Los mejores regalos para amantes del cine

Que si el cine es arte —como sugerió Ricciotto Canudo en su manifiesto de 1911— o artesanía —como contrapuso Luchino Visconti—, si está en decadencia – como apuntó Godard y más recientemente Scorsese— o más vivo que nunca: esas son cuestiones anecdóticas para el público general. Pero para una persona cinéfila, que pasa buena parte de su semana viendo y reviendo películas como quien intenta resolver un acertijo, claramente son preguntas existenciales.

¿Entretenimiento? Sí, ver cine es divertido, pero también puede ser bastante perturbador e inquietante —si la función está enfocada en un Cronenberg, un Haneke o un Lanthimos— o una experiencia muy poética si de fondo hay un título de Varda, Pajaranov o Kurosawa. Si conoces a alguien que esté tan fascinado por el cine – o ese alguien eres tú–, y no sabes qué regalarle en esta Navidad, acá te echamos una mano con algunas ideas.

Lo esencial. No hay mejor regalo para un cinéfilo que una buena película. Y vaya que hay opciones. Pero aunque ahora estén al alcance de un link, el alma coleccionista sigue valorando el objeto, la pieza física que, por lo demás, suele incluir un arte, créditos y un montón de detalles que probablemente otros ojos pasarán de largo. Acá van algunas sugerencias.

Provocador, intransigente, original. Difícilmente no se incluyan estos calificativos cuando se habla de Michael Haneke, un cineasta brillante que transforma la cotidianidad moderna en un latón vacío, hueco y que, para peor, si lo agarras mal, te corta la mano completa. Y por perturbador que parezca, no deja de tener una oscura gracia. En esta colección se reúnen sus tres primeros largometrajes: El séptimo continente, El vídeo de Benny y 71 fragmentos de una cronología del azar, los cuales se unen en la descripción de una sociedad tan fría como burocrática, donde las relaciones humanas se diluyen en un profundo malestar colectivo.

Y como si las películas no fueran suficientes, se incluye material con entrevistas a actores y un documental acerca de la carrera de Haneke, entre otras joyas (como un ensayo del novelista John Wray).

¿Cuántos detalles icónicos dejó Stanley Kubrick en su paso por la Tierra (1928-1999)? Detalles, porque hablar de escenas, como la de “Here’s Johnny!”, en el Resplandor, o la terapia de rehabilitación en la Naranja Mecánica, es dejar afuera la relevancia de la música, como el uso de “Así Habló Zaratustra” de Richard Strauss en 2001: Odisea del Espacio, o el tan replicado vestuario de los drugos (un clásico de las fiesta de disfraces). En fin, buena parte de la imprescindible obra de Kubrick se puede disfrutar en esta colección en formato Blu-ray: además de las películas mencionadas, están Lolita (1962), Barry Lyndon (1975), Full Metal Jacket (1987), y Ojos Bien Cerrados (1999).

De una a lo grande. Nada como tener una sala de cine en casa para disfrutar en soledad o en compañía del séptimo arte. Y un elemento que no puede faltar en ese equipamiento es el proyector. Si bien son dispositivos caros, en los últimos años han salido modelos precisos para tener en espacios reducidos, como los de una casa o departamento, y que ofrecen una muy buena calidad de imagen.

Es el caso de este proyector LED portátil de 360º, que ofrece una imagen de hasta 1080 píxeles y un tamaño de proyección entre 40 y 250 pulgadas. 15 mil lúmenes de brillo y una relación de contraste de 3 mil a 1. Ideal para instalar a un par de metros de una pared blanca y lisa. Incluye un parlante integrado, aunque probablemente sea mejor añadirle uno externo por cable, porque no cuenta con Bluetooth, aunque esto asegura que no haya latencia de por medio.

El cine es un arte y del arte se escribe. Desde una posición enciclopédica al ensayo, pasando por entrevistas, biografías y crónicas acerca de directores, actores y actrices, películas o, incluso, escenas específicas. Todo lo que ocurre y se relaciona con el cine da para un libro. Sus amantes lo saben y, seguramente, lo aprecian.

Un libro que busca explicar cómo es que el cine se convirtió en el medio —y la industria— que es hoy. “La creatividad es el motor”, asegura Cousins, cineasta y escritor norirlandés, que en Historia del cine reúne comentarios sobre personalidades, datos referentes a avances tecnológicos y cambios en la producción, además de apasionadas descripciones de las escenas más innovadoras de las propias películas. Con un lenguaje ameno, como el de una charla de bar, pero con una interesante carga de teoría, Cousins devela las influencias que trazan genealogías entre los cineastas y cómo es que el contexto influye en cada una de sus piezas.

Uno de los directores más controvertidos y directores del cine: “Tenemos que articularnos a nosotros mismos, porque de otra forma seríamos vacas en el campo”, dijo en su momento Herzog, para explicar por qué hace lo que hace y cómo lo hace – inolvidable es la pesadilla de producción que dio vida a un film único como Aguirre: La ira de dios. Este libro reúne los escritos personales del cineasta alemán durante la época de grabación de Fitzcarraldo (1982), protagonizada por ese actorazo desbocado que resultó ser Klaus Kinski. Uno de los clásicos de Herzog y del cine del siglo XX.

“Estos textos no son un informe de filmación –apenas si se la menciona–, y diarios son sólo en el sentido más amplio: son otra cosa, más bien paisajes interiores, nacidos del delirio de la jungla. Pero tampoco de eso estoy seguro”, introduce el propio Herzog.

Será un nicho que describe a un tipo de cinéfilo. Pero el coleccionismo de figuritas de acción ha crecido indudablemente. La evidencia más evidente es la popularidad de los juguetes Funko Pop, pero basta mirar un poquito más arriba de estos para notar que la variedad es infinita.

Cuando Alien, el octavo pasajero hizo su primera aparición, en 1979, simbolizada en esa inolvidable escena en que el alienígena erupciona desde el estómago de John Hurt, se transformó en un clásico instantáneo del floreciente cine sci-fi. De ahí el valor de esta figura de Ellen Ripley, la protagonista de la saga de Ridley Scott, interpretada por Sigourney Weaver, diseñada por Super 7, una de las marcas más cotizadas en el mercado de los juguetes coleccionables.

Y si de estrellas se trata, el legendario escritor, productor y editor de cómics, Stan Lee, terminó su vida en lo más alto: idolatrado, querido, y siendo un experto en cameos en películas de superhéroes Marvel. Y en esta reaction figure, aparece gesticulando como uno de sus personajes al que, personalmente, más quiso: Spiderman. Para esos cinéfilos que disfrutan con las interminables sagas de superhéroes.

No es que una buena película necesite, casi como prerrequisito, de un buen soundtrack. De lo contrario, habría que dejar de lado a todo cine mudo y eso sería un error garrafal. Pero cuando a una buena película se suma un buen soundtrack, lo que ocurre es mágico. Y de que hay clásicos musicales surgidos desde el cine, los hay.

En honor a un compositor único, que se reconoce particularmente por su trabajo con David Lynch —aunque hubo mucho más— y por ese tema que funcionó como un reflejo espiritual de Twin Peaks. Angelo Badalamenti, quien falleció esta semana a los 85 años, tenía una sensibilidad particular y en el soundtrack de Terciopelo Azul (1986) queda esa reverberación. Jazz, soul, un aire cincuentero y una gran cuota de humor. ¡Y en vinilo!

De esas películas y soundtracks que sacan lágrimas. Mi vecino, Totoro (1988) es una de las tantas gemas de Studio Ghibli que conmueven a niñas, niños y a quienes ya no lo son tanto, al menos biológicamente. Y su música, a cargo del compositor Joe Hisaishi, no se queda atrás en la capacidad de transmitir emoción y una mirada parsimoniosa y contemplativa, tan propia de la esencia japonesa y su singular relación con la naturaleza. Otro gran regalo y, también, en vinilo.

¿Alguna vez soñaste —siquiera— con tener el guión de tu película favorita entre tus manos? Bueno, quizá esto sea lo más cercano que puedas estar de ello. No será el original, pero si se pone algo de voluntad, podría perfectamente serlo. Un grupo de cinéfilas y cinéfilos locales, conocidos como Películas de Papel, tuvieron la brillante idea de hacer réplicas de los guiones de películas y series: vienen en su idioma original —por lo general, en inglés— y, en su portada, incluyen las firmas digitalizadas de sus protagonistas y directores. Son más de 350 títulos que puedes encontrar y que puedes recibir en un papel de alta calidad, acorde a la reliquia que emulan. Por ejemplo, el de la mítica Trainspotting, con las rúbricas del director Danny Boyle, el protagonista Ewan McGregor y varios más.

Mucha variedad hay de plataformas de streaming de películas y series. Pero al menos en Chile, solo una hace una curatoría específica de clásicos y películas de autor, con una continua renovación de la cartelera y especiales de directores, festivales y géneros. Es Mubi, el servicio creado, entre otros, por Martin Scorsese, donde además puedes participar de su comunidad, valorar cada título y profundizar tus conocimientos cinéfilos en su blog, donde hay entrevistas, críticas y noticias. Es, en definitiva, lo más cercano a tener un Criterion Collection por estas latitudes. Puedes regalar una membresía anual por 36.000 pesos. Y si eres estudiante, puedes suscribirte por 3 mil pesos mensuales.

*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 14 de diciembre de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.