Reseña | Apple MacBook Pro (M2 Pro): un laptop que roza la perfección
⭐⭐⭐⭐⭐
El nuevo modelo de Apple para su computador estrella no decepciona: es un excepcional y elegante laptop que otorga todo lo que se busca, con el chip más poderoso del mercado, una pantalla inigualable y una batería que dura todo el día.
Más allá de ser una alternativa costosa y hasta aspiracional, lo cierto es que Apple —guiada por Tim Cook— quiere convencer al mundo de que sus computadores portátiles son los más poderosos y rendidores del planeta. Y vaya si lo está logrando.
Hace algunos años, sorprendieron a la industria tecnológica al hacer debutar la segunda versión de su propio procesador cocinado en casa, el M2. Automáticamente, se transformó en un rival para sus tradicionales proveedores de silicona, con tal éxito que Apple no tuvo más que darles las gracias a sus ex socios de Intel y seguir haciendo sus propios chips. ¿Por qué no? No sólo la eficacia estaba asegurada para sus máquinas: de paso, le mostraban al mundo que podían competir de igual a igual con Qualcomm, AMD, Intel o quien fuese.
El M2 Pro es la silicona más potente jamás creada por Apple, una bestia de procesamiento por donde se le mire, y por supuesto es el motor de la nueva generación de MacBooks. Esta vez vienen en tres tamaños, y el tradicional modelo de 13 pulgadas crece algunos centímetros para medir ahora 14,2″. Obviamente es menos compacto, pero resulta más amplio para trabajar.
Cuesta pensar, de hecho, en una máquina mejor diseñada —por dentro o por fuera— que pueda superar la versatilidad y potencia de un MacBook Pro. Competidores con Windows existen, por cierto, pero no cabe duda que este modelo de Apple brilla por su reconocida capacidad técnica y su propia y única identidad en la cultura pop (imitada, jamás igualada).
Hay algunos detalles muy curiosos, que ya revisaremos más adelante, además de que la diferencia técnica y de experiencia con el MacBook Air se hace más estrecha. A pesar de eso, este es el modelo que abre las puertas a la sensacional nueva línea premium de Apple.
Especificaciones
- Dimensiones: 312,6 x 221,2 x 15,5 mm
- Peso: 1,61 kg.
- Pantalla: 14,2″ Liquid Retina XDR (3024 x 1964 píxeles)
- Procesador: Apple M2 Pro (CPU de 10/12 núcleos, GPU de 16/19 núcleos, 200 GB/s de ancho de banda de memoria)
- Memoria: 16GB RAM (hasta 32GB unificada)
- Almacenamiento: 512 GB SSD (hasta 8 TB)
- Batería: 70 Wh (hasta 12 horas de navegación web inalámbrica)
- Carga rápida: Sí (67 W)
- Conectividad: Wi-Fi 6E (802.11ax) / Bluetooth 5.3
- Puertos: 3 x USB-C (TB4) / 1 x HDMI / 1 x MagSafe 3 / Lector de tarjetas SDXC / Audio 3,5mm
- Cámara: FaceTime HD a 1080p
- Audio: Seis altavoces / Audio espacial / Tres micrófonos
- Sistema operativo: macOS Ventura
Funcionalidad y estética al estilo Apple
Siempre es un agrado desempacar un producto de Apple, aunque ya no presente mayores novedades a lo que viene presentando durante las últimas décadas. Al sacarlo de la caja, eso sí, la primera impresión es que el nuevo MacBook Pro es liviano. Y levemente más grande, con sus nuevas 14 pulgadas. Un aumento que, la verdad, es bienvenido. Dentro de la caja tenemos también el adaptador de corriente USB-C de 67 W (que, a diferencia del MacBook Air, lamentablemente viene sólo con una entrada) y un rico cable revestido MagSafe 3 de dos metros para la toma de corriente.
Quizás lo más relevante en términos de cambio es que los modelos aumentaron su tamaño: los modelos ahora son de 14 y 16 pulgadas, lo que inicialmente puede sonar como un pequeño detalle, pero la verdad es que esa pulgada extra hace la diferencia a la hora de abrir nuestra pantalla. Algo que se siente particularmente cuando estamos fuera de nuestro escritorio, ya que el espacio de trabajo no se ve tan compacto como antes y, a la larga, es sumamente satisfactorio a la hora de manejar varias ventanas o aplicaciones.
Una vez desplegado, no se aprecian grandes diferencias o innovaciones, pero la gracia de una MacBook Pro está ahí: su tradicional diseño de aluminio, su insuperable y muy brillante pantalla Liquid Retina (a pesar del “notch” al centro que, por mucho que uno se acostumbre, finalmente distrae y sería hora de que comience a desaparecer en futuras iteraciones).
También destacan su tasa de refresco de 120 Hz con Pro Motion, el diseño expandido de su teclado Magic Keyboard retroiluminado con lector biométrico Touch ID, la amplitud del trackpad y del espacio para posar las manos a los costados. Y, cómo no, los siempre potentes parlantes que se ubican a los costados y que suenan muy, muy fuerte.
Similar al MacBook Air, en la conectividad acá también nos encontramos con el insuperable conector magnético de energía MagSafe 3, más dos puertos Thunderbolt 4 (USB-C) y una entrada para audífonos. Al otro lado, hay una toma HDMI, otro puerto Thunderbolt 4 (USB-C) y una entrada para tarjetas SD. En general, bien.
Pero no deja de llamar la atención que el diseño no incluya ningún puerto USB-A. Se entiende que el ecosistema de Apple funcione principalmente con conectividad USB-C (o Thunderbolt), ya sea para entrega de energía, transferencia de datos o adjuntar un segundo monitor. Pero al mismo tiempo, se excluye una gran cantidad de accesorios que no podrían conectarse de otra manera, como un mouse no tan reciente o discos externos de hace algunos años. Apple siempre ha buscado la universalidad, pero un puertecito USB-A no habría hecho daño. Así que, para una importante mayoría de los usuarios, será necesario contar con un dock externo o un adaptador para más opciones y variedad de puertos de conexión.
Una experiencia deliciosa
Trabajar con un MacBook Pro es un placer y no hay más. Es un computador sólido, práctico y veloz a la hora de ejecutar cualquier tarea, además de conjugar la experiencia y look & feel de Apple, todavía tan distinta a la de Windows. Como siempre, aclaramos que no se trata de que un sistema operativo sea mejor que otro. Para nada: al final del día, eso es un tema de gustos. Pero sin duda hay un cuidado y una sofisticación en ciertos elementos visuales que el sistema de Microsoft carece. Al menos personalmente, eso me hace elegir a macOS sobre Windows para el día a día.
Es cierto que los nuevos chips fabricados por Apple han sido no menos que revolucionarios, al robarle el cetro a AMD e Intel en términos de alta performance y rendimiento. Un poder que realmente se siente. La CPU de hasta 12 núcleos tiene potencia de sobra para ordenar y editar múltiples archivos audiovisuales o multimedia, o generar simulaciones dinámicas de fluidos computacionales.
Eso sí, dejemos el ítem videojuegos de lado en esta ocasión. ¿Por qué? Si bien los caballos de fuerza están, la experiencia gamer que uno busca sencillamente está ausente, y es mejor remitirse a Windows para lanzarse a jugar. Para todo lo demás, eso sí, el MacBook Pro no da ningún problema.
Porque rara vez durante la experiencia experimenté algún hipo en el sistema. En ese sentido, vincular cualquier accesorio Apple o conectar hasta dos monitores es una delicia. Ya sea un iPhone, un iPad o un monitor externo, cualquiera como segunda pantalla fluyen como la brisa.
Otro detalle que por fin se está estandarizando es el de la cámara web frontal. Considerando cómo cambió la dinámica de trabajo, especialmente desde el hogar, la necesidad de una cámara frontal de mejor calidad, full HD, al fin se está transformando en un estándar.
La potencia de los parlantes efectivamente se siente. Hay seis bocinas distribuidas que generan ese rico e inmersivo audio espacial o tridimensional con Dolby Atmos.
Por fin: una batería confiable
La batería es otro tema. La capacidad energética en los dispositivos portátiles de Apple suele ser un misterio y algo que desata mucha discusión. Pero acá, por suerte, la norma que se sigue es similar a la experiencia que tuvimos con el iPhone Pro Max, el tope de línea de los teléfonos de la marca: la batería dura como nunca en un producto Apple.
La autonomía del MacBook Pro es realmente sorprendente. Si bien siempre estuve con mi cable de carga a mano, nunca fue necesario su uso al salir de casa con el computador cargado: el nuevo laptop de Apple es capaz de pasar desenchufado toda una jornada completa fuera del hogar: hasta 18 horas de reproducción de video y hasta 12 horas de navegación, según el fabricante.
Se supone que la batería del modelo de 16″ es aún más rendidora: hasta 22 horas de reproducción de video y hasta 15 horas de navegación, de acuerdo a Apple. Eso se debe a que las baterías son más poderosas pero también a que el chip de silicona M2 hace que todo corra de manera mucho más fluida y silenciosa. La eficiencia se nota, porque el recalentamiento es mínimo y el sistema de disipación de calor, junto con sus ventiladores, trabajan con poco esfuerzo y a baja velocidad.
A eso tenemos que sumarle una arquitectura de almacenamiento que puede llegar hasta los 8 TB, siempre en disco sólido (SSD), que también mejora la eficiencia energética. Un agrado y una preocupación menos a la hora de guardar cosas, ya que el miedo a que el computador se apague casi desaparece.
Veredicto Práctico
Apple nuevamente cristaliza en un solo aparato toda la innovación tecnológica de punta: el resultado es un (casi) inmejorable computador, presto para cualquier tipo de tarea, ya sea actividades de uso cotidiano o trabajos de alta demanda. Lo que sea que uno se proponga, este MacBook Pro no va a decepcionar en ninguna área.
Su excepcional procesador M2, su bienvenido aumento de tamaño, la duración de su batería y claro, su sistema operativo: todo se conjuga en un fantástico dispositivo que, a pesar de su crecimiento en una pulgada, sigue siendo portátil, liviano y sumamente potente y rendidor. Salvo detalles y lo esperable del precio, es un producto que roza la perfección.
Nota: ⭐⭐⭐⭐⭐
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 25 de abril de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.
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