Al comienzo de la década de 1980, poco después de que Sony lanzara el primer reproductor de audio portátil —mundialmente conocido como Walkman—, se hacía difícil imaginar hasta dónde podría llegar esta dinámica de consumo musical. Cuatro décadas después, la tecnología ha permitido que escuchar música, donde sea, resulte lo más fácil del mundo. ¿Puede serlo todavía más? Huawei acaba de demostrar que sí.

Después de voluminosos aparatos para casetes y luego para discos compactos, la tecnología le dio un merecido respiro al consumidor al crear música encapsulada en archivos digitales comprimidos, que podían ser reproducidos en diminutos aparatos que permitían almacenar un buen puñado de canciones, aunque con espacio limitado, y siempre dependiendo de pilas y audífonos cableados.

Con el cambio de siglo llegó el iPod, de Apple, y con él una novedosa forma de transportar y escuchar la música. Los formatos físicos comenzaron lentamente a salir de plano y el mp3 se erigió como el nuevo formato musical de facto. Una hegemonía que no duró tanto, ya que hoy el streaming es, más o menos, el método más utilizado en todo el mundo, transformando la escucha en un servicio de suscripción mensual que da acceso a casi toda la música alguna vez grabada en el planeta.

A la industria, al mismo tiempo, se le ocurrió fabricar audífonos inalámbricos, que conectados por Bluetooth eliminan la desagradable maraña de cables que se enredaban en la mochila o el bolsillo. Para una gran mayoría eso ha sido una salvación (me incluyo), pero al mismo tiempo en una preocupación: los audífonos son otro dispositivo más que hay que cuidar y, especialmente, mantener siempre cargado. Por eso mucha gente sigue prefiriendo los auriculares con cables: son más baratos y funcionan siempre.

Pero lo cierto es que los audífonos inalámbricos son una realidad que crece cada vez más —es cosa de mirar a la cantidad de gente que los usa en el metro una mañana cualquiera—, sumado a que cada vez es más difícil encontrar celulares o dispositivos que tengan la típica entrada de 3.5″ para conectarlos.

Los audífonos, muy pequeños, se llevan dentro del reloj.

Marcas y variedades hay para todos los gustos. La mayoría de los fabricantes de smartphones tienen sus propios modelos TWS, y para qué decir las marcas de audio. Todos vienen en similares condiciones: dos auriculares, una para cada oído, que luego se dejan cargando en su estuche. Todo bien hasta que la cajita se pierde, cosa que me sucedió hace poco: la ironía es que los audífonos estaban, pero el estuche de carga no. Así que esos lindos y prístinos audífonos hoy son inutilizables.

Pero Huawei rompió al fin esa historia gracias a una innovadora idea, que ojalá sea replicada por todo el resto de la industria: incluir audífonos inalámbricos dentro de un reloj inteligente. Eso es lo que propone el (¿o los?) Huawei Watch Buds, que revisaremos a continuación.

Especificaciones:

  • Dimensiones: 47 mm × 47,5 mm × 14,99 mm
  • Audífonos: 21,8 mm × 10,3 mm × 10,3 mm
  • Peso: 66,5 grs (sin correa)
  • Tamaño: 1,43 pulgadas
  • Pantalla: AMOLED (466 x 466)
  • Batería reloj: Hasta 3 días (según el fabricante, aunque puede ser más)
  • Batería audífonos: Hasta 4 horas de reproducción continua
  • Tamaño audífonos: 21,8 x 10,3 x 10,3 mm
  • Peso audífonos: 4 gramos
  • Conectividad: GPS / NFC / Bluetooth
  • Sistema operativo: HarmonyOS
  • Compatibilidad: HarmonyOS 2 (y superior) / Android 7.0 (y superior) / iOS 9.0 (y superior)

Un reloj cómodo y no tan voluminoso

Fuera de la elegante caja negra del empaque nos encontramos con el reloj en gloria y majestad. A primeras, tanto en diseño como en características y funcionalidades, no se diferencia mucho del Huawei Watch GT 3, que probamos y analizamos hace un año en estas mismas páginas. Ahora la gran novedad no está por fuera sino que en el interior del reloj, donde se alojan los audífonos.

Pero vamos por parte. En su diseño y construcción, el Huawei Watch Buds mantiene sus materiales: es decir, cristal de zafiro y cuerpo de titanio, en un aparato de estilo redondeado clásico, con un botón al costado derecho para la funcionalidad de algunas aplicaciones.

Por fuera no se distingue mucho del Huawei Watch GT 3 ni del GT 3 Pro.

Un detalle importante: cuenta con certificación IP54, lo que significa que es resistente al agua y al polvo, aunque no para sumergirlo. Es decir, resiste salpicaduras o lluvia, pero evidentemente no es apto para ducharse, nadar o sumergirse con él. Mucho ojo con eso.

A continuación, la magia: en la parte inferior de la cara del reloj se encuentra un pequeño botón que, al presionarlo, abre la esfera para desplegar en su interior dos audífonos negros, ambos adosados magnéticamente a sus respectivas hendiduras. Tan sencillo y obvio, tan práctico.

Porque esa es la gran innovación: contar con un reloj que es capaz de almacenar y cargar los audífonos, sin necesidad de contar con un estuche aparte. Los pequeños dispositivos se sacan de su cuna, se insertan en los oídos y listo. Otro gran detalle es que no importa en qué oído se pongan: el sistema es capaz de discriminar automáticamente el lado derecho o izquierdo.

Además de guardarlos, el mismo reloj carga los audífonos. Esa ventaja, eso sí, atenta contra la autonomía de ambas baterías.

El hecho de no contar con una caja aparte para cargarlos o transportarlos es una idea sencillamente genial. Es cosa de pensar cuánto tiempo nos podría ahorrar, además de la comodidad añadida, saber que nuestros leales auriculares inalámbricos se encuentran seguros, cargados en el mismo reloj que vestimos y, literalmente, a la mano. Es una tremenda idea. Pero eso no es todo lo que trae el Huawei Watch Buds.

Dos en uno

La diferencia también va por el diseño mismo de los audífonos. En vez de ser tener la clásica patita que sobresale fuera de la oreja, estos “buds” son más bien rectangulares, con bordes redondeados. En la punta de cada uno se encuentra el cojín plástico que se adosa dentro de la oreja. Una vez puestos, quedan muy firmes y resultan bastante cómodos.

Por si acaso, el espacio que ocupan los audífonos para mantenerlos dentro de la estructura del reloj no hace que su base sea tan sobresaliente o protuberante como se podría imaginar. Al contrario, el reloj mantiene un tamaño no tanto más grande que el Watch GT 3: 0,49 milímetros. Es levemente mayor, pero su aumento es de verdad imperceptible. Y la postura, coronada por su correa de cuero, es sumamente cómoda.

En cuanto a su funcionamiento, el reloj en sí no presenta mayores novedades. Potenciado con su sistema operativo HarmonyOS, la interfaz corre de manera muy fluida, sin necesidad de tanta lectura de pantalla aparatosa. Como ya es tradicional, al deslizar a la izquierda nos encontramos con la información de la temperatura y los controladores musicales, mientras que a la derecha contamos con la visualización de múltiples apps. Hacia abajo, notificaciones (que mantienen su estructura de “sólo lectura”) y hacia arriba los ajustes del reloj. Al igual que el modelo anterior, posee múltiples aplicaciones de actividad física y monitoreo deportivo.

Algunas falencias: la AppGallery —la tienda de aplicaciones de Huawei— no está disponible en el reloj, por lo que hay que pasarle las apps desde el teléfono. Aunque el catálogo es amplio, no cuenta con algunas infaltables, como Spotify, una grave ausencia si se considera que es un smartwatch con audífonos incluidos.

Tampoco tiene NFC activado —solo en China—, por lo que por ahora no se podrán realizar compras sin contacto u otras interacciones mediante esta tecnología. Y aunque se pueden responder llamadas —solo si se tienen los audífonos puestos, ya que el reloj no incluye micrófono—, no es posible realizarlas: la app de teléfono no lo permite.

Su batería es rendidora aunque no tanto como el GT Pro; dependiendo de su uso —como también del de los audífonos—, puede durar tres días con carga completa. También se repite su carga rápida con su enchufe, que se conecta vía USB. Lo bueno es que deslizando la pantalla principal hacia abajo es posible ver tanto la carga tanto del smartwatch como de los auriculares, incluso de forma individual, ya que funcionan si usas solo uno en el oído.

Los audífonos, como decíamos, son de calce cómodo y automático. Al insertarlos, inmediatamente suena un sonido que avisa su posición. Luego, viene el rápido pareo vía Bluetooth y listo: el sistema funciona bien tanto en iOS (donde lo probamos) como en Android. Al tocarlos, con distintos gestos que hay que aprender, se puede controlar el volumen, saltar canciones, pausar o reproducir y atender llamados telefónicos.

Pero ahora viene, quizás, el único contratiempo: su potencia. Si bien incluyen una función de cancelación de ruido activa, el sonido general, incluso al máximo volumen, es algo deficiente. Si consideramos que gran parte del uso que se le da a los audífonos es en la calle, lamentablemente no se logra la deseada inmersión aural completa. Un único pero no menor detalle. Considerando que esta es sólo la primera generación de esta línea, sin duda Huawei lo solucionará a futuro, en especial si consideramos el gran desempeño que tiene su línea de audífonos FreeBuds.

Veredicto Práctico

Para alguien acostumbrado a analizar los lanzamientos de los dispositivos tecnológicos, cada vez es más difícil encontrar ese anhelado “wow factor”, como lo llaman los gringos: un detalle o sorpresa que hace abrir la boca, los ojos y maravillarse ante una gran innovación. Por eso no queda más que aplaudir a Huawei por crear un gadget dos-en-uno, que realmente soluciona varios inconvenientes producidos por la tecnología actual. Debería ser una lección para el resto de la industria.

Probablemente no sean los mejores audífonos del mercado ni tampoco el mejor reloj. Por cierto, hay detalles a resolver, quizá explicados por ser esta la primera generación de este producto, También está su precio, que como suele pasar en los estrenos, es muy alto y sí puede ser un factor disuasivo. Pero más allá de todo eso, para mí los Huawei Watch Buds son indudablemente el gadget más novedoso e innovador de este 2023.

Nota: ⭐⭐⭐⭐★


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 9 de mayo de 2023. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.