¿Conviene contratar un seguro médico para mascotas?

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La oferta y demanda de pólizas de salud para perros y gatos crece exponencialmente en Chile. ¿Pero valen la pena o son una exageración? Responden veterinarios y especialistas.




Fue cerca de la Navidad de 2021 cuando Macarena Fuentes recibió en su hogar a una american pitbull terrier red nose, a la que llamó Allegra. Desde entonces la perrita, de hoy un año y ocho meses, se transformó en la consentida de la casa que Fuentes comparte junto a su pareja. “Es una perrhija con todas sus letras: nos acompaña a todas partes, come mejor que nosotros y pasea todos los días mientras trabajamos”.

Allegra corresponde a una de las nueve razas que, debido a sus características físicas, son consideradas potencialmente peligrosas por la Ley de Tenencia Responsable, más conocida como “Ley Cholito”. Algo que Fuentes entiende y asume, aunque asegura que su regalona no es violenta, pues la han entrenado y hecho socializar —con otros perros y personas— desde chica. “Los pitbull no son malos, solo depende de cómo los críes”, apunta.

Entre otros deberes establecidos por la ley, Macarena debió inscribir a Allegra en el Registro Nacional de Animales Potencialmente Peligrosos de la Especie Canina. Sin embargo, para llevar esto a cabo, tuvo que cumplir primero con otra condición: contratar un seguro de responsabilidad civil.

Se trata de una póliza que “garantiza que los daños que pueda provocar nuestra mascota a personas, otros animales u objetos quedan cubiertos”, explica Rodrigo Morales, médico veterinario, especializado en Ética, Legislación y Protección Animal.

En Chile esta responsabilidad civil es relativamente nueva —entró en vigencia en 2019, junto a la Ley Cholito—, pero en otros países, como las comunidades autónomas de Madrid y el País Vasco, en España, exigen que todo cuidador y cuidadora de un perro cuente con uno de estos seguros, cualquiera sea la raza del animal. Para ello, cuentan con pólizas específicas que cubren los daños y perjuicios de diverso tipo que puedan ser ocasionados por sus mascotas.

Aquí es distinto. Por un lado, porque no todas las personas que tienen un perro deben contratar un seguro de responsabilidad civil. Y, por otro, porque las pólizas disponibles en el mercado ofrecen harto más que solo ese ítem. De hecho, se comercializan como seguros de vida para mascotas, que además de la responsabilidad civil pueden incluir coberturas por hospitalización, tratamientos, consultas médicas y otros beneficios, como descuentos en medicamentos y también en peluquerías y hoteles para animales.

En los últimos cuatro años, corredoras e instituciones financieras tradicionales han expandido sus negocios para ofrecer este tipo de seguros. Y a estos se suman y suman nuevas empresas enfocadas específicamente en este mercado.

¿Qué es un seguro de vida para mascotas?

Allegra es un ejemplo más del cambio de paradigma que se ha producido en las últimas décadas en torno a la tenencia de una mascota, hoy consideradas un miembro más de la familia. En Chile, ocho de cada diez personas tiene al menos un animal de compañía, según estimó una Encuesta CADEM de 2022, quienes gastan en promedio unos $30 mil al mes en atención de salud.

Francisco Gómez, director nacional del Colegio Médico Veterinario de Chile (Colmevet), considera que los seguros médicos para mascotas son una “inversión valiosa” para quienes buscan proporcionar a sus animales “la mejor atención médica posible sin tener que preocuparse por los costos imprevistos”.

“Un seguro permite a los tutores de mascotas tener acceso a tratamientos y procedimientos médicos que pueden ser costosos. De esta manera, el seguro puede ayudar a salvar la vida del animal en caso de una emergencia”, complementa Gómez.

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Así de tranquilo se ve un gato que tiene seguro médico.

A principios de año, Allegra tuvo un accidente en el que se torció una pata. Ante la emergencia, Fuentes la llevó a su clínica veterinaria habitual, pero a medio camino recordó un detalle: “¡Verdad que tenemos seguro!”.

Cuando debió asegurar a su mascota por responsabilidad civil, hizo una rápida búsqueda por Internet de las alternativas que había en el mercado. Se decantó por lo que le pareció más sencillo: contratar el seguro que le ofreció su banco. “Fue muy fácil, estaba dentro del presupuesto que pensábamos —unos $7.000 mensuales— e incluía otros beneficios, como desparasitaciones, baños, vacunas, controles y urgencias”.

Debido al accidente, el médico veterinario solicitó a Fuentes realizar a Allegra algunos exámenes que permitieran determinar la gravedad de la lesión. Entre las consultas y los procedimientos de laboratorio, la cuenta llegó a los 150 mil pesos. Pero gracias al seguro que contrataron, sólo debieron pagar el 15%: poco más de 20 mil pesos.

Pero no todo fue tan satisfactorio. “A pesar de que me devolvieron la plata, me advirtieron que para la próxima tenía que llamar al seguro antes de llevar a Allegra a un centro veterinario, para que ellos me derivaran al correspondiente. Eso no me gustó, porque no todos los veterinarios son iguales y Allegra ya tiene uno de confianza”.

Otros beneficios

En Estados Unidos, una encuesta de la American Pet Products Association estableció que el 35% de los consultados considera que los costos de mantener a sus animales han aumentado y que la forma más efectiva de cuidar el bolsillo es contratando un plan veterinario prepago.

A Fernanda Araneda, médica veterinaria y magíster en Etología y Bienestar Animal, además de docente de la Universidad Mayor, no le sorprende lo anterior. Según ella, Estados Unidos y otros países de Europa, llevan la delantera en materia de bienestar animal y tenencia responsable. En ese sentido, asegurar la salud de las mascotas es “una práctica habitual”.

Claro que la oferta de seguros es bastante más amplia que la existente aquí. Los hospitales veterinarios, por ejemplo, también ofrecen planes con diversos tipos de coberturas y beneficios. “Se paga una membresía anual y puedes acceder a beneficios similares a los que ofrecen los seguros de mascotas en nuestro país”, explica Araneda.

La diferencia, en todo caso, no sólo radica en la variedad de la oferta y de los actores. Araneda dice que, además, en estos países existe un número mayor de hospitales altamente equipados y con un abanico de especialidades médicas, algo que en Chile aún está en desarrollo, según la especialista. Esto significa, en la práctica, que “muchas veces se debe derivar a diferentes centros veterinarios que cuenten con el equipo de diagnóstico necesario o la especialidad acorde”. Y asegura: “Este problema se agudiza en regiones”.

Considerando todos estos puntos, cabe preguntarse, ¿es conveniente tomar un seguro para mascotas en Chile?

Para Fernanda Araneda lo es. Si bien no se puede comparar a la de otros países, para ella la oferta de seguros en Chile es amplia. “Y si se revisan y comparan con detención las pólizas, podemos encontrar excelentes alternativas, las cuales por muy bajo costo permiten que todas las atenciones veterinarias, incluso las de medicina preventiva, sean cubiertas”.

Una rápida mirada por Internet permite detectar que los planes básicos parten desde los 6 mil pesos mensuales, con cobertura de unas 70 UF por daños a terceros y $300.000 por una emergencia. En tanto, los planes premium superan los $40.000 al mes, con reembolsos del 100% en medicamentos y del 80% en hospitalizaciones.

“La recomendación sería siempre contar con seguro para las mascotas”, dice Francisco Gómez. “Nunca se sabe cuándo pueden sufrir una enfermedad o un accidente”.

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Algunos seguros incluyen beneficios como servicios de peluquería e, incluso, cobertura en la estadía en un hotel de mascotas.

Por otro lado, Rodrigo Morales sostiene que ciertas razas tienen mayor predisposición a desarrollar patologías específicas, por lo que “contratar un seguro de vida o de salud puede ser una gran herramienta en caso de que la mascota llegue a requerir atención médica constante”. Eso sí, advierte que “cada seguro posee sus limitaciones y exigencias que deben ser conocidas por los dueños antes de firmar”.

Gómez coincide con lo anterior y sugiere informarse adecuadamente respecto a la mascota que se posee: eso implica asesorarse por un médico veterinario de cabecera, “para tener una planificación adecuada en cuanto a tratamientos y manejos de tipo preventivo”. Por ejemplo, los perros de raza boxer son más propensos a desarrollar tumoraciones, así como los ovejeros alemanes presentan suelen presentar enfermedades degenerativas articulares.

Pero además de la cobertura que estas pólizas pueden ofrecer en cuanto a la salud de las mascotas, también está el ítem de la responsabilidad civil que, en muchos casos, se incluye en los planes de las aseguradoras. “La Ley sobre Tenencia Responsable de animales de compañía es clara en señalar que como tutores somos responsables civilmente de los daños que nuestra mascota cause a terceros. Eso incluye a perros de todas las razas y también gatos”.

¿Cómo elegir el mejor seguro para mi mascota?

Francisco Gómez dice que lo más importante es hacerlo en una compañía de seguros “confiable y estable”. En ese sentido, lo fundamental cotizar, dice Rodrigo Morales. “Tener absoluta claridad de las condiciones generales de funcionamiento, donde se aclare el nivel de cobertura de acuerdo a cada situación, qué servicios se cubren, tratamientos, diagnósticos y procedimientos quirúrgicos”. Es necesario, agrega, “que el contrato sea lo más detallado y explícito posible, de manera que no se preste para terceras interpretaciones”.

La recomendación, entonces, es comparar al menos tres servicios, “sus costos y qué opciones entregan para mejorar la calidad de vida de tu mascota y tu familia”, dice el el médico veterinario e investigador de la Universidad de Chile.

Como segundo punto, Morales estima que es clave tener claridad respecto al rango de cobertura y detalle del servicio, “de forma que no se hagan falsas expectativas sobre el seguro que contratan”. “Algunos planes consideran solo los gastos de hospitalización y cirugía, mientras que otros pueden cubrir incluso análisis de laboratorio, consultas y medicamentos”, complementa Gómez. Lo importante, es estar al tanto de estos detalles antes de firmar cualquier contrato.

Aunque la mayoría de los seguros ofrece coberturas similares en su base, la diferencia dice Fernanda Araneda está en “los beneficios extra que no están obligados a cubrir, pero que algunas compañías entregan y que resultan muy atractivos para los tutores”.

La cobertura en medicina preventiva, la asistencia veterinaria online, los descuentos en alimentos y accesorios, el hotel para mascotas, la peluquería, el servicio de cremación, entre otros “beneficios”, pueden inclinar la balanza a la hora de elegir. “La clave es escoger el seguro que nos otorgue la mayor cantidad de beneficios”, asegura la médica veterinaria de la Universidad Mayor.

Algunas pólizas excluyen a animales de compañía que cruzan cierto límite etario, debido a su vejez. Sin embargo, Araneda afirma que existen seguros específicos para mascotas senior, “atendiendo las necesidades propias de su edad”.

Por otro lado, se recomienda seleccionar un plan de libre elección, que permita recurrir a la clínica veterinaria que cada cual estime conveniente según la necesidad que se presenta en el momento.

“También debemos fijarnos en si cubre o no consultas de especialidad. Por ejemplo, algunas pólizas excluyen las consultas de etología clínica. Sin embargo, la medicina del comportamiento es parte de la salud integral de nuestra mascota y los problemas de conducta deben ser tratados para garantizar su bienestar. Un seguro ideal, por lo tanto, debiese incluir ésta y otras especialidades de la medicina veterinaria”, sostiene Araneda.

Finalmente, es importante asegurarse de que el precio del seguro sea razonable en relación con la cobertura. ¿Cómo saberlo? Una buena fórmula sería calcular los gastos médicos anuales normales de tu mascota y luego restarle el valor del seguro durante un año. Si la diferencia no es tan alta, quizá sea mejor buscar otra alternativa, pero sí se trata de una suma considerable, entonces resultará conveniente. Tampoco hay que olvidar que en cualquier momento puede ocurrir un accidente o una enfermedad repentina, para lo cual contar con un seguro siempre resultará un alivio.

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