Cómo elegir la mejor mochila para el colegio (y la espalda de tus hijos)
La vuelta a clases conlleva acarrear todos los días libros y cuadernos entre el colegio y la casa. ¿Cuánto peso puede llevar en su espalda un niño? ¿Cómo elegir el bolso correcto? Acá las respuestas.
Elegir una mochila para un hijo o hija puede ser complicado. A veces ellos nos ganan la batalla y predomina su gusto en vez de otras características más relevantes, como el precio, la calidad de los materiales y un diseño seguro para sus espaldas. Porque una mochila escolar adecuada puede ayudarlos, tanto a niños como adolescentes, a mantener una postura saludable y sentirse más cómodos en sus trayectos entre el colegio y la casa.
Suele ocurrir que uno se enternece cuando ve a niños pequeños con bolsos gigantes a cuestas, casi del porte de ellos. Sin embargo, detrás de esa dulce imagen se esconde un gran problema. ¿Por qué es tan importante cuidar las espaldas de los más chicos?
Andrés Lisoni, cirujano traumatológico experto en columna de la Clínica Alemana, nos da la respuesta: “los niños están en crecimiento. Y así como crece todo el cuerpo, la columna lo hace particularmente, por lo tanto hay que cuidarlas para evitar futuros problemas”.
Entonces, ¿en qué debemos fijarnos al momento de comprar una? Realizamos una lista de consejos para tener en cuenta al momento de elegir.
1. El porte correcto
El ancho de una mochila debe ser relativamente proporcional al ancho de la persona que la usa. Por eso, un niño pequeño jamás debe optar por una mochila de tamaño adulto. Por más que queramos que les dure unos buenos años, que usen productos más grandes que su espalda no es la decisión correcta.
Además, la altura de la mochila debe extenderse desde aproximadamente 5 o 6 cm por debajo de los omóplatos hasta el nivel de la cintura, o unos 5 cms por encima de ella, como sugiere la Academia de Cirujanos Ortopédicos de Estados Unidos. Si cuelga muy por debajo de la cintura, mayor será el peso que deberán soportar los hombros, lo que se puede traducir en dolor, lesiones y una mala postura. Lo mismo aconseja el Ministerio de Salud de Israel en un artículo dedicado a los bolsos escolares: “una mochila debe ser del largo de la espalda del usuario, nunca más”.
2. El peso correcto: la regla del 15%
Hay que tener en cuenta, dice Lisoni, que el peso de una mochila no debe superar el 15% del peso corporal de quien la carga. Es decir, si un niño o niña pesa 30 kg, entonces hay que precouparse de que no lleve más de 4,5 kg en su espalda. Acarrear diariamente una carga superior a esa puede serle muy perjudicial y no solo en el caso de los más chicos. Las consecuencias son dolor de espalda, de cuello y de hombros.
Además, hay que tener en cuenta cómo debe repartirse el peso. Los expertos aseguran que la mayor carga —que suelen ser los libros y cuadernos— debe estar concentrada en la zona de la espalda, pero nunca toda abajo en la zona de la pelvis.
3. Buenas correas: firmes, anchas, acolchadas y que se puedan ajustar
Las correas de la mochila deben ser “anchas para el apoyo de los hombros”, recomienda Lisoni. “Cuando son delgadas aprietan mucho, y en la zona de los hombros hay algunos nervios importantes. Si se genera mucha presión ahí, podría incluso generar un problema neurológico que provoque problemas motores en las extremidades”, añade.
También es esencial que los tirantes sean acolchados, tanto para ofrecer más comodidad como para proteger los hombros de una presión excesiva.
También hay que asegurarse de que los niños y niñas usen las dos correas de la mochila. Aunque se vea más cool con una sola, o se sienta más ligero, la realidad es que un hombro se llevará todo el peso y eso puede derivar en dolores lumbares agudos o incluso en espasmos musculares.
4. Amarre delantero
Lo óptimo, además de unas correas firmes y anchas, sería comprar esas mochilas que tienen amarre en la cintura o en la zona torácica, dice Andrés Lisoni. El objetivo de ellas es ayudar a distribuir mejor el peso, pero si no se ajustan correctamente no cumplirán su cometido e incluso pueden provocar molestias. La recomendación es probar si estas correas calzan bien en nuestros hijos, que no estén ni muy apretadas ni muy sueltas.
Con estas correas hay que tener presente que:
- Un cinturón de cintura debe envolver y ajustarse al contorno del niño o niña.
- La altura de la correa para el pecho debe adaptarse a la que sea más cómoda para los niños. Muchas mochilas con sistema de ajustes delanteros tienen la posibilidad de adecuar la altura de estos.
5. Bolsillos para distribuir mejor el peso
Además de utilizar ambas correas para los hombros, y asegurarse de que la mochila se asiente a la altura correcta, una buena idea es que la mochila ofrezca bolsillos, ranuras y separadores para ayudar a distribuir uniformemente el peso. Los artículos más pesados deben situarse más cerca de la espalda, en los separadores que suelen ser más amplios. Los artículos más livianos pueden ubicarse más lejos del cuerpo.
Es ideal que tengan bolsillos externos para botellas de agua, como también otros cerrados para artículos de uso rápido, como lápices, monedas, pañuelos, llaves y otros.
6. ¿Rueditas?
Como las mochilas con ruedas no las llevan en la espalda, en ella se acostumbra a acarrear más peso. Es bueno usarlas si el camino al colegio está libre de obstáculos, baches o escaleras, y si la distancia a pie es larga y plana. Sin embargo, hay que considerar que como en este tipo de mochila se suelen llevar más cosas, será más pesada cuando se levanta. Por lo tanto, no es ideal para niños o niñas que deban subir o bajar muchos peldaños para salir de la casa y llegar hasta su sala, ni menos para transportarla por terrenos irregulares, ya que en esos casos su uso puede ser contraproducente.
No olvidar:
- Los niños y niñas nunca deberían colgarse la mochila de un solo hombro. Como decíamos antes, usar solo una correa agrega tensión adicional a ese hombro y puede traer negativas consecuencias.
- Fijarse que el largo esté equilibrado entre ambos tirantes. Si una correa está más corta que la otra, entonces se cargará mayor peso de un lado que del otro. Las correas ajustables son útiles, no solo para una adaptación adecuada sino para una posición correcta. De nuevo: la mochila debe quedar un poco por encima de la cintura y ambas correas deben tener la misma longitud.
- Que sea impermeable para cuidar los útiles escolares de la humedad y las lluvias.
- Que la espalda tenga tejido respirable, especialmente para niños o adolescentes que caminan un buen tramo de la casa al colegio. Eso evitará que el sudor les moleste demasiado y que les cauce problemas en la piel.
- Nunca está de más que las mochilas cuenten con telas reflectantes, en especial si los niños van caminando o en bicicleta al colegio. Para las oscuras mañanas de invierno o si se quedan hasta tarde en talleres o actividades, les dará mayor visibilidad y seguridad en las calles.
Algunas recomendaciones:
Basándonos en los consejos entregados, dejamos a continuación 5 elecciones de mochila que reúnen las condiciones adecuadas para cuidar las espaldas de nuestros hijos.
Mochila Quechua NH100 20 litros
Mochila trekking Aparso Nervion 2 (18 litros)
Mochila Head Prius (23 litros)
Mochila para niños pequeños con poca carga
Mochila Quechua MH100 5 litros
Mini mochila Saxoline Play Berta 9 litros
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 22 de febrero de 2024. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.
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