Publicado originalmente el 16 de mayo de 2020. Actualizado el 8 de marzo de 2021.

Algunos no tienen más alternativa que salir: los que luchan por mantener sus trabajos, los que se han visto obligados a emprender haciendo repartos y también quienes deben salir a buscar ese remedio que falta o algo de alimentos para llenar el desolado refrigerador.

Si bien los servicios de delivery están más activos que nunca, también hay momentos en que no queda otra más que pisar la calle: para comprar pan, cigarros, chocolate, pastillas anticonceptivas o condones. Práctico conversó con dos infectólogos para aclarar las medidas sanitarias que hay que tomar al momento de salir de la casa y enfrentarse a la fila de un negocio.

Lo básico: la mascarilla

“La recomendación general es no salir a la calle", explica Ignacio Silva, infectólogo y académico de posgrados de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach. "Sin embargo, si hay que hacerlo, que sea para lo justo y necesario”. Por lo mismo, se debe cumplir con la obligatoriedad de la mascarilla, la que debe cubrir sí o sí la nariz y la boca. El resto de la cara, dice Silva, no es de primera necesidad.

“No es necesaria la protección ocular, ya sea con antiparras o escudo facial”, agrega, “ya que eso se utiliza para protegerse de las secreciones directas que se producen habitualmente en la atención de pacientes sintomáticos. Lo mismo sucede con los guantes”.

Guantes no, lavado sí

“Los guantes más bien son contraproducentes”, puntualiza Guillermo Acuña, infectólogo de la Clínica Las Condes. “Uno piensa que con los guantes uno tiene todo asegurado y no: el guante también se ensucia”. Al sacarse el guante, explica, una persona puede contaminarse igual.

“El guante no elimina las necesidades del lavado, ya sea con agua y jabón o con alcohol gel”. Para aquellos que insisten en usar protección de manos, dice que este elemento “permite que no te ensucies, pero si es que el virus está, puede quedarse en el mismo guante y convertirse en una vía de transmisión”.

Elegir un lugar de compra seguro

No es llegar y salir a comprar. En el caso de estar en una comuna en cuarentena o Fase 1, lo primero es sacar el permiso correspondiente —a través de la Comisaría Virtual— y que la persona que haga las compras sea la de menor riesgo en el hogar.

“Hay que tratar de preferir lugares que no estén llenos, donde la atención sea en lo posible al aire libre, en espacios que tengan implementadas medidas de distanciamiento, manteniendo siempre el orden en las filas”, comenta Silva. Acuña dice que, en el caso de las filas, se “debe mantener un metro de distancia hacia delante y hacia atrás”.

“En el transporte público es más difícil”, agrega Ignacio Silva, pero hay que intentar “sentarse lo más lejos posible de otro pasajero”, para evitar cualquier posibilidad de contagio.

¿Cómo conviene pagar?

Estás en la tienda, pasan tus productos y llega el momento de cancelar la compra. Probablemente, más de alguno ha tenido el dilema existencial en la cabeza: ¿cuál es el método más seguro?

“Hay algunos lugares que no aceptan como método de pago el efectivo. Yo creo que eso es exagerado”, dice el especialista de Clínica Las Condes. “Las personas que están recibiendo los billetes deben mantener una buena higiene de manos cada cierto rato: ponerse alcohol gel o lavárselas”.

Para los que piensan que el método más seguro son las tarjetas de chip o de contacto, esto no es así: existe el mismo riesgo de exposición al usar el teclado para confirmar los datos o ingresar la clave. “Ese teclado ha sido tocado por otras personas, de manera que apenas uno tenga la posibilidad, hay que lavarse las manos y tratar de no rascarse ni tocarse la cara en el interatno”, afirma el doctor.

Para aquellos que trabajen en un almacén, el médico recomienda poner una alarma cada 5 o 10 minutos para higienizarse las manos con agua y jabón o, en su defecto, alcohol gel.

Protocolo de reingreso a la casa

Como dice la canción de Jarabe de Palo: depende. Si la ida a comprar fue exprés y no te topaste con aglomeraciones de gente, “solo bastaría con lavarse las manos al volver”, explica Ignacio Silva. “Es importante hacerlo antes de sacarse la mascarilla”.

“Hay que recordar que el virus no vive en el aire sino que se deposita en superficies, por lo que si estuve al aire libre sin contacto con otras personas, mi ropa no tendría por qué estar contaminada”, cuenta Silva.

Si estuviste expuesto a alguna aglomeración o en contacto con muchas personas, “lo recomendable es el cambio de ropa al llegar de la casa”, dice el especialista.

¿Es necesario tener una estación sucia al inicio de mi casa?

Aquí tenemos choque de opiniones entre ambos especialistas. Por un lado, Acuña cataloga a esta estación —donde se dejarían los zapatos, bolsos, abrigos y prendas que hayan tenido contacto con el exterior— como una “exageración” y agrega que “no sé qué tan efectivo sea, pero si la persona se siente más tranquila con eso, está bien”.

En cambio, para el infectólogo de la Usach “va a depender del tipo de exposición. Sí es una buena idea tener un espacio para dejar las cosas con las que anduvo la persona en la calle”. En lo que coinciden ambos es que el lavado de manos es impostergable una vez que se entra a la casa.

Desinfección de compras: ¿es útil?

En cuanto a desinfección, Guillermo Acuña considera que lo más importante es limpiar frutas y verduras que han sido manipuladas. “Ojalá antes de meterlas al refrigerador. Se limpian con agua, no con cloro”. Para él, lo ideal es dejarlas secar un rato antes de ingresarlas al refrigerador, para que no se pudran.

Los abarrotes, en cambio, no son necesarios de desinfectar, ya que “quedan en un lugar seco y oscuro, como una despensa. Si hubo virus ahí, va a morir”, explica Acuña.

Pienso, luego salgo

La sensación de encierro —después de casi 12 meses de confinamientos— puede estar afectando la salud mental de más de alguna persona, pero es clave respetar las medidas y tomar conciencia de que el distanciamiento social, a pesar del proceso de vacunación, sigue siendo el principal antídoto contra esta pandemia.

“La salida a comprar es por necesidad, no debe ser un paseo. Ojalá que una persona, no la que tiene mayor riesgo en la casa, vaya a comprar y abastezca, pero que no salga toda la familia”, dice Acuña. “El problema es ese: no son las cosas inanimadas, son las personas las que pueden estar acarreando asintomáticamente el virus y pueden contagiarte”.