Hasta ahora, la marca china OPPO, que llegó recién el año pasado a nuestro país, era conocida por sus interesantes celulares, que ofrecen prestaciones y apariencias premium a precios más o menos alcanzables. Pero este 2022 agregarán otros productos a su catálogo, que si bien no son nuevos —muchos de ellos se lanzaron en Europa la temporada pasada—, sí debutarán en las tiendas chilenas durante las próximas semanas.

Se trata de los audífonos inalámbricos OPPO Enco X, su reloj inteligente OPPO Watch y la pulsera inteligente OPPO Band, que tuvimos oportunidad de probar. El mercado de las smartbands se ha vuelto tremendamente competitivo, con multitud de marcas —algunas reconocidas y prestigiosas, otras que ni sus madres conocen y muchas simplemente genéricas— peleándose este nicho —el de personas que usarían un reloj pero no uno muy caro y mejor aún si les da información de su actividad física— que resultó ser más grande de lo pensado.

La OPPO Band aún no está disponible en las grandes tiendas, pero de todas formas es posible conseguirla en algunos e-commerce. Viene en dos modelos: uno llamado Style, que incluye una correa con borde metálico, y otro denominado Sport, que fue el que testeamos, cuyo brazalete es similar al de otras pulseras inteligentes. Después de varios días y noches en nuestra muñeca, explorando todas sus posibilidades, nos pareció que es una smartband muy coqueta, aunque con bastante márgen de mejora. A continuación los detalles.

Especificaciones

  • Tamaño: 40,4 x 17,6 x 11,45 mm
  • Peso: 10,3 gr (sin correa); 25 gr (con correa)
  • Pantalla: AMOLED de 1,1 pulgadas (126 x 294 píxeles)
  • Correa: de poliuretano termoplástico (TPU)
  • Conectividad: Bluetooth 5.0
  • Batería: 100 mAh (dura hasta 12 días según el uso)
  • Resistencia al agua: Sí, 5 ATM
  • Sensores: Frecuencia cardíaca y SPo2 (saturación de oxígeno en la sangre)
  • Modos de deporte: 12 (correr, ciclismo, caminata, elíptica, remo, natación y yoga, entre otros)
  • Compatibilidad: Android e iOS
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Diseño: cómoda y ligera

Dentro del empaque de la OPPO Band viene la pastilla, que es como se le suele llamar al dispositivo, su correa de TPU, el cargador y un par de manuales de uso. La pastilla pesa apenas diez gramos y la correa otros 14, por lo tanto sus menos de 25 gramos apenas se sienten en la muñeca.

Aunque la primera vez cuesta ajustarla un poco —la zona que sobresale no entra tan fácil en los orificios—, ponérsela o sacarla resulta muy sencillo, siendo además mucho más firme que las correas de otras smartbands que hemos probado. Su rango va entre los 130 y los 205 mm, por lo tanto debería caber sin problemas en cualquier muñeca.

Los tres elementos que vienen en la OPPO Band: pastilla, pulsera y su pequeño cargador.

Como la OPPO Band no tiene botones —es completamente touch—, la forma de encenderla es conectándola a su cargador a través de sus dos pines POGO. Pero para esto hay que sacar la pastilla de la correa, ya que que con ella puesta cabe muy a la fuerza en su enchufe. Este procedimiento es engorroso y puede provocar que la correa se pierda, algo que no pasa con la Xiaomi Mi Band, por ejemplo, que se puede dejar cargando sin tener que desacoplar nada.

Donde también se pudo haber sacado más partido es en su pantalla, un magnífico cristal AMOLED, con colores vibrantes, muy buen brillo y un negro profundo. ¿Cuál es el problema? Que sus marcos —las zonas de la pantalla que no se ocupan— son muy amplios, un espacio que pudo ser mejor aprovechado y que se siente al revisar notificaciones del teléfono —como mails o mensajes de WhatsApp—, cuyo texto suele no caber y verse muy pequeño.

En cuanto al diseño visual, las llamadas “esferas”, vienen cuatro opciones por defecto pero muchas otras más dentro de la app —HeyTap Healh—, las que se pueden cargar gratuitamente. Hay casi para todos los gustos, algunas de estética bien oriental y otras más modernas. Están divididas en seis categorías: Salud, Arte, Alegría, Simple, Clásica y Dinámicas, pero además uno puede hacer una original subiendo una foto.

Usabilidad sencilla pero app inestable

Para empezar a usar la OPPO Band primero hay que sincronizarla al teléfono, y para eso hay que descargar antes la app HeyTap Health —disponible en AppStore y Google Play— la cual funcionará como centro de operaciones de la pulsera. En ella se cargarán todas nuestras estadísticas de rendimiento o salud —como los pasos dados al día, las métricas de las rutinas de ejercicio o los datos de frecuencia cardíaca, por ejemplo— y también se podrán hacer algunos ajustes de la smartband.

Es una app muy intuitiva y minimalista, fácil de navegar, pero que, al menos durante nuestra prueba, se cerró sola varias veces, lo que obligaba a reiniciarla. Otro problema es que la pulsera no se conecta sola una vez que uno abre la app, sino que hay que hacerlo manualmente. Para evitar eso, hay que ingresar a los ajustes del teléfono y darle numerosos permisos de uso y privacidad —entre ellos evitar el ahorro de batería— lo que no resulta muy cómodo.

La correa de la OPPO Band es muy cómoda y con un ajuste muy firme, que impide que se salga.

De todas formas, es sencilla de configurar y la OPPO Band también: se navega a través de ella con movimientos del dedo hacia arriba o abajo —para deslizarnos por las apps y menús— y también para los lados —lo que permite cambiar las esferas o, si deslizamos hacia la derecha, volver a la pantalla anterior. Un toque al medio, cuando estamos en la pantalla principal, nos lleva a un panel de información rápida con las calorías que hemos gastado, los pasos dados y la batería que nos queda.

Las apps disponibles son Actividades —que nos muestra el rendimiento físico diario—, Ejercicio —donde podemos elegir entre doce tipos de deportes para que la app nos monitoree con más precisión—, Ritmo cardíaco, SpO2 —que mide el nivel de saturación de oxígeno en la sangre—, Sueño—que da la información de la última noche—, Respire —un ejercicio de relajación para bajar la frecuencia cardíaca—, Clima, Herramientas, Configuración y Mensaje.

En Herramientas están algunas opciones que sirven para utilizar el celular a distancia, como por ejemplo sacar fotos desde la smartband, controlar la música —ambas funcionan muy bien—, o buscar el teléfono si no sabemos dónde está. Y en Mensaje es donde vemos las notificaciones —como llamadas telefónicas, mensajes de WhatsApp o correos— pero no podemos responder a ninguna, algo normal en una pulsera inteligente (esas funciones quedan para los más robustos smartwatches).

Sueño y deporte

El gran atractivo de las smartbands es la información que nos entregan de nosotros mismos, una novedad que hace algunos años era muy difícil de obtener. Saber, por ejemplo, cuántos kilómetros corrimos, a qué velocidad, cómo se comportó nuestra frecuencia cardíaca o qué tan profundo dormimos.

La OPPO Band entrega todos esos datos y de manera precisa. En cuanto al sueño, es difícil saber qué tan exactas son sus métricas, pero al menos en nuestra prueba coincidían bastante con la sensación al despertar. Una vez desperté al medio de la noche, me levanté al baño y la app lo registró como un periodo de vigilia. Lo mejor es que la pulsera no molesta nada al dormir, no se engancha las sábanas y, si uno lo configura en la app, no se enciende a menos que uno la toque.

En cuanto a los deportes, la smartband no cuenta con GPS, por lo tanto depende del celular para poder registrar distancias y rutas. Las métricas que entrega —velocidad, recorrido, calorías y frecuencia cardíaca— son interesantes pero no diferentes a las que dan otros wearables del mercado. Lo bueno es que es sumergible hasta 50 metros bajo el agua, por lo que se puede usar para hacer natación.

Batería: buena duración (pero con uso menos intensivo)

OPPO promete que una carga de batería puede alcanzar hasta 12 días de duración, algo que solo se consigue con un uso mínimo. Si activamos todas las opciones que ofrece la smartband —como medición permanente de frecuencia cardíaca, monitoreo del sueño con saturación de oxígeno incluida, encendido automático de pantalla y conexión permanente al teléfono—, en solo tres días tendremos que volver a enchufarla.

Tampoco es tan terrible: la carga completa se consigue en poco más de una hora, pero eso implica no solo sacarse la pulsera sino que además remover la pastilla de la correa. Ahora, si el uso de ella es intermedio, lo que nos duró a nosotros fue una semana, una cantidad de tiempo que no está nada mal.

Veredicto Práctico

Como primera pulsera, la OPPO Band deja muy buenas impresiones. Es liviana pero robusta al mismo tiempo, con una correa más firme que el común de la competencia, y bastantes funciones para dejar satisfecho a usuarios no tan exigentes. Para deportistas más intensivos, eso sí, sus servicios pueden resultar pocos, y hay smartbands con baterías más duraderas.

Pero por la calidad de su pantalla, la comodidad de su ajuste y la facilidad con la que se utiliza, la conclusión resulta positiva. Es una pulsera que luce bien, que no molesta para dormir y que puede complementar o agilizar el uso del teléfono, como al controlar la cámara y la reproducción de música. Eso sí, le faltó alguna característica especial que le hiciera destacar del resto de la intensa competencia.

Nota: ⭐⭐⭐⭐★

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*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 18 de abril de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.