La serie Halston, de Netflix, cuenta la historia del famoso diseñador de modas estadounidense Roy Halston —interpretado por Ewan McGregor—, quien durante la década de los 70 consiguió el estatus de superestrella internacional a punta de diseños que vistieron a figuras como Jackie Kennedy, Elizabeth Taylor y Liza Minelli, entre otras.

Un sinnúmero de malas decisiones, combinadas con el abuso de drogas y otras sustancias, además de su muerte prematura, a los 57 años, lapidaron una carrera que se esperaba brillante. Al comienzo de su decadencia, el diseñador se enfrentó a la popularidad de un producto al que, a diferencia de otros diseñadores de talla mundial, terminó resistiéndose tercamente: los jeans.

Mientras el pantalón de vaquero se expandía por todo Estados Unidos, Halston se iba a la quiebra, perdía su marca, y pasaba de confeccionar diseños de lujo a prendas para JC Penney. De paso, cedía el podio del mejor diseñador de América a su enemigo comercial Calvin Klein, quien sí supo explotar la moda de los jeans y la mezclilla.


“Joven, activo, informal”

No es que los jeans aparecieran recién en los 70s. Ya a mediados del siglo XIX, Levi Strauss y Jacob Davis, fundadores de la marca Levi Strauss & Co., crearon los, entonces denominados pantalones de vaqueros.

Al comienzo se fabricaban para ser la ropa de trabajo de los mineros estadounidenses, cuya labor solía hacer pedazos sus ropas. La resistencia del denim o mezclilla —la materia prima de los jeans— hacía frente a las duras condiciones y características de la labor al interior de la mina.

Cien años después, todo Estados Unidos —desde los obreros a las superestrellas— vestía los pantalones de vaquero. Se veían en la clásica publicidad del cowboy de Marlboro —interpretado por el actor Eric Lawson, quien más tarde moriría a causa del consumo de tabaco—, que representaba el ideario norteamericano, pero también en estrellas de la contracultura: la legendaria banda punk Ramones solían vestirlos, y hasta hoy Bruce Springsteen los tiene de regalones sobre el escenario.

Los jeans se transformaron en un símbolo de estilo, que en la industria textil estadounidense describieron como “joven, activo e informal”, y ya en la década de los 90 su mercado movía billones de dólares con ventas en todo el mundo. Levi’s ha sido la marca líder y el 501, su modelo fabricado desde 1873 y el más antiguo en vigencia, se mantiene como ícono de la industria.

Y en Chile

Para principios de la década pasada, en Chile la venta de jeans duplicaba el promedio mundial y la de América Latina. Pero como una historia repetida, el alto consumo favorecía a marcas extranjeras, pues la industria nacional de textil se había derrumbado varias décadas atrás. Sin embargo, en los últimos años han emergido algunos emprendimientos que tomaron esa vieja posta y recuperado el oficio. Desde 2014, por ejemplo, Reptil ofrece sus propios modelos masculinos de pantalones de mezclilla, fabricados en Chile.

“Aquí hay marcas exclusivamente para mujeres que son muy buenas, con producción nacional y que cumplen con unos muy buenos estándares de calidad, pero no somos muchas”, dice Nicolás Díaz, cofundador de Reptil. “Hay más marcas extranjeras en Chile que chilenas haciendo jeans para el consumidor nacional”.

Los altos estándares de producción para desarrollar unos “buenos jeans” son una importante barrera de entrada para el surgimiento de nuevas marcas locales. “Si no trabajas con un taller a la altura en todos los procesos que involucra hacer unos buenos jeans, el resultado esperado no será el óptimo y el riesgo de inversión es alto”, explica el emprendedor.

Hablemos de tendencias

En sus cerca de 150 años de historia, los diseñadores de pantalones de mezclilla se han visto enfrentados al desafío que el propio tiempo plantea: ¿cómo mantenerse vigentes? Así es como se han visto múltiples variantes, algunas con mejor acierto que otras en cuanto a la generación de tendencias: desde una mayor oferta de colores, a recursos como la decoloración o la mezclilla rasgada en lugares estratégicos. También variaciones en cuanto a su forma: pitillos, holgados, patas de elefante, al tobillo, etc.

Según la asesora de imagen Carola Montenegro, hoy se ve una tendencia de retorno al diseño de los años noventa, con “calces de jeans de pierna más recta”. Cambios que no solo se manifiestan en relación al diseño sino que también en la fabricación. “Actualmente se está haciendo upcycling —o reciclado— con jeans o mezclilla que ya ha sido utilizada. La diseñadora Lupe Gajardo lo ha hecho acá en Chile y me parece una excelente iniciativa”, sostiene Montenegro.

Para Nicolás Díaz, la preferencia entre los consumidores masculinos de jeans responde a preguntas como “¿me gusta? ¿Me queda bien? ¿Es de buena calidad y precio? ¿Qué lo hace diferente?”. Si el pantalón logra dar respuesta a estas interrogantes, es muy posible que la persona diga “me quedo con esta marca por siempre, pasando a ser muy fieles a ella”.

En qué fijarse al comprar

Puede pasar otro siglo y para muchos el misterio continuará intacto: ¿por qué no me quedan bien los jeans? La respuesta puede estar en que no estás prestando atención a los detalles relevantes.

La asesora de imagen Isi Miralles asegura que, al momento de comprar pantalones de mezclilla, “tienes que prestar especial atención al tiro, que es la distancia de la costura de la entrepierna a la pretina —donde se encuentra el botón—, y también a la longitud del pantalón. Ambos aspectos son igualmente importantes para elegir unos jeans que te queden bien”.

¿Y la longitud? No es tan importante, según la especialista. “Se puede alterar fácilmente: puedes doblarlos para un look más casual o hacerles basta”, sugiere.

Ahora, si les haces una basta, “el largo de los jeans debe estar justo sobre el zapato y nunca deben tocar el suelo. Recomiendo llevarlo a una costurera para mantener el desgaste de la basta original”, advierte.

Respecto al tiro, Miralles sostiene que éste se divide en dos tipos: el high rise, que corresponde al tiro normal o largo; y el low rise, es decir, el tiro bajo o corto. En el primero, “la distancia entre la entrepierna y la pretina es amplia. Suele venir en ajustes Relax, Regular y Loose”. La consultora recomienda éste para hombres de estatura baja.

En tanto, en el low rise la distancia entre la entrepierna y la pretina es menos amplia. “Suele venir en Slim, Regular, Relax y Loose. Es recomendado para hombres altos, delgados y atléticos”.

Imagen: Real Men Real Style.

Miralles dice que, como regla general, “los hombres más bajos deben elegir colores oscuros, con pocos desgastes. Así se verán más estilizados”. Su par Carola Montenegro es menos estricta al respecto. “Francamente, creo que los calces de jeans les quedan bien a todos los tipos de cuerpo. Simplemente hay que fijarse en que las medidas sean las correctas y que los jeans que compres sean de tu talla, como también que al usarlos no los arrastres o se arremanguen demasiado, ya que se ve poco prolijo y acorta visualmente las piernas”.

A diferencia de otras marcas, Nicolás Díaz dice que en Reptil los clientes pueden pedir ajustes a cada modelo que poseen para que éste sea “personalizado al largo de la pierna” de cada cual.

De todas maneras, es importante, dice, “saber cuánto mide tu muslo y largo de pierna, para que tu jeans caiga de manera orgánica y no se vea forzado a caminar contigo”. Asimismo, el emprendedor asegura que la asesoría de un experto es fundamental, porque “hay modelos que no siempre lucirán bien en algunas personas”.

Los modelos y cuerpos

Para Isi Miralles, hay tres tipos de cuerpos masculinos predominantes sobre los cuales se puede trabajar: los delgados, los atléticos y los robustos.

Para los cuerpos delgados, Miralles recomienda jeans de corte slim. Son “ligeramente pegados en las caderas y muslos”. Estos además suelen ser de tiro bajo, es decir, que no llegan a las caderas.

“El slim es el preferido en personas un poco más conservadoras o que no quieren dar mucha forma a sus piernas”, afirma Díaz. “Es para hombres que no se sienten preparados para la estrechez de un skinny o para personas de 40 o más que quieren actualizar un poco su estilo”.

El modelo Caimán, de Reptil, es un jeans de corte slim. Según Díaz, “va muy bien con lo que se tenga en mente. Si se quiere tener un día relax, por ejemplo, se puede acompañar con una guayabera”.

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En Levi‘s puedes encontrar el 511 Slim. “Te dan un aspecto más juvenil. Es una prenda que se ajusta a la cintura y los muslos, permitiendo definir mucho más la forma de las piernas”, dice Miralles.

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Para los cuerpos atléticos y también los delgados, la asesora recomienda los pantalones de corte regular, que son “ceñidos en las caderas y muslos, pero holgados en las piernas”. Este modelo suele ser de corte recto, tiro largo y no se ajusta en los tobillos. “Este es el que más se usa en contextos más formales. Y es más clásico, por lo que va con todo”, apunta Carola Montenegro.

El modelo 505 de Levi’s es para Miralles “el más versátil de los calces: puedes utilizarlo tanto para ir al trabajo, si es que tu ambiente laboral es relajado, como para el fin de semana. Se adapta fácilmente a cualquier situación y le añade ese toque casual a tu look, sin verte desaliñado”.

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Para cuerpos atléticos o robustos, Miralles recomienda jeans de corte relax. Estos son “holgados en los glúteos y muslos, aunque sin ser baggy”.

Montenegro agrega otros modelos del mercado, como el corte skinny, conocido como pitillo en español. “Es ajustado completamente, desde la cintura hasta las pantorrillas. Muestra la silueta y hace que las curvas se destaquen más que los otros fits”, asegura.

La asesora recomienda en esta línea el modelo 510 Skinny de Levi’s. “Estos pantalones están hechos para lucir piernas delgadas que estilizan la figura, pero también son muy cómodos ante cualquier movimiento. Al igual que los slim, proyectan una imagen más juvenil, relajada y casual”.

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En Reptil, este corte tiene su reversión en el modelo Komodo. “Al ser skinny, no se verá de la mejor forma en una persona cuyas piernas son muy delgadas y su tronco muy ancho, como tampoco si la persona es muy ancha de pies a cabeza. Sí funciona para personas más bajas, que quieren estilizar un poco sus piernas y alargarlas visualmente”, explica Díaz.

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Otros modelos populares en el mercado son el loose y el drop crotch. El primero, dice Montenegro, es “holgado de cadera, muslos y piernas. Los recomiendo para contextos más informales y con sweaters o poleras. Son cómodos, ya que no se ajustan en ninguna parte del cuerpo”. Los drop crotch, en tanto, “son ajustados en las caderas y muslos, pero la entrepierna es suelta”.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 28 de julio de 2021. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.