RedMagic debe ser una de las marcas de smartphones más inusuales del mundo, y por dos principales motivos. Por un lado, ofrece dispositivos de gama alta, con especificaciones que son más de lo que requiere la gran mayoría de los usuarios, pero que los ensalzan como una de línea de teléfonos móviles realmente única.
Y por otro, tenemos que la dinámica de Nubia Technology, empresa independizada del gigante chino ZTE, es también atípica: no hace aspavientos de marketing como la gran mayoría de los fabricantes, son “piolas” en sus comunicaciones y poseen un discreto, pero muy atractivo, portafolio de interesantes gadgets, que incluye tablets con vistas 3D y prototípicos lentes de realidad aumentada, entre otros productos.
A comienzos de este año, probamos y reseñamos el 8 Pro, el primer teléfono de RedMagic llegado oficialmente a Chile, luego de conocer la marca, absolutamente por casualidad, en la Mobile World Congress 2022 en Barcelona. Después de algunas tratativas, me enteré de que la marca sí estaba presente en algunos países de Latinoamérica, como Perú, México y, por supuesto, Chile.
Pero a diferencia de otras compañías, podríamos decir que la estrategia de RedMagic es absolutamente sui géneris: no está presencialmente en nuestro país ni en otras tierras de la región; el trato con ellos se hace directamente a través de su sitio web, ofreciendo todo lo necesario para que el aparato llegue sin problemas a las manos del usuario, tal como sucedió con nosotros.
Por cierto, estamos hablando de teléfonos móviles absolutamente dedicados al mundo de los videojuegos, en todo orden de cosas. Desde su diseño y características hasta sus especificaciones y desempeño, este debe ser uno de los aparatos más específicos para la comunidad gamer que hay disponibles en el mercado.
Fue así como, sorpresivamente, menos de un año después del lanzamiento del sorprendente RedMagic 8 Pro, la marca vuelve a asombrar con el 8S Pro, una actualización respecto a la misma línea, sin variar demasiado el concepto inicial, que ya lo convirtió en uno de los smartphones más llamativos del 2023. Vamos a conocer las novedades y revisarlo en detalle.
Especificaciones técnicas
- Dimensiones: 163,98 mm x 76,35 mm x 9,47 mm
- Peso: 228 gramos
- Pantalla: AMOLED 6,8″ 2480x1116 (FHD+) / 120 Hz / 1300 Nits / 400 ppi / Corning Gorilla Glass
- Procesador: Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2 Octa-core Max (3.36GHz)
- Memoria: 16 GB LPDDR5X
- Almacenamiento: 512 GB UFS4.0
- Batería: 6000 mAh
- Cámaras traseras: 50MP (f/1,88) / 8MP (f/2.2) / 2MP (f/2.4)
- Cámara delantera: 16MP (f/2.0)
- Audio: Dos altavoces Snapdragon 1216+1115K / DTS:X Ultra
- Sistema operativo: Android 13 (RedMagic 8.0)
- Conectividad: 5G / Wi-Fi 7 / Bluetooth 5.4 / GPS / NFC
- Cargador: 65 W
- Puertos: USB-C 3.1 / Ranura Dual nano-SIM / Entrada audio 3.5mm
Un verdadero teléfono-consola
Al igual que en la experiencia anterior, el desempaque del RedMagic 8S Pro es muy atractivo: tiene un diseño sumamente único, con motivos ciberpunk con letras tornasol en la caja y en todos sus envoltorios. Además del teléfono, tenemos un muy resistente y protuberante cable USB-C rojo y su enchufe con carga rápida de 65 watts, que permite una recarga total —de 0 a 100% de la batería— en solo 35 minutos. El diseño no varía, manteniendo líneas más bien rectangulares (similar a los Xperia de Sony), donde sólo las esquinas guardan algunas curvas.
El chasis de aluminio se mantiene, pero esta vez los colores son algo más maduros, con terminaciones muy elegantes en plata y un negro pulido concéntrico, además del tradicional y más llamativo modelo “transparente”.
RedMagic fue la primera marca del mundo en incluir pequeños ventiladores en sus estructuras —para refrescar la inmensa potencia que guarda dentro— y esta vez no es la excepción. Los colores RGB por cierto que también se mantienen. Es muy interesante considerar este factor que, además de enfriar y disipar el calor en sesiones intensas de uso, también permite bajar el calentamiento natural de la carga de energía. Y el suave zumbido se siente, lo que incluso puede ser relajante de escuchar.
De frente no hay muchas novedades. Se mantiene la muy generosa pantalla AMOLED de 6,8 pulgadas, que alcanza un máximo de 1300 nits de brillo —que hace posible revisar contenidos bajo el más abrasador sol del mediodía— y una frecuencia de sampleo de 960 Hz para respuestas táctiles ultra rápidas.
Tiene una relación cuerpo-pantalla de 93,7%, lo que significa que el espacio está muy bien aprovechado. De hecho, el sensor infrarrojo y la cámara frontal se encuentran escondidas “debajo” de la pantalla; no se notan y eso resulta un gran avance. Pero al mismo tiempo su eficacia, especialmente en el reconocimiento facial, no es tan rápida como nos habría gustado. Otro detalle: la atracción de polvo y pelusas sigue estando a la orden del día, y la pantalla rápidamente se vuelve un imán de estas minúsculas partículas.
El sonido suena particularmente fuerte gracias a sus dos parlantes Snapdragon, aunque eso no va necesariamente de la mano con un sonido puro y cristalino. Como sea, se agradece mucho que RedMagic mantenga la posibilidad de enchufar audífonos alámbricos con su entrada de audio de 3,5 mm. Ahí, con unos buenos auriculares, la experiencia sí llega a ser muy redonda.
En cuanto a la distribución de sus comandos, en el centro del costado derecho tenemos el botón para controlar el volumen y, un poco más arriba, una de las dos salidas para disipación de calor.
Al derecho tenemos la otra salida de enfriamiento, además del botón de encendido y, en los extremos, los dos muy bienvenidos botones-gatillo especialmente dedicados para videojuegos, con una frecuencia de sampleo de 520 Hz. Arriba, la ya mencionada entrada de 3,5 mm para audífonos. Y como ya es tradicional en estos equipos, el sólo hecho de mover un switch al costado transforma el smartphone en una verdadera consola portátil.
Puro músculo y maravillosa ventilación
Además de su gran pantalla y funcional diseño gamer, la gran estrella que transforma al modelo en algo único en su categoría es su procesador. Se trata de un Snapdragon 8 Gen 2 de Qualcomm, similar a su antecesor, pero esta vez (tal como también sucede con el Samsung Galaxy S23 Ultra), el chip está “overclockeado”; es decir, estirado al máximo de sus capacidades por parte del fabricante.
En otras palabras, estamos frente al procesador más potente y capaz disponible hoy en la industria. Al menos hasta que Qualcomm lance su nueva generación, anunciada para antes de fin de este año y que tendrán un 33% más de rendimiento. La diferencia en relación con el modelo anterior, en todo caso, no se nota mucho.
La batería dual también se mantiene: 6.000 mAh de energía, lo que lo transforma, por lejos, en la batería más potente disponible en smartphones de esta categoría. Lo que quizá parezca un exceso para teléfonos comunes y corrientes —que andan bien con 5000 mAh—, en este caso se justifica: la idea es que el principal uso que se le dé al aparato sean los demandantes videojuegos en línea, para lo cual contar con una base energía de esta capacidad tiene todo el sentido del mundo.
Y si a todo eso sumamos la descomunal cantidad de 16GB de memoria —la misma que tienen notebooks de alta gama—, tenemos a una bestia de poder crudo, capaz de correr literalmente lo que sea sin siquiera tener un sobresalto en el proceso.
De nuevo, acá es cuando el pequeño ventilador y sus colores RGB entran en acción en gloria y majestad. Tal como un PC gamer, el RedMagic funciona como una mezcla de consola portátil y computador escritorio, solo que es todavía mejor, ya que cabe en el bolsillo.
En ese sentido, el tema del enfriamiento es sumamente crítico, y el teléfono no decepciona. Partiendo por el ventilador, que puede ser accionado de manera automática o a gusto del consumidor y que acciona una disipación física del calor que, literalmente, se siente en los dedos.
Además, su sistema de control térmico ICE 12.0 ha sido rediseñado, con una nueva placa de enfriamiento de grafeno bajo la pantalla, el doble de gruesa que el modelo anterior. Sumando a todo eso la performance de su potentísimo procesador, la experiencia con el RedMagic 8S Pro siempre será fresca, da lo mismo cuánto se lo exija, en todo momento y bajo cualquier circunstancia.
Videojuegos sí; fotografías, no tanto
En cuanto a las cámaras, tenemos en la parte trasera un lente principal de 50 megapíxeles, con una gran apertura de f/1,88 —y PDAF para un enfoque preciso—, un lente secundario de 8MP, con f/2,2, y otro más de 2MP y f/2,4. Es lo mismo que incluía el modelo anterior y la verdad, no son nada del otro mundo. El sistema es competente, las fotos funcionan, pero claramente no es su fuerte ni están puestos ahí sus esfuerzos: el que espere de este teléfono grandes imágenes está un poco perdido.
En cambio, particularmente en el apartado de videojuegos, la experiencia es insuperable, al igual que sucedía en su iteración anterior. De entrada, mantiene una tasa de imagen de 60 cuadros por segundo (FPS) de manera estable, lo que mejora considerablemente la experiencia en relación con otros teléfonos de similares características que también pueden poseer una tasa de refresco de 120 Hz.
Pero además, el sistema permite administrar bibliotecas de títulos de otras plataformas desde la nube, personalizar la experiencia de cada juego descargado hasta el más mínimo detalle, proyectar imágenes a un monitor con mucha facilidad y conectarle cualquier tipo de accesorio.
Todo bien. El modelo no decepciona y por eso no sorprende que en términos de rendimiento de CPU, GPU y memoria, el RedMagic 8S Pro esté al tope en varios sitios de benchmarking, como Antutu, donde sobrepasa por lejos a su competencia, como el Xiaomi Mi 13 Pro o el Samsung Galaxy S23 Ultra.
Veredicto Práctico
RedMagic sigue sorprendiendo. Si bien la marca china, más allá de incorporar más fuerza bruta, no innova demasiado con su versión 8S Pro, lo cierto es que difícilmente se podrá encontrar hoy un smartphone con más poder que este modelo, ni tampoco un mejor dispositivo para jugar partidas móviles sin contratiempos.
Empujando casi al máximo el potencial de sus componentes, pasar de la “experiencia smartphone” a la “experiencia consola” con un apenas un switch de distancia es algo realmente único en el mercado. Y si a eso le sumamos un precio —779 dólares, algo así como 654 mil pesos— muy razonable y competitivo, estamos entonces frente al más interesante lanzamiento del último tiempo. Su preventa comienza esta semana —el 27 de julio de 2023— y los primeros despachos están programados para el 3 de agosto.
Nota: ⭐⭐⭐⭐★ (4/5)