Enzo Mari y el diseño: pensando la forma

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¿Hacer los propios muebles? Hace casi medio siglo ya lo planteaba uno de los más importantes diseñadores italianos, Enzo Mari, quien además regalaba sus planos. Pero Mari ha hecho muchas otras cosas, rechazando discriminar entre su labor artística y la de diseño.




En una exposición de 1974, el ya entonces famoso diseñador italiano Enzo Mari presentaba unas maquetas de muebles proyectados por él, invitando al público a hacer los suyos de acuerdo con los planos publicados en el folleto-catálogo de distribución libre que se entregaba en la muestra. La propuesta se basaba en simples ensamblajes de tablas en bruto y clavos. Ese catálogo se convirtió en un libro célebre, titulado ¿autoproyectos? (el que se ha publicado en Chile por Hueders) que llevaba la idea del "hágalo usted mismo" al límite de sus posibilidades: cualquiera podía construir, siguiendo los planos allí entregados, mesas, sillas, estanterías, armarios y camas; cualquiera podía hacer sus variaciones al diseño y el autor invitaba a que le enviaran las fotos del resultado.

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Artek se asoció con Mari para producir la silla Sedia 1. [/caption]

Todo esto podía parecer un poco contradictorio, pues si se dice diseño, se piensa en objetos superficialmente decorativos; y si se agrega "italiano", entonces es posible imaginar las costas más extrañas de la elegancia o la sofisticación. Probablemente es fruto de un prejuicio o de un error, porque hay una tradición de diseñadores italianos (como el nombre de Bruno Munari, uno de los maestros de Mari, ejemplifica) para quienes lo sofisticado está en la artesanía y lo elegante en formas severas y despojadas.

Arte y diseño

El caso de Enzo Mari es quizá uno de los más llamativos. Nacido en 1932, cursa sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Brera, en Milán, formándose en literatura y arte, profundizando en temas de psicología de la percepción visual. Ya en los años cincuenta tiene una intensa actividad artística, participando en movimientos de vanguardia. Se integra al grupo de Arte Cinética y allí conoce a Bruno Munari. Luego organiza y coordina diversas exposiciones.

De forma paralela comienza su actividad en el diseño industrial. Prolífico e innovador, Mari es también una especie de leyenda por la variedad de su labor. Ha recibido innumerables premios y reconocimientos, entre ellos cinco "compases de oro" (el último en 2011), quizá la distinción más prestigiosa del diseño industrial, y sus obras y objetos se exponen en colecciones de importantes museos de arte contemporáneo.

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Mari en su silla Sedia 1 (c) Artek.[/caption]

Entre los rasgos característicos de sus obras está su afán por la investigación y la experimentación. Algunos de sus trabajos más celebrados incluyen juegos y libros infantiles, como 16 animales (1957): un conjunto de animales de madera, ensamblados como un rompecabezas, pero que también se pueden usar en otras disposiciones. En 1965 diseña el libro El juego de fábulas, compuesto por varios paneles que representan animales y elementos del cuento de hadas clásico, pero que deja al niño la libertad para reposicionar las escenas.

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"Dieciséis animales", diseño de Enzo Mari para Danese, 1957.[/caption]

Objetos

Pero además de sus juegos, Mari es también el creador de más de 1500 artículos para las empresas más prestigiadas (Zanotta, Driade, Alessi, Artemis, Olivetti, sobre todo Danese). Entre los diseños más famosos de los suyos se cuentan los elegantes calendarios "Timor" y "Formosa"; la bandeja "Putrella", hecha de una sola pieza de acero doblada; las sillas "Delfina", "Tonietta" o "Mariolina"; o los floreros de metal "Camicia" o de cerámica "Bambu". Ahora bien, el diseñador, según Mari, no se debe limitar la creación de objetos bonitos sino que debe atender al aspecto funcional basado en las formas. "La forma es todo", ha dicho. En cada objeto, ya sea una silla, un vaso, una mesa, un jarrón, él va quitando lo que no es esencial hasta llegar a la forma más simple posible, que sirva a su función.

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Enzo Mari, en 1974, con los prototipos de sus muebles.[/caption]

En 1967 comenzó su colaboración, que duró más de una década, con la empresa de cerámicas Gabbianelli: ante la solicitud de diseñar algunas decoraciones para sus azulejos, Mari se negó a ser una labor de mero diseño y se embarcó en una investigación para revisar el concepto mismo de decoración de paredes. Para sus azulejos y cerámicas (las series "Elemental" de 1968, "Traccia" de 1978 y "Decorato a Mano" de 1981, entre las más llamativas), Mari recuperó tecnologías antiguas y elaboró una poética de las formas y colores con signos elementales.

La actividad de Mari se vincula también al diseño para el mobiliario público urbano (como la planificación que se hizo para la Plaza del Duomo en Milán). Y a la enseñanza, primero en la Escuela Humanitaria de Milán (1963-1966), la que continuó más tarde hasta la década de 2000 en numerosas instituciones de enseñanza italianas y extranjeras.

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Página de "¿autoproyectos?", con modelos de mueble.[/caption]

Figura cultural

Anciano cascarrabias, fumador de puros, fustigador del mundo actual, políticamente radical y vitalmente espartano, Enzo Mari encarna la crítica del diseñador como intérprete de tendencias. "En mi trabajo como diseñador o, más bien, como intelectual que contradice el estado actual de las cosas, trato dentro de la red de comisiones y proyectos de 'contrabandear' momentos de investigación y formas de crear el estímulo para liberarse del condicionamiento ideológico, normas, comportamiento y gusto estándar".

Mari ha estado en el centro del mundo cultural italiano, no sólo en el arte y el diseño, sino también de los escritores e historiadores. Por amistad fue cercano al historiador y crítico Carlo Giulio Argan. Su primera esposa, Iela Mari, también estaba vinculada al arte. Junto a ella, en 1960, publicó un libro sin palabras, La manzana y la mariposa (Kalandraka) que muestra la relación de dependencia de una oruga y una manzana (decía Iela Mari, autora de otros libros infantiles, años más tarde: "No he pensado mis libros como libros educativos de historia natural, sino más bien como imágenes del nacimiento de la vida"). A través de ella hizo amistad con el escritor y pintor Dino Buzzati.

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Mueble de "¿autoproyectos?". [/caption]

La pareja tuvo dos hijos. La hija es una música y el hijo, Michele Mari, es un reconocido escritor y traductor, quien ha escrito recientemente una especie de memoria, Leggenda privata (2017), en que retrata a su padre como un "genio", pero uno cuyo carácter "se coloca en la intersección de Moisés con John Huston" y cuenta que su relación con él ha sido de un "terror admirado". Después de separarse de Iela Mari, Enzo Mari se casó con la crítica de arte Lea Vergine.

En 1972, Mari participó en la exposición de Italia en el MoMA de Nueva York: una muestra sumamente importante que marcó el nacimiento de la fama de lo "hecho en Italia". Mari participó con el jarrón reversible Pago-Pago (1969) de Danese, un jarrón que podía usarse en posición vertical o invertida, cambiando su apariencia.

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Calendario "Formosa", para Danese, 1963.[/caption]

Muebles

Siendo un diseñador tan reputado, a Mari le llegaban encargos: "Me gustaría una cama grande, redonda, sobre una base de mármol y un colchón de agua. Me gustaría una gran lámpara-candelabro, un aparato de televisión incorporado...", comentó. "Estaba tan enojado que pensé que mi trabajo había perdido todo su sentido".

Con ¿autoproyectos? llevaba sus reflexiones sobre la "forma" a los muebles: "En 1974 pensaba que si se alentaba a las personas a construir una mesa con sus propias manos, por ejemplo, podrían comprender el pensamiento que hay detrás de ella". Decepcionado por los extraños encargos que recibía, alejados de la esencia funcional del objeto, se percató de que las personas no entendían el proceso que había para que ellos la cumplieran. ¿autoproyectos? era un ejercicio para comprender cómo funciona el "buen diseño". El libro incluye instrucciones para la construcción de cerca de 20 muebles. Y la práctica que entonces parecía mucho más radical de lo que es ahora, subvirtiendo los medios tradicionales de producción y difusión, al regalar sus diseños. En esto, como en otras cosas, Mari fue un pionero. También lo fue en otros conceptos del diseño de muebles, como la multifuncionalidad (en 1970 diseñó un sofá cama que el fabricante original no produjo).

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Siguiendo la idea del movimiento inglés decimonónico de Arts & Crafts, Mari ha sostenido que el diseño es algo fundamentalmente artesanal. El diseño italiano en particular, ya que tiene sus raíces en los artesanos rurales del sur, personas que no tenían un concepto de "diseño", sino que creaban objetos prácticos para la vida diaria. En una entrevista sostuvo: "Aquellos que enseñan diseño en las escuelas, los quitaría a todos, porque transmiten interpretaciones, teorías y puntos de vista. Necesitas entender las cosas de una manera concreta, basándose en la experiencia. Si voy a un campo de tomates, no me baso en una interpretación: sé que son tomates. Si no lo sé, puedo probar uno y entender. La gente sabe lo que es un tomate, pero no sabe qué es el diseño".

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https://www.latercera.com/practico/noticia/favor-los-libreros/799937/

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