Estas zapatillas para correr en el cerro me evitaron más de una caída
Las adidas Terrex Agravic 3 son un modelo cómodo, duradero y muy confiable para quienes se inician o ya se manejan en el arriesgado pasatiempo de trotar por la montaña. Acá las probamos.
Este 2024 se cumplen dos hitos que marcan la historia del trail running (o correr en la naturaleza): hace 120 años, un grupo de corredores en San Francisco apostó a quién llegaría primero a la cima del monte Tamalpais, uno de los más altos de la zona. En ese acto de entusiasmo puro, y de manera totalmente orgánica, parece haber nacido el trail running.
Esa carrera improvisada, que nació gracias a la motivación de unos amigos, con los años se transformó en la famosa Dipsea Race, la más antigua competencia de trail running del mundo.
Más cerca, tanto temporal como geográficamente, ocurrió otro hito, del que por estos días se celebran 10 años: en 2014, el Parque Nacional Torres del Paine, en la patagonia chilena, fue escenario de la primera edición de la Ultra Paine, un evento que rápidamente se convirtió en una de las carreras de trail más impresionantes del planeta.
Este año, entre el 27 y 29 de septiembre, se corrió la décima edición de esta épica carrera. Los ganadores fueron el peruano Remigio Huaman, atleta del equipo Terrex, y la rumana Hanna Gogoseanu, que se colgaron la medalla de oro en los 80K general y femenino, respectivamente.
“Fue una competencia muy dura, porque no estoy acostumbrado al frío, y es la primera vez que compito con barro, viento y nieve. Pero fue divertido y desafiante. La carrera es muy buena, no tiene nada que envidiarle a una de Europa”, dijo un emocionado Huaman al sitio Ovejeronoticias.
Y se me ocurre un tercer hito: se acaba de lanzar la nueva línea Agravic, la confiable zapatilla de trail running de adidas Terrex. Las Agravic 3, en particular, son un modelo ideal para quien, como yo, se ha visto tentado de ponerse a correr por los cerros, pero no se atreve porque el calzado de lona, con el que taquilla por la ciudad, solo le traería caídas y vergüenzas sobre la tierra.
Las Terrex Agravic 3 son un modelo con una combinación prácticamente perfecta entre ligereza, tracción y comodidad. Eso las hace aptas tanto para principiantes, que es mi caso, como para corredores más experimentados, esos que semanalmente se escapan trotando hacia lo salvaje o incluso compiten de vez en cuando.
La pregunta, en especial para alguien novato, cae de cajón, pero su respuesta puede evitar una fea caída. ¿Por qué se necesitan unas buenas zapatillas para el trail running? ¿Cuál es la diferencia con unas de running común y corriente?
Correr por cerros, como se imaginarán, es bastante diferente a correr en asfalto. Incluso es bien distinto de hacerlo por tierra o pasto en zonas planas. En la naturaleza, especialmente en la zona central de Chile, los terrenos son muy irregulares, en los cuales es fácil encontrarse con barro, piedras sueltas, raíces, arenilla o pozas de agua. Aquí es donde unas buenas zapatillas marcan la diferencia.
Las Agravic 3, que están hechas con al menos un 20 por ciento de material reciclado —según reza su descripción oficial—, fueron creadas para el entrenamiento diario. Por lo tanto, además de comodidad prometen mucha durabilidad. Su exterior transpirable ayuda a mantener los pies frescos y secos, incluso si entra agua por cruzar algún arroyo o acequia.
Su mediasuela Lightstrike 2.0 se encarga de brindar una amortiguación suave, receptiva y estable, algo que no es fácil de garantizar en superficies irregulares. Así y todo, consiguen que en condiciones difíciles el paso se sienta ligero. Su suela tiene ranuras de 4 mm, que ayudan al agarre y evitan deslices, y están fabricadas con caucho Continental, la conocida marca alemana de neumáticos, lo que entrega resistencia y permite pasos seguros en terreno resbaladizo y suelto.
En un idioma más pedestre, las Agravic 3 son como un híbrido increíble entre unas zapatillas outdoor, esas que sirven para subir cerros, y unas de running. Aunque correr entre los árboles, por pendientes de tierra, esquivando rocas y charcos es sí o sí mucho más entretenido y adrenalínico que correr en plano, es también mucho más desafiante y también más peligroso.
Sin caerse
Ya que estas zapatillas son un excelente modelo para animarse en el trail running, conviene apuntar sobre algunas precauciones clave para evitar lesiones o accidentes.
Lo primero es asegurarte de conocer bien el terreno por el que vas a correr. Los senderos, si son nuevos, pueden resultar completamente impredecibles y, en solo un par de metros, lo que parece una ruta tranquila es capaz de volverse en una muy compleja.
También es importante estar atento a las condiciones climáticas. Lejos de la ciudad, el clima a veces cambia rápidamente, y del calor intenso se pasa a un frío complejo en cuestión de minutos. Por ende, asegúrate de llevar ropa adecuada, hidratación y, si el trayecto es largo, algo para comer.
Aunque la música puede ser una excelente fuente de energía —a lo Andrea Bocelli, en mi caso yo vivo por ella—, es literalmente vital estar alerta a posibles obstáculos o señales. Nunca vas a escuchar al puma que te persigue si corres con el trap a todo volumen. Por eso, lo mejor es tener la música a un volumen moderado o, mejor aún, ir sin audífonos.
Finalmente, si corres solo y en un lugar alejado, avisa siempre a alguien de confianza sobre tu ruta y la duración aproximada del entrenamiento. Llevar un dispositivo GPS o un celular con batería suficiente no está nunca demás.
En el medio especializado Runners World, donde algo saben del tema, le han dedicado al menos dos post a enumerar consejos para comenzar con el trail running. Como somos buenos, no te mandaremos a guglear: acá hay uno y acá está el otro.
Obviamente es súper recomendable comenzar en tramos más cortos, no tan aislados, y no lanzarse a lo Hansel y Gretel por el bosque o la montaña. ¿Por dónde comencé yo? Armado con mis Agravic 3, me interné por el cerro de la Quinta Vergara, en Viña del Mar, una ruta que conozco bien y que, sin ser extrema, tiene sus dificultades.
Normalmente, hacía este ascenso con zapatillas de running corrientes, de esas con suela plana. Porque dios es grande nunca me caí, pero sí patiné varias veces. Con las Terrex Agravic 3, en cambio, fue como pasar de una bicicleta de paseo a una mountain bike profesional.
La tracción sólida y la amortiguación hacen que los descensos y las subidas empinadas sean mucho menos complejos, que la seguridad aumente y también el rendimiento, pues al correr con más confianza uno lo hace más rápido. Incluso me ilusioné con la idea de algún día pegarme una carrera como la Ultra Paine 2025. A diferencia de estas zapatillas, soñar no cuesta nada.
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