En diciembre de 2021, en esta sección, les ofrecimos una elogiosa reseña a los WF-1000XM4, el modelo de earbuds true wireless stereo (TWS) que, por entonces, presentaba Sony al mundo. En ella les contamos que la compañía japonesa revolucionaba el mercado con un producto de alta tecnología y un sistema súperinteligente —tanto que se hacía hasta complejo en cierto punto—, merced de los cuales abría un portal hacia el futuro.

Bueno, el futuro es ahora. No hubo que esperarlo mucho tiempo, porque la competencia buscó recuperar terreno rápidamente, incorporando componentes cada vez más sofisticados en la fabricación de sus audífonos, además de tecnología de avanzada —como la inteligencia artificial— que ampliaron las prestaciones y funcionalidades de sus dispositivos, otrora específicamente dedicados a la escucha de audio.

El resultado de esta competencia es una sobreabundante diversidad de tipos y modelos de audífonos en el mercado, que apuestan por ser el fiel compañero que durante la mayor parte del día se ancle a los oídos de sus usuarios y ofrecer, desde ahí, un puente para el entretenimiento y la comunicación en el nuevo mundo de las reuniones telemáticas y la hiperconectividad.

En este escenario, donde además la calidad del audio tiende al aumento y a la menor pérdida —con plataformas como Tidal, Apple Music, Deezer y códecs como LDAC y APTX—, evaluamos el desempeño del nuevo chiche de la serie de Sony: los WF-1000XM5.

Especificaciones

  • Tipo de audífonos: cerrados, dinámicos
  • Peso: 5,9 gramos por auricular.
  • Respuesta en frecuencia (Comunicación Bluetooth): 20 Hz - 20.000 Hz (muestreo de 44,1 kHz)/20 Hz - 40.000 Hz (muestreo LDAC de 96 kHz, 990 kbps).
  • Tamaño diafragma: 8,4 mm.
  • Audio HQ: Sí.
  • Formatos de audio compatible: SBC, AAC, LDAC.
  • Cancelación de ruido/ Modo ambiente: Sí.
  • Material de la almohadilla: Sintético.
  • Conectividad: Bluetooth 5.3.
  • Rango de distancia: 10 mts.
  • Tiempo de carga de la batería: 1,5 horas, aproximadamente.
  • Duración de batería en comunicación continua: 6 horas (con la cancelación de ruido encendida) / 7 horas (con la CR apagada).
  • Duración de batería reproduciendo música continua: 8 horas (con la CR encendida) / 12 horas (con la CR apagada).
  • Resistente al agua: Sí, equivalente a IPX4.

Primeras impresiones

El estuche cargador es de un sobrio color negro, en forma de cofre, aunque bastante delgado, lo que permite llevarlo incluso en el bolsillo del pantalón cómodamente. En su interior, la primera sorpresa: los auriculares presentan un nuevo diseño, muy diferente al de su versión anterior, cuya fisonomía se basaba en círculos y esferas, más robusta y de mayores dimensiones.

Los WF-1000XM5, en cambio, presentan un diseño más sofisticado, de terminaciones irregulares pero de mayor cuerpo en profundidad. Su forma se asemeja a la de un dátil. El lomo, además, es un cuerpo continuo del que resalta un lunar de cobre, tras el cual se esconde uno de los tres micrófonos integrados. Una decisión acertada, en mi opinión, pues, permitió que los auriculares perdieran robustez y ganaran en elegancia.

De diseño irregular, la forma de los Sony WF-1000XM5 se asemeja a la de un dátil. Destaca su ergonomía.

En los oídos, los auriculares se disimulan incluso más que en la versión pasada, lo que coincide con una mayor sensación de ligereza y comodidad. El diseño ergonómico de los WF-1000XM5 les da un muy buen ajuste al pabellón auditivo, sin que esto implique sentirse “encapsulado” durante su uso. En su caja, además, se pueden encontrar otros tres pares de almohadillas, para completar cuatro juegos de tallas diferentes. Éstas, como veremos más adelante, tendrán una particular incidencia en el resultado sonoro.

Funcionamiento y usabilidad: complejamente sencilla

De emparejamiento sencillo y detección rápida, los WF-1000XM5 cuentan con conectividad Bluetooth de versión 5.3, la más poderosa de la actualidad. Ésta reúne las mejores características de la 5.2, en que la compresión y descompresión de datos es altamente eficiente, en especial la de audio, gracias al Low Complexity Communication Codec (LC3), y agrega una mejora sustancial en el consumo de energía, además de mayor estabilidad en la conexión y fluidez en la intercomunicación de los dispositivos.

Y, al igual que el Bluetooth 5.2, la versión 5.3 permite conectar los audífonos a dos o más dispositivos en simultáneo. Personalmente, esta me parece una característica sumamente oportuna para los auriculares, sobre todo cuando sus prestaciones apuntan a la hiperconectividad y a ser puente hacia el entretenimiento y el trabajo. Se puede pasar rápidamente de la escucha de música o del audio de una reunión, desde el computador, a contestar una llamada en el smartphone, sin necesidad de quitarse los audífonos ni de gestionar en el momento a qué dispositivo priorizar en la conexión.

El diseño ergonómico de los Sony WF-1000XM5 les da un muy buen ajuste al pabellón auditivo, sin que esto implique sentirse “encapsulado” durante su uso.

Siguiendo la línea mostrada por los modelos de los últimos años, los WF-1000XM5 cuentan con la opción de comando táctil, el que permite controlar la reproducción del audio, las funciones telefónicas e incluso el volumen con solo tocar sobre el lomo del auricular. Un tap para darle play o pausa a la música; uno también para responder o terminar una llamada; dos para adelantar una canción, tres para retroceder; cuatro para manipular el volumen… sí, a veces puede exigir algo más de coordinación motora de la que estamos acostumbrados frente a un auricular y sobre nuestros oídos.

Ahora, Sony va de avanzada en esto del control “inteligente” de los audífonos. No sólo al ofrecer asistencia de voz —los WF-1000XM5 son compatibles con los sistemas de Google y Amazon—, sino que además, desde julio pasado, la compañía japonesa puso a disposición de los usuarios de este modelo —y también de los que poseen un LinkBuds, LinkBuds S, o un WH-1000XM5— la aplicación Auto Play, que permite recibir notificaciones sonoras y de música propuesta por el sistema inteligente, basada no solo a partir de los gustos personales, sino que también de acuerdo al tipo de actividad que cada usuario desarrolla.

Hago un alto en la reseña para profundizar en el punto anterior: Sony, a través de sus aplicaciones —Sony Music Center y, ahora, también Auto Play—, monitorea todo, exactamente todo lo que uno realiza al momento de utilizar alguno de sus dispositivos inteligentes. Esto le permite, entre otras cosas, optimizar el funcionamiento de estos en relación a los intereses de cada usuario —qué tipo de música te gusta, por ejemplo—, a los lugares que más se visita —cuáles son más ruidosos, cuáles más silenciosos—, a los recorridos que se realiza a diario, e incluso, al estado de ánimo.

Estos datos, sumados a otros, como las características de la oreja —la cual puedes escanear con el smartphone— y de la cara —cómo se comporta la vibración del audio en su estructura ósea—, son recopilados por Sony para mejorar funciones como la cancelación de ruido, el modo ambiental y para realizar las nuevas recomendaciones de AutoPlay, que aún se encuentra en fase “beta”.

Fin del punto anterior. Vuelvo a la reseña: ¿por qué Sony va de avanzada en el control inteligente de sus audífonos? Porque su tecnología permite que los usuarios de auriculares como los WF-1000XM5 puedan contestar llamadas tan sólo realizando un gesto con sus cabezas. ¿Te llama tu madre querida? Basta que asientas para responderle. ¿Te llama tu editor? Mueve tu cabeza de lado a lado, cual Pedro negando a Jesús, y podrás seguir feliz con tu vida.

Por otro lado, parece ser que Sony nos leyó cuando, en la reseña de los WF-1000XM4, cargábamos contra la función Speak to Chat, que venía activada por defecto y que cortaba toda reproducción apenas musitabas algo. Un leve ruido de la boca bastaba para cortar el clímax de tu canción favorita. Eso, para satisfacción de quien escribe, ya no sucede. Bien, Sony.

Audio: nítido, definido, sumamente satisfactorio

En el mercado de los auriculares, la tendencia va hacia la mejora del nivel sonoro. El mp3 poco a poco va en retirada, dándole espacio al AAC, un códec de mejor rendimiento, aunque aún con pérdida de calidad. Ahí está el estándar. Pero, incluso earbuds y dispositivos TWS relativamente económicos están incorporando tecnología con códecs como LDAC y Aptx, de alta resolución y sin pérdida de datos.

Cuando reseñamos los WF-1000XM4, la tendencia aún estaba en pañales, por lo que la calidad sonora de dicho modelo nos sorprendió y para bien. Hoy que el tema va más avanzado, la capacidad de asombro se relativiza. Pero sin embargo, hay que decir que los WF-1000XM5 son un deleite auditivo. Un gran ejemplo de evolución, que se da en poco más de un año.

El nuevo modelo de Sony ofrece un sonido nítido, casi prístino. El responsable, en buena parte, es su diafragma, el Dynamic Driver X, de 8 milímetros —dos más que en la versión anterior y con una nueva arquitectura y materiales. El resultado es un sonido en el que los detalles florecen, en especial aquellos que llegan desde las frecuencias altas, y se dejan escuchar en toda su dimensión. Voces, trompetas, pianos y platillos resuenan con fuerza musical.

Las frecuencias graves, en tanto, fluyen con una satisfactoria definición, con cuerpo, a ratos gruesos, pero siempre controlados. Bajos, contrabajos, bombos, son un deleite para el oído. A ello se suma una excelente amplitud de imagen sonora: los instrumentos aparecen con espacio, cada uno en su metro cuadrado, por decirlo de alguna manera, y no achoclonados, como suele ocurrir cuando hay demasiada compresión de por medio. Aquí, cada instrumento respira: más a la izquierda, más a la derecha, más centrado. Todo esto aporta a una sensación de naturalidad que resulta sumamente placentera.

Aunque, hay que aclarar: no estamos hablando de alta fidelidad, pues Sony tiende a “colorear” el audio, pero sí de alta calidad de audio.

En este punto destaca la DSEE Extreme (Digital Sound Enhancement Engine), una tecnología propia de Sony que se encarga de mejorar los archivos, en base a inteligencia artificial, cuando estos se encuentran demasiado comprimidos —como un mp3 o una canción en Spotify—, mejorando el resultado sonoro. Esta es una función que la compañía ha incorporado durante años en sus equipos, no siempre con el mejor resultado, pero pareciera que en las últimas temporadas —al menos en los últimos equipos que hemos probado— le han tomado la mano al asunto. Gran aporte.

Cancelación de ruido: ultrapoderosa

Y si la calidad del audio es un aspecto a destacar de este modelo, también lo es su cancelación de ruido. Ya en la versión pasada resaltábamos la potencia de esta tecnología. Y en los WF-1000XM5, Sony no hace más que refrendar que entiende hacia dónde debe apuntar esta función. Pero no siempre fue así: al activar el noise cancelling, algunos modelos de la marca generan una fastidiosa sensación de encapsulamiento, como si se estuviera debajo del agua.

Muy por el contrario, los WF-1000XM5 cumplen con su función con suma naturalidad. Más allá de que para ello se recurra, otra vez, al procesamiento vía inteligencia artificial, a la captura del sonido ambiental —como si se tratara de la trampa de muones, de los Cazafantasmas— a través de tres micrófonos integrados en cada auricular, me parece que la clave para esta sensación de naturalidad está en algo más sencillo: las almohadillas.

Sony comprendió que podía sacarle provecho a éstas, que en sí son un “tapón” en el canal auditivo, y les propició mayor protagonismo en la función al fabricarlas de un material particular de espuma de poliuretano, el cual permite reducir el ruido, en específico en el rango de frecuencias altas.

Esta función representa, sobre todo, un beneficio en las funciones de llamada o videollamada, más aún cuando estas se dan en medio de un entorno ruidoso, como la calle, un café, o en espacios de trabajo compartido.

También más natural que en los modelos anteriores se siente el modo ambiental, que al contrario de la cancelación de ruido busca exaltar el sonido del entorno para que se pueda, por ejemplo, mantener cierto grado de alerta, aún cuando se esté reproduciendo audio. O bien, para mantener una conversación presencialmente, sin necesidad de quitarse los audífonos. Para quienes hacen deporte reproduciendo audio, esto puede ser muy útil.

Veredicto Práctico

En los WF-1000XM5, podemos encontrar una verdadera evolución respecto a su excelente modelo de 2021, el WF-1000XM4. Cómodos, con un sonido sumamente placentero y una cancelación de ruido de primer nivel. Sencillos de usar, además, aunque la enorme cantidad de prestaciones que incluye Sony, desde sus apps, llevan inevitablemente a complejizar el asunto. De todas maneras, queda a criterio de cada cual hasta dónde llega en la búsqueda de la optimización de las funciones y la entrega de datos que presupone esto.

Algunos detalles resultaron llamativos, dada la calidad del modelo. El más importante tiene que ver con el radio de alcance del Bluetooth, supuestamente de 10 metros, pero que, sin embargo, se mostró bastante sensible, perdiendo estabilidad y fluidez en la transmisión de datos a pocos metros de distancia del dispositivo fuente.

Pese a ello, los WF-1000XM5 —que ofrecen hasta 24 horas de autonomía y una carga completa en 1,5 horas (aunque con 3 minutos ya tienes una hora de batería— son una herramienta de trabajo y un proveedor de entretenimiento de primera línea. Claro que, para obtenerlo, habrá que desembolsar un alto precio. Pero de eso, prefiero no hablar.

Nota: ⭐⭐⭐⭐⭐


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