Si tienes un perro, o eres fanático de los contenidos de mascotas en redes sociales, es probable que te haya aparecido más de algún video con la siguiente escena: un perro, botones de colores en el suelo y un humano expectante. Cada vez que el perro aprieta un botón, suena una palabra pregrabada por el guardián. Parecido a Doug, el perro de la película Up, es como si la mascota intentara expresarse con lenguaje humano, pero en lugar de su collar la comunicación se da a través de estos botones. En caso que no lo hayas visto, puedes darle play al siguiente video.

Impresionante, ¿o no? Los botones son programados con palabras que expresan necesidades básicas de los perros, como “agua”, “jugar”, “comida” o los nombres de los integrantes del hogar, hasta conceptos más complejos como “te amo” o “enojado”. El concepto se llama “comunicación de intercambio de símbolos”, conocida en inglés como AAC (Augmentative and Alternative Communication).

Últimamente, muchas personas los están utilizando con sus mascotas y comparten sus experiencias en las redes sociales. El caso más conocido es el de Bunny, un sheepadoodle cuya tutora, Alexis Devine, ha estado documentando su proceso de aprendizaje. Pese a que especialistas y miembros de la comunidad científica han expresado cautela sobre la interpretación precisa de las habilidades lingüísticas de Bunny —y la posibilidad de que pueda comprender completamente el lenguaje humano—, a muchos les parece fascinante el progreso que ha logrado en la comunicación. Hasta marzo del 2021, Bunny dominaba 92 palabras, según declaraba Devine al New York Times. Hoy es una dogfluencer con 1,3 millones de seguidores en Instagram y 8,3 millones en TikTok. Para encontrar videos de otros perros, puedes buscar en el hashtag #dogbuttons.

En el caso de Bunny, él usa los botones Fluentpet, un sistema que funciona en una alfombra de goma eva de colores. De esta forma, es más fácil que el perro pueda asociar y diferenciarlos de acuerdo a la posición del tablero.

¿Qué implicancias tienen estos botones para un perro?

“Esta herramienta puede ser genial, pero también puede generar mucha ansiedad y frustración en nuestros animales”, opina Josefa Ramírez, médica veterinaria y etóloga clínica. “Debemos tener mucho cuidado con su uso, no dejarlo a libre disposición de las mascotas, sobre todo si tenemos perros con mala tolerancia a la frustración y la ansiedad”, señala esta especialista en vínculos humano-animal que trabaja en Flores de Paz.

“Para mí lo más importante es mantener siempre expectativas reales y no depositar en nuestros perros exigencias que escapen de las conductas propias de la especie”, sostiene Enzo Roubaud, médico veterinario y etólogo clínico. “Es un completo desafío que un perro logre dar el uso que los humanos esperan a estas herramientas”, puntualiza.

Según el Washington Post, los expertos en comportamiento animal están en medio de un debate sobre qué es lo que realmente están diciendo los perros, o si las palabras que aprenden significan lo mismo para un perro que para nosotros. “Si un perro presiona el botón ‘amor’, tal vez lo que significa para el perro es: ‘cuando presiono este botón, obtengo cariño o todos dicen mi nombre’”, dice en ese reportaje Amritha Mallikarjun, becaria postdoctoral de Penn Vet Working, centro canino de la Universidad de Pensilvania.

Lo mejor sería, dice Josefa Ramírez, usar este recurso en perros equilibrados. Es decir, “con todas sus necesidades cubiertas de bienestar y con una correcta gestión emocional. O sea, sin problemas de tolerancia a la frustración ni de ansiedad”. De lo contrario, si el perro se deja sin supervisión y con los botones a libre disposición, “podemos activarle esa ansiedad y frustración, hasta afectar incluso nuestro vínculo con él”.

Por su lado, la opinión de Roubaud es que “ese tipo de contenido resulta llamativo para muchas personas, porque se aleja de la realidad y cumple con la finalidad de conseguir visualizaciones en redes sociales”. Pero no parece haber detrás, necesariamente, un intento de conexión real con su mascota.

Breaking news: los perros ya se comunican

Cuando pasamos mucho tiempo con un perro, aprendemos a interpretar sus comportamientos y expresiones. “Es necesario entender que nuestras mascotas se comunican con nosotros en todo momento. Es tan así, que inclusive su postura al dormir nos brinda información respecto al estado emocional de los perros”, cuenta Roubaud. Es nuestro deber, por lo tanto, saber interpretar esas señales corporales, las distintas vocalizaciones y comportamientos. “En términos de domesticación, si bien varios aspectos siguen siendo objeto de discusión, el perro es la especie más cercana al hombre y esto facilita la comunicación”, apunta.

“Deberíamos enfocarnos en satisfacer sus necesidades y conocer más acerca de su propio lenguaje”, profundiza Ramírez. Por eso, una de las recomendaciones que hace es trabajar la relación con nuestros animal y no tener expectativas altas con ellos. “Ellos se comunican con nosotros constantemente”, dice el etólogo. “Más que enfocarnos en pasarle unos botones que tengan nuestras palabras, nos falta conocer más sobre su especie y entenderlos mejor. Los perros pueden asociar cosas sin problema, no solo a través de estos botones, por eso es importante considerarlos a ellos en su naturalidad”, dice.

¿Entonces? Si los vas a usar, hazlo sin presión

Si de todas formas te animas a probar con los botones para perros, Ramírez enfatiza que siempre el foco debe estar en tu mascota. “Pero hacerlo sin expectativas, sin buscar un video viral o grandes expresiones de su parte, sino que porque queremos comunicarnos con ellos”.

¿Existe algún beneficio de estimulación mental al intentar aprender a usarlos? Roubaud dice que “se podría decir que sí. La resolución de problemas se vincula estrechamente con la estimulación cognitiva”. Sin embargo, recuerda que no es el único camino para estimular mentalmente a un perro.

Cuatro botones con grabación de voz Answer Buzzers


“La estimulación está presente en un buen paseo, que permita al perro olfatear debidamente, en la socialización con miembros de su misma u otra especie, en el ejercicio físico, en facilitar la conducta de exploración. Hay un sinfín de actividades quizá más cotidianas para nuestros perros que les ayuda a fomentar su desarrollo cognitivo”, analiza. También sugiere otras herramientas menos complejas que pueden ser más provechosas, como juguetes dispensadores de alimentos, alfombras olfativas o comederos interactivos, entre otros.

“Se puede utilizar como método de entrenamiento en casa, siempre y cuando el tutor esté disponible para y sin distracciones”, recomienda Ramírez. Nuevamente destaca que “como tutores debemos aprender a comunicarnos mejor con nuestro animal. No se trata de enfocarnos en que puedan hablar nuestro idioma, sino que nosotros conozcamos más sus necesidades y así entender mejor sus necesidades y sus emociones”.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 25 de junio de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.