Los dispositivos móviles son el área que más le entrega dividendos a la ya muy lucrativa industria de videojuegos. Asumiendo más de un 40 por ciento del consumo total anual, los títulos mobile —para teléfonos celulares, tablets y otros dispositivos— están teniendo un resurgimiento de la mano de la nube y las posibilidades 5G. Nuevos sistemas, como el Steam Deck o la recientemente anunciada consola ROG de Asus, prometen tiempos brillantes para jugar en movimiento. Pero hoy por hoy, las arenas más populares son los teléfonos.

En teoría, un buen teléfono —es decir, con prestaciones de gama alta— debería ser suficiente para poder jugar cualquier cosa. Al menos en términos técnicos: su procesador, su memoria y su pantalla, entre otras características, tendría que ser capaz de soportar o correr cualquier título disponible en tiendas virtuales.

Un gamer sabe que aunque eso está bien, al mismo tiempo no es suficiente: además de todo eso, es necesario contar con una buena tasa de refresco, un eficiente sistema de ventilación y/o enfriamiento, botones dedicados, luces RGB y un sinfín de pequeños detalles, además del diseño del aparato, que por supuesto debe ser ad hoc.

Ahora, convengamos que esta es la parte alta del mercado. Un smartphone de gama media debería ser capaz hoy en día de correr sin problemas gran parte de los títulos disponibles en Android, principalmente. Pero quienes jugamos sabemos de los horrores que significa darse cuenta de que la batería está por apagarse, que las imágenes comienzan a parpadear o, peor, a congelarse. Para qué hablar cuando el aparato comienza rápidamente a sobrecalentarse. La sensación puede llegar a ser muy estresante, especialmente si uno es asiduo a partidas en línea o a juegos multijugador.

En esencia, lo que hay que tener principalmente en consideración a la hora de adquirir un smartphone que pueda ser dedicado a largas horas de juego es el procesador. Hablamos del músculo del teléfono, fundamental para que el juego corra como sus creadores lo diseñaron: sin sobresaltos, sin que chupe (tanta) batería y, por cierto, sin recalentarse.

Luego, tenemos el tamaño de la pantalla, su resolución y su tasa de refresco (mínimo, 120 Hz). También la disipación térmica o la posibilidad de enfriamiento, la batería —idealmente de 5.000 mAh— y ojalá la mayor capacidad de almacenamiento posible (para guardar muchos juegos, claro está). En el caso de la siguiente lista, todos cumplen con esas características y mucho más.

1. Nubia RedMagic 8 Pro

Considerando los últimos lanzamientos de grandes como Samsung o Apple, el RedMagic 8 Pro sigue siendo el celular gamer más poderoso del mundo a la fecha. No lo digo yo sino el prestigioso ranking Antutu, que mide performance y rendimiento a partir de sus principales componentes. Lo siguen buques insignia como el Xiaomi 13 Pro, el Vivo X90 Pro+ (ninguno aún disponible en Chile) y el Galaxy S23 Ultra de Samsung.

Pero el último modelo de la submarca gamer del gigante chino Nubia es el que lejos más destaca: no solo por sus interiores de última generación sino también por su atrevido diseño sci-fi y su novedosa propuesta, que se aleja de la mayoría de los smartphones hoy en vitrinas.

Repasemos: el RedMagic 8 Pro cuenta con un procesador Snapdragon 8 Gen 2, lo más avanzado que hay. Puede llegar hasta los 16 GB de memoria, lo que incluso puede sonar a “too much”, aunque en estos casos la memoria jamás sobra. La pantalla es tremenda —AMOLED de 6.8 pulgadas (2.480 x 1.116 píxeles)—, y la batería es una bestia, ya que tiene dos celdas de 3.000 mAh, lo que suma un total de 6.000 mAh, acaso el celular con la mejor autonomía del momento.

A eso sumémosle un diseño novedoso y futurista, un muy buen sistema de refrigeración (que de paso incluye un mini ventilador), iluminación RGB, botones dedicados y quizás lo mejor de todo: un botón que transforma el celular en una consola, dirigiendo todos los recursos hacia la experiencia gamer. Una desconocida maravilla. Hoy, no hay mejor smartphone para videojuegos que el RedMagic 8 Pro.

Nuestra reseña del RedMagic 8 Pro acá.


2. iPhone 14 Pro Max

Por defecto, los iPhone son muy buenos terminales para disfrutar videojuegos sin problemas. Los elementos y componentes de cada una de sus distintas iteraciones han permitido siempre un gran desempeño a la hora de jugar. Lógicamente, mientras más nuevo sea el modelo, mejor será la experiencia y menor la posibilidad de que ocurran saltos durante el juego. Pero igual: con el iPhone nos iremos a la segura en este apartado.

Por lo mismo, la experiencia de juego que brinda el modelo tope de línea de la manzana, el iPhone 14 Pro Max, es indiscutible y muy poderosa. Desde la claridad y brillo de su gran pantalla, hasta el aguante de altas temperaturas y un muy buen rendimiento, esta será sin duda una gran opción, en especial para usuarios de Apple. Y la más cara, también.

El modelo Pro —que no lleva el sufijo Max— también es recomendable, pero nos quedamos con el Pro Max por el inmejorable tamaño de su pantalla OLED (6,7 pulgadas), su espacioso almacenamiento (hasta 1TB) y por el gran rendimiento de su batería, cosa poco común en un iPhone.

Nuestra reseña del iPhone 14 Pro Max acá.


3. Samsung Galaxy S23 Ultra

La actual joya de la corona de Samsung, que sin duda es uno de los teléfonos más atractivos y potentes del mercado, también aporta una experiencia absolutamente premium a la hora de jugar videojuegos. Samsung lo sabe y sus teléfonos siempre van a tener detalles que hagan que la experiencia de jugar sea más agradable. Pero si apuntamos a lo más alto, la versión Ultra de la familia Galaxy es la que lejos más beneficios entrega.

Además de contar con un procesador Snapdragon 8 Gen 2, construido por Qualcomm especialmente para Samsung (lo que se traduce en un pequeño overclocking del mismo, es decir, aún más potencia), tenemos 12GB de memoria RAM y una súper pantalla AMOLED de 6,8 pulgadas (3088 x 1440), probablemente la mejor de esta lista junto con la del iPhone Pro Max. A eso se suma una contundente batería de 5.000 mAh y un almacenamiento que también puede llegar hasta 1TB. La visualización y la fluidez de los juegos, además de que casi no se recalienta, hacen del Galaxy S23 Ultra una apuesta más que segura.

Nuestra reseña del Samsung Galaxy S23 Ultra acá.


4. Xiaomi 12T Pro

Uno de los últimos modelos lanzados por el gigante chino también goza de extraordinarias prestaciones para la experiencia de videojuegos, con la ventaja de presentar un precio mucho más atractivo. Hace algunos meses comentábamos que el Xiaomi 12T Pro es quizás una de las mejor consigue este dulce equilibrio entre valor y calidad, porque sus opciones en términos de poderío y rendimiento (y hasta cámara, con una de 200MP) se envuelven en un diseño más bien clásico, que no destila mucho ni dice que es un smartphone gamer, aunque los resultados de uso no se demoran en aparecer.

Cuenta con una pantalla CrystalRes AMOLED de 6.67 pulgadas con 120 Hz de tasa de refresco, un procesador Snapdragon 8+ Gen 1 —más que suficiente para llevarse a cuestas todo el poder de procesamiento demandado por juegos de alto calibre— y además de una amplia batería de 5.000 mAh, posee un cargador ultra rápido de 120W, lo que garantiza la carga completa del aparato en menos de 20 minutos. Ideal para no quedar sin jugo durante esas partidas de largo aliento.

Cuenta con la cámara de vapor más grande de un aparato de Xiaomi, lo que para efectos de refrigeración sin duda que es una gran característica. Pero, finalmente, es su precio lo que de seguro sellará la compra.

Nuestra reseña del Xiaomi 12T Pro acá.


5. POCO F4 GT

No podemos cerrar esta lista con el que hasta el año pasado elegimos como mejor smartphone para videojuegos del 2022. Nos referimos al POCO F4 GT, lanzado hace algo menos de un año, y que fue toda una sorpresa en nuestro mercado. ¿Por qué tanto? Es que esta submarca de nicho de Xiaomi usualmente no llama mucho la atención, aunque este modelo ha sido la gran excepción a la regla. De hecho, en prestaciones y dimensiones, es algo parecido al Xiaomi 12T Pro, con la diferencia de que aquí sí se nota un diseño con cariño y pensando en la audiencia gamer.

Tenemos una pantalla AMOLED de 6,7 pulgadas, procesador Snapdragon 8 Gen 1, 12GB de memoria RAM, 256GB de almacenamiento, batería de 4.700 mAh —pero cargador de 120 W ultra rápido— y un muy bonito y sofisticado diseño. La gracia de este terminal es que fue el único de su especie. Y si consideramos los modelos dedicados específicamente a esta actividad, es de los pocos que hay disponibles en nuestro país. Así, a pesar de que ya lleva casi un año en el mercado, sigue siendo una tremenda alternativa, seguramente una de las mejores. Además viene con audífonos análogos.

Nuestra reseña del POCO F4 GT acá.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 11 de abril de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.