Espinillas y puntos negros, qué son y cómo tratarlos correctamente
Estas lesiones son un tipo de acné que se desarrollan cuando los poros de la piel se obstruyen con células muertas de la piel y sebo y que su extracción está muy de moda en las redes sociales. ¿Es sano sacarlos por nuestra cuenta? Acá lo resolvemos.
Estos son los dos conceptos que usamos habitualmente cuando hablamos de lesiones de la piel relacionadas con el acné; pero estos no sólo no son los nombres correctos, sino que además existen otras laceraciones más, que solemos incorporar en esas categorías.
¿Cuáles son y cómo lidiar con ellas? En Práctico conversamos con tres expertas que nos lo explican.
Clasificación:
A pesar de que el sebo es un elemento fundamental para la piel, con funciones como lubricarla y aportar en su elasticidad, su exceso puede generar un problema más allá de lo estético: lesiones desagradables que además pueden dejar secuelas e incluso pueden afectar en la seguridad de quien las sufre.
Las lesiones más comunes son los comedones, que pueden ser abiertos o cerrados. El comedón abierto -o punto negro- es una mezcla de grasa y células muertas que ‘taponea’ al poro: “Su color se debe a la melanina y la oxidación”, explica la dermatóloga estética de Clínica Alemana, Dra. Lorna Velásquez (@lornavelasquezdermatologa). María Olga Estrada, directora de la clínica cosmética del mismo nombre (@clinicamoe), se refiere a los comedones cerrados: “Son poros cerrados que contienen la misma secreción sebácea, sin oxidación”, es decir, mantiene su color blancuzco, ya que el sebo se encuentra encapsulado sin tener contacto con el aire.
Pero además de los comedones se pueden encontrar pápulas, pústulas, nódulos y hasta pseudo quistes, todas lesiones inflamatorias. La Dra. Velásquez señala: “Las pápulas son protuberancias de la piel con mucho eritema (congestión de la piel por aflujo de sangre), las pústulas tienen contenido purulento”. María Olga agrega: “Los nódulos son sólidos, palpables, y los quistes son líquidos”.
A pesar de que lo habitual es que estas lesiones se produzcan en pieles grasas y acnéicas, también pueden aparecer en otros tipos de piel, en especial en el caso de los comedones abiertos pero, en efecto, “usualmente aparecen en pieles oleosas muy deshidratadas cubiertas de células muertas”, confirma Estrada.
Prevención
Para prevenir lo que vulgarmente llamamos espinillas y puntos negros, es esencial mantener una rutina diaria que como mínimo considere limpieza e hidratación, además de protector solar durante el día. Cada paso se debe realizar con los productos adecuados para cada tipo de piel; que en el caso de la que tiene tendencia a grasa deben ser de textura liviana, sin aceites ni alcohol, manipulando de manera suave y cuidadosa.
También hay que considerar que factores hormonales, genéticos, psicosomáticos (como el estrés), alimentarios (como el consumo de lácteos o azúcares refinadas), climáticos (como ambientes cálidos y húmedos) y/o determinadas alergias, pueden cooperar a la aparición de estas desagradables lesiones.
Es clave evitar la tentación de tocarlas: “No es aconsejable apretarlas, pues el pus que fluye puede contaminar de bacterias la piel anexa a la zona”, dice María Olga. “No hay que manipularlas, ya que eso sólo empeora los efectos adversos y las secuelas que pueden tener”, señala la Dra. Velásquez, y agrega: “Las secuelas pueden ser lesiones eritematosas (rosadas), lesiones pigmentadas (manchas) y/o lesiones cicatriciales atróficas (deprimidas)”.
Realizar limpiezas faciales de manera habitual es muy recomendable tanto para evitar la aparición de lesiones como cuando ya se tienen: “Una limpieza facial profesional es muy útil en estos casos, especialmente al comenzar tratamientos tópicos, así la piel está despejada y funcionan mejor los principios activos. Además, ayuda a eliminar células muertas y el exceso de sebo”, explica Velásquez.
Tanto Lorna Velásquez como María Olga Estrada destacan la importancia de consultar con un(a) especialista al momento comenzar un tratamiento y elegir los productos a utilizar, ya que -además de la utilización de los productos tópicos definidos por un profesional- en casos más severos se puede llegar a necesitar medicamentos.
Consejos:
Mary Barreto, cosmetóloga de la Clínica Estética Skin Up (@skinupclinicaestetica), entrega los siguientes consejos para prevenir la aparición de lesiones:
1. Limpiar la piel en la mañana y en la noche con productos adecuados.
2. Tratar con productos que renueven la piel, pero sin irritar; como serums con ácido salicílico o ácido glicólico, entre otros. También es aconsejable realizar una exfoliación mecánica con gránulos dos veces a la semana.
3. Agregar un producto antiinflamatorio a la rutina.
4. Al hidratar, utilizar productos livianos y oil free.
5. Suplementos alimentarios como Glisodin también pueden ayudar.
Productos recomendados:
Gel de limpieza Hyseac de Uriage
Limpia y elimina el exceso de grasa sin resecar.
Exfoliante facial Clear Face Gentle Scrub de Sebamed
Exfolia y limpia los poros de la piel grasa, combatiendo las impurezas y eliminando las células muertas.
Clarifying Water Gel de Murad
Gel libre de aceite que suaviza, equilibra e hidrata la piel.
Cleanance Comedomed de Avéne
Producto secante que reduce y seca imperfecciones localizadas.
Fotoprotector Fusion Water SPF 50 de Isdin
Protector solar de textura acuosa, ultraligera y oil free. Se funde en la piel sin dejar residuo graso.
Suplemento alimentario Glisodin
Activa el sistema de defensa antioxidante interno del cuerpo ayudando a hidratar la piel, tratar las líneas finas y arrugas, manchas, rosácea y acné, además de proteger de los radicales libres.
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