El encierro, y la conciencia de la enorme cantidad de desechos que producimos al día, ha generado en varios la preocupación de hacer algo con nuestra basura que vaya más allá del reciclaje. Hace unas semanas conversamos sobre compostaje, pero en este artículo profundizaremos en el vermicompostaje, un proceso que involucra lombrices, las que se nutren a través de nuestros desechos.
¿Qué es el vermicompostaje?
En el compostaje, las variables —temperatura, humedad y oxígeno— deben ser prolijas y constantes, “para lograr un proceso de biodegradación apropiado”, dice Pamela Bravo, ingeniera comercial y fundadora de Compostera.cl. Mientras que en el vermicompostaje, esto depende de “que las lombrices estén cómodas y puedan vivir bien”.
“Las lombrices aceleran el proceso de degradación, sin embargo, son seres vivos que necesitan cuidado y ciertas condiciones de temperatura y humedad. Su dieta es limitada, no se alimentan de todo, y eso afecta bastante la eficiencia de nuestro sistema”, afirma Álvaro Pineda, arquitecto y fundador de Sr. Compost.
Las lombrices pueden “mejorar el producto final”, explica Carolina Muñoz, fundadora de @Lombricompostalk, emprendimiento en el que fomentan la gestión de residuos de forma ecológica. Es decir, transforman los desechos en un compost muy rico y complejo, “multiplicando los micro y macro nutrientes hasta en diez veces”, dice Muñoz.
¿Cómo funciona el proceso?
Las estrellas de este proceso, por supuesto, son las no tan glamurosas lombrices. “Hay como tres mil razas de ellas”, afirma Bárbara Lewin, fundadora de Vuelta Verde, emprendimiento que se enfoca en el retiro y reciclaje de desechos vegetales de jardín. Ella recomienda la lombriz californiana porque es altamente voraz. “Come el equivalente de su peso al día, así que no necesitas comprar hartas, sino que solo un núcleo: hay de 100, 500, 1.000 y hasta de 5.000”, comenta.
Eso que comen son los desechos orgánicos: cáscaras, cuescos y corontas de frutas y verduras, tallos, pepas o pulpas. “Al moverse alimentarse de este compost, van generando humus, que no es otra cosa que sus heces”, explica Pamela Bravo. Según ella, son capaces de transformar el 50 por ciento de los desechos en este humus, que luego puede ser usado como fertilizante de alta calidad para plantas y huertos.
“Ellas se van reproduciendo mientras estén cómodas, pero tampoco se van a seguir reproduciendo infinitamente”, puntualiza Lewin. “Se reproducen según espacio y cantidad. En el momento en que cada una esté tranquila en su centímetro cuadrado, paran de reproducirse”.
Los elementos que conforman la orquesta de composteras y vermicomposteras son el nitrógeno, carbono y oxígeno, además del agua. “En el caso de la compostera, el oxígeno lo metes tú al revolver”, dice la emprendedora de Vuelta Verde, mientras que en la vermicompostera “las lombrices, al moverse, van dejando hoyos y oxigenando”.
Beneficios
Para los impacientes, el vermicompostaje podría ser una buena alternativa, ya que sin lombrices, con el método tradicional, se obtiene un compost maduro recién a los 8 meses. “Con lombrices rojas californianas, por ejemplo, esto es mucho más rápido”, explica Carolina Muñoz. “Es decir, un kilo de lombrices es capaz de comer un kilo de residuos al día, lo que genera aproximadamente 600 gramos de humus o lombricompuesto (los otros 400 gr los ocupan de energía)”.
El humus que producen las lombrices —y que se puede agregar a la tierra en la que estemos plantando o cultivando algún vegetal— tiene grandes atributos para las plantas, aportándoles “una rica y variada flora microbiana y una alta gama de fitoreguladores, que trabajan mejorando la fertilidad del suelo”, dice Muñoz.
Otra de las bondades del humus de lombriz es que adelanta y prolonga los periodos de floración y fructificación, retiene la humedad del suelo y es un fertilizante foliar, “previniendo la aparición de diversas plagas”, afirma Muñoz.
“Es impresionante que, al descomponer la materia orgánica, las lombrices logren un abono con 5 veces más nitrógeno, 7 veces más fósforo, 5 veces más potasio y 2 veces más calcio que el material orgánico que ingirieron”, especifica la fundadora de Compostera.cl.
Cuida a tu lombriz
“Las lombrices son felices, se desarrollan y comen a gran velocidad, con temperaturas medias de 15 a 28º”, dice Pamela Bravo. “Pero no resisten una temperatura superior a los 38º, con menos de 15 bajan su alimentación. Por lo tanto, en invierno la materia orgánica demora en degradarse en su presencia”.
En cuanto a la estaciones, Pamela recomienda “sol en invierno y sombra en verano”. Si se trata de una compostera cerrada, Bravo aconseja evitar desechos de limón y cebolla, como también el exceso de naranjas y pomelo. “La acidez de estos alimentos las mata”.
En cuanto a la lombriz roja o californiana, Carolina Muñoz, experta en lombricultura, explica que “ella respira por medio de su piel, por lo que es necesario evitar charcos o ahogarla con exceso de agua”. También son ciegas, y por esto mismo hay que “mantener la oscuridad, tapándolas con un cartón o papel húmedo”.
Un dato curioso es que este tipo de lombriz, favorita en materia de vermicompostaje, “madura sexualmente entre el segundo y el tercer mes de vida”. Eso significa que la población podría llegar a duplicarse cada 45-60 días. En el caso de que esté muy cómoda, no se reproducirá.
En este recuadro de Carolina Muño puedes entender más sobre la alimentación de las lombrices.
La importancia del compostar
Compostar tiene que ver con involucrarse en el proceso de regeneración de suelos. Es devolver y dar vida a través de nuestros desechos. Al hacerlo, “disminuyes entre un 50 a un 80 por ciento tu nivel de basura. Mientras mejor te alimentes, tu basura organizada aumentará y disminuirán tus envoltorios”, explica Pamela Bravo.
Trabajar con vermicompostaje es atreverse a conocer más sobre los procesos de regeneración y convivencia con otras formas de vida, como las lombrices, a las que incluso les vas a tomar cariño. Eso, al menos, aseguraron nuestros entrevistados.
“Hay muchos bichitos presentes en el proceso de degradación”, dice Bravo. “Pueden aparecer algunos no tan agradables para nosotros, como las babosas, hormigas, larvas de mosca soldado y otros que son amigos de ellas, como unos escarabajos negros muy pequeños, chanchitos de tierra, etc. Todos son bienvenidos, todos ayudan a que el proceso sea más completo y eficiente”.
Una de las cosas que más cuesta es atreverse. “Mi mayor consejo para todo el mundo es atreverse… ¿No tienes compostera? Hazte una artesanal. Parte de a poquito”, apunta Bárbara Lewin, ya que al partir “uno se empieza a enamorar de este mundo”.
Para más información
Si quieres saber más sobre este cambio de paradigma y hacerte cambio de tus propios residuos, puedes seguir las cuentas de Instagram de estos entrevistados, donde de forma muy amable contestarán tus preguntas. También tienen gráficas explicativas con distintos consejos sobre el tema y más: @compostera.cl, @lombricompstalk, @vueltaverde y @sr_compost.
A continuación dejamos una serie de productos ideales para iniciarse en el vermicompostaje.
Vermicompostera de 4 bandejas de plástico reciclado
Son cuatro pisos por los que, entre una capa de tierra y otra, las lombrices podrán moverse dichosas. Al menos eso aseguran desde Denda.cl.
Vermicompostera de madera
Esta vermicompostera, además de tener cuatro bandejas y una llave de extracción de líquidos, también incluye alimento de inicio para siete días, aproximadamente, y está hecha de madera impregnada con aceites orgánicos.
Vermincompostera Hungry Bin
Bárbara Lewin la define como la Ferrari de las composteras. Diseñada y fabricada en Nueva Zelanda, esta compostera tiene un diseño e ingeniería tal que, además de su buena estética, no produce malos olores ni atrae insectos o roedores. Es de flujo constante y naturalmente transformas gran parte de tu basura en el mejor fertilizante para tu jardín, huerto o jardinera.
Compostera de plástico reciclado
Esta compostera es de fabricación chilena. El humus que se genera en su interior, dicen sus creadores, es inodoro, no se pudre ni fermenta, por lo que definen a esta materia orgánica como “una maravilla”.
Núcleo de lombrices californianas
Las lombrices son las protagonistas del proceso del vermicompostaje. En Vuelta Verde venden núcleos de “entre 1.000 y 2.000 bellas, cariñosas y hambrientas lombrices californianas”.
300 lombrices californianas
Recuerda que las lombrices, además de ser voraces, tienen una alta tasa de reproducción, por eso no es necesario que compres núcleos numerosos, sobre todo si estás escatimando en precios. En este núcleo incluyen 300 Lombrices californianas en distintas etapas de desarrollo: adultas, juveniles, recién nacidas y cocones.
Contenedores de reciclaje
Toda persona que esté interesada en adentrarse al mundo del reciclaje y el compost debe tener una estación de reciclaje. Te será más fácil separar la basura y adquirirás un hábito diario.
Humus de lombriz
Este es el fruto del vermicompost, el compostaje a base de lombrices. Este es un saco de 25 litros, ideal para tu huerto y/o jardín.
*Los precios de todos los productos que aparecen en este artículo están actualizados al 11 de agosto de 2020.