Lo que debe tener una caja de herramientas básica

Todo hogar que se precie de tal necesita de al menos dos cosas: un tostador y una caja de herramientas. Con el resto uno siempre puede improvisar —comer en la cama, sentarse en el suelo, usar la silla de velador y perchero—, pero sin un tostador no hay manera de tostar apropiadamente una marraqueta, y sin una caja de herramientas el mundo puede ser aún más hostil de lo que ya es.

¿Cómo, sin un atornillador, podremos apretar esa manilla que está suelta? ¿Cómo, sin un martillo, volver a su lugar ese guardapolvos que se arranca? ¿De qué forma, si no tenemos un alicate, arreglaremos ese alambre que se asoma de la reja?

Aunque insistamos en tenerlo todo bajo control, la vida no descansa en su afán de darnos imprevistos, más aún últimamente, cuando seducidos por lo barato insistimos en comprar cosas bonitas pero frágiles, que lucen bien pero funcionan más o menos. Un set de herramientas básico, en este contexto, es irremplazable para superar las intromisiones del infortunio, que cada vez se asoma más seguido.

Felipe Salinas, ingeniero mecánico y creador de Mecanoman, un canal de YouTube con reseñas y tutoriales de herramientas, nos dice cuáles son los utensilios mínimos que deben estar en la despensa o armario de cualquier casa.

“Su principal utilidad es obvia”, dice Salinas: “poner y sacar clavos”. Ninguna herramienta, por muy dura o pesada que sea, puede reemplazar al martillo en su función básica. Martillar con un alicate o una piedra es posible, pero son menos las probabilidades de éxito que las de terminar con dedo reventado.

“La parte de atrás, que es para sacar los clavos, también sirve mucho para desarmar cosas, como muebles viejos. Hace poco estuve sacando unos guardapolvos, y la mejor manera fue con un martillo”. Siempre servirá, también, para enderezar algo que se enchuecó, para ahuecar algún metal o destruir una alcancía.

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Hay múltiples tornillos en el universo, pero con los que más nos toparemos en nuestra vida serán los de cruz —también conocido como Phillips— y de paleta. Por eso, ambas versiones de destornilladores serán necesarias en nuestra maleta. “Los de cruz son los que más se ocupan”, dice Salinas. “Yo evito usar de paleta, porque el destornillador se desliza y puede producir accidentes. Al menos a mí me ha pasado”. Está comprobado que en los tornillos de cruz uno puede ejercer más fuerza de torsión con menos esfuerzo físico.

Para lo que también sirve el destornillador de paleta es para hacer palanca y abrir, por ejemplo, tarros de pintura o de pegamento. “Es como una espátula chica”, lo describe el creador de Mecanoman.

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Por otro lado, con el aumento de los aparatos electrónicos domésticos también es muy útil tener un destornillador de precisión. “Son súper necesarios si uno se las quiere dar de electricista o de electrónico, cambiar una pila, revisar una batería o limpiar algún dispositivo. Para eso son clave”, dice el ingeniero mecánico.

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“Sirve más de lo que uno cree”, piensa Felipe Salinas. “Primero, si uno va a comprar cortinas, repisas o casi cualquier mueble, es muy importante medir antes el espacio —como también lo que se va a comprar— para ver si cabrán o no. Lo mismo si se van a instalar cerámicas, piso flotante, baldozas o lo que sea”.

Al momento de instalar algo, como un cuadro o un perchero, la huincha sirve para asegurarse de que quede en el lugar preciso. Por último, funciona también para medirse uno mismo, algo que hay que hacer antes de comprarse ropa por internet.

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“No necesita mucha explicación”, dice Salinas sobre el alicate, una herramienta que no se queda solo en corte o apriete de cables y alambres. “Para cualquier cosa que necesite fuerza bruta, como sacar un tarugo de la pared, doblar un clavo o un pedazo de metal o plástico, o muchas más. Lo ideal es que venga con un cortador de cables y alambre entre sus puntas”.

Aunque vivamos cien años, no nos alcanzarán los días para conocer todas las posibilidades y funciones de un alicate. Es una herramienta simple, algo fea, pero que te salvará para más cosas de las que puedes imaginar.

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Hay una llave inglesa —aunque algunos le dicen francesa— para cada medida, y que sirven para apretar desde pequeñas tuerquitas hasta grandes conexiones. “Pero no hace falta tener todo el set infinito de llaves”, dice Felipe Salinas. “Con una llave ajustable, a la que le puedes regular su amplitud, tienes para apretar un montón de aplicaciones”.

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Está pensada, como lo dice su nombre, para aislar conexiones eléctricas que puedan quedar a la vista o en la superficie, y evitar que les entre suciedad o humedad. Pero una cinta aisladora no sirve solo para eso, aunque ya es bastante: “para parchar cualquier cable agrietado —principalmente cargadores de celular o computadores—, para unir conexiones de audio o resolver problemas de todo tipo”, cuenta Salinas.

¿Por ejemplo? Una cortina roller cuyo sistema de rotación se rodó y ya no queda fija a la altura deseada: aunque lo mejor sería arreglarla, ponerle cinta aisladora como tope, justo donde uno quiere que se cierre, puede ser una solución momentánea.

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Cuando se necesita cortar un cartón, un embalaje, una tela, una cuerda o un plástico duro, no conviene usar tu delicado cuchillo de cocina: su filo se estropeará, su hoja se puede doblar y no te servirá ni para resolver ese problema ahora ni para picar cebolla después.

“Un cuchillo cartonero —o tip top, como se les sigue diciendo en algunas partes de Chile— va a ser siempre de mucha ayuda”, dice el hombre de Mecanoman. “Tiene muchos usos: puedes hacer pequeños hoyos con su punta o cortes profundos con su filo, y su hoja se puede ir renovando a medida que se gastan. Al ser retráctil, además, es seguro de manejar y guardar”.

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Por último, Felipe Salinas recomienda tener una navaja multiherramienta. Aunque muchas de las funciones que traen ya están cubiertas por los utensilios nombrados antes, su portabilidad y facilidad de uso permiten salir rápidamente de apuros sin tener que ir al maletín a buscar la herramienta específica.

“La navaja suiza trae todo eso que uno necesita”, dice. “Su tijera, por ejemplo, es pequeña pero súper buena, me sirve mucho para pelar cables. Condensa muchas cosas en una sola, tenerla a mano te ahorra tiempo, más aún si lo que buscas es arreglar algo puntual”.

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Eso debería ser suficiente para resolver el 90% de los problemas domésticos. Ahora, si no se quiere depender de nadie cuando llegue el momento de hacer cualquier instalación doméstica, Salinas aconseja también tener un taladro percutor. Para más información sobre ellos, puedes consultar nuestro artículo sobre taladros.