Estos son los mejores smartwatches del mercado

Los wearables (o dispositivos vestibles) silenciosamente se han ido adaptando a nuestra cotidianeidad. Ya sea como sucesión tecnológica del reloj tradicional o derechamente como complemento a la experiencia de nuestro centro nervioso y comunicacional actual —el celular—, están integrados al día a día de mucha gente con el fin de entregarles aún más información, métricas o asistencia. Los smartwatches, o relojes inteligentes, por lejos son los que más protagonismo tienen.

La popularidad de estos dispositivos ha ido in crescendo con los años, más allá del boom natural que se produjo durante la pandemia. Hoy, para muchos, los relojes inteligentes son una simbiosis digital perfecta para enfrentar las labores diarias. Su crecimiento en ventas es entendible, dada la natural extensión de las pantallas y la cantidad de características y datos que pueden entregar en tiempo real. Así es como de a poco relegan al tradicional reloj análogo a rincones nostálgicos o al nicho del lujo extremo.

Se entiende: además de notificaciones, un reloj inteligente es capaz de entregar información detalladísima respecto a la actividad corporal que realizamos a diario, dándonos además discretos “toques” o avisos para recordarnos de que es hora de pararse de la silla, caminar un poco o tomar un vaso de agua.

Para qué decir de la usabilidad que le dan los entusiastas del deporte y la actividad física, donde este tipo de aparatos son una herramienta demasiado práctica para estos usos. Corredores obtienen los kilómetros recorridos, ciclistas la velocidad promedio y otros deportistas sus calorías quemadas, entre otras métricas. Quienes gustan del outdoor, los deportes extremos o aventurarse en rutas poco visitadas, también se pueden ayudar gracias a las muy precisas posibilidades de geolocalización.

Variedad casi infinita de “caras” para el reloj, monitoreo de ciclos de sueño, posibilidad de contestar llamados telefónicos o ponerle play a una lista de música, todo sin necesidad de sacar en ningún momento el celular del bolsillo, de la cartera o de dónde sea. Al caminar por la calle, esto puede ser un inmenso plus para sentirse más seguro y evitar riesgos (tanto mejor si todo lo anterior va combinado con audífonos inalámbricos).

El mercado y la demanda poco a poco han ido sumando a más actores y Chile, en ese sentido, tiene para regodearse. Actualmente, es Apple quien domina el mercado global de smartwatches, con un 43 por ciento de participación, seguido muy, muy atrás por otras compañías como Samsung o Huawei, que poseen menos de dos dígitos.

Pero hay mucho más detrás de esos colosos. Especialmente con la llegada de nuevos actores chinos como Honor o Xiaomi. Y a eso hay que sumarle marcas que operan fuera del mundo de los celulares, como FitBit, Garmin, Casio, Amazfit o Polar. Por lo pronto, estos son los smartwatches más atractivos de los últimos meses disponibles en nuestro país.

Un favorito, especialmente para quienes poseen un iPhone o gustan del ecosistema de Apple, que cada vez suma más dispositivos. Manteniendo su tradicional estilo cuasi rectangular, bordes redondeados y una sola pieza, una identidad reconocible a cuadras de distancia, estos relojes inteligentes se pasean por tres modelos capaces de entregar una profunda cantidad de data respecto a la actividad física y de salud del usuario.

Cuenta, por supuesto, con asistencia de Siri y, detalle no menor, con certificación IP6X, resistente al polvo y diseñado para nadar, con un aguante de hasta 50 metros de profundidad. En ese sentido, el Apple Watch Series 8 es el más redondo de la familia, sin dejar de mencionar al Apple Watch SE, algo más pequeño y con menos características, y el Apple Watch Ultra, el tope de gama de la línea, con una caja de 49 mm.

Esta generación incluye sensores para la medición de la temperatura corporal (con un foco especial en ciclos femeninos), detección de choques con envío de señal de ayuda y una pantalla Retina Display que al fin cuenta con el modo always on o “siempre encendida”. Entrega una amplia variedad de caras para personalizarlo y la posibilidad de incluir “complicaciones”, extrañísimo nombre para denominar los widgets de micro información en la pantalla del reloj.

A pesar de todas estas virtudes, esta línea de relojes adolece de un problema trascendental: la duración de su batería, que no resiste más de una jornada (18 horas, según el fabricante). O sea, que hay que cargar el reloj todos los días. Salvo eso —y el precio, claro—, es una maravilla de smartwatch.

Para muchos, esta puede ser la experiencia definitiva para usuarios Android o que no gusten del ecosistema iOS. Claramente optimizado para ser usado dentro del ecosistema de Samsung, la quinta generación de relojes inteligentes de la marca coreana mejora una arquitectura que de por sí es bastante intuitiva, práctica y útil, de la mano de un diseño elegante, robusto y funcional. Es de uso muy cómodo, su pantalla es un agrado leerla, aunque el gran talón de Aquiles para esta línea es —y sigue siendo— acaso lo más esencial en un dispositivo de estas características: la duración de su batería. Lo mismo que sucede con Apple.

La quinta generación no fue un salto tan cuantitativo en mejoras o innovaciones respecto a la cuarta, la cual comentamos en estas páginas. Eso no impidió que aún se erigiera como una de las más interesantes para este mercado. Además de dejar de lado Tizen como sistema operativo en pos de WearOS —desarrollado por Google— y de mejorar levemente el rendimiento de la batería, las funciones y la ejecución de apps mejoraron un poco, junto con buenísimos focos de medición de actividad física —incluyendo la posibilidad de importar rutas de entrenamiento—, un nuevo estilo de correa, monitoreo de salud y navegación paso a paso, entre otras múltiples posibilidades. La versión Pro es la más atractiva de la generación.

Tras el baneo en Estados Unidos durante el pasado gobierno de Donald Trump, Huawei ya no quedó tan en primera línea con sus dispositivos. Pero lo cierto que el gigante chino —que tiene tiene otras y más lucrativas líneas de negocios— lo sigue haciendo y con grandes e innovadores resultados. Como este excepcional modelo, que pelea el cetro por el mejor smartwatch no Apple de los últimos meses, gracias a un muy rico balance entre prestaciones, diseño premium, duración de batería e incluso una buena compatibilidad con iOS.

Con un diseño clásico de titanio y cristal de zafiro, al igual que sus competidores, este modelo usa HarmonyOS, lo que cambia un poco la dinámica de WearOS. Poco importa: el sistema es igualmente intuitivo, bonito y entrega todas las facilidades de lectura de datos e información que un reloj requiere, junto con otras características, como más de 100 modos de entretenimiento, análisis de ECG, resistencia al agua y al polvo.

Lo mejor de todo es su batería, donde se concentra toda la diferencia. Con una posibilidad de duración de hasta dos semanas, el sentido del smartwatch cambia por completo y hace mucho más agradable, llevadera y amable la relación con el aparato. Acá nuestros impresiones en detalle.

Si hablamos de relojes y experiencias premium, es imposible no referirse a esta tremenda alternativa. Si bien es la más cara de todas, es la que ofrece mayor rendimiento y autonomía a la hora de sacarle provecho a un reloj. Si el precio es un obstáculo, no hay que dejar de lado a su hermano menor, de la serie Instinct, una alternativa igualmente buena y confiable, aunque, claro, venga con menos prestaciones.

Pero tal como lo comentamos en su momento, el Garmin Fénix 7 es un verdadero coloso en la muñeca. Orientado a usuarios que realmente pasan buena parte de su tiempo en actividades deportivas al aire libre, este reloj cuenta con todo tipo de GPS, miles de mapas de rutas y centros deportivos (esquí, golf) una batería de gran duración que además se complementa con carga solar (lo que debería ser un estándar para estos gadgets) y hasta la posibilidad de escuchar música vía streaming sin necesidad de un teléfono.

La marca china, independizada de Huawei hace unos años, entrega un modelo intermedio en funcionalidad, muy interesante por su rango de precio. Diseño tradicional, elegante y delgado, con pantalla de bordes curvos, carga rápida y batería de hasta dos semanas, tiene todas las apps para monitoreo corporal y actividad física que uno pueda desear, con múltiples disciplinas y rutinas. Estas fueron nuestras impresiones en su momento.

Combinando lo mejor de las prestaciones de un smartwatch actual, es lógico considerar que el modelo, tanto en diseño como en sistema operativo, funciona peligrosamente parecido a los relojes de su exmarca madre. Pero esperamos que la empresa liderada por el carismático George Zhao rápidamente saque un nuevo modelo que logre hacer notar su identidad propia. Ya va siendo hora.

Cuando hablamos de innovación, a esto nos referimos: un smartwatch que es capaz de albergar un par de audífonos en su interior y que, además, sirve como estuche de carga para ellos. Es decir: audífonos y reloj en uno solo. Una idea muy sencilla y eficaz, que fue llevada a cabo sin mayores sacrificios de diseño, tamaño o postura. Al contrario: contar ipso facto con un par de nuevos audífonos desde el mismo reloj es justamente el paso adelante que se necesita para invitar a nuevos usuarios. ¿Cómo no se le ocurrió a nadie antes? Desde ya, personalmente es mi candidato a gadget del año.

Lanzados este año (y que pronto analizaremos en detalle), los Huawei WatchBuds tienen un sistema magnético que permite retirar y colocar fácilmente los audífonos, los que se ubican debajo de la cubierta del reloj. Lo mejor es que da lo mismo el oído en el que se inserten, ya que no discriminan si es el lado izquierdo o derecho. Buenísimo.

Si a eso le sumamos otros nuevos modelos como el Huawei Watch GT Cyber, con cuerpo intercambiable, o el Huawei Watch D, que mide la presión sanguínea y ECG a partir de un medidor escondido en la correa (tal como suena), tenemos que el gigante chino es por lejos el más innovador en esta área. Y queremos más.

*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 2 de mayo de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.