Guía para cambiarse de casa durante la pandemia
Los cambios de domicilio no han sabido de virus ni de peros. Si bien la venta de propiedades está lenta, el mercado de arriendo se mueve más de lo esperado. Acá algunas recomendaciones sobre qué hacer y qué evitar si no queda más que buscar y trasladarse a un nuevo hogar.
En medio de una pandemia, donde la recomendación básica es la del distanciamiento social, cambiarse de casa no parece lo más idóneo. De hecho, ¿podría haber una peor idea que esa en estos momentos? Pero muchos nos hemos visto forzados —porque el dueño lo pidió o porque ya no se tienen los ingresos para costearlo— a buscar otro domicilio, un proceso que sin coronavirus ya era engorroso pero que con él se vuelve toda una epopeya.
Aquí destacaremos errores y aciertos que se cometen en un proceso de mudanza, cuyo alto nivel de estrés ha derivado en polémicas teorías urbanas. Algunos, incluso, comparan dejar una casa con la pérdida de un ser querido. Mito o verdad, hay estudios internacionales que lo han investigado. Puede googlearlo, acá jugaré al misterio. Aunque dejo una pista: me duele todo.
Primero: ¿pueden pedirme la casa en medio de la pandemia?
No fue fácil digerir el mensaje que recibí de parte del dueño del departamento donde vivía: decía que no renovaría el contrato de arriendo y, por lo tanto, yo debía entregarlo a más tardar el 31 de julio. Considerando todas las dificultades, como la búsqueda de un nuevo lugar, las restricciones de salida que impiden visitar lo que parece interesante o los altos gastos que implica una mudanza, además de los riesgos sanitarios que existen al ir a otros espacios, interactuar con otras personas en lugares encerrados —sin contar el mismo trabajo de mudanza con seres humanos desconocidos—, me hicieron cuestionar si era legal o no el que me expulsaran del que era mi refugio, así nada más.
Empoderado y contrariado, acudí a abogados con la consulta. Y obtuve una respuesta: pues, sí, es legal.
La búsqueda
Llegó el momento de buscar hogar. Para seguir con la cadena de ideas preconcebidas equivocadas, pensaba que la oferta de arriendos sería prácticamente nula. Bastó un rápido vistazo por los principales portales y sitios de propiedades para darme cuenta de que no era tan así.
En mi defensa, no era el único que tenía esa impresión. “Al comienzo de la pandemia, esperaba que el mercado estaría muerto”, me comenta María Luisa Cerda, asociada de la corredora Cata Brochet. Sin embargo, entre marzo y agosto, María Luisa ha logrado cerrar al menos unos 15 arriendos, lo que califica de “buenísimo” dadas las condiciones. En un mes normal, consigue cinco o seis, y en los meses peaks concreta la firma de ocho contratos.
“Muchas personas optaron por poner en arriendo sus departamentos y se fueron a vivir con sus familias”, explica la corredora. Valentina Jiménez, de HCO Asesorías y Corretaje, aporta otro dato: “también muchos extranjeros regresaron a sus países, así que aumentó mucho lo que llamamos vacancia, es decir, propiedades deshabitadas”.
Las dos corredoras, sin embargo, coinciden en que es la venta la que está “más lenta”. “Se han caído negocios que estaban en la puerta del horno y los precios no han bajado”, dice Cerda. Jiménez plantea que quienes quieran vender deben hacerlo “más barato de lo normal”, por lo que “quien tenga las lucas, hoy es una muy buena oportunidad para comprar”.
En mi caso, se trataba de un arriendo, y vitrineando online me topé con diversas ofertas que se ajustan a la nueva realidad económica. “Muchos han puesto un precio especial para esta época y rebajado los valores de arriendo, incluso hasta diciembre. Luego regresan a las tarifas normales”, cuenta Cerda.
Así es como me encontré con rebajas de hasta 250 mil pesos. Sin embargo, también hallé ofertones que, pese a las grandes rebajas, solicitaban el pago adelantado de dos meses de garantía más el primero de arriendo, o la documentación del año completo. Gracias, pero…
Visita virtual
En Comisaría Virtual se puede hallar todo tipo de permisos temporales, desde el pase para ir a comprar insumos básicos hasta el que da luz verde para celebrar tu matrimonio o unión civil. Pero no hay para visitar propiedades que potencialmente podrían terminar siendo tu hogar, en caso de que estés bajo la amenaza de quedarte sin uno. En eso, puedo decir, no me equivoqué. Se hace complicado.
Las corredoras han intentado dar soluciones a este problema, por ejemplo, realizando visitas o ‘tours virtuales’, como les llaman. Que sí, son un buen apronte para un reconocimiento inicial, pero no es suficiente cuando se debe chequear el buen estado de llaves de paso, cañerías, calefont, enchufes, entre otros. Y para conseguir visitas presenciales, primero habrá que pasar por el filtro de candidatos de las corredoras.
“Quienes están interesados en una propiedad, deben enviar su documentación antes de agendar la visita. Así no perdemos el tiempo ni nos exponemos por las puras mostrando departamentos que no están al alcance de algunas personas”, explica Valentina Jiménez. La práctica en la oficina Cata Brochet ya era habitual, ¿por qué? “No falta la familia Miranda”, responde María Luisa Cerda.
Por ende, esta es la recomendación: reunir toda la documentación básica con anticipación. Esto sería, liquidaciones de sueldo —podrían ser de los últimos tres a seis meses— y antecedentes comerciales. En caso de ser independiente, se suele solicitar el formulario F29, disponible en el sitio web del Servicio de Impuestos Internos. Dependiendo de la corredora o el o la arrendadora, se podrían sumar otros documentos. La misma lista corre para el caso del aval.
Salvoconducto
Al momento de la mudanza, será necesario contar con el salvoconducto correspondiente, el que se puede solicitar en la Comisaría Virtual. Corre la fake news de que no existe el permiso. Bien vale aclararlo: en mayo, el gobierno lo eliminó desde la plataforma web, por lo que sólo se podía obtener dirigiéndose personalmente hasta un cuartel policial. Sin embargo, la opción remota fue repuesta poco tiempo después, así que sí, se mantiene ahí. Aunque ojo: requiere de clave única para solicitarlo.
Pero, ¿para qué hacerlo tan fácil? El salvoconducto se puede obtener siempre y cuando se posea una declaración jurada y notariada que acredite que no existe impedimento legal ni contractual para que se lleve a cabo la mudanza. La vigencia de este documento, que tendrá que adjuntarse al momento de la solicitud del salvoconducto, es de cinco días luego de emitido.
El trámite, de todas maneras, es bastante simple. Incluso, Rodrigo Hidalgo, abogado de la notaría Iván Tamargo, ubicada en Providencia, cuenta que éste ha sido el procedimiento más solicitado durante los meses de pandemia. “Nosotros pensábamos que iba a haber puro finiquito, pero casi un 40 por ciento de nuestro trabajo ha estado en contratos de arriendo y cerca de la mitad de ellos ha sido emitir salvoconductos”.
Lo que puede ser más engorroso es contar con los documentos que se exigen para validar la solicitud de la declaración. ¿Cuáles son? Pueden variar según la notaría, dice Hidalgo. “Nosotros pedimos una autorización del dueño, aunque sea por mandato simple, dando cuenta de que se está al día con las cuentas, además del carnet de identidad y la presencia de la persona. Pero sé de notarías que te piden, por ejemplo, la autorización del dueño ante notario, la escritura de la propiedad protocolizada, o la fotocopia de la escritura simple de la propiedad. En ese sentido, cada notaría tiene su reglamentación”.
Otra opción es ingresar a notarioexpress.cl, un sitio web que ofrece realizar trámites notariales de forma remota, en un tiempo de no más de cuatro minutos. Allí también se puede hallar información detallada sobre los documentos que se necesitan para obtener una declaración jurada de mudanza. Donde sea que se obtenga, el trámite tiene un valor que no supera los 5 mil pesos. Como decíamos, la declaración notariada tiene una vigencia de cinco días desde que es emitida, pero el salvoconducto de Carabineros dura solo 24 horas y no es programable.
Flete o mudanza
De nada servirá llegar al nuevo hogar con mentalidad positiva, buenas energías y cargado de ilusiones, si los muebles, espejos, loza o adornos llegan todos rotos o machucados. Por eso es clave contar con un buen servicio de mudanza o flete, que se preocupe de hacer un traslado cuidadoso de los objetos.
Porque servicio de mudanza y flete no es lo mismo. ¿Lo sabías? Yo no. Según el sitio mundomudanzas.cl —que ayuda a encontrar servicios de este tipo en todo Chile—, el primero ofrece una gama de posibilidades que incluye embalar y acarrear los objetos de un punto a otro, también el armado de camas y otros. El segundo, en tanto, se compromete con el traslado desde el viejo domicilio al nuevo, pero no necesariamente apoyará en la carga y descarga de las cajas. De ahí también que los precios entre ambos servicios pueda variar tanto: sobre $200 mil puede costar un equipo profesional de mudanza, y cerca de $50 mil el flete.
Sitios como mundomudanzas.cl o mudango.com permiten contactar a diversas empresas expertas en la materia, ajustándose a la ubicación y las necesidades particulares de quien requiere el servicio. Otras, como Fex —que tiene app para celulares—, permiten salir del apuro y conseguir un flete, desde un furgón hasta un mini camión con contenedor—, en solo 30 minutos.
Antonio Lira, a través de su empresa Transportes Charly, hace mudanzas desde 2014. Se ha hecho su espacio por el boca a boca, según él, la mejor forma de generar confianza y conseguir clientes. “Cuido las cosas como si fueran mías”, dice. Entre los errores más comunes al momento de llevar adelante un cambio de casa, según él, está el no saber cuántas cosas se tienen, lo que redunda en más viajes y, por ende, mayor cobro al estipulado inicialmente.
Otra recomendación útil: embalar con varios días de anticipación. Suele ocurrir que se tienen más objetos de los que uno piensa y eso puede volverse un dolor de cabeza. Organizar las cosas en cajas temáticas y marcarlas indicando a qué lugar de la casa corresponde. Eso facilitará el desembalaje y ahorrará tiempo.
¿Qué pasa si debo mudarme a otra ciudad?
Ignacio Pérez Kenchington bien podría ser considerado un hombre experimentado en el arte de cambiarse de casa. Recientemente dejó Santiago para llegar a su doceavo domicilio junto a su familia, en Chillán, donde se llevaron también su taller de serigrafía Arte Usable, para abrir un centro cultural y educativo.
Uno de los aspectos más complejos que vivió en esta pasada fue conseguir los elementos necesarios para el embalaje de sus pertenencias. “Pero buscando en internet logramos conseguir todo con despacho a domicilio: cajas, cinta de embalaje, alusa, etc”. ¿La empresa? Cart Paper Ltda.
El salvoconducto de mudanza entre regiones da 48 horas para llevar adelante la tarea. Para conseguirlo, Ignacio explica que, además de la carta del antiguo arrendador, acreditando que estaba al día y todos los comprobantes de pago de cuentas a la fecha, debió presentar un certificado de la nueva residencia y el nombre del chofer del transporte en el que haría el traslado.
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