Si estás pasando por esta situación, algo que debes tomar en cuenta es que no eres la única persona que está pasando por esto. El covid-19 está afectando a millones de relaciones y la adaptación es un proceso fundamental.
Práctico conversó con tres especialistas al respecto, y a continuación te contamos algunos consejos nos entregaron y que puedes tener en consideración para que tu relación no se vea tan afectada:
1. Asumir la distancia física (pero que no se transforme en una emocional)
“Es normal que si están separados, la relación se va a transformar”, explica la psicóloga Varinia Signorelli (@varisignorelli). Esto “no significa que van a terminar o que va a ser algo negativo, pero no va a ser igual”.
Es por esto mismo que la especialista hace un llamado a la aceptación de esta barrera. “Nuestra relación va a tener variables, va a cambiar -porque ya no estamos cerca físicamente- pero sí podemos estar emocionalmente usando distintos canales de comunicación, para que esta no se pierda”, afirma la fundadora de Supermadre.
2. La comunicación es la base para enfrentar la incertidumbre
La psicóloga experta en relaciones de pareja y sexualidad, Constanza del Rosario (@consdelrosario), comenta que la “cercanía emocional no sólo se logra a través de abrazos, caricias, besos o haciendo el amor, sino que se expresa con atención, escucha, contención emocional y el compartir conversaciones entretenidas y profundas”.
Con comunicación “se pueden acortar muchas distancias; el amor a distancia existe pero se nutre de hábitos de conexión virtual y emocional”, puntualiza.
3. Conversar sobre la distancia
“Primero, deben ponerse de acuerdo en que significa para cada uno estar en una relación a distancia, que sienten y piensan con respecto a esto”, sugiere Trinidad Forttes, psicóloga y sexóloga en @mamactiva. “Lo importante es comunicarle a mi pareja, que es lo que estoy pensando y sintiendo, siendo sincero, honesto y humilde”, puntualiza en este escenario de distanciamiento.
“Sin guardarse ‘para después’ lo que me está pasando, ya que esto sólo lleva a que el conflicto y la distancia aumente”, cuenta Forttes.
4. Redes de apoyo
Podemos no tener pareja y aún así tener una red de apoyo, explica la fundadora de Supermadre. “Alguien puede tener una muy buena amiga, o llamar por teléfono a su mamá o puede sentirse cercano a alguien que no sea su pareja. Siempre vamos a tener una figura de apego con la que nos podamos vincular y calmar el estrés”, comenta.
“Mantenerse en contacto con personas que sean un apoyo emocional y no una carga. Hay que atreverse a pedir ayuda y contención, ya sea a amigos, familiares o alguna comunidad de confianza”, reafirma Trinidad Forttes.
5. Es el momento de explotar la creatividad
La incertidumbre nos saca de la rutina diaria a la que muchos estaban acostumbrados y a su vez eso implica la rutina que tenías con tu pareja. Trinidad Forttes explica que esta es una excelente oportunidad para ser creativo “y buscar diversas maneras para demostrar que quieres estar en esa relación y que la distancia no es un impedimento para manifestar tu amor”.
“Es fundamental utilizar la imaginación para encontrar formas diferentes, dinámicas y entretenidas para comunicarse. Hay que darse el tiempo de estar en la relación y no hacerlo solamente como un deber. Es necesario agregar nuevos nutrientes a la relación día a día, para poder crecer como pareja y fortalecer la relación a pesar de la distancia física”, afirma Forttes.
6. Adiós planes, hola regulación emocional y cognitiva
No eres el único que tenía un viaje programado o algún panorama que planeabas con tiempo. Constanza del Rosario explica que la clave para superar esta incertidumbre respecto a los planes que se tenían es la regulación emocional y cognitiva.
“Hay detrás del no control y de la no posibilidad de definir planes son emociones y pensamientos que se sienten como estrés, ansiedad, depresión y variadas formas de síntomas psicosomáticos”, complementa.
A través de su Fundación @relacionesinteligentes están haciendo un desafío #challengede40dias para enseñar técnicas sencillas de regulación emocional y cognitiva. La idea de esto es “favorecer nuestro bienestar para establecer relaciones positivas con nosotros mismos y los demás (incluidos hijos y pareja) ya que quienes están desregulados emocionalmente difícilmente pueden ser empáticos y asertivos”, explica.
Estas transmisiones se hacen todos los días vía Instagram a las 9:00 am.
7. La frecuencia e intensidad es distinta para todas las relaciones
Cada relación es única y por lo mismo los canales de comunicación son distintos para todos, en especial la frecuencia. Constanza del Rosario explica que el modo puede ser muy distinto entre un integrante de la relación y el otro.
“A quienes regulan su estrés a solas no querrán comunicarse tanto, a diferencia de quienes regulan su estrés mediante el conversar con otro y eso puede hacer sentir a uno agobiado -si insisten en conversar cuando está tratando de regularse emocionalmente- y al otro solo si no quieren conversar”, analiza del Rosario dejando en cuenta que cada relación es especial y la frecuencia depende de ellos mismo.
“Por otra parte, hay quienes frente a los problemas se centran en buscar soluciones (son más pragmáticos) y otros que se centran en las emociones y que quieren descargarse emocionalmente”, cuenta la autora de “Yo soy mi propia diosa”, ya que “estos modos distintos también generan problemas al no entender la forma del otro dando paso a actitudes de crítica, defensa, sarcasmo o indiferencia que arruinan la comunicación”, agrega.
8. Potenciar el diálogo interno
La incertidumbre está instalada por lo menos hasta que se logre controlar la curva del coronavirus, y por lo tanto es esencial instalar una rutina en casa, explica Trinidad Forttes “ya que nos da una seguridad básica entre tanto cambio”.
“Es fundamental preocuparse de lo que se está sintiendo y hacerse cargo de eso. El diálogo interno ayuda a reorganizar prioridades, a aclarar objetivos que se hayan propuesto y a manejar las propias preocupaciones. Hay que ofrecernos por lo menos, una hora al día para nosotros mismos con el fin de reflexionar, de tomar contacto con nuestro ser y las propias necesidades, evitando pensar obsesivamente en los problemas y más bien, centrándonos en lo que se ha logrado”, profundiza la psicóloga y a su vez recomienda que una buena forma de poner en práctica esto es meditando, haciendo deporte, leyendo, o alguna actividad que lo conecte con su interior.
9. Los cuidados previos al sexo virtual
El sexo virtual no es para todos y por lo mismo las opiniones de expertos frente a este ítem pueden ser variadas. Una recomendación previa a esta práctica es tener conciencia del riesgo que implica. “No deberíamos en la fotografía o video dejar que se vea nuestra cara por si se filtra la imagen o video no se note que eres tú”.
Otra consideración es sentirse “segura de compartir esta intimidad y que lo están haciendo es porque decides hacerlo. Sentirse cómodo y porque realmente lo necesitas”, reflexiona Varinia Signorelli.
El sexo virtual no es para todos y de hecho la fundadora de @supermadreblog explica que “es para toda pareja que le haga sentido, lo que a cada persona le gusta y lo que cada uno dentro de la pareja quiera”.
10. Sexo virtual
Muchos han pensado que si el teletrabajo funciona, por qué no el telesexo. Tomando en consideración el punto nueve, y si están en la misma página, es una buena oportunidad para explorar esta dimensión con tu pareja.
“Ahora es cuando también pueden aprovechar que muchos sex shop siguen vendiendo online para ponerse más atrevidos y precavidos. Eso sí recomiendo enviar fotos a través de alguna plataforma tipo Snapchat que tras ser visualizado se borra, por si acaso, una sabe con quién se empareja no de quien se separa. Autocuidado siempre”, afirma del Rosario.
Las expertas coinciden que este tipo de prácticas deben de ser con una pareja de confianza, estable y no con un desconocido. “No sabes lo que pueda estar pasando al otro lado del celular y si es con desconocidos, mejor no mostrar la cara, así te evitas cualquier problema futuro”, puntualiza Forttes.