No es ningún secreto: el Día de la Niñez —que el 2023 se celebra este domingo 6 de agosto— es una estupenda excusa para generar un intercambio lúdico entre padres e hijos a partir de un juego, juguete o lo que nos convoca: un videojuego. Porque hace tiempo que las consolas dejaron de ser un aparato generacional, enfocado solo en la infancia, para convertirse en un espacio de encuentro entre distintas edades, capaz incluso de reunir a un padre o madre con sus hijos y de hacerlos compartir códigos y narrativas.
Antes, en las grandes tiendas, los videojuegos estaban ubicados en la sección “juguetes” o “niños”. Pero hoy, y desde hace varias décadas, los adultos juegan activamente a los videojuegos, y saben que hay pocas actividades más alegres y satisfactorias que compartir un título, ojalá en el mismo sillón, en especial si es con tu hijo o hija.
Los beneficios de que los videojuegos sean una dinámica familiar son vastos: desde funcionar como un gran punto de partida para establecer nuevas vías de comunicación, hasta también fomentar la estrategia y el trabajo en equipo. Gracias que se ven concentradas en los juegos cooperativos, aquellos que deben ser jugados entre dos o más personas para conseguir los objetivos.
Previo a la masificación de internet y los juegos en línea, era un estándar que se compartieran dos controles en la misma habitación. Hoy, lamentablemente, el concepto se ha visto relegado a una especie de subgénero, eclipsado por el negocio y los atractivos de las dinámicas online. Personalmente, considero que jugar de a dos, una persona al lado de la otra, es una de las formas más perfectas y donde más provecho se le puede sacar a un videojuego.
Lo he vuelto a comprobar con mi hijo, que hoy tiene cinco años. Él, por mi trabajo como crítico de tecnología, ha crecido viendo una y mil pantallas, muchas de ellas con videojuegos. La curiosidad y las ganas de participar fueron inevitables, y más temprano que tarde supo manejar un control con sus manos. Para mí, como padre que además trabaja con videojuegos, contar con un player two ha sido de las experiencias más satisfactorias que un padre podría desear. Y la que viene es una lista con algunas de las aventuras que mejores ratos nos han hecho pasar durante el último tiempo.
It Takes Two (Hazelight Studios / Electronic Arts)
No hay otro juego que tenga más méritos para estar en el primer lugar de la lista. Además, ha sido el primer título que he terminado por completo junto a mi hijo, tras meses y meses de experimentación. Fue aquí donde un niño de apenas cinco años logró entender, jugando al lado de su padre, el verdadero sentido del trabajo en equipo. Y las conversaciones y dinámicas que se generaron en torno a eso resultaron ser una verdadera maravilla.
Para qué decir lo que significó compartir la emoción de llegar al final de una etapa o de derrotar a un boss. Son cosas que perdurarán en la memoria —¡al menos en la mía!— y que quedarán en ese exclusivo cajón de las experiencias entre padre e hijo.
Si It Takes Two logra todo eso es porque tiene un concepto realmente único: fue pensado como una aventura estrictamente cooperativa, donde para avanzar es necesario e ineludible que dos personas agarren cada una un control y se sienten frente a la pantalla dividida.
¿La historia? Una pareja, que ya se lleva muy mal, está a punto de divorciarse, mientras su pequeña y triste hija juega con unos muñequitos de sus papás, imaginando en su mundo de fantasía que ellos consiguen reconciliarse. Mágicamente, en medio de su crisis y por deseo de la niña, los padres pasan a encarnar a estos muñecos, y entonces el juego arranca: para volver a ser humanos y ver nuevamente a su hija, la pareja debe enfrentarse a múltiples desafíos, que citan a distintos géneros —intercalados de divertidísimos minijuegos—, por todos los rincones de la casa, hasta reencontrarse con ella.
Como juego cooperativo, es perfecto en todo lo que se propone: desde el humor y los diálogos de los padres, hasta los fascinantes escenarios y mecánicas que propone la historia. Cada personaje tiene sus habilidades, pero ninguna sirve por sí sola: solo en conjunto, perfectamente complementados, podrán llegar al final de este emocionante recorrido. Un juego que todas las familias del mundo deberían jugar alguna vez.
Disponible para PS4, PS5, Xbox One, X/S, Windows y Nintendo Switch.
Sackboy: A Big Adventure (Sony Interactive Entertainment)
En una veta similar a la anterior —aunque menos potentes narrativamente— están los múltiples y creativos juegos de la saga Little Big Planet. Creada exclusivamente para PlayStation, este es un tremendo y adorable juego de aventuras y exploración colaborativa, que se desarrolla en un encantador y colorido mundo donde los protagonistas son unos adorables muñequitos de lana. Lo anterior se complementa con humor, muchísima libertad y un montón de plataformas que son un gusto experimentar.
En esta ocasión, Sackboy, nuestro héroe de tela, debe embarcarse en una nueva misión que incluye a todos los elementos clásicos de la franquicia. Eso lo hace ser uno de los mejores títulos cooperativos disponibles para PlayStation, que ahora, además, se ha ido abriendo al mundo de los PC.
Disponible para PlayStation 4 y 5 y Windows.
Lego Star Wars: The Skywalker Saga (Traveller’s Tales / Warner Bros. Games)
Hemos recomendado antes los títulos de Lego Star Wars y nos perdonarán la insistencia, pero no solo son pura entretención cooperativa, capaz de mezclar exploración, humor, aventuras, puzles y combate, sino que además son un puente perfecto para establecer paralelos y conexiones culturales entre las películas y el universo creado por George Lucas y estos omnipresentes juguetes de construcción.
La saga de videojuegos Lego basada en el universo de Star Wars es numerosa —lleva más de 15 años— y está disponible en distintas generaciones de consolas. Probablemente, todas son igual de buenas, pero The Skywalker Saga es su último capítulo, cuya gracia es que reúne narrativamente las tres trilogías, siempre desde el punto de vista de la dinastía Skywalker. Lleno de chistes y sorpresas, estos juegos son un must para cualquier gustoso de la cultura pop. Y en términos cooperativos, es de lo mejor que hay.
Disponible para PC, Mac, Nintendo Switch, PlayStation 4 y 5, Xbox One y Series X/S.
Indiana Jones: The Pinball Adventure (Zen Studios)
Para variar un poco las cosas, y aprovechando el estreno del último capítulo de la saga de Harrison Ford, proponemos el flipper de Indiana Jones: una excelente alternativa para cambiar el formato y volver a juegos más tradicionales.
Aunque no se acerca a la experiencia presencial —y muy física— de estar frente a un flipper de verdad, este título consigue ser excitante y llamativo, además de ser un buen pretexto para conversar sobre “historia”, tanto cinematográfica como de los videojuegos.
Indiana Jones: The Pinball Adventure es el último título en una colección llamada Pinball FX, que tiene varias colecciones de flippers temáticos, tanto réplicas de máquinas verdaderas como otras especialmente hechas para el mundo digital.
Esta réplica digital de Indiana Jones se basa en el flipper original, fabricado por Williams Electronics en 1993, y que temáticamente rescata las primeras tres películas de la saga. Lleno de rampas, vueltas, pasadizos secretos y una multibola con seis esferas simultáneas, es acaso uno de los mejores y más entretenidos flippers jamás construidos. Una delicia llena de encantos y recovecos que es ideal para compartir.
Disponible para Xbox X/S, PlayStation 4 y 5, Nintendo Switch, Windows, Android y iOS, bajo el nombre de Williams Pinball.
Goat Simulator 3 (Coffee Stain)
El nivel de locura compartida en este (aparentemente) inocente juego de exploración, caos y destrucción, pocas veces se visto de manera tan surrealista en un videojuego. El concepto es muy sencillo: se trata de personificar a una cabra y realizar las dementes acrobacias que el juego va exigiendo para avanzar en sus distintos escenarios. Pero más allá de esos objetivos, el título está diseñado para que pueda ser jugado —y disfrutado— de la manera más libre, loca y creativa posible.
Su primera versión es hoy ya un clásico de la cultura pop, y esta segunda parte (llamada Goat Simulator 3 como chiste, ya que el segundo volumen nunca existió), fue lanzada el año pasado. Se mejoró la parte gráfica y las dinámicas e interacciones entre los elementos de la ciudad, con más actividades, desafíos y locuras. Ambos son igualmente buenos, pero mantienen la idea original: volverse locos y desatar el caos en familia. Nadie pensó que convertirse en cabra y sembrar el desorden por la ciudad podía llegar a ser tan cómico y catártico.
Disponible para Xbox X/S, PlayStation 4 y 5, Nintendo Switch, Windows, Android y iOS.
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 1 de agosto de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.