2001. 17 años. Después de dos intentos frustrados, logré que mi padre me regalara para Navidad lo que tanto anhelaba por esos espinilludos tiempos: una batería. Acaso uno de los instrumentos más llamativos de una formación tradicional de una banda de rock, y que tiene tantos buenos exponentes. Personalmente, a los que yo quería emular eran Ringo Starr, John Bonham y Dave Grohl. Si lo logré o no, es otro cuento.

La instalamos en la pieza del planchado. Era una Maxtone negra, de cuatro piezas, información que en ese entonces para mí era igual a hablar en chino. Además, traía dos atriles para dos platos de la misma marca.

https://www.latercera.com/practico/noticia/aprender-tocar-guitarra/777525/

No lo sabía, pero el kit venía con un bombo, dos toms y un tom de piso.

¿Él tambor? (O caja, como se le suele decir) mi papá no lo compró porque ya tenía uno, también Maxtone, de aluminio, con el que mis vecinos estaban bastante contentos. Lo adquirí ahorrando mesadas, vendiendo mi colación a mis compañeros y un pequeño aporte hecho por mi hermano mayor.

En esos años, lo que se sabía sobre instrumentos era escaso, por lo que la gente solo llegaba y compraba, sin complicarse. En la clase de música te enseñaban flauta (sí, tuve que tocar "Adeste fideles"), con suerte algo de guitarra, y sería todo. ¿Quién sabía de baterías? Nadie. Hoy, ocurre todo lo contrario debido a la sobreabundancia de información en la web y de múltiples posibilidades de tiendas que importan kits. Es un mar que agitado te baña donde hay que saber qué elegir y qué no.

Por eso, como ayuda a todos los padres —como el mío— que quieren regalarle una batería a su regalón o regalona pero que no saben qué hay que considerar, o para ti que buscas en qué gastar tu primer sueldo, en Práctico les entregamos una guía con todo lo que hay que saber para adquirir la primera batería.

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Vamos al Crowne Plaza, ahí encontramos a Emmanuel "Max" Sabio, dueño de la tienda Drumdealer, especializada en baterías y percusión, quien recomienda el paso inicial, la planificación. "Lo primero a evaluar es la relación necesidad v/s presupuesto. Como un set completo incluye muchas piezas por separado es importante partir con un presupuesto fijo que considere todo lo que se necesita para comenzar a tocar".

Sabio cuenta que en su tienda, cuando le ha tocado atender a padres que buscan comprar un kit para sus hijos, siempre recomienda según la edad. "Sobre 12 años un set convencional, por ejemplo, de medidas 10",12",16",22", pero si es un niño de entre 4 y 12 años un set de toms cortos para poder adaptarlos a su altura y que la postura para el aprendizaje sea la correcta y no forzada", cuenta.

Las medidas a las que hace referencia Sabio son las de los toms. Los dos que van junto al bombo suelen ser de 10" y 12", el bombo de 22", y el tom de piso, a un costado de 16". Estas hacen referencia al diámetro y se suelen expresar en pulgadas. Esto, en medidas estándar.

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Meg White.[/caption]

El baterista de sesión y profesor Juan Carlos Raglianti señala que lo ideal para comenzar es adquirir "un kit que tenga las cinco piezas básicas, es decir: bombo, caja y 3 toms".

"Depende mucho para lo que quieras tocar —señala Esteban San Pedro, de Casa Amarilla—. Si quiere algo de rock tiene que ser uno de 22 o más grande, si es jazz, más chico".

Asimismo, recomienda que en el caso de los niños no comprar algo de juguete e ir por un set real. "Si le compra una batería de juguete, el niño va a decir 'esta cuestión no suena, no me gusta'. No se va a motivar. En cambio, si uno le muestra algo mejor, acercándose a lo que ya es una batería real, el niño se va a estimular con buenos sonidos, le va a gustar más el asunto, y puede que se interese más adelante".

En el mercado hay muchas alternativas económicas para comenzar a tocar. Drumdealer ofrece baterías como las Gretsch Energy ($399.000) y las Yamaha Rydeen ($349.000). En Casa Amarilla están la Pearl Road Show ($359.000) o las clásicas Maxtone ($249.000). En Audiomúsica, ofrecen la Tama Stagestar ($241.425).

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Tama Stagestar.[/caption]

Los platillos

Juan Carlos Raglianti señala que a la hora de los platillos, hay que irse por lo esencial. "Es importante que el kit venga con sus 3 platillos básicos: Hi-hat, ride y crash".

¿Deben ser unos platillos caros? Para nada. "En calidad no importa mucho, en medidas es aconsejable al menos tres: Hi-hat, crash y ride para poder estudiar llevando el ritmo tanto en hi-hat como ride y saber agregar el crash", señala "Max" Sabio.

Ahora, ¿cómo elijo los platillos? El profesor de batería Ricardo Ruiz aconseja varias cosas: "Es importante pasarle la mano, primero por los costados, luego, suavemente por encima, así uno descubre si hay alguna impureza o imperfección que a la vista no se ve. Después, eso mismo hay que hacerlo con el agujero donde uno inserta el plato en el atril, ahí de repente sale alguna astilla del metal".

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Baquetas.[/caption]

Usted, no lo haga

Mis primeras baquetas las hice yo mismo con un coligüe. Sí, el mentado DIY. Pese a mi nula habilidad para las técnicas manuales, decidí jugármela. Recogí un palo largo en un paseo al cerro con mi abuelo, lo corté en dos, y luego a cada mitad les di forma de baquetas en las puntas con una lima.

Por supuesto, el resultado fue desastroso: una pesaba un poco más que la otra y terminaron por romperse muy pronto.

Para no cometer el mismo error que yo, hay que ir a una tienda de música para comprar un par de baquetas. Para empezar, cualquier marca estará bien.

Ahora, es importante saber que las baquetas tienen medidas. Se trata de un sistema de numeración que considera el grosor y el largo. Lo más habitual es que encontremos del 2 al 7, yendo de lo más grueso a lo más delgado, respectivamente. Además, se le añaden las letras A o B a cada número, dependiendo del peso (siendo B más pesadas).

¿Cuál medida elegir? "5A, clásico", aconseja Sabio. Por su lado, Raglianti asegura: "Baquetas para un niño de 10 años aproximadamente, modelo 7A o 5A, por el grosor".

Otra cosa importante a saber, es que en su mayoría las baquetas suelen ser fabricadas con madera de hickory (nogal), y algunas marcas tienen líneas de maple (arce), estas últimas son más livianas. Max Sabio recomienda estas para niños.

En las de hickory hay varias opciones, desde los $3.990 (Goodwood, en Audiomúsica) a los $9.000 (Promark, en Drumdealer). En maple, van desde los $7.490 (VicFirth SD1, Audiomúsica) a $9.000 (Promark SD2, Drumdealer).

Raglianti añade una recomendación para los pequeños, las baquetas SD1 Junior, de Vic Firth, "para estudiar técnica de tambor". Pillarlas no es fácil. En Audiomúsica las venden junto con un set de práctica que incluye un pad (una especie de tambor de goma) y un libro de ejercicios por un valor de $27.900.

https://open.spotify.com/playlist/6OuPYPv3y2YKIEievf7Fw6?si=Is9zZ28XRRutQeV1AF7L-w

Sobre el autor:

Periodista de La Tercera y creador de Yakaranda Magazine.