Álvaro Lecourt tiene 43 años y hace unos cinco que está a cargo del área de ventas de una empresa especializada en desarrollo de proyectos. Recientemente el negocio se extendió a Perú, por lo que aumentaron sus responsabilidades. Para él, se trata de un desafío y a éste se dedica de lunes a viernes.

Pero los fines de semana su foco cambia. Literalmente: Álvaro agarra su mochila y su equipo de fotografía y, junto a un grupo de fotógrafos —aficionados y profesionales— se larga de excursión por el país: humedales, cordillera, costa; todo ambiente natural es motivo de interés. El objetivo es fotografiar la fauna silvestre habitante del territorio nacional. Ese es su pasatiempo desde hace cuatro años.

A su haber cuenta con más de 500 especies fotografiadas: en especial aves, como águilas, cóndores, sietecolores, tucúqueres y golondrinas. Pero su foto favorita hasta ahora es la de un picaflor gigante, que avistó durante una excursión a Yerba Loca, en la primavera de 2021. Por ella obtuvo el tercer lugar de un concurso organizado por el Parque Metropolitano de Santiago.

Álvaro dice que es autodidacta, que nunca ha tomado un curso, pero se la pasa en foros o canales de Youtube de fotógrafos profesionales buscando tips y consejos para mejorar su técnica. A ello suma las frecuentes salidas que tiene con otros compañeros de afición. Compartiendo con ellos, asegura, “se aprende mucho más”.

“Al principio se trataba de algo personal, de fotografiar para ver las especies, pero hoy intento enseñar acerca de la fauna de Chile, de la importancia de cada ser vivo, y así generar conciencia en las nuevas generaciones”, comenta Álvaro acerca de su afición. Su trabajo se puede ver en @Fauna_silvestre_Chile, su cuenta de Instagram.

“Antes, la fotografía era un hobbie de nicho, pero ahora, con los smartphones y sus cámaras, todos podemos ser fotógrafos”, dice Felipe Castro, director general del Club de Fotografía, que ofrece cursos tanto para iniciados como para profesionales. Pero la fotografía, advierte, “como disciplina artística va mucho más allá de capturar imágenes o momentos: se trata de comunicar, de transmitir un mensaje, una emoción y una historia”.

Para Zaida González, fotógrafa profesional y docente, la integración de cámaras en los teléfonos móviles por un lado supuso una democratización de la fotografía. “La hace circular de manera más libre y abierta a todas las personas que deseen plasmar un momento o una idea”. Pero estima, por otro, que esta se ha frivolizado, centrándose más en la imagen y la captura de likes que de explorar y experimentar el arte.

Según González, que durante agosto y septiembre realizará diversas exposiciones y talleres en Copiapó, Casablanca y Argentina, la fotografía ha ido en declive como opción de carrera secundaria. “Los estudiantes optan por estudiar ilustración o nuevos medios digitales”, sostiene. Pero mientras las escuelas se atomizan, los talleres y cursos informales van en aumento. “Son más cortos y apuntan a un tema específico de un área fotográfica”. Esto sería prueba de que hay “varias personas que se dedican a otras cosas, desde otras profesiones u ocupaciones, a las que les interesa saber de fotografía como un pasatiempo”.

Cámara vs celular

En los últimos años, entre los aficionados a la fotografía ha existido una revalorización del producto análogo. “Se reivindicó el uso de cámaras antiguas con película o Polaroid, por ejemplo”, dice Zaida González. Esta tendencia la ve como una respuesta a la inmediatez y a “la imagen desechable” que ofrece el formato digital. “Varios han preferido volver a la espera y sorpresa que nos da lo análogo, en el que por cada foto que haces debes poner atención, cuidado y tiempo”.

Felipe Castro dice que cada vez es menor la brecha que existe entre una cámara fotográfica de calidad y la que viene incluida en los mejores smartphones. Pero mientras la ventaja del dispositivo móvil es su portabilidad, las cámaras —en especial las de lente intercambiable— ofrecen posibilidades ilimitadas a nivel creativo.

“Con el lente apropiado, podemos hacer astrofotografía —y sacarle fotos a estrellas—, o macrofotografía, y hacerle fotos a los pistilos de una flor o los ojos de una mosca”, comenta Castro. Además, la infinita oferta de posibilidades se extiende también en lo que respecta a técnicas y efectos disponibles, como “fondos desenfocados, congelar y dibujar a un objeto en movimiento o hacer fotos en formato RAW (sin compresión)”. Y la calidad resultante, sigue siendo mejor.

Primeros pasos

Si tienes interés en explorar el campo de la fotografía, quizá deberías considerar algunos aspectos fundamentales. La paciencia es clave. “Todos quieren convertirse en fotógrafos de un día para otro y esto es tan imposible como comprarse una guitarra y querer dar un concierto de flamenco en pocos días. Lograr fotos maravillosas tomará mucho tiempo”, advierte Felipe Castro. “Tus primeras 10 mil fotografías serán las peores”, dijo alguna vez el francés Henri Cartier-Bresson, considerado el padre del fotorreportaje.

Hay que comprender, según Castro, que tanto la fotografía como el arte están orientados a un público. Es decir, “que no se trata de ti sino que del ‘otro’”. Lo más difícil en fotografía —asegura— “es aprender a ver nuestras propias fotos con los de un tercero”.

Por su parte, Zaida González opina que lo primero es tener claro qué es lo que se quiere decir o visibilizar. “Privilegiar el contenido de la idea y los intereses propios, y no copiar otras fotos porque son bonitas o tienen tal técnica”. Aunque investigar cómo se hacen ciertos tipos de fotos, copiarlas y ejercitar el ojo pueden ayudar en un comienzo. “Pero es fundamental, luego, tener una identidad en lo fotográfico. Si quiero romper las reglas, saber por qué lo haré y qué quiero decir con eso”.

Y, por supuesto, no puedes obviar aprender los conceptos básicos de la fotografía.

Conceptos básicos

Entenderlos y dominarlos es el camino más sólido para que el ejercicio muestre una evolución acorde al tiempo. Uno de ellos es la exposición: cuánta luz dejas entrar al sensor de la cámara. A partir de esto, puedes obtener una fotografía subexpuesta (con poca luz entrante o más oscura), una sobreexpuesta (con mucha luz entrante y mucho brillo) o una de exposición equilibrada.

Para controlar la forma en que la cámara recibirá la luz hay tres factores que se pueden manipular manualmente. Uno es ajustando el ISO, que es como se denomina a la sensibilidad que tiene el sensor del aparato. En cámaras análogas, cada rollo de películas tiene su ISO definido, el cual no se puede cambiar. En las digitales, en cambio, es posible modificarlo en los ajustes.

Mientras mayor sea el número del ISO, más sensible será a la luz. Al revés, entre menos sea este valor, menos sensibilidad a la luz tendrá el sensor. Por lo tanto, la cantidad de luz ambiental es inversamente proporcional al ISO que conviene utilizar. “Mientras más luz tenemos”, explica González, “usaremos un ISO más bajo, con más definición y detalle. Por el contrario, mientras más oscuro esté el día, más debemos subir el ISO, lo que también se traduce en un mayor ruido en lo digital y mayor grano en lo análogo”.

Foto: Blogdelfotografo.com.

Otro factor que incide en la cantidad de luz que se capture en la fotografíala es la apertura del diafragma, una especie de “párpado” de la cámara. Entre mayor sea su apertura, más luz entrará. Esto, a su vez, significa mayor contraste para la imagen y menor profundidad de campo. Esta configuración se suele utilizar para los retratos, en los que se pone foco en un objetivo principal. Para fotos de paisajes, en cambio, se utiliza un diafragma más cerrado, que permite mayor definición de todos los planos.

Mientras la apertura del diafragma controla la intensidad de la entrada de luz, el obturador maneja el tiempo durante el cual éste se abre. A eso se conoce como “velocidad de obturación” y se mide en fracciones de segundo: entre más corto sea el tiempo, menos luz ingresa y más oscuro es el resultado.

Esto, permite desarrollar técnicas como el barrido fotográfico o el congelado. “Si usamos velocidades rápidas, congelamos al sujeto de atención, lo que se utiliza mucho en fotografía deportiva. Y a velocidades más lentas, tenemos movimiento en la imagen, lo que también le da un sentido estético dependiendo de lo que queramos transmitir”, expone González.

Una forma de comenzar es ocupando la cámara del celular y poner en práctica lo que respecta a la iluminación, el color, los encuadres y ángulos. Pero para entrar de lleno al resto de los parámetros, será necesaria una cámara fotográfica.

Cámaras: de la modernidad a lo “vintage”

Elegir una cámara puede no ser tarea fácil ante la inmensa cantidad de alternativas que hay en el mercado. “La más adecuada tendrá que ver con la intención que tengamos sobre las fotografías que queremos hacer”, dice Zaida González. Acá te dejamos una breve guía de algunas de las cámaras más populares:

Réflex

Uno de los formatos más populares entre los amantes de la fotografía y la más recomendada por Felipe Castro. Tienen gran nitidez debido al tamaño de su sensor. Una de las gracias de este tipo de cámaras es que su objetivo (o lente) es intercambiable según las necesidades y propósitos que se tengan. Por ejemplo, si se desea fotografiar la fauna, como es el caso de Álvaro Lecourt, lo ideal es contar con un teleobjetivo, que permita capturar a una distancia suficiente que no perturbe a las especies en su hábitat.

Para fotos de paisajes o de eventos cotidianos, al estilo de un fotorreportaje, el uso de un gran angular puede ser una muy buena opción. Ojo que los objetivos pueden ser incluso más caros que la misma cámara. De hecho, Castro, dice que no es mala idea comprar una cámara económica e invertir en un lente de calidad.

Canon Rebel T100 con lente 18-55 mm.

$439.990 enRipley

Compactas

También disponibles en versiones digital y análóga. Solían ser las más comunes y silvestres en su época: a comienzos del 2000 para la digital y en los noventas para la analógica. Su sensor es más pequeño que el de una réflex, por lo que la calidad resultante también es menor. Sin embargo, son ideales para viajar o llevarla a todas partes con facilidad. Además, su pequeño tamaño es menos llamativo. Zaida González dice que este tipo de cámara es óptima para salir a la calle a fotografiar la cotidianeidad y pasar desapercibidos.

Sony W830

$139.990 enSony

Telemétrica

Esta es una cámara análoga para la que, probablemente, se necesite algo más de práctica y conocimiento. A diferencia de las digitales, su enfoque se basa en un sistema de triangulación que se debe utilizar manualmente, entre el visor óptico directo y el telémetro —que es independiente del lente—, con el cual se mide la distancia del sujeto/objeto. Si se utiliza correctamente, se tendrá como resultado fotografías de alta precisión y nitidez, y con poco riesgo a trepidaciones —que es como se denomina a la clásica imagen borrosa que se produce comúnmente en las réflex, ya sea por una mano temblorosa o la vibración del objetivo.

Leica IC + Leitz Elmar 5cm F 1:3.5

$1.200.000 enEmporio Fotográfico

Instantánea

Más conocidas como Polaroid, fueron muy populares en los ochentas y comienzos de los noventas, pero hace unos años están de vuelta. Su gracia es conocida: generan fotografías con revelado instantáneo, y para observar el resultado solo basta esperar unos segundos. Su visor puede ser tipo réflex o telemétrico, y las medidas de la impresión están predeterminadas por la cámara. Si no sabes muy bien qué se puede hacer con un modelo de este tipo, dale un vistazo a las “polaroids” que el legendario cineasta ruso Andrei Tarkovski hizo durante su vida: naturaleza (viva o muerta), personas, paisajes y un particular entendimiento de la luz y la ausencia de ésta.

Fujifilm Instax WIDE 300

$187.990 enLinio

Antes de comprar una cámara, lo más recomendable es informarse correctamente acerca de las propiedades, características, ventajas y desventajas de cada modelo. En la web hay diversos foros, como el Blog del Fotógrafo o Rincón Fotográfico —recomendados por González— donde se pueden encontrar respuestas a casi todas las dudas. Tampoco es malo volverse análogo socialmente y visitar en persona locales físicos, como el Emporio Fotográfico, donde además de encontrar cámaras y objetos únicos puedes recibir asesoría personalizada.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 10 de agosto de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.