener una parrilla grande”, describe Andrés Díaz. “Es muy importante que puedan armarla y conectarla rápido; y que después de cocinar, sea muy fácil de limpiar y guardar”.
¿Con qué debe contar una buena parrilla eléctrica? Para Peralta, es fundamental que consiga grillar los alimentos. “Que tengan esta superficie rugosa, que permite que la carne se marque, ya que ahí, provocando el efecto de Maillard —de caramelización de los azúcares de la carne mediante el contacto directo con el calor calor—, es donde se genera el sabor”. Según él, “no hay nada más lindo que un lomo con la grilla bien marcada”.
La gran mayoría de las parrillas eléctricas cuentan con una superficie antiadherente, dividida en un sector rugoso para el grill además de otro liso. El primero, explica Andrés Díaz, es justamente para asar carnes y pollos, que además tiene la función de evitar que los alimentos se peguen a la plancha. En la parte lisa, en tanto, “se pueden poner cortes de tocino, huevo, chorizos, vienesas, verduras o pescado”.
Otro detalle relevante para Peralta —autor, entre otros libros, de Recetario popular chileno— es que la parrilla tenga más de tres opciones de regulación de temperatura. “No es lo mismo asar verduras que una punta picana”, dice. Claro: las primeras pueden cocinarse a 100ºC, mientras que una carne necesita de unos 300º para una buena cocción.
Parrilla eléctrica Black&Decker
En el caso de este modelo de Somela, se trata de una parrilla stand; es decir, que tiene su propio soporte, de manera que no necesitas ocupar una mesa extra para sostenerla. Es de cerámica, su tapa es metálica y posee cinco niveles de temperatura. Sus dimensiones son mayores al de la mayoría, por lo que hay espacio para cocinar más alimentos a la vez, y su apariencia de discada le da un atractivo aparte. “Es lo más parecido que hay en el mercado a una parrilla tradicional”, asegura Andrés Díaz.
Parrilla eléctrica Somela Stand10 1600 W
Otra opción de parrilla eléctrica es la de tipo plancha, como este modelo Tefal, con un sistema “inteligente” que avisa el nivel de cocción de los alimentos por medio de una luz y que tiene una opción de ajuste automático del tiempo de cocción.
Parrilla Tefal Optigrill
Un receptáculo para la grasa de las carnes es, según los entendidos, otra característica indispensable para una buena parrilla eléctrica. “Le da un mejor sabor; además, hace algo de humo, lo que le dará un toque ahumado a la comida”, dice Álvaro Peralta.
Carnes, vegetales y otros
Por más talento que tengas, si te quieres lucir con un asadito en casa pero no consideras que la cocción que producen las parrillas eléctricas no es apropiada para todos los cortes de carne, tu plan se puede ir a pique estrepitosamente.
“Recomiendo cortes que sean de rápida cocción”, sugiere Leonardo Sichel. “Poner y sacar. Si quieres hacer un asado de tira, por ejemplo, que demora cerca de 40 minutos en una parrilla normal, no va a convenir, porque la eléctrica no logra el calor que necesita y, finalmente, quedará dura”. ¿Qué aconseja, entonces? “Podría ser una entraña, lomo vetado o filete”.
Peralta concuerda con el vuelta y vuelta: “Cualquiera de esos cortes queda muy bueno, también las chuletas o una punta picana que no sea muy grande”. Por el contrario, dice, nunca tiraría a la parrilla eléctrica cortes como la plateada o un estomaguillo, que requieren de cocciones largas. “Por más que uno esté trabajando a baja temperatura, si vas a tener la parrilla cuatro horas para sacar esto, termina calentándose hasta las patas”.
Los cortes más jugosos, como el lomo o los de cerdo, funcionan bien, según Andrés Díaz. Él advierte que hay que tener ciertos cuidados con el pollo, en especial con su grasa, que puede generar mucho humo. “No tiraría una pechuga completa, por ejemplo. Mejor filetearla, así resulta mejor”.
¿Y los pescados?
“Como las parrillas eléctricas tienen esta antiadherencia, sirven harto para hacer algunas recetas de pescado. El salmón se puede tirar por el lado de la piel harto rato”, asegura Sichel.
Un elemento súper recomendado para ayudar a la cocción de ciertos alimentos es envolverlos en papel aluminio. “Sobre todo para los pescados”, dice Díaz. “Por ejemplo el salmón y así evitar que se desarme. Lo mismo que con algunos tipos de vegetales como las papas”, dice Díaz.
Pero no es la única verdura que queda muy bien en la parrilla eléctrica. “Se deben poner en la parte plana de la parrilla, porque ahí sellan bien. Para los carnívoros que comen vegetales, después de sellar las verduras, se pueden pasar a la parte rugosa para que agarren el saborcito de la carne”, sugiere Sichel.
“Las típicas que funcionan bien son las cebollas y los pimientos, como esa clásica preparación con un huevo adentro. Ahora están apareciendo los espárragos, que también resultan, así como el ají relleno y las berenjenas”, agrega Peralta.
El único cuidado al preparar verduras, según Díaz, es el de “no sacarlas con tenedor, porque puede rayar el antiadherente. Mejor ocupar una cuchara de palo. Y es importante estar moviéndolas constantemente, porque, como no tienen grasa, se pegan y queman fácilmente”.
Recetas para este Dieciocho
Ya que estamos en esto, por qué no dejar algunas recetas simples para la parrilla eléctrica pero extremadamente eficaces, que dejarán a los comensales langüeteándose las comisuras de los labios. Leonardo Sichel regala un par de opciones:
Para los carnívoros
“Haría una entraña a la plancha con ‘fuego’ fuerte —es decir, temperatura en nivel 4-5 en la parrilla eléctrica. Pondría espárragos ya cocidos, envueltos en jamón crudo, para que se sellen sobre la misma grasa que bota la carne y el jamón quede crocante. Al lado de la carne, pondría champiñones, a los que se les debe sacar el tallo, rellenos con queso de cabra y ciboulette picado”.
Si no eres amigo de la entraña, Álvaro Peralta sugiere una punta picana.
Para los vegetarianos
Misma receta, pero Sichel reemplaza la carne por coliflor. “Cocer una coliflor, luego cortar una lámina gruesa y aliñarla con aceite oliva, ají de color y merkén. Eso se tira a la plancha a sellar”.
Otros datos
Para lavar
Para darle una larga vida útil a la parrilla eléctrica, hay que usar detergente de lavalozas y no ocupar esponjas metálicas ni materiales que pudieran dañar la superficie antiadherente. “Hay algunas esponjas que son específicas para bases antiadherentes. Son las mismas que se ocupan para sartenes, que son muy similares a las de estas parrillas”, dice Andrés Díaz.
Esponja para superficies delicadas Virutex
Si no lavas la parrilla inmediatamente después de utilizarla, es mejor que, antes de hacerlo, la enciendas durante cinco minutos para que se caliente y así los restos se despeguen de la superficie. Luego, aplicar desengrasante o agua tibia, en su defecto. Cuidado, eso sí, con mojar el sistema eléctrico de la parrilla.
Para una mejor conservación
Además de los cuidados a la superficie antiadherente —la más sensible del aparato—, que implica no rayarla con objetos filosos o puntiagudos, como cuchillos o tenedores de acero o fierro, tras lavarla se recomienda esparcir una película de aceite de oliva sobre la superficie. “Así no pierde su propiedad, no le entra óxido y la protege de la humedad que suele diluir a todos los productos”, explica Díaz.
Mientras no se use, es una buena idea guardarla en su misma caja de empaque, para evitar que acumule polvo, humedad y otras suciedades.
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 8 de septiembre de 2023. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.
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