Detengámonos un instante y pensemos en qué tan importante es la red wi-fi que utilizamos en nuestros hogares o lugares de trabajo. Especialmente en estos tiempos telemáticos, con clases y empleos híbridos, pero también uno donde gran parte de la información y la entretención nos llega por internet. Para mucha gente, contar con una buena conexión es tan relevante como tener luz eléctrica.
“El wi-fi debería estar incluido en la canasta de productos básicos”, es una frase que más de una vez me ha tocado escuchar. Y, seamos realistas, en la mayoría de los casos, especialmente para quienes trabajan desde sus casas, no basta con que la conexión por la que uno paga simplemente “funcione”. También debe ser robusta y estable. Y ojalá que llegue a todos los rincones de la casa, más allá de paredes o segundos pisos.
Linksys es una de las compañías más especializadas en estos temas. Fundada hace 34 años por un matrimonio en Irvine, California, la marca ha crecido y hoy, además de ser parte de Foxconn —fue adquirida por el gigante taiwanés por 866 millones de dólares el 2018—, tienen presencia en 64 países y fueron la primera empresa en vender 100 millones de routers. Es decir, tienen experiencia en el tema.
Hace poco estrenaron una nueva red mesh —o de malla— a partir del Atlas 6, un equipo que puede incluir hasta tres nodos de conexión y que, efectivamente, permite cubrir o “alumbrar” con wi-fi todos los espacios deseados. Todavía, eso sí, no está disponible a la venta, pero llegará pronto a Chile con un precio aproximado de $499 mil por el sistema de tres nodos.
La pregunta es qué significa mesh. En breve, es lo meshjor que le podría haber pasado a la conectividad wi-fi. Básicamente, este tipo de sistema junta dos o más puntos de acceso para crear una sola y única red que, a la larga, es capaz de dar amplia cobertura a casas o departamentos grandes y espaciosos. Crean una malla de repetidoras que entregan uniformemente la misma potencia y velocidad dentro del área deseada, todo dentro de una misma y única red, con mayor seguridad y hasta con control parental desde la app.
Lo mejor de todo es que la instalación es muy sencilla. Aquellos rincones, espacios o habitaciones donde nunca llega el internet se acabaron con este sistema, que ofrece la mejor solución a ese típico problema de mala cobertura doméstica.
Especificaciones:
- Bandas: banda dual Wi-Fi 6E 802.11ax (AX5400 hasta 3 Gbps)
- Radio frecuencias: 2.4 GHz – 574 Mbps / 5Ghz – 240s Mbps
- Puertos: 4 entradas Gigabit (3 LAN y 1 WAN)
- Soportes: WPA3 Personal
- Seguridad: WPA2, WPA3
- Cobertura: hasta 501 m2 con dos unidades y hasta 752 m2 con tres unidades (aprox.)
- Conectividad: 25+ dispositivos por nodo simultáneamente.
Nodos sobrios y muy blancos
La caja es atractiva. Al abrirla, nos encontramos con un embalaje de cartón, nido en donde se encuentran los tres nodos de blanco inmaculado, cajitas de poco más de 20 cm de altura con un diseño neutro muy práctico y discreto. Se ven bonitos en sus formas y tamaño, con el logo gris en su base y una lucecita celeste en la parte superior.
Cada uno de los nodos debe conectarse a su respectiva toma de poder de 12V, por lo tanto hay que enchufarlos todos, al igual como uno lo hace con un repetidor, lo que no debería presentar mayor problema.
El sistema ofrece bandas duales wi-fi 6E (2.4 y 5 Ghz) de sexta generación, con una velocidad de hasta 3 Gbps. Tiene los protocolos más nuevos de la plataforma inalámbrica, aunque si se quiere la conexión también puede realizarse a través de cables de red ethernet. Pero la idea es, por supuesto, hacer mucho más robusta y amplia la cobertura del wi-fi en nuestros espacios personales o de trabajo.
A su vez, cada nodo cuenta con cuatro puertos Gigabit Ethernet, por lo que la posibilidad de agrandar la red es casi infinita. En total, con los tres nodos habilitados, se podrían conectar más de 75 dispositivos a la misma red. ¿Alguien dijo noche de tarreo?
Pero desde el punto de vista estratégico, acá comienza el desafío: dónde ubicar los nodos en la vivienda y así generar una red óptima dentro del hogar u oficina, considerando el alcance de los nodos y los posibles bloqueos con otros objetos o estructuras de la casa.
Si se cuenta con el pack de tres nodos —se puede comprar solo uno, que de todas formas alcanza a cubrir más de 500 m2 y conectar 25 dispositivos diferentes—, asumo que una distribución triangular (especialmente si se cuenta con segundo piso) puede llegar a ser lo más recomendado, pero todo dependerá de la distribución del espacio.
Fácil instalación y configuración gracias a la app
Más allá del resultado final, el gran desafío personal era lograr la configuración adecuada sin necesidad de ver tutoriales o tener que pedirle ayuda a terceros. Algo que me ha pasado anteriormente. Así que una vez que encontré los lugares más estratégicos de mi casa para sitiar los nodos, comenzó el proceso de articulación.
Como era de esperar, antes que nada hay que bajar la app de Linksys. Lo bueno: es una app liviana, muy limpia y bien diseñada como interfaz, con lo que de inmediato me bajó la ansiedad y comencé el proceso de pareo. En primer lugar, conecté vía cable de red el primer nodo al módem de mi casa. La detección fue automática y la app lo confirmó. El primer nodo ya estaba instalado y funcionando correctamente.
Luego hay que verificarlo a través de la app y crear en ella una nueva red, con nombre y contraseña. Muy rápidamente me conecté. De ansioso, incluso antes de conectar el resto de los nodos, realicé una prueba de velocidad. No noté mucho cambio respecto a las mediciones previas. Pero era lógico, puesto que la idea es otra: aumentar la cobertura y la estabilidad en sectores más alejados de la casa.
Así que luego realicé el proceso con los otros dos nodos. Es decir, los enchufé y, mediante la app, los conecté a la nueva red creada. Al final, quedé con un nodo —el principal— en mi escritorio, otro en el living y el tercero en el dormitorio. La confirmación de conexión se obtiene a través de una suave luz, que a través de distintos colores indica el estado de la conexión.
Cobertura total y velocidad estable
Una vez que los tres nodos estaban alineados, sincronizados y con su respectiva lucecita azul encendida, el sistema estaba conectado. Si yo pude instalarlo y configurarlo con tal facilidad, el usuario promedio tampoco debería tener mayores problemas. Gracias a la app de Linksys, todo fue rápido y sencillo.
Con todo listo y dispuesto, comenzamos el test haciendo pruebas de velocidad. Ocupamos las más populares: SpeedTest, de Ookla, y Fast.com. En todos los puntos de la casa testeados —incluso los más alejados de los nodos— la velocidad de subida y bajada fue simétrica y uniforme.
Los aparatos móviles, incluso, reconocían que la nueva red creada era la más robusta de todas. Eso me gustó. De ahí en adelante, cualquier aparato que conecté a esta nueva red funcionó perfecto, incluso mientras me desplazaba por todos los rincones de mi departamento. Antes de eso, incluso con dos routers, la señal saltaba de un punto a otro y perdía conectividad. Ahora ya no.
Podríamos detenernos en el detalle y los alcances más técnicos de cómo se genera y funciona esta tecnología, que no es nueva pero que sí se ha hecho cada vez más sencilla de utilizar. Pero eso será materia para otra ocasión. Por lo pronto, digamos que cada nodo tiene tres antenas —por lo tanto son nueve en total—, que el chipset del sistema es de Qualcomm —Dual-Core de 1 GHz—, que usa la tecnología WiFi 6 —la más avanzada que existe— y que cuenta con protocolos de seguridad WPA3, el más seguro que hay. Pero lo mejor es ver cómo la magia hace lo suyo.
El control de la app también es muy sencillo y funcional. Esta permite configurar individualmente cada nodo y también controlar el acceso de los distintos dispositivos a la red: se le puede dar prioridad a determinados aparatos —para que nunca se queden sin conexión— y también un control parental para restringir horarios y velocidades a los dispositivos que usen los niños. También a través de ella se puede dar acceso a invitados, administrar la red y monitorear todos los detalles que uno necesite revisar.
Veredicto Práctico
Los tiempos están cambiando rápidamente y esa misma velocidad está siendo necesaria en el wifi doméstico. El imperativo de estar bien conectado en el hogar, ya sea por temas laborales, escolares, streaming, videojuegos en línea o por una multiplicidad de dispositivos conectados de manera simultánea, ya no se soluciona solo con el router que nos entrega nuestra compañía de internet.
Para que nuestra red sea robusta, estable y rápida en todos los rincones —y no se transforme en un dolor de cabeza cada vez que todo el mundo en la casa quiera conectarse—, equipos como el Atlas 6 de Linksys solucionan notoria e inmediatamente el problema.
Si bien el set testeado venía con tres nodos —que es el equipo ideal (pero bastante más caro y pensado para viviendas o espacios grandes)—, éstos también se pueden comprar de manera individual. Aunque el valor de cada nodo es elevado —unos 150 mil pesos, aproximadamente—, va de la mano con la garantía de que se va a contar con una red doméstica amplia, que cubrirá con una velocidad constante todas las habitaciones y pisos de la casa u oficina. Algo que el Atlas 6 de Linksys, con uno, dos o tres nodos, lo logra de sobra.
Nota: ⭐⭐⭐⭐⭐
*El producto actualmente no se encuentra disponible a la venta en Chile.