Antes, casi todas las casas tenían una máquina de coser. Una tradición que se volvió cada vez menos frecuente, pero que a juicio de Florence Valenzuela (28), fundadora de la tienda de ropa infantil Lola Handmade, debiese volver. Aunque hace costurería desde los 12, no fue hasta que nació su hija Begoña, en 2016, cuando surgió en ella la imparable necesidad de coser. En su tienda todo es hecho a mano, por ella o por costureras que la ayudan, y tal como muestra permanentemente en sus redes sociales, siempre está cosiendo. Por eso la invitamos a pensar qué le regalaría a otras mamás que comparten con ella la pasión por el hilo y aguja.

“Regalar una máquina de coser es una herramienta para la vida. Hay gente que piensa que son solo para hacer cortinas, pero a quien se la regales le estás dando libertad. Además, suelen venir con un curso para aprender”.

Si ya son expertas en coser, la fundadora de Lola aconseja obsequiar unas buenas tijeras. “Con el tiempo se van gastando, y nunca están de más”.

Las telas nunca sobran. Como hay infinitas variedades, y siempre dependen del gusto personal, buena idea es hacer un “vale por”, dice.

Cursos virtuales de moldería y patronaje, talleres para aprender a usar las máquinas overlock y mucho más es lo que ofrecen en @manosalaaguja, otra idea con la que te vas a la segura. “Estoy tomando uno de sus cursos y creo que a cualquiera le encantaría recibir una suscripción de regalo”, dice.

"Me piden mucho prendas que combinan entre mamás e hijas y se ven tan lindas. Son prendas hechas a mano y con mucho amor”, agrega.