“Más allá de ser una alternativa costosa y hasta aspiracional, lo cierto es que Apple —guiada por Tim Cook— quiere convencer al mundo de que sus computadores portátiles son los más poderosos y rendidores del planeta. Y vaya lo está logrando”.

Son las palabras de nuestro experto en tecnología, Alejandro Alaluf, tras probar una versión del Macbook Pro, cuya principal novedad era su procesador, el chip M2, elaborado por la misma compañía y que asegura potencia, velocidad y eficiencia como nunca antes.

Con los chip M1, M2 y M3, Apple dejó afuera de su negocio a Intel, hasta hace unos años su usual aliado en el hardware de sus equipos, y reforzó una de los objetivos en los que ha concentrado mayores esfuerzos: crear un ecosistema en el que todo lo que opere sea propio de la marca. Para bien o para mal, como lo sabe cualquiera que haya usado uno de sus productos, en especial sus computadores.

Vida útil

Los laptops de Apple son reconocidos por una estética que se suele catalogar de sobria y elegante, pero también por la calidad de su hardware. “Son equipos con la particularidad de ser muy fiables y duraderos”, dice Gunther Kruger, jefe de servicio técnico de Todo Mac Chile, una tienda que, como sugiere su nombre, se especializa en la venta de productos de la marca y también en su reparación.

“Prácticamente todos los modelos poseen carcasas metálicas muy resistentes y, al contrario de lo que uno piensa, las piezas al interior están organizadas de manera muy amigable. Otras marcas, en cambio, tienen materiales de mediana o baja calidad —generalmente plástico— y por eso intervenirlos es más complejo: los repuestos son más escasos o bien los componentes vienen integrados, lo que complica su modificación”, profundiza Kruger.

¿Cuál es la vida útil esperable de un MacBook? Héctor Molina, del local viñamarino Net Computación, especializado en equipos Apple y con 27 años de experiencia, dice que este es un aspecto que ha cambiado en el último tiempo.

“Uno del 2012, por ejemplo, puede durar hasta hoy con algunas modificaciones en sus componentes”, responde. Pero en la actualidad “todos los equipos vienen con la placa madre, la memoria y el disco duro soldados”. Esto significa que no se pueden reemplazar una vez que presentan problemas o están por cumplir su tiempo de uso. “Por eso, un equipo reciente, con todas sus actualizaciones de sistema, puede durar unos siete años”.

Si es así el panorama, y consideramos también el precio que se paga hoy por un MacBook nuevo —entre 800 mil pesos por un modelo Air y hasta 4 millones por un MacBook Pro con 32GB de RAM y un disco SSD de 2TB—, el cuidado y las buenas prácticas deberían primar en su uso. Sin embargo, la realidad y la palabra de los técnicos reparadores señalan otra cosa. Estos son los errores más comunes al usar un MacBook (y que te pueden salir caros).

1. No hacerle una mantención periódica

Hernán Rodríguez y Edgardo Barahona llevan 25 años reparando equipos Apple en Tecnifix, un local que cuenta con la certificación de la marca californiana. Rodríguez asegura que el error más habitual y crucial de los usuarios de un MacBook es creer que el sistema operativo no presentará fallas por el desgaste propio del uso. “A veces transcurren años sin que los usuarios le realicen algún tipo de mantención”, dice.

Las mantenciones son la forma más efectiva de prevenir futuras fallas, las que se puedan ocasionar, por ejemplo, por la suciedad que se acumula progresivamente en el interior de los equipos. “El polvo produce que los cables flex muy delgados se muelan o piquen solo por efecto del roce”, expone Héctor Molina. El polvo también puede tapar los ductos de ventilación del equipo y provocar un sobrecalentamiento, que además de afectar terminales y soldaduras lo puede dejar inoperativo.

Para que tu MacBook dure más tiempo, conviene estar atento a algunos errores comunes en su uso.

¿Qué se hace en una mantención? “Además de una limpieza interna completa del hardware —que incluye placa madre, ventiladores, puertos, parlantes, etc.—, lo principal es renovar o cambiar la pasta disipadora de calor que va en el procesador: puede secarse al punto de petrificarse, y ahí dejará de cumplir su función”, responde Gunther Kruger.

Por otro lado, la mantención permite determinar el estado de los componentes del MacBook. “Te prepara para saber cuándo cambiar la batería u otro componente, y que este sea un cambio programado y no una falla catastrófica”, apunta Molina.

¿Con cuánta frecuencia deberíamos hacerle una mantención al equipo? Lo ideal es una vez al año, pero es una buena idea que sea al menos cada dos. Aunque la necesidad puede ser mucho más frecuente dependiendo del caso.

“Un cliente que es arquitecto llevaba su equipo a cada obra en la que trabaja, así que la mantención debía ser más periódica: cada seis meses”, cuenta César Núñez, más conocido como BatMac, con 25 años de experiencia en el rubro. Con ciertas variaciones según cada tienda, las mantenciones suelen costar alrededor de 35 mil pesos.

2. Usar el MacBook con líquidos cerca

Error tan habitual como garrafal. “De los veinte equipos que me llegan un lunes normal, 12 o 13 son porque sufrieron el derrame de un líquido encima”, expone Núñez. “Estos accidentes pueden ocasionar desde una falla simple en el teclado a la destrucción total del MacBook”, asegura Hernán Rodríguez.

Si alguna vez te pasó y tu equipo sobrevivió al desastre, no te confíes. Gunther Kruger dice que es muy probable que la placa madre tenga corrosión, “la cual se expande con el tiempo, pudiendo afectar los componentes del equipo y provocar un daño irreparable”.

Si se te volcó la taza de café, un vaso de agua o la copa con la que estabas acompañando tu jornada de YouTube, lo que corresponde es apagarlo inmediatamente y colocarlo boca abajo el mayor tiempo posible.

“Por ningún motivo intentes volver a encenderlo”, advierte Kruger para evitar cortocircuitos. Luego, se debe llevar a un servicio técnico en cuanto antes, para realizar un lavado químico que retire todo el líquido, corrosión y sulfato que pueda estar presente.

La recomendación, en todo caso, es mantener alejado el equipo de los líquidos. ¡Y viceversa!

3. No preocuparse de la vida útil de la batería

Este es un tema que genera bastante discusión. Quizá porque la información que brota desde Apple varía en relación a los equipos que lanza al mercado. Pero una cosa es certera: las baterías no duran para siempre. En algunos foros especializados hablan de 1000 ciclos, sin embargo esto dependerá de diversos factores, como el uso que se le da al dispositivo, el ambiente en que se utiliza, además de la vida útil que la batería posea desde la fábrica.

Revisar el estado de tu batería es fácil: solo debes ingresar a “Acerca de esta Mac”, desde el menú de Apple en la esquina superior izquierda, y luego apretar “Reporte del sistema”. Ahí, en la categoría de Hardware, seleccionar “Alimentación”, donde aparecerá el número de ciclos que ésta ha cumplido.

Puedes ver los ciclos de carga completados por tu batería en Información del sistema. (Imagen extraída desde Apple Support).

Ahora, ¿qué es un ciclo de carga? Según explica Apple, éste corresponde al consumo de toda la alimentación de la batería. Es decir, cuando el computador se descarga completamente y debes enchufarlo para seguir usándolo.

Pero ojo, eso no implica necesariamente una única carga. Por ejemplo, si consumes la mitad de la carga de tu MacBook en un día, luego la recargas completamente y al día siguiente haces lo mismo, eso equivaldrá a un ciclo de carga. Por ello, un ciclo podría completarse en varios días, dependiendo de cómo utilices el dispositivo.

Podrías pensar, entonces, que para no gastar los ciclos de carga de la batería lo más conveniente es utilizar el equipo permanentemente enchufado. Lamentablemente, dependiendo del sistema operativo que tengas esto podría ser un error que deteriore a tu equipo.

Los MacBook más actuales, que operan con macOS Catalina 10.5.5 o una versión posterior, cuentan con una opción de carga optimizada de batería que, al activarla, ayuda a reducir su deterioro. Para ello, Mac aprende tu rutina de carga y espera a alimentar sobre el 80% de la batería hasta que necesites usarla de manera autónoma.

Sin embargo, los equipos que poseen sistemas operativos anteriores no tienen un programa de carga inteligente, por lo que mantenerlos permanentemente enchufados puede significar un detrimento para su vida útil. En esos casos, es mejor hacer uso de los ciclos de carga, y seguir otras buenas prácticas, como las que puedes encontrar en este enlace.

Ah, y una vez que la batería haya cumplido su vida útil, se debe cambiar por otra “lo más pronto posible”, dice Kruger. “Generalmente los MacBook indican cuando la batería ‘Requiere mantenimiento’ o ‘Requiere cambio’.

4. No darle descanso al equipo

De cierta manera, la opción de cerrar el MacBook y que éste automáticamente entre en modo reposo, listo para que lo volvamos a ocupar cuando queramos, nos malacostumbró. Al punto de que no falta quien lo hace prácticamente todas las noches, sin apagarlo nunca ni darle un solo descanso al pobre equipo.

Si bien esta práctica no provoca pérdida de información, al pasar los días, los procesos y aplicaciones que se mantienen activas mientras el computador siga prendido, pueden obstruir la memoria RAM y afectar el rendimiento del dispositivo, que operará cada vez más lento y lejos de su funcionamiento óptimo.

Y aunque el equipo se encuentre en reposo, Hernán Rodríguez explica que el consumo de la batería se mantiene. Y como ésta tiene una vida útil, la podrías gastar en vano. La recomendación entonces es apagar tu MacBook cuando sepas que no la vas a usar pronto, y que ojalá sea al menos un par de veces a la semana. Mejor si lo haces cada noche, algo que tu viejo equipo agradecerá y recompensará con un mejor funcionamiento al día siguiente.

5. No apagar el MacBook al trasladarse con él

Una de las gracias de los MacBook, en especial la línea Air, es su ligereza, ideal para quienes se mueven de lado a lado con su computador. Sin embargo, trasladarse con el dispositivo en modo reposo implica un riesgo.

“Es uno de los grandes dolores de cabeza que he tenido con los equipos con procesador Intel”, dice César Núñez. “Se supone que el equipo entra en reposo, pero hay apps que a pesar de eso siguen corriendo por detrás. Esto, si tenemos el computador guardado en un bolso o mochila durante mucho rato, provoca que el equipo se sobrecaliente, lo que puede causar un daño en la batería o en los componentes de la placa madre”, complementa BatMac.

Héctor Molina dice, por otro lado, que “cualquier equipo portátil sin apagar” que sufre un golpe o un “movimiento brusco” arriesga un daño en su disco o en su sistema operativo, ya que eso lo hará salir del reposo de manera inesperada. Sus componentes también se pueden ver comprometidos, tanto por el golpe, como por el hecho de que el dispositivo se sobrecaliente en un bolso o funda. Por lo tanto, lo más recomendable es trasladarse con el equipo apagado.

6. Transportar el MacBook sin funda

Una cosa es que el equipo se sobrecaliente al interior de una funda por dejarlo encendido, y otra es que, por ese motivo u otros motivos, se opte por no protegerlo en los traslados. Lo ideal, dice Molina, es llevar los dispositivos apagados y en fundas, sobre todo si se ocupa un bolso o mochila sin acolchado. “Al dejar la mochila en el suelo o en algún lugar, es muy probable que el equipo se golpee, y una de las partes que más recibe el impacto es su pantalla”, dice el hombre de Net Computación.

7. Aplicar productos de limpieza directamente al equipo

En una cara de la moneda están las y los descuidados y, en la otra, los que se preocupan demasiado de mantener en buen estado su MacBook. Ese exceso de recelo puede llevar a errores graves. Por ejemplo, aplicando productos de limpieza directamente sobre el dispositivo. Esto es de alto riesgo, porque “puede escurrir líquido al interior del equipo”, dice Hernán Rodríguez.

En el mercado especializado existe una amplia variedad de productos de limpieza que, según los entrevistados, cumplen con la función. Pero siempre se debe considerar lo siguiente: la sugerencia primero es limpiar superficialmente el equipo utilizando paños de microfibra, apenas humedecidos y solo “en caso de que sea estrictamente necesario”, dice Kruger. Y siempre desconectado de la corriente.


8. Usar el MacBook en la cama

Este es un clásico y, probablemente, se extendió aún más después de la pandemia. Muy cómodo será utilizar el noteoobk en la cama, pero a la larga es un desastre tanto para tu musculatura y columna como para el equipo, si es que no cuentas con un soporte liso y estable.

Lo que ocurre es que sobre superficies irregulares es muy sencillo que los ductos de ventilación del computador queden tapados. Algo que suele pasar en la ropa de cama, la que además bota muchas pelusas, causando un sobrecalentamiento que, si se repite en el tiempo, puede convertirse en un mal funcionamiento del MacBook. Eso también provoca que la batería “se descalibre y se dañen los componentes de la placa”. Entonces, si vas a seguir adelante con esta práctica, ¡más vale que cuentes con un soporte!

9. Usarlo mientras comes (o comer mientras lo usas)

Otra mala costumbre, que también se da porque no los efectos negativos no aparecen ipso facto. Por muy agradable que sea revisar las redes sociales comiendo galletas o papas fritas, las migajas o restos que caen sobre el teclado pueden penetrar por las rendijas de cada tecla, ensuciando el hardware interior e impidiendo el movimiento normal de los botones.

Y aún cuando te cuides de que no caigan migas sobre tu MacBook, las manos y, en especial los dedos, suelen quedar grasos, manchando el teclado y también la pantalla. Incluso, en algunos casos, las pantallas quedan marcadas por causa de un teclado aceitoso.

Hay quienes recurren a un paño o tela que impida el contacto entre el teclado y la pantalla cuando el equipo está cerrado. Otros optan por protectores de silicona para resguardar el buen estado de las teclas. Pero, de acuerdo a los entrevistados, no hay nada más efectivo como no comer mientras se usa el computador y solo utilizarlo cuando se tengan las manos limpias.

10. Exponerlo a temperaturas extremas

Algo más rebuscado, quizá, pero que no se puede pasar por alto. Sobre todo considerando las advertencias sobre el cambio climático. Desde Apple sostienen que sus equipos están diseñados para funcionar en un amplio rango de temperaturas. Sin embargo, cuando el termómetro marca los extremos, el ambiente puede ser sumamente perjudicial.

¿Cuáles son los extremos? Sobre los 35º C, una temperatura cada vez más común en verano, la capacidad de la batería se podría ver dañada de forma permanente, descargándose más rápido de lo normal. Intentar cargarla a esa temperatura, además, es como echar parafina al fuego.

Bajo los 0º C la cosa no es tan dramática: no se advierten daños irreversibles, pero sí es muy posible que el equipo no funcione de manera óptima.

Y cuando se trata de almacenar el equipo, la recomendación se mantiene: evitar lugares con temperaturas extremas, aunque el rango de referencia es bastante amplio: entre -20º y 45º. Y nunca, pero nunca, se te ocurra dejar el equipo bajo el sol.