Las luces verdes, moradas, azules y rojas se alternan, sin parar, al ritmo del bombo. PUM, PUM, PUM, PUM. Heaven 17 suena de fondo, con su clásico ‘Temptation’, y la fauna del lugar se segrega entre borrachos que bailan en pareja, borrachos que concretan sus flirteos desparramados en los rincones, y borrachos que bien podrían ser el papel mural de las paredes, pues permanecen pegados a ella, de pie, y uno pensaría que inmóviles, sino fuera por el brazo que sube y baja desde la cintura a la boca, con las botellas en mano, y el giro de los cuellos de un lado a otro para observar lo que ocurre a su alrededor. El club está lleno, la gente suda la efervescencia de la noche y a estos otros no les queda más que cumplir el rol de testigos, con la impotencia y desesperación de un animal salvaje hambriento, pero cojo y sin dientes.
Entre estos, está Renton, agitado, cigarro en mano, monologando, pero decidido –no sin ayuda– a entrar como sea en el festín. “Apártame de la tentación… tentación, tentación, tentación”, repite la letra de la canción, mientras el personaje rebota entre las miradas de rechazo y asco de las jóvenes a las que asalta en la pista de baile. Pero antes de que la ley del más fuerte lo deje afuera de la cadena alimenticia, aparece ella. La música cambia de golpe y ahora es Sleeper lo que suena a todo volumen, Renton se paraliza, y al ritmo galopante de ‘Atomic’ descubre, al fin, que él siempre fue la presa: “Mark Renton se ha enamorado”, dice él. De fondo Diane, su futura “victimaria”, hace de su salida de la discoteque, la entrada triunfal al corazón de una clásica aventura juvenil.
¿Qué habría sido de una de las escenas favoritas de los fanáticos de Trainspotting si hubiera tenido de fondo otra música? O, ¿qué habría sido de ella, si hubiera tenido la música equivocada? La película de Danny Boyle demostró que el soundtrack puede ser tanto o más importante que las actuaciones. El film se transformó en uno de los que marcaron la década de los 90s y esa importancia se pudo reconocer cada vez que un Dj lanzó ‘Lust for life’ –el tema principal de la película, interpretado por Iggy Pop– o ‘Born Slippy’ –de Underworld– en una fiesta, y la gente prendió y gritó tratando de capturar o emular algo del salvajismo, la libertad y el hedonismo de escenas como la del club en la que Mark Renton –interpretado por Ewan McGregor– conoce a Diane – Kelly Macdonald–. Como si fuera la última noche que ofrecería la vida y, por ende, tiene que ser memorable.
Esa es la presión con la que trabajan los Djs. Crear los ambientes y las bandas sonoras de “las últimas noches que ofrece la vida”, de los momentos intensos que se recordarán a la mañana siguiente con el paracetamol y el vaso de agua en mano, de los amoríos ocultos o legales que se dieron en medio del baile, y de esos momentos personales en que no había nadie más que el yo y la música y un río de serotonina corriendo por la cabeza. Pero si el DJ no estuvo en sintonía con la noche o simplemente no hizo una buena selección de temas, entonces, difícilmente la gente tendrá todo eso y la fiesta seguramente se irá directo al tacho de los fiascos.
Pero esos eran los viejos tiempos. Ya van 15 meses desde que los locales nocturnos están cerrados –muchos quebrados–, la noche está vedada, y los Djs sin trabajo. Lo que no quiere decir que hayan dejado de existir. Muy por el contrario, la fauna pinchadiscos sigue creciendo, pero en una modalidad distinta: la del “bedroom Dj”. Ese que en el claustro de su hogar continúa mezclando música, con equipos pensados para el trabajo en el espacio reducido de un cuarto, ya sea preparándose para las fiestas del futuro, o lanzando sets al inframundo virtual por medio de podcasts o radios online.
Y la fauna está creciendo rápido.
De rockstars a DJ
“Hey Mr. DJ, put a record on, I wanna dance with my baby”, cantaba Madonna comenzando el nuevo milenio. Ese que la ciencia ficción y las caricaturas pintaban con autos voladores y robots humanoides como compañeros de trabajo. Las predicciones hasta ahora parecen exageradas, pero no del todo.
La industria musical, por ejemplo, poco a poco fue dejando atrás al rock –quizás, junto al hip hop, el género más representativo del siglo XX– para inclinarse hacia el universo electrónico. Nombres como Aphex Twin, Chemical Brothers y los recientemente disueltos Daft Punk –apoyados en beats ineludibles, grandes producciones visuales, y una base teórica que viene desde las primeras semillas del género, que tuvo en Karlheinz Stockhausen a su Alexander von Humbolt, en la década de los 50s– fueron parte del batallón de avanzada que comenzó a apoderarse de MTV y los carteles de los festivales musicales más importantes del mundo. Madonna, entonces, como buena veleta que siempre mostró ser, alcanzó a poner su bandera para propagar por todo el orbe los sonidos de la nueva era. Lo hizo, también, con su gran sentido publicitario característico: lanzando el single en el 2000 y titulándolo “Music”.
La “Reina del Pop”, además, le presentaba a sus viejos, nuevos y futuros seguidores, al nuevo héroe de los tiempos: el Dj.
Desde entonces, mucha agua ha pasado bajo el puente. La transición hacia la electrónica –y a lo digital– sigue marcando hitos. Algunos con mayor estridencia y participación mediática. Otras con menor alumbramiento, pero tanto o más significativas: “En la última década, el mundo musical y la forma en que se hace música ha cambiado mucho. Ha ido desapareciendo el formato banda y ha ido aumentando el interés por hacer proyectos en solitario, que se pueden grabar en casa con herramientas y un computador que te pueden hacer sonar como un estudio profesional”, dice Diego Lecea, product manager en Audiomusica.
Quizás uno de los mayores síntomas de ello es que “ya no se sueña con ser estrella de rock, sino que los jóvenes quieren ser Dj”, como dice Lecea. Y las ventas así lo acreditan: desde 2020, y después de décadas, la guitarra eléctrica dejó su trono como el instrumento más vendido en Audiomusica, y lo cedió a su nueva majestad el controlador para Dj.
Esto es algo que en Estados Unidos se veía desde hace unos tres o cuatro años. “Acá, donde todo llega más tarde, se produjo el salto con la pandemia. Desde el año pasado se triplicaron las ventas y se mantienen así hasta ahora”, explica Lecea.
Con la pandemia, claro está, los clubes y discoteques se vieron obligados a cerrar. Entonces, ¿por qué comprar equipos para ser Dj?
Bueno, porque ahora se puede “pinchar discos” desde la comodidad de la pieza, ya sea para uso personal o para generar contenido en vivo o grabado para ser transmitido vía stream, por ejemplo, en Soundcloud, Youtube, un podcast o una radio online. Y con la velocidad e ingenio del pillo, el marketing bautizó a esta actividad como “bedroom DJ”. La modalidad requiere menos equipamiento y de menor costo que la de un Dj profesional.
Entre las marcas, la japonesa Pioneer Dj se ha posicionado como la líder a nivel mundial. Tanto Nico Castro como Diego Lecea aseguran que ésta es la que traza el estándar profesional. Es así como los clubes tops del mundo y megafestivales como Lollapalooza suelen optar por sus modelos.
Para Lecea, se trata de una tendencia que, así como el sueño de ser Dj, “llegó para quedarse”. Así pues, podemos esperar a que pronto aparezcan discos con la firma de Dj Sueñito, Dj Mantita y Dj Almohada.
Qué dicen los profesionales
Con el ítalodisco como punta de lanza, el Dj, productor musical y periodista radial Nico Castro ha recorrido, durante 13 años de carrera, diversos escenarios de la escena electrónica nacional, incluyendo Lollapalooza 2017.
Cuenta que el formato bedroom Dj no sólo ha beneficiado a quienes recién se interesan en la actividad, sino que también hay muchos profesionales que, durante la pandemia, se han preocupado de comprar sus equipos caseros. “Hubo mucho Dj profesional que, entrecomillas, bajó a equipos de casa, para poder practicar, porque básicamente su práctica era en los grandes clubes en los que tocaban”.
Él mismo ha tenido la experiencia de hacer de bedroom Dj, participando de fiestas por Zoom, sin embargo, dice, no son éstas su tacita de té. “Han ido guateando esas fiestas. Para mí el oficio se completa cuando hay gente, en vivo. Saber tocar temprano, cuando está partiendo; saber tocar en el momento peak; o en el momento de cierre. Ver la reacción de la gente, saber conducir la fiesta en base a eso. Esa interacción es lo que, para mí, te convierte en un buen o mal Dj, y eso es lo que más echo de menos”, afirma.
Una visión distinta es la que tiene Julio Vera, más conocido como Dj Manyin. Pinchadiscos puntarenense, con 12 años en el ruedo, y que en 2018 fundó la radio online Boogaclub, una comunidad de Djs latinoamericanos, unidos por el amor al sonido de los vinilos, especialmente de aquellos sesenteros, la música soul, funky y tropical de culto.
Para Manyin, el no estar preocupado por mantener bailando al público representa una posibilidad para experimentar con rarezas y títulos perdidos con el paso de las décadas. Algo distinto a lo que le tocaba hacer en las fiestas de “Noche a Go Go”, que el mismo organizaba en el extinto Bar Loreto, donde “tenía que poner algún temita de los Rolling Stones para que la gente estuviera contenta. En la radio, en cambio, ponemos harto Los Montgomery, Arévalo, Charles Bradley o Los Malinches”, comenta.
Como sea, tanto Nico Castro como Dj Manyin fueron alguna vez principiantes y sus primeros años estuvieron marcados por el uso del computador y controladores de gama baja. Por eso nos ayudan a armar set ups para iniciados en el arte de mezclar música. Eso sí, antes de pensar en Dj o bedroom Dj, lo importante es “conocer tu música”.
Setup
Lo primero que se necesita para convertirse en bedroom Dj, es un computador. Prácticamente, cualquiera. Los softwares diseñados para el trabajo de mezclar y pinchar discos, y esenciales para hacerlo no ocupan mucho espacio en la memoria interna del dispositivo, según los entendidos. Incluso algunos software se pueden controlar desde un iPad o un celular.
Luego, comienzan los ítems específicos. Eso sí, estos varían dependiendo del formato en el que la persona desee trabajar. Una cosa es ser Dj de cds, de mp3 o de vinilos. En el caso de los dos primeros, los equipos necesarios son similares; cambia la configuración, cuando el trabajo es en base a discos de acetato.
Basamos esta recomendación en el trabajo digital y de vinilo. En cualquier caso, el computador sigue siendo la base.
Si deseas mezclar archivos digitales (mp3, WAV, FLAC, ALAC, etc.), la cadena de trabajo será: un computador con el software para DJ instalado, seguido de un controlador y una tarjeta de sonido (en caso de que el controlador no cuente con una integrada).
Vamos por partes:
Softwares
Estos son simuladores de una interfaz clásica de Djs, con dos bandejas de reproducción, botoneras de funciones y efectos, un mezclador, visualizador de rangos de voz, melódicos, beats, entre otros.
Cada software ofrece más o menos funciones, pero donde los entendidos ponen mayor acento, cuando se trata de recomendar a principiantes, es en la compatibilidad de estos programas con los controladores. Es ésta la que permitirá un mejor o peor provecho de uno y otro.
“Si ocupas un software como Traktor, por ejemplo, con un controlador más charchita, sólo podrás ocupar las funciones más básicas”, acota Nico Castro.
Diego Lecea aclara que al comprar un controlador nuevo, éste suele venir con el software para ser instalado en el computador y, así, utilizarlo en su máxima capacidad. No así si el dispositivo es de segunda mano. De todas maneras, es recomendable consultar por su inclusión en cualquier caso.
Traktor
Software desarrollado por Native Instruments y recomendado por Nico Castro. “Desarrollan también controladores, así que hacen todo”, dice.
La versión Kontrol s2, según el Dj, es un buen software intermedio, que incluye funciones “súper avanzadas”:
Serato
“Está más pensado para gente que usa vinilos. En vez de ir con los vinilos para todos lados, vas con el computador y una tornamesa”, dice Castro.
Lecea agrega que Serato se especializa en el scratching. “Se usa mucho en las Batallas de Dominio”, afirma.
Cuenta con distintas versiones, pensadas para usuarios de entrada y, otras, para más profesionales.
Rekord Box
Este es el software nativo de Pioneer DJ. Incluye funcionalidades especiales, como la posibilidad de contar con análisis musicales que permiten identificar la compatibilidad entre una canción y otra, en cuanto a rangos vocales, tonalidades de la melodía, entre otros factores.
Virtual DJ
Es el más popular y básico, según Diego Lecea. Esto, probablemente, porque es compatible con la mayoría de las marcas de controladores.
Para Nico Castro, este es el más charchita entre los softwares populares – “no lo ocupé”. De todas maneras, Virtual Dj ofrece lo básico y algo más para iniciarse en el mundo de las mezclas.
Controladores
También conocido como mezcladores, como se infiere de este último nombre, son los dispositivos que permiten mezclar la música que se desea trabajar. Para ello, algunas cuentan con dos bandejas, de manera que el Dj pueda alternarlas en la función de reproducir externamente el audio –la música que escucha el público– y en la de monitorear –lo que escucha el pinchadiscos en sus audífonos para sincronizar la mezcla. “Algunos controladores vienen con cuatro bandejas”, cuenta Nico Castro. Pero esto ya es para avezados y, acá, recién estamos comenzando.
El Dj explica que el controlador es necesario, porque “con sólo el computador y el software, tendrás una sola bandeja para reproducir y pierdes la opción básica de monitorear y mezclar”.
Pioneer DJ cuenta con modelos pensados para bedroom djs, como este mini controlador DDJ-200, de dos bandejas y múltiples funcionalidades.
https://www.paris.cl/mini-controlador-de-dj-pioneer-dj-ddj-200-MKHB3WU37P.html
Mini controlador Pioneer Dj DDJ-200
Acá puedes encontrar este mismo modelo, pero en su versión original –no mini– en un pack que incluye audífonos:
Pack controlador Pioneer DDJ 400 y audífonos
El modelo DDJ-200 de Pioneer, es también, según Lecea, uno de los más buscados entre quienes están iniciándose en el mundo Dj:
Controlador Pioneer DDJ 200
Roland, una de las grandes marcas de instrumentos musicales electrónicos del mundo, cuenta también con equipos para Djs. Y su modelo DJ-202, recomendado por Nico Castro, es una gran alternativa de entrada y a un precio prudente:
Controlador Roland DJ-202
Tarjeta de sonido
Para trabajar con al menos dos bandejas de mezcla, se necesitan dos tarjetas de sonido. El computador cuenta con una, ¿y la otra?
Este subtítulo es un “por si acaso” porque, actualmente, la mayoría de los controladores tienen integrada una tarjeta de sonido que soportan dos o cuatro bandejas de reproducción. “Es la gracia que tienen los controladores de hoy”, sostiene Nico Castro, quien explica que una forma de cerciorarse de que estos la integren, es observando si cuentan con salida RCA. “Eso significa que son plug & play”.
Pero si el controlador no posee tarjeta de sonido integrada, se puede obtener una independiente, que funcione como traductor al captar la señal de cualquier fuente “y transformarla en ceros y unos, para que el computador la pueda leer y, si se quiere, grabar”, explica Lecea.
Los expertos recomiendan la Focusrite Scarlett 2i2, una interfaz de 2x2 canales:
Interfaz Focusrite Scarlett 2i2
Lecea recomienda también el modelo que sigue, el 4i4, que cuenta con más canales:
Interfaz Focusrite Scarlett 4i4
Para el streaming
Nico Castro explica que si lo que se busca es hacer streaming de un dj set, la configuración es mucho más simple.
“Ya, fiesta en Zoom o por Youtube. Basta elegir tu tarjeta de sonido con salida como fuente de micrófono y listo. Así puedes tirar lo que estás mezclando directamente. No necesitas salir del computador a un controlador para ello”, explica.
Otra alternativa de configuración
Existen otras alternativas de setup para bedroom Djs que prescinde del controlador y lo reemplazan por un mixer. Entonces, se cuenta con el computador y un software instalado y una tarjeta de sonido con dos salidas que iría conectada a un mixer externo.
“De esa forma no se necesita el controlador, porque puedes hacer la mezcla de sonido desde el mixer”, afirma Nico Castro. Sin embargo, advierte que uno de estos dispositivos puede costar “más menos lo mismo que un controlador”. Por lo mismo, dice el periodista, esta configuración tiene poco sentido para un bedroom DJ. “Es como mucho para ocuparlo dentro de una casa. Si vas a tener mixer, porque quieres hacer la mezcla en uno de verdad, sólo necesitas el mixer y la tarjeta de sonido. Pero si quieres hacerlo todo en un mismo equipo, es mejor tener el controlador con la tarjeta de sonido incorporada”.
El mixer DJM 250 es uno de los más cotizados entre los Djs, pues es simple de operar y garantiza una salida de audio cálida y de alta calidad, ya sea que se opere con fuentes digitales o analógicas:
Mixer Pioneer DJ DJM 250
Ahora, si se quiere agregar un dispositivo analógico a la cadena, se puede optar por este mixer Phonic AM1204FX, que además de contar con salida RCA, posee una interfaz de audio estéreo USB que permite que dos pistas de audio se puedan transmitir hacia y desde cualquier PC o Mac.
Mixer Phonic AM1204FX
Dj de vinilos
Si la cosa es irse por la vieja escuela, análoga en su fuente: mezclando elepés o singles de 7 pulgadas, debes considerar, antes de cualquier cosa, que esto saldrá caro: los equipos lo son, comprar vinilos lo es, hoy.
Dos tornamesas
Al igual que en el caso de la mezcla digital, acá también se necesitan dos bandejas de reproducción –al menos–, de manera que se secunden una a otra, en las labores de reproducir hacia el exterior y otra hacia el interior (el monitoreo).
No cualquier tornamesa sirve para disjockear, y menos para scratchear (adelantamos que no nos vamos a pegar en este punto). Pero los expertos, generalmente, recomiendan los tocadiscos que cuentan con un sistema direct drive o de tracción directa, debido a la potencia que ofrecen en cuanto a torque, lo que permite una reacción más rápida del reproductor (en el mundo Dj, se busca que el disco comience a girar y reproducirse lo más rápido posible).
Si bien, Dj Manyin dice que esto no es algo tan relevante cuando se trabaja en casa, sí puede pesar a la hora de presentarse en otros lugares, frente a un público sediento de un refrescante bailoteo.
“Recomendaría la Audiotechnica ATLP120. Es una buena torna, quizás no arranca con tanta potencia, pero desde la pieza eso no va a ser un problema. Es bacán”, dice Manyin.
Esta tornamesa preamplificada (lo que simplifica la cadena de audio) mezcla características profesionales con una usabilidad amigable. Tiene salida USB, para conectarla al computador, y con un cable de salida RCA doble, que permite vincularla con casi cualquier equipo musical. Además de la tracción directa, tiene un control antiskating ajustable.
Audiotechnica ATLP120
Otra alternativa, recomendada por Diego Lecea, es el modelo RP2000 de Reloop. “Tiene tracción directa, nivelador de pitch (que permite aumentar o disminuir la velocidad del gira disco), un brazo con buen peso, que no raye los discos, y materiales resistentes”, describe el product manager de Audiomúsica.
Lamentablemente el modelo aparece agotado en todas las tiendas por lo que te sugerimos echar un vistazo a los sitios de venta de segunda mano.
Mixer
A diferencia del setup para mezclar en digital, la presencia del mixer en la cadena de un pinchadiscos de vinilos, es indispensable. Es lo que permitirá atenuar la potencia de una bandeja bajo otra y controlar la mezcla.
Dejamos, nuevamente, el modelo DJM 250, recomendado por Dj Manyin. Simple de operar y garantiza una salida de audio cálida y de alta calidad, ya sea que se opere con fuentes digitales o analógicas
Interfaz o tarjeta de sonido externa
A menos que el mixer cuente con USB –lo que significa que integra una tarjeta de sonido para llegar y conectar al computador–, se necesitará una interfaz o tarjeta de audio externa. Esta permitirá pasar los vinilos a mp3, de manera que el computador sea capaz de leerlos, reproducirlos y/o grabarlos.
Dj Manyin recomienda una interfaz Behringer U-Phono UFO 202, de alta calidad de sonido en su conexión a tocadiscos y caseteras. Cuenta con entrada RCA y USB, además de un software de podcasting con edición de restauración, reducción de ruidos, y más de 150 instrumentos virtuales y efecto de complementos.
Interfaz Behringer U-Phono UFO202
Para streaming
Si la idea es generar contenido para podcast o stream, como hace Dj Manyin con su radio Boogaclub, entonces, es necesario contar con softwares que permitan, por un lado, generar el contenido para stream y, otro, que lo emita a la red.
Manyin recomienda dos:
Zeno
Una plataforma de streaming, pensada para la creación libre de radioemisoras y podcasts. Permite contar con un servidor en la red, “sería como el dial de radio” –explica Manyin–, desde el cual se puede transmitir de forma gratuita e ilimitada.
Otros servidores muy populares son Icecast y Shoutcast.
Butt
Al igual que Zeno, es freewall (de descarga gratuita, aunque está la opción de donar), y Multi-OS (compatible con múltiples sistemas operativos, como Mac, Windows o Linux). Lo que hace Butt es tomar lo que suena desde la tarjeta de audio del computador, lo codifica y lo envía al servidor –en el caso de esta recomendación: Zeno–. Además, permite grabar el contenido mientras se está transmitiendo.
Eso es todo. Con esto ya debieras estar en posición de aventurarte en el mundo del bedroom Dj, y con ello ponerte en práctica para un día darle sentido a la idea de ser “el alma de la fiesta”.
*Los precios de todos los productos de este artículo están actualizados al 12 de mayo de 2021. Sus valores y disponibilidad pueden cambiar.