Puede ser que más de alguna vez, sobre todo cuando has estado comiendo cosas un poco más pesadas –como en la temporada de fiestas patrias o navidad– recurras a Google en búsqueda de alguna receta o régimen para limpiar el colon o alimentos que contribuyan a que los mismos intestinos se deshinchen.
Pero tal como lo dice el dicho “no todo lo que brilla es oro”, especialmente para estas dos expertas en salud que entrevistamos y que tienen más de un resquemor con esas dudosas recetas o detox de limpieza de colon. El único secreto para tener una buena flora intestinal es mantener una alimentación equilibrada y a continuación te entregamos claves y consideraciones que debes seguir, en vez de estar haciéndole caso a esos gurús de TikTok o los desafíos detox de Instagram.
¿Por qué no deben hacerse limpiezas de colon?
Según define el Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. el colon “es la parte más larga del intestino grueso, órgano con forma de tubo que se conecta con el intestino delgado por un extremo y con el ano por el otro”.
Precisamente el colon es “el que extrae el agua y algunos nutrientes y electrolitos de los alimentos parcialmente digeridos”. Luego, “el material restante, los residuos sólidos llamados heces, se mueven a través del colon, se almacenan en el recto y salen del cuerpo por el ano”.
Paulina Núñez, gastroenteróloga de Clínica Universidad de los Andes, explica que “cuando depones altas cantidades de agua por el colon, eso puede tener riesgos de perforación de colon y de translocación bacteriana”, que es cuando las bacterias del colon se puedan transmitir a la sangre o a otros lugares, y por ende “hay más riesgo de infecciones”.
“Muchos de los tratamientos dicen que son naturales y que van a liberar toxinas, pero el colon está hecho para eso, para liberar todos nuestros restos asociados a qué nos sirven”, apunta la especialista y justamente dentro de este establecimiento de salud no lo practican ni lo recomiendan.
“Cuando uno hace una limpieza de colon, no solo quita la deposición o los residuos que puedan estar en el tracto intestinal en el colon o en la parte más cerca del recto, sino que también arrastra bacterias y microorganismos que viven y habitan en nuestro intestino, por lo que podemos generar una alteración o desequilibrio de la flora intestinal”, complementa Ximena Martínez, nutricionista de la Red Salud UC CHRISTUS.
¿Tienes una molestia? La dieta food map podría ayudarte
“En particular, lo que genera un mayor equilibrio en la flora intestinal es una alimentación adecuada”, comenta Martínez y advierte que “nosotros tenemos alteraciones o comemos alimentos con poca fibra, con poca agua –nos hidratamos poco– o productos demasiado refinados, obviamente vamos a tener un intestino inflamado y vamos a favorecer los malestares”, donde nombra no solo al estreñimiento, también la hinchazón, los malestares abdominales, como la sensación de meteorismo o movimientos intestinales que son muy molestos.
Si sientes que estás con demasiada movilidad intestinal, hinchazón o una molestia abdominal lo mejor, antes de recurrir a los consejos de redes sociales o de publicaciones naturistas, es optar por la visita a un nutricionista.
En estos caso, explica Martínez, “lo que se hace es quitar todos los alimentos que tienen un elemento oligosacárido, disacárido que en el fondo son carbohidratos fermentables”. “Uno lo que hace es optar por una dieta food maps, que es baja en productos fermentables como el gluten”, relata y agrega que “se retiran estos alimentos – oligosacárido, disacárido– por unas tres o cuatro semanas y luego uno lo va incorporando en forma gradual para efectivamente aislar el alimento que podría estar generando la molestia”.
“A varios pacientes les pasa que sienten movilidad intestinal con la lechuga, manzana o fruto seco”, cuenta por lo que al aislar, identificar y retirar se puede llegar a tratar el problema.
“Es una dieta que es transitoria y que tiene el objetivo de incluir los alimentos en forma gradual, para identificar qué alimentos genera las molestias de movilidad intestinal o hinchazón”, afirma.
La cúrcuma para desinflamar
Este es un dato que ha corrido –por lo menos en estos últimos años– entre las personas que practican yoga y que estén con algún tipo de dolencia. La cúrcuma es uno de los principales ingredientes de las salsas y guisos de Oriente y del Sudeste Asiático, lugares en donde también es usada para aliviar malestares.
La cúrcuma tiene la suficiente evidencia científica como para ser recomendada por la gastroenteróloga Paulina Núñez, sin embargo, enfatiza que la que se debiese consumir es la que se adquiere en farmacias homeopáticas, no de los sachet que venden en el supermercado.
Curcuma En Polvo, 230 G
“Uno puede llegar a pensar que las cosas naturales son todas buenas y que no van a producir problemas, pero sí lo pueden provocar, advierte.
La cúrcuma puede llegar a ayuda a tratar problemas estomacales, hepáticos, además de poseer propiedades antiinflamatorias y antidepresivas.
El poder del agua y las fibras
Otra de las míticas prácticas que aparece en internet es la que hacen varias modelos como Kendal Jenner o Elsa Pataky de beber en ayuna un agua caliente con una rodaja de limón. “Todas estas cosas son más bien mitos”, apunta la nutricionista y agrega que “lo que sí ayuda para tener un mejor tránsito o salud intestinal es tomar abundante líquido”.
La agüita de limón en la mañana va a servir, pero solo como cualquier líquido que hidrata a las fibras al interior de nuestro cuerpo. “La fibra que nosotros consumimos necesita hidratarse para aumentar el volumen fecal y poder así tener unas deposiciones adecuadas además de una buena salud intestinal”, respalda.
Según explica la experta en nutrición, existen las fibras solubles e insolubles. Ambas tienen características y cualidades distintas. “La fibra insoluble tiene el objetivo de arrastrar su contenido por el intestino y hace una especie de barrido”, explica Martínez y la puedes encontrar en alimentos como hojas verdes, centeno, avena.
La fibra soluble, que está en la pulpa de la fruta o en otras verduras, “es la que tiene la tarea de aumentar el volumen de la materia fecal”, relata por lo que “absorbe el líquido, aumenta el volumen fecal y el estímulo para tener deposiciones”.
Son entre 20 a 30 gramos al día la medida aconsejada en general que debiera consumir cada persona y según la nutricionista “lamentablemente la ingesta promedio es mucho más baja que esto”.
Siempre horarios
Otra forma importante de poder resguardar la salud de tus intestinos son a través de horarios definidos, de forma que el organismo pueda procesar los alimentos de manera fluida y sin inconvenientes.
“Si como muy rápido o mastico muy poco los alimentos, estos llegan muy enteros (al estómago) entonces el proceso de digestión es más dificultoso”, advierte la nutricionista y eso no es todo, ya que si ingieres porciones grandes “estamos entregando demasiados alimentos a mi sistema digestivo y puedes generar alguna dificultad”.
“Es todo un conjunto finalmente para mantener una alimentación balanceada y equilibrada”, dice Martínez porque “tiene que ser nutritiva, variada, rica en fibra, pero también rica en agua para que esta fibra absorba el líquido”. De hecho, apunta que “no saco nada con comer mucha fibra o suplementos de fibra sin beber agua”.
No lo hagas sin preguntar a un especialista
Hay productos o procesos que se ven tentadores, sobre todo en redes sociales, pero la gastroenteróloga Paulina Núñez explica que “si haces esta misma búsqueda en servidores de investigación –no google– no hay mucha evidencia” y por ende puede llegar a ser riesgoso para la salud.