Tras el mal trago que significó la prohibición de asociarse con fabricantes estadounidenses, al gigante chino Huawei le ha tomado algo de tiempo volver a levantarse. Pero lo ha hecho, con brío e interés. En lo que respecta a sus líneas de negocios para consumidores, la marca sigue sorprendiendo con una multiplicidad de dispositivos, móviles y estacionarios, además de wearables y otros interesantes gadgets. En la reciente Mobile World Congress, por ejemplo, Huawei se jactó de tener el stand más grande de la feria.

Si bien su línea de teléfonos inteligentes sigue viva —aunque sin el vigor de tiempos pasados— han sido sus otros productos los que han adquirido nuevos bríos, como lo es su interesante línea de computadores personales, especialmente las referidas a productividad, que van en todos los modelos y tamaños.

Durante este año, la compañía china ha mostrado diversos equipos computacionales, tanto portátiles como PC, y esta semana es el turno de uno de sus modelos más versátiles, el Huawei MateBook E. Es un 2-en-1 —tablet y notebook—, presentado hace pocos meses, que posee teclado fácilmente desmontable, compatibilidad con un lápiz stylus (en rigor, el Huawei M Pencil), entre otros interesantes detalles. Vamos a conocerlo en profundidad.

Especificaciones

  • Dimensiones: 286.5 x 7.9 x 184.7 mm.
  • Peso: 709 gr (con funda, 1,15 kg)
  • Pantalla: OLED 12.6″ 2560 x 1600 (16:10) @ 60 Hz
  • Procesador: Intel 11th Gen Core i5-113OG7 @ 1.10 Ghz
  • Tarjeta gráfica: Intel Iris Xe Graphics
  • Memoria: 16 GB
  • Almacenamiento: 128 / 516 GB SSD
  • Batería: 42 Wh
  • Cámara frontal: 8 MP
  • Cámara trasera: 13 MP
  • Sistema operativo: Windows 11 Home Edition (64 bit)
  • Puertos: 1 Thunderbolt/USB-C para carga, transferencia de datos y conexión DisplayPort / 1 jack de audio 3.5″
  • Conectividad: Wi-Fi 6 / Bluetooth 5.1

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Diseño sobrio pero no tan liviano

Los tradicionales embalajes y colores claros de la marca están presentes en la caja del Huawei MateBook E, todo acentuado con los detalles rojos de su conocido logo. Dentro de ella nos encontramos con la unidad pero también con su gruesa funda protectora, una pieza que también las hace de un muy práctico teclado magnético.

La gran diferencia con otras marcas es que acá el accesorio viene incluido y eso se agradece, ya que no hay que pensar en más inversiones o desembolsos. También en el empaque nos encontramos con el cargador de 65 watts y su respectivo cable USB-C, las clásicas guías de comienzo rápido (¿alguien las lee?), junto a la garantía.

El dispositivo es algo pesado al tomarlo y usarlo como tablet: 709 gramos, no tan liviana si pensamos que el Samsung Galaxy Book2 Pro, con 15 pulgadas y más hardware, pesa poco más de 1 kg (y las tablets de la competencia están marcando apenas 500 g). Con la carcasa del teclado, además, el peso se eleva hasta los 1,15 kg.

La pantalla sí deja buenas impresiones. Es una OLED con una agradable relación de 16:10, lo que la hace ver más alargada y que resulta ideal para un uso vertical como segundo monitor. El color del MateBook E es un tradicional y sobrio gris oscuro, casi negro (llamado nebula gray), que le da un aspecto muy elegante al estar desplegado. Y cuando decimos “desplegado” nos referimos a la postura por defecto del aparato: en posición horizontal, con su teclado magnético adosado y apoyado por una de las partes flexibles de la contratapa.

Las 12.6 pulgadas de la pantalla —justo a medio camino entre una tablet y un notebook— permiten realizar una buena variedad de tareas dentro del mismo display. El porcentaje de aprovechamiento es de un 90 por ciento, lo que está bien si se va a utilizar como notebook. Pero si se utiliza como tablet, el fino marco hace que las manos y los dedos lleguen a cubrir una buena cantidad de espacio visible.

Al reverso, tenemos el lente de la cámara y su flash. Más abajo, el logo de la marca. Visto en posición horizontal, en el costado izquierdo, arriba, nos encontramos con el botón de poder, que también las hace de lector biométrico, aunque personalmente no me funcionó de manera tan precisa como esperaba. En el mismo lateral, pero abajo, una siempre bienvenida entrada jack 3.5″ para audífonos y micrófonos. Al otro costado está la entrada USB-C /Thunderbolt, arriba está el botón de volumen y abajo solamente la grapa magnética para adosar el dispositivo al teclado.

Notable pantalla OLED

Como herramienta a medio camino entre un laptop más robusto y una experiencia móvil y ligera, este tipo de aparatos es como personalmente más cómodo me siento, ya que logran ese deseado equilibrio entre productividad y ocio. En este caso, además, el MateBook E se siente premium, tanto en el tacto como en su interior.

La pantalla está justo en el límite. A mí parecer, un cristal de menos de 12 pulgadas —este mide 12,6— no justifica mucho la presencia de un teclado. Pero el tamaño que tiene el MateBook E es el mínimo para poder trabajar cómodamente, considerando que abarca un teclado completo, lo que evita tener que hacer trabajo de más. Muchas veces, incluso, ni siquiera hace falta estirar la mano para tocar algo en la pantalla táctil.

Esta tiene una resolución de 2560x1600 y 240 píxeles por pulgada, lo que garantiza un impecable visionado de imágenes y videos en 4K. Logra alcanzar los 600 nits de brillo —lo que le permite ser visible en condiciones de altísima luz ambiental— y, como buena pantalla OLED, despliega su platea de colores de manera vívida y resaltante.

La pantalla tiene el estándar Adobe RGB, el más alto del mercado en cuanto a profundidad de color, y los píxeles emisivos de la tecnología OLED se apagan cuando muestran contenido negro, consiguiendo así una intensidad impresionante.

De hecho, el Mate E está optimizado para ser usado con el stylus M Pencil, que lamentablemente no venía incluido con el equipo. Pero si el uso es fundamental para el usuario, entonces claro que vale la pena contar con el accesorio, aunque venga por separado.

Débil rendimiento

En términos generales, redactar un texto, monitorear redes sociales, realizar trabajos de edición menores, escuchar música o ver videos no presenta mayor problema. Es cuando se lanza una app o programa que demande mayor intensidad, como un videojuego, un editor gráfico de video o de imágenes cuando la experiencia puede llegar a trastabillar y los 16GB de RAM no se hacen muy presentes.

Pero en el uso cotidiano, vamos bien: el teclado se despliega fácilmente y alcanza un ángulo de visión acertado. Personalmente, me gustó teclear y manejarme en Windows. Luego, sacar la pantalla para algo más casual, como ver videos echado en el sillón, se consigue fácil y perfectamente. Volver a escribir fue instantáneo, sin necesidad de activar o desactivar nada.

La experiencia táctil tampoco ofreció problemas, aunque con una baja tasa fija de refresco: solo 60 Hz. Pero la pantalla tiene una buena respuesta y permite un tacto multipunto. Ojo, eso sí, con los residuos de huellas dactilares en la pantalla.

En términos de audio, nada del otro mundo: un sistema Huawei Sound con cuatro parlantes desplegados a lo largo y ancho del dispositivo, que ofrecen un sonido decente, aunque para mí fue necesario y mucho mejor usar audífonos.

En general, durante la experiencia de uso no tuve mayores problemas y el resultado resultó ser cómodo y fluido. Claro, estirar el brazo para pillar el botón de encendido no fue algo muy intuitivo ni natural, y la falta de puertos —no puedes conectar nada al MateBook E mientras lo estás cargando— o reconocimiento facial —no nos olvidemos de que se trata de un notebook con pantalla touch— son detalles importantes que marcan la diferencia y que hubiese sido necesario tener. Y considerando su precio —nada menos que 1.299.000 pesos—, se echan mucho de menos.

Como punto a favor, contar con Windows 11 le otorgó varias capas de profundidad a la experiencia, en especial si se lo compara con los sistemas operativos móviles, como Android o iPadOS. Menos sencillo, quizá, pero definitivamente más variado y funcional. Aunque si se piensa para un uso productivo intensivo, el MateBook E no será la mejor alternativa.

Cámaras confiables y un pobre batería

La cámara trasera no ofrece mayores sorpresas: es eficiente si se la piensa en el contexto de sacar fotos con una tablet, un ejercicio no muy común ni decoroso. Sus 13MP otorgan imágenes vívidas que, en la gran mayoría de los casos, no necesitaron retoques ni ediciones de ningún tipo. Si se trata de registros para compartir en redes sociales o con la familia, estamos bien. Lo que sí vale la pena destacar es que el software de la cámara ofrece modos para escanear código de barras, QR, documentos y mucho más, una función que se agradece.

La cámara frontal de 8MP funciona bastante bien, otorgando un buen feedback visual de quien está al frente, con poco grano y una correcta lectura de colores y luminosidad, siempre dependiendo del nivel de luz que haya en el entorno. Aquí es donde nuevamente se echó de menos un lector de reconocimiento facial, que caería de cajón para mejorar la experiencia en videollamadas.

El rendimiento general del Mate E podríamos calificarlo de promedio. La batería es de tamaño normal para las necesidades que ofrece: aunque su carga es relativamente rápida (más o menos una hora y media para llegar de 0 a 100%), su duración no pasa más allá de las cinco o seis horas continuas de uso. Y si su foco principal está en la portabilidad, más aún considerando lo que ofrece la competencia —el último MacBook Air, por cien mil pesos más, da hasta 18 horas de autonomía—, podría tener una batería más potente.

Un buen detalle: gracias a sus sistema de disipación de calor con ventiladores, no fue mucho lo que se llegó a calentar el dispositivo.

Veredicto Práctico

Tenemos un equipo de bonito y sobrio diseño funcional, que cumple con ciertas cosas de lo prometido. En términos de versatilidad, portabilidad y rendimiento para una jornada tranquila, el Mate E no decepciona pero tampoco impresiona. Sí lo hace con el precio, que es muy alto, y su batería, muy débil para un aparato que pretende ser portátil.

Su buen cargador y la inclusión de la funda/teclado sin duda le añaden atractivo y flexibilidad, pero no contar con un deslumbrante desempeño a este valor le quita estrellas en nuestro veredicto.

Es cierto que hay modelos de otras marcas aún más caros, pero considerando las especificaciones, el tamaño, el precio y las alternativas hoy disponibles, quizás sería bueno vitrinear un poco más antes de decidirse por el nuevo Huawei MateBook E.

Nota: ⭐⭐⭐★★

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*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 23 de agosto de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.