

A finales de los noventa se estrenó una serie que inspiró a muchos pequeños y pequeñas a subirse a una patineta, a un snowboard, a ponerse patines o a andar en scooter. Sí, estamos hablando de Rocket Power, ese escuadrón de niños extremos que tenían un papá viudo con una tienda playera en California. Los porrazos, caídas y chascarros que tenían siempre se mostraban, mostrando una visión relativamente real de lo que significa andar sobre ruedas. Porque más allá de lo entretenido que puede llegar a ser, al comienzo cuesta mucho dominarlo. Lo más difícil suele ser el equilibrio, pero una buena forma de reforzarlo es a través de las cada vez más populares balance boards.
Están en el mercado hace un buen tiempo pero en pandemia agarraron más fuerza, tanto por las restricciones que existían para salir de casa como por las posibilidades de ejercicio que entrega. Si bien muchos se pusieron a practicar su equilibrio con ellas, y así reforzar su técnica en disciplinas como surf, skate y snowboard, otros no tan amigos de los deportes extremos también la usaron en su rutina deportiva o como un elemento de relajo y diversión.
Los equilibristas y trapecistas —y en general todos los artistas circenses— han usado tablas de equilibrio desde tiempos remotos. Pero el auge de los deportes extremos y la necesidad de practicar el balance las volvió implementos más conocidos, que incluso tienen sus propios cultores y especialistas, con trucos y acrobacias especiales.
También conocida como rola bola o tablas indo, normalmente se componen de una tabla —hay distintos tamaños, pero lo común es que tenga entre 70 y 80 cm de largo, como una de skate— y un rodillo cilíndrico, que puede ser también de madera o de PVC. El objetivo es subirse a la tabla —que a su vez está sobre el rodillo— y mantenerse en equilibrio.
“La idea es que la tabla no toque el piso en sus extremos”, explica el kinesiólogo David Salas Barrera. Es decir, hay que balancear el peso corporal entre un lado y el otro para que la tabla permanezca siempre lo más horizontal posible. Se lee como fácil, pero en la práctica resulta bastante desafiante. Para los principiantes, Salas sugiere “tener cerca algo firme en lo que uno se pueda apoyar en caso de que te caigas”.
Salas es también uno de los fundadores de Physiocore, centro de medicina deportiva donde tienen una atención personalizada y basada en la evidencia científica más actual disponible. En él, para la rehabilitación de lesiones o intervenciones médicas, cuentan con tablas de equilibio, ideales para fortalecer musculatura sin provocar mucho impacto en el cuerpo.
Lo que más se ejercita sobre una tabla de equilibrio es:
Estas tablas son un poco más fáciles de utilizar, ya que cuentan con una base semicircular antideslizante. El resultado es una experiencia similar a la de un rodillo, pero con mayor estabilidad y seguridad. Es menos difícil y desafiante, pero es una buena opción para niños y niñas o para quienes buscan algo de menos complejidad.
De todas formas, también sirve para mejorar el equilibrio y la postura, y se usa mucho como herramienta para rehabilitación de lesiones.
Este modelo cuenta con una superficie antideslizante, que la hace perfecto para cualquier tamaño de pie. Tiene 43 centímetros de diámetro, puede ajustarse su altura —entre 5 y 8cm, para distintas dificultades— y solo pesa 1 kilo, por lo que es fácil de transportar.
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 22 de agosto de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.
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