Antes que nada, una aclaración. Soy usuario frecuente tanto de aparatos Android sino que también de pantallas que suelen ser bastante voluminosas. Tengo manos grandes y, al igual que con los televisores, me gusta tener un display que sea rico y generoso en tamaño y visualización. Hay un límite, por cierto, y cualquier cosa sobre las 7 pulgadas ya es mucho, otro tipo de aparato solo por su tamaño. Pero la costumbre hizo que mi vista se optimizara para espacios amplios de despliegue de información.
Siendo así, encontrarme con un iPhone SE para reseñar fue un cambio muy interesante, que me hizo revalorizar los smartphones mucho más pequeños y compactos que los de costumbre. La verdad es que el cambio es dramático, para bien y para mal.
El iPhone SE es parte de la 15ª generación de celulares de Apple y no sólo es el modelo con la pantalla más reducida de la familia (el más pequeño en tamaño sigue siendo el iPhone 13 Mini, con solo 131,5 mm de largo), también es más barato que ofrece la compañía liderada por Tim Cook. Esta es su tercera iteración (tras las versiones del 2016 y del 2020) y trae interesantes novedades internas que lo transforman en un aparato único dentro de su particular gama y precio de entrada. Veámoslo en detalle.
Especificaciones:
- Pantalla: LCD IPS 4.7″ Retina HD
- Resolución: 750 x 1334 a 326 ppi
- Dimensiones: 138.4mm x 67.3 mm x 7.3 mm
- Peso: 144 gramos
- Procesador: A15 Bionic Chip (5 nm)
- Almacenamiento: 64GB / 128GB / 256 GB
- Memoria: 4GB RAM
- Cámara: 12 MP, f/1.8, Deep Fusion, Smart HDR 4Cámara frontal de 7 MP, f/2.2Grabación de vídeo 4K a 60 fps
- Batería: 2018 mAH
- Sistema operativo: iOS 15.4
- Conectividad: 5G / wifi 6 / Bluetooth 5.0 / NFC
Regreso a lo clásico
Los productos Apple siempre han tenido esa sensación de compra premium y esta no es la excepción. Desde el momento en que se abre la caja y se exploran sus contenidos, hasta que la pantalla del teléfono te saluda con un “Hola”, la experiencia es sumamente grata, rápida y sencilla. Aunque no había cargador. No es algo que no supiéramos ni que en mi caso fuese tan esencial, pero se sigue echando de menos.
En términos de tamaño y diseño, el SE no cambia mucho respecto a sus versiones anteriores. El celular es pequeño dentro del estándar de pantallas que ofrece el mercado actual. Su clásica forma de bordes redondeados se mantiene, como siempre con marco de aluminio y un cuerpo de cristal en ambas caras. Es resistente al polvo, a las salpicaduras y también al agua, con una certificación IP67 que lo respalda. Según ella, es capaz de durar hasta 30 minutos a una profundidad máxima de 1 metro.
De la misma forma, la famosa posición de los botones también se mantiene: arriba a la izquierda nos encontramos con el switch para silenciar el aparato y justo abajo, separados, los botones para disminuir o aumentar el volumen. A la derecha tenemos el botón de poder y el puerto para tarjeta SIM, mientras que abajo, como siempre, dos parlantes estéreo con una entrada al medio para el conector de energía lightning. Un formato ya histórico, podríamos decir que hasta tierno a estas alturas.
La semi novedad fue volver a encontrarme con el botón central físico, en el borde inferior de la pantalla. Hace tiempo que no me encontraba con uno; al menos en el universo Android han desaparecido casi por completo (en los iPhone hay que remontarse al SE del 2020). De hecho, visto desde lejos es casi idéntico al iPhone 7, lanzado el 2016.
Su presencia hace que uno obtenga un feedback al momento de desbloquear el teléfono, lo que resulta refrescante, ya que el Touch ID o lector biométrico del botón se mantiene intacto. A cambio, eso sí, aquí no hay Face ID ni reconocimiento facial.
Lógicamente, es ligero. Es muy, muy liviano (sólo 144 gramos), cómodo de usar y viene en tres colores: silverlight (plata), midnight (negro ceniza) y, para mi gusto, el mejor color de todos: un rojo intenso, que es el modelo que pudimos probar. Se ve atractivo, elegante y pop. La clásica carcasa roja de silicona que aporta la compañía acompaña muy bien al aparato, aunque el color es algo más claro que el del aparato. Detalles menores, porque el sólo hecho de meterlo al bolsillo del pantalón, dado su compacto tamaño, es algo que se agradece muchísimo, ya que ni se siente.
Potente y rápido
En su velocidad es donde el iPhone SE brilla: es una bala en cualquier operación que se realice. Todo vuela, y su desempeño es fluido y rápido gracias al A15 Bionic, la nueva generación de procesadores nativos, el mismo que opera en los iPhone 13 y acaso el chip móvil más potente y veloz del mercado.
El sacrificio, al menos en mi experiencia, fue cambiar ligereza por resolución. SI bien la pantalla es pequeña, se siente aún más estrecha con los gruesos y vintage marcos negros que lleva a su alrededor. La gran mayoría de las actividades diarias de un celular pueden hacerse sin problemas, pero al poco rato el escaso espacio visual comienza a pasar la cuenta. Probablemente sea algo que sucede para quienes estamos muy acostumbrados a smartphones más amplios, pero dependiendo de la mano, lo grueso de los dedos y el estilo del usuario, sus dimensiones tan reducidas pueden ser un factor fundamental en la experiencia.
Una estrecha pantalla, no apta para dedos gruesos
Aunque la pantalla tiene todas las condiciones para ser calificada de buena —es Retina HD y una resolución de 326 ppi, de todas formas menor al promedio de 408 que tienen la mayoría de los modelos Android—, sufre por su tamaño. Todo se ve más bien apretujado. Y si bien está la posibilidad de hacer zoom, no es la idea, especialmente para los usuarios que tengan dedos anchos, donde apretar diminutas crucecitas para cerrar la publicidad o apuntarle a una letra específica del teclado puede llegar a ser una verdadera odisea.
Y seamos sinceros: no es lo mismo ver un video en una pantalla de menos de 5 pulgadas, donde solo se usa el 65,4% de la cara frontal, que en una de un celular Android estándar, en las que en general se aprovecha casi el 80% del aparato. Para disfrutar videojuegos este modelo tampoco sería el más recomendado.
Sin embargo, el celular viene con la última versión de su sistema operativo iOS —el 15—, por lo que su uso no es muy distinto al de sus hermanos mayores de iPhone 13, la gama alta de Apple. Por cierto, permitirá actualización a iOS 16, así todas las funcionalidades “de fábrica” de la familia vienen incluidas.
Celular pequeño, batería pequeña
Lamentablemente, y al igual que su tamaño, la capacidad de la batería no es precisamente grande, y no entrega experiencias de larga duración. Aunque Apple no da datos exactos de su miliamperaje, según el sitio GSM Arena la del iPhone SE tendría 2.018mAh. Para un uso liviano o casual —sin mucho streaming y conectados a una red de wifi— es capaz de durar toda una jornada y algo más. Pero al exigirle mayor intensidad, con aplicaciones de mayor demanda, como videojuegos o videollamadas, la batería se resiente notoriamente.
La carga a través del cable Lightning demora unas 2 horas y 45 minutos en completarse desde cero, y en formato inalámbrico ese proceso sube a 3 horas y media.
Un lente para cada lado
De la misma manera, los lentes fotográficos que se incluyen en el SE son decentes, pero nada del otro mundo. De hecho, sólo hay dos: uno adelante, para selfies, de 7 megapixeles y una apertura de f/2.2, y el principal trasero, de 12 MP y f/1.8.
Por suerte, el software para fotos que incluye iOS es sumamente efectivo (especialmente en condiciones de poca luz), así que los resultados igualmente pueden ser fácilmente mejorados con las herramientas de edición incluidas, que también permiten grabación en video 4K hasta 60 cuadros por segundo.
Eso sí, a diferencia de otros iPhone aquí no tendremos modo noche, modo macro, un control “medio” manual del HDR ni unos ajustes más personalizados. El modo retrato, por ejemplo, solo enfoca a las personas y no se puede usar en animales ni objetos.
Veredicto Práctico
El iPhone SE sigue siendo un gran teléfono de entrada para quienes quieran conocer o mantenerse en la experiencia iOS sin tener que desembolsar tanto dinero. La garantía es que tendrán una gran y muy cómoda experiencia de uso, sobre todo con una mano, con una gran potencia interna y gran conectividad. A quienes no les importe demasiado el tamaño de la pantalla o la presencia de grandes novedades, tienen aquí un modelo contundente.
Es cierto: esta versión no trae muchas innovaciones, más allá de su nuevo procesador, la actualización del sistema operativo y la capacidad de conectarse a las redes 5G. De hecho, el diseño se siente demasiado familiar a la mano, para bien pero incluso para mal. Como sea, sigue siendo el iPhone más accesible del mercado.
Nota: ⭐⭐⭐⭐★
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 22 de junio de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar,