Reseña | Dell Alienware M15 R7: un poderoso laptop gamer sin pirotecnia
⭐⭐⭐⭐★
La afamada línea gamer de Dell no decepciona con esta nueva máquina. A pesar de su sobriedad, trae de todo —incluido un procesador AMD Ryzen 7— para tener una óptima sesión de videojuegos en un portátil. Y con un precio más que atractivo.
Quienes saben de videojuegos, saben que la marca Alienware es una “sandía calada”. Desde sus inicios en Miami, antes de que fuera adquirida por Dell, siempre estuvo dedicada a este mundo. Y al poco tiempo de lanzada, lograron llamar la atención al utilizar como logo e identidad de marca a los extraterrestres y la cultura pop asociada a ellos, que por entonces, en pleno peak de Los Archivos Secretos X, vivían un pleno apogeo.
Poco menos de una década después, el gigante Dell compró Alienware, después de un largo tiempo interesada en querer penetrar hacia el nicho gamer de alta demanda. Ahí sí que la marca despegó y su presencia en distintos mercados se multiplicó.
Si bien Alienware aún mantiene ese aire de culto que originalmente tuvo, hoy pelea un mercado muchísimo más producido y ampliado. Son muchos los fabricantes que actualmente apuntan a un codiciado nicho de consumidores, quienes están muy dispuestos a probar las últimas tecnologías computacionales y, por supuesto, también a desembolsar algo más de dinero por obtener una experiencia premium con sus videojuegos, ya sea para títulos de alta demanda técnica o para largas sesiones de competencias en línea.
Esta línea de notebooks de Alienware —la M15 R7— se ubica hoy de la media hacia arriba en cuanto al nivel de exigencia gamer, y ya explicaremos por qué. Lo anterior, eso sí, no significa para nada una experiencia mediocre. Al contrario: hablamos de un rango de computador portátil que es capaz de satisfacer los más altos requerimientos de productividad, ocio o creación de contenido.
Dejemos eso por sentado: acá no hay problemas con ese tipo de uso. Estamos hablando de una demanda mayor, que lógicamente se necesita no sólo para correr videojuegos, sino que también para aprovechar todas las innovaciones en visualización, gráficos, sonido, iluminación y muchísimo más. Es ahí donde los músculos y los caballos de fuerza son requeridos, y en esa línea Alienware nunca ha defraudado.
Aquí revisaremos la última iteración de esta gama, la M15 R7, disponible hace ya unos meses en tiendas nacionales en varias configuraciones. Nosotros tuvimos el placer de reseñar el modelo con procesador AMD Ryzen 7.
Especificaciones técnicas:
- Dimensiones: 356,2 x 272,5 x 23,95 mm
- Peso: 2,69 Kgs.
- Pantalla: 15.6″ (1920x1080) 165 Hz 16:9
- Procesador: AMD Ryzen 7 6800H
- Tarjeta gráfica: NVIDIA GeForce RTX 3070i
- Memoria: Hasta 64GB RAM LPDDR5
- Almacenamiento: Hasta 1TB PCIe NVMe M.2 SSD
- Conectividad: Wi-Fi 6, / Bluetooth 5.2
- Sistema operativo: Windows 11 Home Edition (64-bit)
- Batería: 3 Celdas 56WH
- Puertos: 3 USB-A 3.2 / 1 USB-C con Thunderbolt 4 / 1 DisplayPort 1.4 con Power Delivery / 1 HDMI 2.1 / 1 Ethernet 2.5Gbps / 1 entrada de audio 3.5mm
Unboxing: sobriedad ante todo
Al sacar al Alienware M15 de la caja, nos encontramos con un diseño bonito, mas no fascinante. En realidad, digamos que es de una expresión más bien clásica, más allá de algunos detalles de diseño que revelan que el equipo tiene un acento estético hacia los videojuegos. En otras palabras, no hay grandes cambios ni innovaciones respecto a las anteriores generaciones, quizá una manera de decir que lo más importante va por dentro.
El equipo es algo pesado, con dos kilos y medio de peso, lo que lo hace transportable pero no para llevar fácilmente dentro de una mochila. No es liviano, pero al mismo tiempo eso hace que se sienta muy sólido y robusto.
Es un bonito laptop, de color gris oscuro (o “dark side of the moon”, como la marca denomina el tono), de líneas estilizadas y un acabado mate muy agradable al tacto. No es en apariencia un “tanque”, como otros equipos de mayor gama.
Vale destacar que gran parte de los puertos se ubican en la parte posterior del notebook, enlazados por un elegante borde con iluminación RGB. Ahí nos encontramos con una entrada para conexiones LAN/ethernet, la toma de alimentación de poder y una entrada HDMI. Muy práctico, porque lógicamente hay más.
A los costados tenemos tres entradas USB-A 3.2 Gen 1 (con transmisión de datos de hasta 5 gbps, y otro con entrega de poder para carga), una entrada Thunderbolt 4/USB-C con entrega de poder y una entrada HDMI 2.1. Con eso estamos cubiertos de sobra.
Al abrirlo, destaca su teclado completo retroiluminado con colores RGB, con una amplia tecla enter y un trackpad de tamaño cómodo, ni muy grande ni muy pequeño. Arriba hay un diseño de panal hexagonal para las tomas de ventilación y, al costado derecho, el familiar logo del extraterrestre de la marca, que además las hace de power button. El sistema de sonido estéreo con Dolby Atmos es suficientemente potente, con buen acento en los bajos. Y arriba de la pantalla hay una camarita de 720p, que ya es hora de actualizar a una FullHD.
El modelo, eso sí, está fabricado con un innovador sistema térmico, que garantiza un máximo rendimiento durante tiempos prolongados. Lo logran con una técnica pionera: usando el galio-silicio, elemento 31 de la tabla periódica, como material disipador, una aplicación que sustituye a las pastas térmicas tradicionales. Además, el sistema está equipado con aspas de ventilador rediseñadas, ahora más finas, más anchas y en mayor cantidad, que proporcionan hasta 1,3 veces más flujo de aire en el equipo. Bien ahí en términos de performance.
Poder y rendimiento a toda prueba
La pantalla es otro de sus puntos fuertes. Su panel IPS LCD tiene generosas 15,6 pulgadas, certificación Dolby Vision para imágenes HDR —de alto rango dinámico— y una tasa de refresco de hasta 165 Hz, más que necesaria para contar con un alto rendimiento y un excelente tiempo de respuesta, incluso a nivel competitivo. La resolución eso sí, llega solamente a Full HD (1920 x 1080), lo que para los tiempos que corren podría haber sido algo mayor. ¿Tan difícil es llegar al Ultra HD?
En cuanto a rendimiento, el computador no es menos que una bestia de poder y procesamiento, capaz de llevar a cabo cualquier tarea que se le solicite, por muy exigente que sea. Esta generación cuenta con los procesadores móviles de AMD de nueva arquitectura, la serie 6000, que a estas alturas no tiene nada que envidiarle a Intel —la elección ya es un tema de gustos—. Estos brindan un rendimiento de cómputo hasta 1,3 veces mayor comparados a la generación anterior.
En cuanto a la tarjeta gráfica, hoy tan fundamental para la experiencia gamer como un buen procesador, el Alienware M15 R7 cuenta con una estupenda NVIDIA GeForce RTX 3070Ti (8GB GDDR6X). Impulsado por un nuevo sistema térmico, el componente funciona a plena potencia, con un TGP máximo de 140 W. No es la última tarjeta de NVIDIA, ni siquiera es la tope de línea de esa generación, pero tiene el suficiente músculo para mostrar gráficos en su máxima expresión. En algunos momentos de máxima demanda se logró sentir algo de calor en la máquina, aunque nada demasiado alarmante.
Lo probé con tres videojuegos, todos muy distintos: el Metro: Exodus, uno de Bob Esponja y otro del universo Little Big Planet, original de PlayStation. Con ninguno de ellos hubo problemas de rendimiento, ni siquiera con el primero, que es de muy alta demanda gráfica. Todo corrió con fluidez y prontitud.
Por otro lado, el modelo también recibió una actualización en la memoria RAM: ahora están compuestas por sticks con el estándar DDR5 (4800MHz), en este caso con contundentes 32GB, aunque el equipo entrega la posibilidad de doblar esa capacidad. En ese sentido, y a pesar de que ya contemos con equipos con aún mayor poder en el mercado, como portátil gamer este Alienware cumple con absolutamente todo lo necesario. Un extra es que esta generación llega a las tiendas con Windows 11 a bordo.
Dentro de la gama gamer, podríamos decir que este equipo está en la gama media asomándose a la alta. Hay algunos pequeños sacrificios en aspectos de diseño, ventilación y hasta especificaciones —que tampoco se echan tanto de menos— para poder llegar a un precio atractivo. Su aspecto no es llamativo ni deslumbrante, la ventilación y el enfriamiento podrían mejorar, y la resolución de pantalla se queda un poco corta. No hay nada aquí recién salido del horno de la innovación, pero tampoco es necesario. No es el alma de este equipo y está muy bien, porque ciertamente hay una audiencia que no necesita tanto bling-bling.
Veredicto Práctico
El Alienware M15 R7 presenta un buen mix: prestaciones (casi) de última generación hacen que este portátil sea atractivo, más por dentro que por fuera, principalmente por su precio. Un modelo que, de alguna manera, se asemeja al de su rival directo, el HP Omen 16 —que comentamos aquí hace un tiempo—, por lo que la competencia va más que nada en términos de precio final y gustos del usuario. Porque para el público que busca una máquina para correr cualquier videojuego sin contratiempos, el Alienware M15 R7 cumple de sobra.
Claro, no es de esos equipos gamer bestiales, pero sí presenta un buen equilibrio dentro de su gama, ya sea para jugar casualmente o para realizar labores diarias de peso, como navegadores con múltiples pestañas, ejecutar programas de diseño o edición, o aplicaciones para generación de contenido audiovisual. Una muy buena pantalla y una sensación de robustez redondean un equipo que está muy, pero muy bien dentro de su gama, incluso a pesar de los sacrificios menores.
Veredicto: ⭐⭐⭐⭐★ (4/5)
*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 21 de marzo de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.
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