Cada vez que tenemos cambio de estación, los labios —una de las zonas más sensibles de nuestro cuerpo— lo resienten. En los meses fríos, la boca se suele agrietar, mientras que en tiempos primaverales o veraniegos se deshidrata o se quema al sol con facilidad. En ambos momentos lo que predomina es el ardor, las partiduras y el malestar. Como es mejor prevenir que lamentar, conviene darles un momento de nuestro día para humectarlos y protegerlos ante estas adversidades climáticas.
“La piel de los labios es muy frágil”, dice Lorna Velasquez, dermatóloga estética de Clínica Alemana. En gran parte es así porque estamos hablando de una semi mucosa, un tejido de transición entre la mucosa bucal y la piel de la cara. “La piel de los labios es de condición muy frágil porque no tiene glándulas sebáceas ni sudoríparas, por lo tanto es más fácil que se resequen y se agrieten con más facilidad”, expresa.
“Los labios son muy importantes, tanto en la comunicación, como en la parte sensorial y cuando los usamos, por ejemplo, para dar besos. Es una zona de nuestra piel que por supuesto debemos cuidar”, analiza Andrés Figueroa, dermatólogo de Clínica Dávila. “Y en eso, la lubricación y la fotoprotección son fundamentales”, asegura.
Cambios de temperatura
Tal como lo mencionamos al comienzo, los cambios estacionales son uno de los factores más importantes a considerar en cuanto al cuidado de labios. “Esta zona es más sensible a los cambios de temperatura, tanto cuando pasamos de una estación a otra como cuando hay variaciones en las habitaciones o los espacios, por aires acondicionados o calefacciones”, dice Velasquez.
Cuando la semi mucosa de los labios se ve afectada con estos cambios, se altera su superficie y son más susceptibles a enfermedades, explica la dermatoestética, lo que los hace lucir más deshidratados, agrietados y hasta fisurados.
Un problema común es el herpes labial, que puede aparecer porque los labios están fisurados por estos cambios de aire que hacen reaccionar sus tejidos. “Para evitar patologías en la semi mucosa, es importante mantenerla hidratada y aportar hidratación externa”, apunta.
“El sol también puede desencadenar brotes de herpes simples”, agrega Figueroa, “por lo tanto es muy importante cuidar los labios, especialmente quienes tienen la piel seca”.
Cómo cuidar los labios
Lubricar y protegerlos del sol: esos son los dos grandes objetivos que debemos cumplir a diario, según Figueroa. Para eso, un producto bueno, barato y accesible que recomienda el profesional es la vaselina. Esta ayuda en dos formas: como lubricante, ya que humecta la piel y permite que esta se mantenga en la zona; y como barrera, para que los factores externos o ambientales no la afecten tanto.
La manteca de karité también es otro de sus recomendados para humectar en el día a día. Es un producto natural y relativamente universal, ya que no es accesible en su valor, fácil de conseguir y seguro para la mayoría de las personas.
Bálsamo labial de karité Yves Rocher 4.8 g
Para resguardarse de la radiación solar, necesitas contar con una barra de protector para labios. “Si se va a estar expuesto al sol, es importante usarlo cada dos o tres horas, tal cual como cuando usas un fotoprotector en la piel. Lo ideal es optar por un factor FPS30 o más, aunque si tienes alguna enfermedad de piel, mejor asegurarse con uno FPS50″, aconseja.
“Los protectores solares labiales deben ser de amplio espectro”, dice Velasquez. Esto quiere decir que presenten atributos contra “la radiación ultravioleta, la luz azul y los infrarrojos. A veces, pueden venir con hidratantes para la semi mucosa e incluso antioxidantes”, lo que los hace mucho más completos.
Fotoprotector labial ISDIN FPS 50+ 4 g
La importancia de la protección solar
El sol y la sequedad del ambiente —en especial en Santiago o localidades cercanas a la cordillera— puede ser sinónimo de labios agrietados y mucha sed. Quienes trabajen expuestos al sol deben entender que el cuidado diario de esta zona —como de todo el resto de la piel— es necesario, puesto a que el exceso de radiación solar a largo plazo puede llegar a producir lesiones premalignas en los labios, como la queilitis actínica. Esta es una placa blanquecina descamativa y dura, “como un labio seco que no se regenera y que requiere atención médica”, cuenta Velásquez.
Además, la exposición desprotegida y frecuente a la radiación solar puede generar carcinomas basocelulares, un tipo de cáncer a la piel que afecta principalmente a la cara o las zonas que se enfrentan al sol —como brazos o cuello—, y es el tumor maligno más frecuente en los seres humanos.
Por lo mismo, cuando no tengas protector en barra para los labios, Velasquez sugiere echarse bloqueador solar corporal o facial, siempre con cuidado de no ingerirlo. “Lo único que varía es que tal vez no va a ser muy cómodo, ni tendrá el mejor sabor o no vamos a tener un hidratante específico, pero es muy importante hacerlo”, expresa.
Complementario al protector solar, siempre debes intentar incluir un artículo que te de sombra en la cara, como un sombrero, un jockey, lentes de sol o incluso una sombrilla, y así reducir los riesgos y el impacto al mínimo.
Sombrero de paja H&M
Exfoliantes jamás
“Yo no los conozco y por lo tanto tampoco los recomiendo”, dice Figueroa tajantemente. Los labios, dice, no son una zona del cuerpo que necesite de exfoliación, porque no tienen una capa gruesa de piel que “pueda hacer una hiperqueratosis o que se vuelva muy gruesa, entonces no requieres hacer este proceso ahí. No es como la nariz, donde existen zonas con puntos negros, o como los pómulos o mentón. Dentro de los labios tampoco salen espinillas, así que no solo no es necesario exfoliarse esta zona, sino que además puede ser contraproducente”, detalla.
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 19 de octubre de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.