Hace seis meses, Carolina Ducasse (31 años) comenzó a entrenar crossfit. “Llegué por mi mejor amiga”, cuenta. Motivada por su amistad, se involucró en esta actividad, la que funciona en base a diferentes ejercicios combinados junto a distintos implementos, los que prometen un fortalecimiento muscular y una mejora en la condición física.
Pero el crossfit no es simplemente una yincana de exigentes ejercicios realizados a máxima velocidad. A estas alturas ya es toda una disciplina, cuyo nombre proviene de los gimnasios que creó el californiano Greg Glassman junto a su segunda esposa, Lauren Jenai, el año 2000.
Cuando tenía diez meses de vida, Glassman contrajo polio, aunque fue diagnosticado un año más tarde, lo que le acarreó problemas de movilidad. Esta enfermedad le impedía nadar o hacer deportes de contacto, por lo que se concentró en la gimnasia, el levantamiento de peso y los ejercicios de atletismo. Obsesionado con su forma física, desarrolló con el tiempo una rutina de movimientos funcionales de alta intensidad, los que luego metodizó junto a Jenai para compartirlos con los clientes de su gimnasio.
Como los subían a internet, los ejercicios se popularizaron rápidamente, y muchos gimnasios por todo Estados Unidos empezaron a certificarse con Glassman para poder usarlos y enseñarlos con su nombre registrado: crossfit.
Para Pavel Saenz, instructor de crossfit desde hace 15 años, este es “un método de entrenamiento que busca que la persona logre su mayor capacidad física posible”. Él llegó a la disciplina mientras buscaba entrenamientos para artes marciales mixtas (MMA) en la web. En un viaje a Portland, Estados Unidos, durante el rodaje de un documental sobre MMA que estaba realizando, conoció el crossfit.
“Me encanté de inmediato”, dice. “Por su filosofía y porque todo el mundo puede practicarlo, ya que se adapta a cada persona”. Así, poco tiempo después, fundó Crossfit Santiago, el primer gimnasio especializado en esta disciplina en Latinoamérica, que este año celebró su aniversario número 17. “Pocos gimnasios de crossfit en el mundo tienen tal longevidad: nuestra misión es mejorar la calidad de vida de nuestro alumnado”, apunta.
¿En qué consiste el crossfit?
Según Eduardo Rojas Mix, instructor del gimnasio Crossfit La Reina, este es “un entrenamiento de alta intensidad que sirve para mejorar el estado físico”. Por eso es que en una clase se mezclan ejercicios y técnicas de diferentes disciplinas, como la gimnasia, el levantamiento de pesas olímpico y también trabajos más aeróbicos. De ahí que mucha gente se enganche con tal facilidad: esta diversidad de movimientos hace que una clase de crossfit sea dinámica y entretenida: puedes correr, saltar, hacer burpees o levantar pesas. “Cada clase tendrá algo diferente. Al ser grupales, además, se pasa mucho mejor”, cuenta.
“Lo fundamental es mover el cuerpo, y para eso movemos también otros objetos, como pesas o artículos cotidianos (como bolsos o cuerdas)”, dice Saenz. La poca monotonía hace que sea sencillo motivarse, y “es un buen punto de partida para mejorar el estado físico”, agrega. Pasar a otras disciplinas deportivas desde el crossfit también se hace más sencillo.
Entre sus fundamentos, el crossfit se enfoca en fortalecer diez capacidades físicas:
- Fuerza
- Resistencia cardio-respiratoria
- Potencia
- Flexibilidad
- Resistencia energética
- Velocidad
- Coordinación
- Agilidad
- Equilibrio
- Precisión
Los entrenamientos varían según los entrenadores y el grupo, pero pueden ser sesiones breves —de apenas 20 minutos— y de distinta intensidad, según la capacidad de la persona. Un botón de muestra es lo que puedes ver en el siguiente video del youtuber Ben Echo, donde registra su experiencia tras practicar crossfit por 30 días. “Al día diez, ya estaba siendo finalmente recompensado”, dice. “¿Quieren saber qué es lo mejor de practicar crossfit? Es la euforia que estoy sintiendo en estos momentos después de entrenar y haberme esforzado al máximo. Lo más hermoso es que yo mismo construí este momento”, asegura en su cinta.
¿Para qué tipo de personas es el crossfit?
Rojas, profesor de Educación Física, dio con el crossfit el 2012, en una época donde solía practicar atletismo. Por eso, aprender y aplicar esta nueva disciplina no le costó demasiado. Se certificó como coach de crossfit en julio de 2016 y desde febrero de 2017 que se encuentra en CrossFit La Reina, establecimiento que ya lleva siete años de vida.
“El principal requisito es tener ganas”, asegura el entrenador. Y desmiente que se necesite algún tipo de experiencia previa o un buen estado físico para comenzar. “Nos pasa que las personas vienen y dicen ‘me voy a meter al gimnasio dos meses para mejorar mi estado físico y después vendré a crossfit’. Pero la verdad es que no es necesario: con un buen acompañamiento, un buen profesor y las modificaciones del entrenamiento para cada nivel de alumno, podemos comenzar desde cero”, plantea.
Aunque es muy popular, no a toda la gente que prueba el crossfit le gusta. Así como algunos prefieren disciplinas más acalladas, tranquilas o solitarias, hay quienes gustan de cosas más adrenalínicas y grupales. “Si te gusta hacer ejercicio pero necesitas que te vayan guiando, midiendo el progreso día a día, y además pasarlo bien, el crossfit es tu disciplina”, garantiza.
Ignacio Mandiola (28 años) comenzó a hacer crossfit el 2018 gracias a la recomendación de un amigo. “Decía que era lo máximo”, recuerda, y por eso mismo se animó a ir a una clase. “Me encantó; me enamoró al tiro, probablemente porque yo siempre he sido super inquieto”, confiesa. Como a Mandiola le gusta hacer varios deportes, el crossfit resultó ideal. “Tiene mucha gimnasia, levantamiento olímpico, atletismo… son muchos deportes en uno. Yo sentía que era como un sistema de juego, algo muy entretenido, y por eso desde ahí no paré nunca más”, dice.
¿Puede practicarlo cualquier persona?
Sí, según explica Rojas, siempre informando al instructor si es que existe alguna lesión anterior o crónica, una operación o condición física especial. “El crossfit siempre se debe ejecutar con supervisión de algún entrenador, quien indicará la carga necesaria para hacer cada ejercicio, poniendo énfasis en el rango óptimo de movimiento”, dice. Una de las bondades de este método justamente es que “los ejercicios se pueden modificar, teniendo como objetivo que el alumno pueda mantenerse en movimiento”.
Hace tres meses, Carolina Ducasse notaba cómo varias compañeras de gimnasio se grababan levantando barras con peso, siendo que ella, en ese entonces, apenas levantaba un tubo de PVC para hacer los ejercicios. “Me sentía como Bob Esponja”, añade. En estos días y gracias a su constancia, ya se encuentra levantando 15 kilos. “Partí con un tubo de plástico y nunca pensé que iba a poder levantar una barra. Ver esos avances es lo que motiva”, cuenta.
Beneficios del crossfit
“Depende de la persona, su constancia y qué tanta disciplina le ponen a su alimentación y autocuidado”, advierte Saenz. Pero si se practica con frecuencia, “los efectos pueden ser notorios en tan solo un par de semanas”, asegura.
Para Rojas, el crossfit es un entrenamiento que trabaja todo el cuerpo, y por eso mismo los beneficios son amplios. “Hay una disminución de la materia grasa, un aumento de la masa muscular y mejoras en los rangos de movimiento”, dice.
“Teniendo una buena movilidad, aumentan las repeticiones y cargas. Con ello, hay solo un paso para volverse una persona más fuerte o ágil —que es lo que a mí me interesa—, poder levantar mi peso corporal al subirme a las barras, y también corregir posturas en levantamientos”, profundiza.
“Los resultados van a depender de varios factores y de cómo puedas compararlos”, continúa el entrenador de Crossfit La Reina. Por ejemplo, si juegas fútbol y comienzas a hacer crossfit, “te vas a dar cuenta de que resistes más en el partido, que corres más rápido o que tienes más fuerza en los duelos”. Si empiezas con el crossfit después de un periodo sedentario, “vas a notar que subir escaleras, algo que pudo costarte, ya no va a ser una tarea tan difícil”.
Pero las rutinas y sesiones de ejercicio no lo son todo. Ambos entrenadores apuntan que, además del movimiento, hay que preocuparse del descanso, el sueño y la alimentación. “Los resultados los vas a poder ver después de unos pocos meses de entrenamiento”, analiza Rojas.
“Me he sentido bacán, he visto muchos cambios. Antes hice entrenamiento funcional por un año y no vi tantos cambios como en estos tres meses”, comparte Carolina sobre su experiencia.
Básicos necesario para practicar crossfit
Además de las ganas, se necesitan algunos accesorios para practicar crossfit. “Cuando viene alguien por primera vez, les comentamos que vengan lo más cómodos posible, porque en la clase te puede tocar tirarte al suelo, saltar, correr; la comodidad, entonces, es clave”, comparte Rojas.
Asimismo dice que, como en todo deporte, hay zapatillas que son “especiales” y que pueden ser de gran utilidad una vez que el crossfit está arraigado en tu vida. “Si estás comenzando, no vale la pena invertir en unas zapatillas de crossfit. Pero si ya después de dos o tres meses ves que te gusta, sería una buena inversión”, opina.
Este modelo de Under Armour está diseñado para entrenamientos intensos y diversos: la parte superior es de malla, lo que la hace liviana, flexible y transpirable; la entresuela absorbe los impactos y la suela de goma evita deslizamientos.
Zapatillas Under Armour Proyect Rock
Otro modelo que puede ser muy útil, aunque quizá para quienes lleven más tiempo en el crossfit, es este Dropset 2 de adidas, especialmente diseñado para el levantamiento de peso y el entrenamiento funcional. Cuando lo probamos, nos sorprendió la estabilidad que le entregaba a los movimientos, lo seguro que se siente el pie, al mismo tiempo que entrega comodidad y flexibilidad.
Han pasado cinco años desde el flechazo que tuvo Ignacio con este deporte; una relación tan intensa que incluso compitió en el nacional de crossfit. Tal como dijo: lo conoció y no lo dejó más. Además de implementos específicos, dice que por lo general quienes los practican terminan comprando “zapatillas, rodilleras, coderas, calleras, muñequeras, cuerda para saltar, straps de levantamiento y ropa para las prácticas”.
En estos seis meses de práctica, Carolina ya adquirió unas calleras, guantes que evitan que las manos “duelan al colgarse en la barra o al levantar pesas. Los guantes de bici no sirven tanto, porque se resbalan”, agrega.
Callera de cuero para crossfit K6
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 25 de agosto de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.