Malditos “veranistas”. Cuesta creer que puedan estar disfrutando de un calor como el que ha hecho esta temporada. ¿Celebraron, acaso, cuando el martes pasado se rompió el récord de los 30 días consecutivos más cálidos desde que existe un registro estadístico? ¿Alabaron al sol y, como muestra de agradecimiento, le ofrecieron sus pieles para ser bañadas por los rayos UV?

Desde este lado, el de los otoñistas —porque ya ni siquiera da para ser inviernista—, los últimos veranos han sido solo de padecimiento. Y la cosa, señoras y señores, no pinta mejor: la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) estima que las altas temperaturas continuarán, incluso hasta abril. Difícil así…

Los helados se derriten, el hielo se deshace, las plantas y árboles se secan, y pareciera que uno también. Aunque lo disimulen, los animales también lo sufren, bien lo saben quienes tienen mascotas en casa.

OK, esta imagen es exagerada, pero estamos tratando de hacer un punto.

En un contexto así, cabe preguntarse: ¿qué pasa con los equipos electrónicos en casa? Televisores, monitores, computadores, dispositivos móviles: ¿corren algún riesgo ante estas temperaturas? ¿Puede el calor contribuir a un sobrecalentamiento de sus sistemas que signifique desperfectos en su funcionamiento. ¿O peor aún, a un daño irreparable?

Evolucionados, pero no infalibles

Por muy evolucionados y avanzados que sean nuestros aparatos tecnológicos, el riesgo de que los equipos se sobrecalienten y terminen en un servicio técnico, o incluso entre los tachos de la basura, persiste. Aunque, para llegar a ese punto, las condiciones deben ser más radicales que antaño.

“Los televisores de hoy resisten mucho más calor que hace 30 años”, dice Hugo, técnico experimentado en la reparación de smart tvs y dueño de JM Servicio Técnico. “La ingeniería que tienen les permite resistir sobre los 45 grados. Hay países mucho más cálidos que Chile y los equipos funcionan bien”.

Manuel Figueroa, CEO de Boaz Electronic, concuerda con ese diagnóstico, pero hasta cierto límite: “A medida que avanza la tecnología, los componentes y diseños de los equipos poseen mejores sistemas de enfriamiento para que funcionen eficientemente a condiciones de altas temperaturas. Sin embargo, es necesario mantenerlo dentro de los límites recomendados por cada fabricante”, dice el ingeniero civil en petróleo y técnico en microelectrónica.

Entonces, el riesgo de que equipos electrónicos sufran desperfectos o daños asociados a la temperatura ambiental estará sujeto a la calidad de sus materiales de construcción y del diseño de sus sistemas de ventilación. De estos dependerá que “no se produzcan daños internos causados por sobrecalentamiento”, confirma la marketing manager de LG Electronics, Pamela Castro.

¿Qué daños puede producir el calor y qué equipos son los más vulnerables?

El listado de equipos que se pueden ver afectados por el calor, y más aún, por la radiación solar directa, es más largo de lo que uno podría esperar.

Televisores y monitores

El principal problema que podrían presentar estos dispositivos es el de los píxeles quemados. “Pueden sufrir daños debido al calor extremo, lo que resulta en la aparición de puntos oscuros o brillantes permanentes en la pantalla”, explica Castro.

El sobrecalentamiento interno también es una amenaza, ya que los componentes, los circuitos integrados y las fuentes de alimentación de los equipos pueden degradarse por efecto del calor excesivo. Esto, dice la representante de LG, derivaría en fallas de funcionamiento e, “incluso, en una posible pérdida total del dispositivo”.

Las pantallas de smart tvs y monitores es otro foco de riesgo. Las altas temperaturas pueden mermar el contraste y brillo que estas ofrecen, y en casos extremos, producir la “delaminación de capas” en LCD y LEDs. Manuel Figueroa agrega que el calor extremo deteriora la vida útil de las “tiras LED” encargadas de iluminar las pantallas. Lo bueno, dice, es que “la mayoría de los equipos son reparables”.

Parlantes

El audio también se ve amenazado en tiempos de ebullición global. Los parlantes portátiles, muy populares a esta altura, son una excelente opción para acompañar las tardes de verano al aire libre, en compañía de familiares y amistades. Sin embargo, hay que considerar algunos aspectos.

Para la paz de todos, quizá no sería tan mala idea que dejaran este ruidoso parlante al sol...

“El calor extremo puede afectar a los componentes internos, como los imanes y las bobinas de voz, lo que puede provocar distorsión del sonido, pérdida de claridad o incluso la falla total del parlante”, explica Castro. La carcasa también se puede ver afectada como consecuencia de la exposición al sol: su deformación puede llevar a alterar la calidad del sonido y a generar vibraciones no deseadas.

Refrigeradores

Un electrodoméstico indispensable de la vida moderna, que opera en base a la generación de calor para enfriar y congelar. Por ello es que en un ambiente muy caluroso puede afectar e incluso dañar al equipo en distintos niveles.

Por un lado, exigirá mayores esfuerzos a su compresor y componentes para mantener temperaturas óptimas, por lo que su eficiencia energética se verá reducida. Este esfuerzo adicional del compresor puede derivar en una falla y la imposibilidad de refrigerar los alimentos.

Por otro, Castro sostiene que el calor constante puede provocar un desgaste prematuro en los componentes internos del refrigerador, como los sellos de la puerta, los ventiladores y los sensores de temperatura. “Esto puede afectar la capacidad del electrodoméstico para funcionar correctamente y puede requerir reparaciones o reemplazos anticipados”.

Notebooks, smartphones, routers y módems

Manuel Figueroa dice que los equipos electrónicos que mayor riesgo corren ante las altas temperaturas son aquellos que cuentan con baterías de litio. “Es un elemento altamente inflamable”, apunta, aunque agrega que los dispositivos más modernos poseen sistemas de seguridad que, ante el riesgo de sobrecalentarse, detienen los procesos e impiden su uso hasta que la temperatura vuelva a un rango normal.

A las baterías se suma la composición de metales utilizados para soldar chips y otros elementos integrados en los equipos, entre estos, controladores o partes que trabajan a temperaturas relativamente altas y que, al recibir mucho calor de forma prolongada, pueden sufrir daños considerables.

Es lo que sucede, por ejemplo, con routers y módems de Internet: “estos contienen capacitores electrolíticos que trabajan con mucha temperatura y al sumarle temperatura ambiental, pueden hincharse o en su defecto explotar”, expone el CEO de Boaz Electronic. Y sí: pueden perder la capacidad de brindar cobertura de Internet.

Errores comunes

Llegados a este punto, vale la pena cuestionarse si estamos haciendo bien las cosas o si, por el contrario, estamos exponiendo a nuestros equipos a una muerte más rápida —y calurosa— que lenta. Aquí algunas malas prácticas comunes identificadas por nuestros entrevistados:

  • Exposición directa al sol: Más dañina e implacable que la concentración de calor es la radiación directa del sol. Televisores, monitores, parlantes, notebooks, smartphones, routers y muchos equipos electrónicos más pueden resultar dañados de forma irreparable si los dejamos fuera de la sombra. Los rayos UV serán implacables.
  • Ventilación inadecuada: Obstruir las rendijas de ventilación de los equipos es tan letal como común. En especial en el caso de notebooks, que se suelen utilizar sobre la cama, las piernas o superficies que no ofrecen espacio suficiente para que el calor interno se disipe. También los electrodomésticos necesitan de un mínimo de separación respecto a muros y otros artefactos. Si a la falta de ventilación le sumamos una alta concentración de calor ambiental, la cosa puede terminar mal.

Este es un problema recurrente en dispositivos móviles. “Es común dejar los smartphones en soporte dentro de los autos, donde el sol los llega directamente, o sencillamente dejarlos dentro de los vehículos, lo cual genera una especie de horno que los terminará cocinando”, sostiene Figueroa.

  • Sobrecarga eléctrica: Conectar demasiados dispositivos electrónicos a una sola toma de corriente, o utilizar cables de extensión de baja calidad, puede provocar sobrecargas eléctricas capaces de dañar los equipos y causar cortocircuitos.

Recomendaciones

Evitar que las altas temperaturas causen problemas en los equipos no requiere de mayores esfuerzos ni inversiones. Sólo de algunas “buenas prácticas”, bastante sencillas.

  • Ojo a la ubicación: Instalar los equipos en sectores donde haya sombra o, al menos, a los que no llegue la luz solar de forma directa. Esa es la base de este asunto.
  • Buena ventilación: Los equipos deben tener espacio suficiente para una circulación de aire adecuada. Es esencial, además, no bloquear las aberturas de ventilación con objetos, otros dispositivos, o superficies irregulares. Manuel Figueroa recomienda utilizar bases con ventiladores o fancooler para los notebook.
  • Controla la temperatura ambiente: Si tu hogar es un horno, lo recomendable es acudir a sistemas o dispositivos que ayuden a disminuir la temperatura ambiental. Desde persianas a ventiladores o, incluso, aire acondicionado, “para evitar que el calor excesivo afecte a los equipos electrónicos”, dice Castro. Esto, agrega Figueroa, es aún más relevante cuando se cuenta con equipos de alto rendimiento —como algunos gamers— en el hogar o se posee demasiados dispositivos en un mismo espacio.
  • Haz mantenimiento regular: Lo aconsejable es realizar cada seis u ocho meses un mantenimiento de los equipos electrónicos, que incluya la limpieza de filtros, revisión de conexiones y actualizaciones de firmware, para garantizar un funcionamiento óptimo y prevenir el deterioro prematuro de los componentes.
  • Anticípate al sobrecalentamiento: Si notas que tu equipo está funcionando a una temperatura demasiado alta, detén su uso y evita utilizarlo hasta que haya recuperado un estado más normal.
  • Apaga los equipos: Si no los vas a utilizar, ¿para qué mantenerlos encendidos? Apágalos y así reducirás la generación de calor y, como dice Castro, “minimizarás el desgaste de los componentes internos”.
  • Almacena en lugares frescos y libres de humedad: Y en el caso de notebooks u otros equipos portables, Figueroa recomienda no utilizar cases o carcasas metálicas, pues acumulan mucho calor fácilmente.

Hecho todo esto, no queda más que rogar porque el otoño llegue luego.