“Era el 2016, iba camino a la casa de mis abuelos y una de las niñas con las que viajaba me contó sobre la copita menstrual”, cuenta Javiera Irarrázaval, periodista experta en sexualidad y equidad de género. “Cuando me explicó cómo se usaba y los beneficios que conllevaba dejar las toallitas higiénicas por la copita. me encantó”. Le dio un poco de miedo, eso sí, porque dudaba de su efectividad, pero al probarla Javiera se llevó una grata sorpresa y ya lleva cuatro años usándola.
La copa menstrual es una alternativa que cada día suma más adeptas, principalmente por la comodidad pero también por la conciencia ecológica que crece entre las mujeres. Se trata de un dispositivo que llegó a desplazar a toallas higiénicas y tampones.
¿Qué es la copa menstrual?
Tal como su nombre lo dice, “es una copa, generalmente de silicona, que se inserta en la vagina y actúa como receptáculo, recolectando el fluido menstrual de la mujer”, explica María José del Río, ginecóloga de la Fundación Médica San Cristóbal. “Hay diferentes tamaños y, según ello, distintas capacidad de retener el flujo”, apunta la especialista. “Son reutilizables y deben vaciarse y reinsertarse cada 12 horas máximo, o antes según la cantidad de flujo”.
La copa menstrual, por lo tanto, es un método de almacenamiento de menstruación. En 2019, una investigación publicada en la revista médica The Lancet aseguró que esta es una alternativa sustentable, reutilizable y económica, “tan segura y eficaz como las toallas higiénicas y los tampones”. En el estudio, además, “no se reveló ningún riesgo adicional de infección”.
Durante la década de 1930 se produjo de forma industrial por primera vez –según un artículo de El Independiente–, pero el gran problema radicaba en su diseño: era muy grande, rígida y no tuvo buena aceptación del público femenino por su falta de ergonomía. Fue en 1987 cuando The Keeper, una de las marcas norteamericanas precursoras de este producto, se volvió a atrever con la comercialización de este método y desde ahí no han parado.
¿Cómo introducir la copa menstrual?
No es llegar e insertarla adentro de tu cuello uterino. “Previamente a utilizar la copita, hay que hervirla para así esterilizarla”, dice Pía Vergara, matrona de la Universidad de Concepción. Aparte de ponerla en agua hirviendo, “en el mercado hay también opciones de recipientes para esterilizar, basta con meter la copita dentro de ellos y ponerlos un par de minutos en el microondas”, comenta.
“Se recomienda hacer este proceso —lavarlas y hervirlas— después de cada ciclo, y es muy importante la higiene al guardarlas entre un periodo y otro”, complementa Del Río.
Antes de cambiar tu método de recepción de menstruación, la ginecóloga recomienda tener claro el “aprendizaje de la inserción, el vaciado y el cambio”. “Es una variación importante de la rutina menstrual y, como todo cambio, requiere de una curva de adaptación en algunas mujeres”.
Técnicas para introducirse la copa hay varias. Tras esterilizarla, Pía Vergara sugiere “mojarla un poco, para que haya lubricación”. Luego comprimirla e introducirla. En esta línea, recomienda ver videos y turoriales en YouTube para aprender y conocer, porque “para algunas es más cómodo introducirla mientras están de pie, para otras es mejor en cuclillas”.
“Al remover se debe romper el vacío de aire que queda entre la copita y el cuello del útero”, explica Vergara. “Para eso, debes introducir un dedo entre la copita y las paredes vaginales y luego tirar por el extremo”.
La ginecóloga y obstetra Loreto Vargas, de la Clínica Indisa y parte de Ginecólogas Chile, sugiere también el uso de lubricante antes de insertarla en el cuello uterino. “A veces hay problemas al sacarla”, dice, y en esos casos la especialista recomienda “meter el dedo por el lado, por el vacío”. Durante los primeros meses, la matrona Pía Vergara sugiere “utilizar simultáneamente protectores diarios, al menos hasta que sepas usar bien la copa, evitando así el manchado”.
Proceso de elección
Como casi todo, aquí no sirve comprar por impulsividad. Lo importante es tomar una decisión lo más informada posible. Porque así como existen distintas tallas de ropa, existen diferentes tamaños de copitas. “Hay de XS a L”, cuenta Loreto Vargas, medidas que además dependen de la marca que escojas, ya que cada una tiene una tabla de tallas estandarizadas que varían también según las condiciones de la mujer, desde su altura hasta si ha sido madre.
Al momento de comprar la copa menstrual, “sugiero ponértela sin regla, para probarla”, dice Vargas. “Es importante conocer el material de la copita, para descartar alergias, aunque estas son muy infrecuentes”, explica María José del Río. Independiente de la marca que se escoja, esta “siempre tiene que estar certificada y con las regulaciones adecuadas”.
La copa de la vida
Esta es la guinda de la torta para muchas mujeres, ya que la copa menstrual, además de comodidad, tiene más beneficios que los métodos tradicionales. “Si consideramos que al año una mujer con menstruaciones pasa aproximadamente 65 días menstruando, lo que utilice para este periodo es algo importante en su calidad de vida”, apunta María José del Río. Que este método sea reutilizable involucra precisamente “el costo a largo plazo, que puede ser mucho menor al de los productos usados clásicamente”, explica la ginecóloga.
Otro punto a favor de la copita tiene relación con el ciclo menstrual. “Las toallas higiénicas dan la falsa idea de que menstruamos mucha cantidad de sangre, o incluso que la sangre tiene mal olor. Pero al utilizarla te darás cuenta de que no es así”, apunta la matrona Pía Vergara.
Para muchas podría significar un “drama” meterse y sacarse la copita, pero esto va de la mano con la desinformación. “Muchas veces no saben cómo ponérsela y es un drama, porque las mujeres muchas veces no conocen sus genitales”, afirma Loreto Vargas. Por eso, es importante que toda mujer tenga sus instancias de “autoconocimiento y exploraración”.
Las matemáticas también juegan a favor de la copita. Durante la edad fértil de una mujer, se podrían llegar a utilizar “solo tres o cuatro copas, frente a los 12.000 tampones o 6.000 toallas higiénicas”, cifran en un artículo de La Vanguardia. Y si pensamos en el confinamiento y la distancia social, la copa menstrual es el método de recepción menstrual que evita que salgas de casa a comprar productos sanitarios.
“Por otro lado, hay muchas mujeres que tienen reacciones alérgicas a las toallas higiénicas; la copita es una súper buena noticia para ellas”, comenta Loreto Vargas. “Siempre que sea bien utilizada, con las medidas de higiene adecuadas y la información necesaria, no tiene mayores riesgos”, dice María José del Río.
Experiencias
El viaje de Javiera
Al comienzo de este artículo explicábamos cómo conoció Javiera Irarrázaval (28) a la copa menstrual. Hoy se define como una fanática. “Me encanta, no la cambiaría”, dice. Con ella, los grandes miedos de afrontar vacaciones con tu periodo menstrual o ir a la piscina se acaban. “Con la copita puedes hacerlo todo. Solo necesitas tener una rutina de autocuidado y limpieza cada cierto rato para que todo vaya en orden”, puntualiza.
En cuanto a posibles dolores, Javiera sugiere que, antes de cambiar a este método, “converses con tu ginecólogo, obstetra o sexóloga sobre esto para evitar cualquier problema respecto a la resequedad, la disfunción sexual o alguna molestia”.
“Todos los mitos sobre la copita se deben principalmente a la desinformación que por años las mujeres hemos tenido entorno a la autoexploración, al ‘miedo’ de tocarnos y la casi nula educación sexual en nuestro país”, analiza.
La moda que acomoda
La primera vez que Josefa Aguilar (27) escuchó hablar sobre la copita fue en su grupo de amigas del colegio, durante el 2015. Un año más tarde, cuando la empezó a ver en el mercado, tomó la decisión y se la compró. “La primera vez uno anda más asustada, entonces te cuesta un poco el tejemaneje de poner o sacar la copita y de no mancharte sacándola. Al menos me pasó a mí, que soy un poquito torpe con las cosas”, dice Josefa. “Pero después del segundo mes te acostumbras, se hace natural y es súper cómodo”.
A ella además le gusta que sea más limpio, “porque lo lavas con agua y no ensucias el medio ambiente. También dura mucho tiempo”, lo que redunda en un mayor ahorro de dinero.
“Además te das cuenta de tu flujo, de cómo varía de un mes a otro, y relacionas estos cambios con las cosas que pasan en la vida: si comiste distinto, si estabas más estresada”, reflexiona Josefa. Ella misma se dio cuenta de esto tras el 18 de octubre, donde “fueron momentos intensos”. La copita, en cierta forma, “te ayuda a eso: adquirir conciencia del cuerpo y conocerte más”.
Pandemia y copita
En plena cuarentena, Daniela Herrera (29) vio una recomendación de una chica en YouTube sobre el uso y los beneficios de la copa menstrual. Ante esto, y a su alergia a las toallas higiénicas, decidió probar con este método. “La primera vez que la use me resultó bastante fácil y cómoda. Empecé en cuarentena, con tiempo, viendo los tutoriales, buscando preguntas y respuestas en internet”, afirma.
En su segunda vez, notó una molestia, pero Daniela cree que es por la talla que escogió. Sin embargo, sigue animada con su nuevo método. “Sé que a algunas les puede resultar complicado o incómodo usarla. Aunque todos la encuentren buena, por supuesto no es obligación usarla”, comenta. Lo más importante es “siempre escuchar a tu cuerpo”.
Para más información
Si aún tienes dudas sobre la copita menstrual y su uso, te invitamos a seguir las cuentas de las expertas @draloretovargasp, @matronanomada y @ginecologas_chile, donde podrás encontrar más información respecto a éste y otros temas relacionados a la ginecología. También puedes conversar de este método con tu ginecólogo de cabecera, el que te podrá resolver dudas al respecto. A través de las recomendaciones de estas expertas, realizamos una guía de compra que podría ser útil para aquellas que quieran intentar este método para recolectar el flujo menstrual.
1. Copita MiaLuna talla M
Esta es una de las marcas más reconocidas del mercado. Es hecha de silicona médica hipoalergénica, reutilizable y no libera residuos de pesticidas ni blanqueadores en tu cuerpo. La talla M es ideal para mujeres con o sin hijos por parto normal o cesárea, y para mayores de 30 años. No produce alergias ni malos olores. Capacidad de flujo: 20 cc.
2. Copa menstrual Perigenic S+L
Perigenic es otra alternativa reutilizable y ecológica. Esta incluye dos copas menstruales (S + L) hipoalergénicas, libres de BPA, látex y dioxina. Debe ser vaciada entre 2 a 4 veces diarias, dependiendo del flujo menstrual, y puede ser utilizada toda la noche. Dura hasta 15 años, pero se recomienda cambiarla cada 3.
3. Copa menstrual Bentley talla L
Como toda copa menstrual, la podrás usar en todo momento: para dormir, viajar, nadar o hacer ejercicio. Está hecha de silicona médica hipoalergénica y antes de cada menstruación debes hervirla por 5 minutos en agua.
4. Copa menstrual Furuize
Están hechas 100% de silicona quirúrgica hipoalergénica. En Breaking Green aseguran que son libres de BPA y están certificadas por el FDA.
5. Copita MiaMed S
Este modelo especial de Mia Luna contiene un medidor en ml para llevar el registro de tu flujo menstrual y así ver cuánto menstrúas mes a mes. Incluye bolsa CREA compostable. La talla S ha sido diseñada para mujeres menores de 30 años, sin hijos o hijos nacidos por cesárea.
6. Vaso esterilizador de copa menstrual Furuize
Este dispositivo está creado especialmente para esterilizar tu copa menstrual. Están hechos 100% de silicona quirúrgica hipoalergénica y se puede usar en microondas.
7. Vaso esterilizador MiaClean
Esta es una alternativa de esterilización de copa menstrual que puede ser usada en el microondas. ¿Cómo? Llénalo con agua y ponlo entre 2 a 3 minutos en el microondas sin tapa. Retira, saca tu copita, sécala bien y ya está esterilizada para su uso.
8. Gel para copa menstrual Bentley
Las expertas recomiendan humedecer la copa menstrual, sobre todo en sus primeros usos, para que esta no duela al ingresar al cuello uterino. Este lubricante es a base de agua, soluble y transparente. En su descripción dice que tiene “una densidad especial para ayudarte en la introducción de tu copa menstrual”.
9. Dona una copita covid-19
Durante la emergencia del covid-19, las toallas sanitarias y los tampones no fueron considerados como elementos básicos de higiene personal. Mia Luna activó una campaña de donación de copitas menstruales “para mujeres que, por distintas situaciones, no tienen acceso a este producto femenino”.
*Los precios de los productos de este artículo están actualizados al 13 de agosto de 2020.