Sostener un ritmo de vida como el que demanda el trabajo, los estudios, las parejas, las labores domésticas, el cuidado de niñas o niños, perros o gatos, además de intentar resguardar un espacio personal, no es nada sencillo.
Por suerte se cuenta con algunos aliados en el camino: no hablo solamente de las amistades y la familia, sino también de algunos artefactos que, de alguna manera, nos simplifican la existencia. Es el caso del microondas.
¿Qué sería de la noche de un día agitado si no contara con el apoyo de un microondas? Suena a chiste, y si lo es, se trata de uno triste: cuando ni fuerzas ni tiempo hay para cocinar bajo los métodos tradicionales, el microondas aparece como el salvador del hambre, dada su practicidad, sencillez y rapidez con la que puede calentar, descongelar y cocinar los alimentos.
De acuerdo a un informe realizado para el Ministerio de Energía el 2018, poco más del 65% de los hogares en Chile posee un microondas, con un consumo energético promedio de 33 kWh por vivienda.
“El microondas es uno de los electrodomésticos que más utilizamos en nuestros hogares”, sostiene Mariana San Martín, product manager HA de Midea Carrier. Y por lo mismo, agrega, “es uno de los que más se ensucia”.
Sin embargo, el cocinero y divulgador científico Heinz Wuth (@soycienciaycocina en Instagram) cree que un microondas “bien utilizado” no tendría por qué ensuciarse. El problema, dice, es cuando se calientan alimentos sin la tapa cobertora que, justamente, se encarga de evitar que el interior del aparato quede todo salpicado —además de garantizar una cocción uniforme y retener su humedad.
“Si calientas sin cubrir alimentos como salsas, sopas y otros, estos salpican y las manchas se van acumulando”, dice Wuth. Y eso tiene riesgos tantos sanitarios como técnicos, como podrás ver a continuación.
Esto lleva a preguntarse: ¿limpiamos oportunamente y de forma adecuada el microondas en casa?
¿Por qué es necesario limpiar el microondas?
La limpieza del microondas es crucial por dos razones esenciales. Por un lado, garantiza el rendimiento óptimo del dispositivo y prolonga su vida útil. “La acumulación de residuos puede afectar negativamente la eficiencia del calentamiento”, afirma Teresa Cruz, brand manager de Home Appliances de LG Chile.
Ocurre que la grasa y otros residuos actúan como aislantes térmicos, haciendo más dificultosa la propagación uniforme de las ondas electromagnéticas utilizadas para calentar los alimentos.
“Como resultado, se puede experimentar una cocción desigual o incompleta de los alimentos, lo que no solo afecta la calidad de la comida, sino que también puede representar un riesgo para la salud al no garantizar la eliminación adecuada de microorganismos patógenos”, expone Cruz.
Esa es la segunda razón: una deficiente limpieza del microondas puede comprometer la seguridad alimentaria. Mientras más residuos se acumulen en el interior del dispositivo, mayor es la posibilidad de que estos se transformen en un caldo de cultivo para bacterias y otros microorganismos patógenos.
Esto, dice Cruz, “aumenta el riesgo de contaminación cruzada entre los alimentos que se calientan en el microondas, lo que puede provocar enfermedades si los alimentos contaminados se consumen posteriormente”.
Sé lo que estás pensando en este momento: si este es el riesgo que hay en casa, ¿cómo será en la oficina y otros lugares donde el uso del microondas es compartido por decenas o cientos de personas diariamente? ¡Hipocondriacos, que comiencen los síntomas!
Y cuidado, que el interior no es lo único a mantener limpio en el microondas. Descuidar su parte exterior, como la puerta, las rejillas de ventilación o los sellos de goma, también pueden conducir a una acumulación de suciedad y grasa que termine por afectar el rendimiento del equipo, así como de aumentar el riesgo de una contaminación cruzada.
“A la larga, todo esto genera mal olor. Y puede contaminar lo que se caliente con este aroma y eso, obviamente, arruina la experiencia al calentar un alimento”, agrega Heinz Wuth.
Si sientes que tu microondas, o el de tu lugar de trabajo o estudio, expele mal olor, sobre todo al momento de calentarse, puedes sospechar de su nivel de limpieza.
¿Con qué frecuencia se debe limpiar el microondas?
Aunque las consecuencias de un microondas sucio son a lo menos desagradables, sería exagerado catalogarlas de urgentes. ¿Por qué? Porque la frecuencia recomendada con la que deberíamos realizar este trabajo cambia según a quién se le pregunte.
Mariana San Martín, por ejemplo, aconseja limpiar el microondas dos veces al mes como mínimo. “Obviamente, esto puede aumentar según el nivel de uso y suciedad que pueda tener el equipo”, acota.
Teresa Cruz, en tanto, dice que lo recomendable es limpiar el microondas “cada vez que ocurran salpicaduras significativas de comida o se derramen líquidos en su interior”, ya que estas pueden adherirse a las paredes internas y generar residuos difíciles de quitar.
Además, aconseja realizar al menos una vez a la semana una limpieza profunda que permita mantener un “ambiente higiénico” que reduzca los riesgos asociados a la acumulación de suciedad y grasa.
Por su parte, Heinz Wuth coincide con que lo mejor es hacer el trabajo de limpieza “sobre la marcha”, es decir, cada vez que el equipo se ensucia. Pero esto tiene principalmente una razón práctica: “obviamente es mucho más fácil eliminar los restos cuando están calientes, aún frescos, y no cuando se han deshidratado completamente”, dice.
Pero cuando se trata de una limpieza profunda, Wuth sostiene que hacerla al menos una vez cada tres meses no está mal.
De todas maneras, mientras mayor sea la frecuencia, mejores resultados se tendrá y mayor seguridad se consigue. “La limpieza periódica no solo prolonga la vida útil del electrodoméstico, sino que también mejora la calidad y seguridad de los alimentos que se preparan y calientan en él”, argumenta Cruz.
¿Cómo limpiar el microondas?
Es hora de hacer la tarea pero no sabemos cómo. Quienes tienen modelos más actuales es posible que no tengan más que presionar un botón y nada más, pues estos incluyen funciones de limpieza automática, como es el caso de la modalidad Easy Clean de LG.
Quienes tengan equipos más antiguos tendrán que ocuparse manualmente del asunto. Pero, cuidado: no todo implemento sirve para la limpieza del microondas. De hecho, San Martín dice que un error común es utilizar productos abrasivos que “van acelerando el desgaste de las paredes del equipo y que pueden afectar su pintura o terminaciones”. Por lo mismo, tampoco se recomienda utilizar esponjas metálicas o virutillas.
Entonces, ¿qué implementos y productos utilizar? Se recomienda nada más que agua tibia y un detergente suave, como un lavaloza, o un limpiador específico para electrodomésticos.
Vamos al paso a paso:
- Lo primero es desenchufar el equipo, para evitar posibles riesgos eléctricos.
- Luego, se deben retirar todos los accesorios extraíbles del microondas: el plato giratorio, el soporte y cualquier accesorio desmontable, para limpiarlos por separado con agua tibia y detergente suave. “Al quitar estos elementos, pdemos acceder a todas las superficies internas y asegurar una limpieza completa y efectiva”, explica Teresa Cruz.
- Ahora llega el turno de las paredes y techos del equipo. San Martín cree que estas son las zonas más complejas de limpiar, ya que “no todos se fijan en esas partes y muchas veces son las más sucias”. Para esto se debe pasar un paño húmedo con agua tibia.
- Algunas esquinas pueden requerir de una limpieza más minuciosa y para ello, se puede utilizar cepillos de cerdas suaves u otros paños no abrasivos. “La parte verde de la esponja lavaloza” también sirve, según Wuth.
Manchas difíciles y malos olores
Ahora, algunas manchas y suciedades pueden representar mayores desafíos, como es el caso de los derrames de alimentos grasos o quemados, como salsas, aceites o queso fundido, los que pueden, a su vez, generar olores más complejos de eliminar.
“Por ejemplo, cuando se quema queso o chocolate, se forma una capa pegajosa que requiere un esfuerzo adicional para eliminarlos por completo”, grafica Teresa Cruz.
Otras manchas representan mayores riesgos para la salud, como es el caso del pollo. “Sobre todo cuando ocupamos el microondas para descongelar este tipo de alimentos”, apunta Mariana San Martín.
Para estos casos, la representante de Midea aconseja un truco casero que tiene bastante popularidad: el uso de vinagre. “Humedece un paño con vinagre y pásalo por las paredes interiores del microondas. Luego, pon sobre el plato giratorio un bol cerámico con agua. Vuelve a enchufar el microondas y enciéndelo por unos 4 o 5 minutos; después pasa un trapo y la suciedad saldrá sin esfuerzo”.
Y para deshacerse de los malos olores, San Martín recomienda colocar un vaso con agua y el jugo de medio limón sobre el plato giratorio. “Enciende el microondas a máxima potencia por 2 minutos y listo: el mal olor será cosa del pasado”, asegura.
Heinz Wuth también aconseja esta técnica casera. Dice que dejar el vapor del líquido ayuda a eliminar los malos aromas. Sin embargo, advierte que se debe evitar dejar por mucho tiempo la solución caliente dentro del microondas. “El vapor se puede filtrar en el magnetofón y causarle daño”, explica.
Wuth explica que la humedad —como la que genera el vapor— es un detalle al que se debe poner atención para evitar dañar el equipo. “Después de usar el microondas por mucho rato —por ejemplo, durante 15 minutos—, se debe dejar la puerta ligeramente abierta para que se ventile el vapor y no le afecte la humedad. Lo mismo si calentamos alimentos que dejan mucho olor, como pescado o cebolla”, sugiere el cocinero y divulgador científico.
Limpieza exterior y poslavado
Ya se dijo: la limpieza del microondas no sólo pasa por su interior, sino que también por sus componentes externos. La puerta, los paneles de control y las paredes laterales también pueden acumular suciedad y grasa. “Deben limpiarse regularmente con un paño húmedo y detergente suave”, dice Cruz.
En las rejillas de ventilación se suele acumular polvo y grasa que, de acuerdo a Wuth, pueden llevar a fallas en el funcionamiento del equipo. Para eliminarlas, el cocinero recomienda usar un cepillo seco, incluso aquel que viene como accesorio desmontable junto a la aspiradora, pero jamás utilizar algún implemento húmedo —ya que podría generar un accidente eléctrico, cuando se vuelva a encender el artefacto.
“La limpieza de la rejilla de ventilación basta hacerla una vez al año. Aunque eso depende de cada hogar, porque cada uno es diferente en la cantidad de polvo y humedad que puede acumular”, sostiene Wuth.
Para terminar, una vez completa la limpieza, no debes olvidar secar todas las superficies internas y externas del microondas con un paño limpio y seco. “De esta manera, evitarás la acumulación de humedad, que podría favorecer el crecimiento de moho o bacterias”, cierra Cruz