Hace algunas semanas debutaron las consolas de una nueva generación, las que por supuesto prometen una mejora sustantiva en relación a sus antecesoras, no sólo en lo que se refiere a los videojuegos del futuro próximo, sino que también a la experiencia de juego. Las respectivas nuevas máquinas de Sony y Microsoft —la PlayStation 5 y las Xbox Series— son sin duda unas bestias de procesamiento que garantizan un buen y mejor rato a la hora de entretenerse. Pero no son las únicas. Y ni siquiera son las más poderosas.

Hace muchos años, y en un carril paralelo, corre el noble PC. Idealmente, el PC construido específicamente para jugar, que usualmente es bastante más complejo —y caro— que un computador tradicional para uso doméstico. Correr y jugar videojuegos en un PC es una práctica algo distinta, pero casi siempre —según los fanáticos y dependiendo del usuario— mejor que en una consola y por múltiples motivos.

Hasta hace algún tiempo, en foros de Internet y memes, los entusiastas usuarios de los computadores gamer se autodefinían como la master race, o raza superior. Por cierto, las ventajas de jugar en un PC son bastante notorias, tanto en la forma —cómo armar la máquina—, como en el fondo —la inmensa oferta de juegos disponibles en las múltiples tiendas que hay en Internet.

Ahora, dependiendo a quién se le pregunte, armar un PC puede ser muy sencillo o derechamente una tortura. Es cierto que el concepto hazlo-tú-mismo ha evolucionado y ahora armar un “tarro” es bastante más simple que hace diez o veinte años. Pero si el tema no se domina, es mejor asesorarse o, derechamente, comprarse uno previamente armado y evitarse las molestias. Pero la gente a la que le gusta armar computadores ama su hobby. Son como los “tuercas”, a quienes les encanta tunear ellos mismos sus automóviles. Esto es similar, ya que un computador también se puede “tunear”, cambiando y mejorándole las piezas.

Si no se tienen ni los conocimientos ni la voluntad, el proceso de armar un PC puede ser algo realmente tedioso. Buscar las piezas correspondientes, encontrarlas (dentro o fuera de Chile) y finalmente armar el bendito “tarro”, pero además asegurándose de que todas las piezas estén correctamente conectadas y que, al echar a andar la nueva joyita, ésta responda sin contratiempos. Además, hay que considerar que, en la suma, todo el proceso es bastante más caro si lo comparamos con el precio de una consola nueva. Pero si se tiene el presupuesto, vale la pena.

Antes de armar un computador para jugar, es necesario considerar algunas piezas y componentes fundamentales, que serán las bases para el buen funcionamiento de la máquina. Todas ellas son intercambiables, y presentan distintas ventanas de precio según la necesidad –o el presupuesto– del usuario. En ese sentido, el vitrineo es fundamental. Vamos viendo.

La tarjeta de video (usualmente referida como la GPU) quizás sea hoy el elemento más importante y diferenciador en un computador, sobre todo a la hora de comparar cómo se ve un videojuego en pantalla. Obviamente, a mayor potencia de la tarjeta, mejor rendimiento y mejor resultado visual.

Actualmente, el negocio está dominado por dos grandes compañías, ambas norteamericanas: Nvidia —que domina ampliamente el mercado— y AMD. Ambas ofrecen tarjetas con un rango amplio de precios, pero para hacerse una idea, la Nvidia GeForce RTX 3060, una de las tarjetas gráficas tope de línea de la compañía, cuyo valor parte en los 700 dólares —unos 500 mil pesos, en el cambio actual—, mientras que la AMD Radeon RX 6800 XT, de similares características, tiene un precio aproximado de 650 dólares. Y por cierto, hay más caras. Pero con cualquiera de esas el resultado visual está garantizado.

Acaso el corazón del PC. La unidad de procesamiento central de un computador (CPU, en inglés) —o, simplemente, el “procesador”—, es la encargada de realizar y ejecutar todas las instrucciones de un software. Las dos compañías que dominan este mercado son Intel y, nuevamente más atrás, AMD. Según PC Gamer, las mejores CPU del mercado para computadores gamer son la AMD Ryzen 9 5900X y la Intel Core i7 10700K, que oscilan entre los 800 mil y los 450 mil pesos, aunque hay un amplio rango de opciones.

Uno de los elementos más importantes a la hora de hacer correr un computador. A mayor cantidad de memoria RAM, tendremos mayor velocidad y mejor rendimiento cuando juguemos. Actualmente, 16 GB de memoria RAM es un buen piso, pero lo ideal, para proyectarse a futuro, es contar con 32 GB.

Es aquí donde se guarda el contenido de un computador. Desde fotos a música, pasando por supuesto a los videojuegos, este elemento es esencial y a mayor capacidad, mayor posibilidad de guardar cosas. Usualmente, el estándar eran los discos duros (HDD), pero ahora las nuevas generaciones están optando por discos de estado sólido (SSD), que son muchísimos más veloces y silenciosos, ya que no cuentan con piezas mecánicas móviles. Aunque también son algo más caros. En promedio, un disco SDD de un TB cuesta alrededor de 200 mil pesos.

No son los únicos componentes necesarios ni personalizables, claro está. Para usuarios más entusiastas, también será necesario considerar la placa madre (o motherboard), unidades de poder ad hoc —que garanticen que todos los elementos electrónicos de la máquina corran de manera óptima—, sistemas de enfriamiento (por agua o aire) para evitar que la máquina se caliente más de la cuenta, el gabinete o “caja” —hay unos discretos, otros sofisticados y algunos con luces y neones para hacer notar la máquina—, entre muchos otros elementos, además de los periféricos, por supuesto, como el monitor, el mouse y el teclado.

Pero hay otro detalle no menor: todo lo anterior se complementa con la oferta casi incalculable de videojuegos disponibles, desde juegos de alto presupuesto, para sacarle lustre a la GPU, hasta una infinidad de juegos independientes, retro simuladores o emuladores, las posibilidades que ofrece un buen PC gamer son prácticamente infinitas.

Lógicamente, todo lo anterior puede ser reemplazado por un modelo ya listo y configurado. Se pierde, por supuesto, la gracia del armado individual de piezas; pero claro, se saca de la caja, se enchufa, se conecta a Internet y ya está. Vienen predefinidos de fábrica, aunque sus piezas pueden ser modificadas cuando el usuario lo estime conveniente. Acá la cosa también incluye laptops, unidades más “cerradas” que un PC tradicional, pero igualmente convenientes, además de tener el factor movilidad.

En Estados Unidos existen múltiples tiendas boutique dedicadas al armado y venta de computadores de gama alta orientados a los videojuegos. En Chile hay bastante menos, pero hay algunas que pueden prestar buenas asesorías. Junto con ello, también hay que considerar las distintas marcas o líneas de fabricantes que se enfocan en videojuegos, muchas de ellas con servicio de asesoría en línea y despachos fuera de Norteamérica.

Respecto a los computadores armados, el portal PC Gamer eligió al Razer Blade 15 como el mejor laptop gamer del 2020, cumpliendo el apreciado combo precio/calidad/componentes. Para el sitio GamesRadar, en cambio, el elegido fue el poderoso laptop Alienware Area-51m, mientras que la veterana publicación PC Mag optó por el estacionario Corsair Vengeance i7200, una verdadera bestia en cuanto a componentes, con precio ad hoc a lo que ofrece.

Otras joyitas a considerar dentro del espectro más alto de computadores gamer son el Omen X Desktop de HP, el Asus ROG Strix GA35 o el Lenovo Legion Tower 7i, máquinas estacionarias que son verdaderos huracanes tecnológicos, y que pueden correr sin problemas cualquier tipo de juego. Incluido el cacareado Cyberpunk 2077.

*Los precios de este artículo están actualizados al 11 de enero de 2021. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.