Reseña | Sony ZV-1F: video en alta calidad para streaming y redes sociales
⭐⭐⭐⭐★
La marca japonesa lanza una cámara especialmente diseñada para creadores de contenido audiovisual, vloggers e influencers. Aunque saca fotos, su fuerte es el video, con alta capacidad de enfoque, fácil traspaso de archivos y gran micrófono direccional.
Para la mayoría de quienes compartimos videos con momentos de nuestras vidas —como actos escolares de fin de año o la última gracia de la mascota—, los teléfonos móviles cumplen satisfactoriamente con esa misión. Sin embargo, para quienes trabajan generando contenido en las redes sociales, que cada vez están más orientadas hacia lo audiovisual, se hace necesaria una máquina más poderosa y que, a la vez, sea portátil y sencilla.
Aquí es donde Sony ha puesto su esfuerzo durante el último tiempo, creando la línea de cámaras ZV, completamente orientadas a la creación de contenido. Su última adición es la ZV-1F, modelo que captura fotos y videos y que, según la marca, promete ser una aliada para influencers, youtubers, streamers y todos quienes quieran dar un paso adelante en la producción de contenido audiovisual online. ¿Cumplirá con esa promesa? La probamos durante unas semanas y podemos contarte qué nos pareció.
Especificaciones técnicas
- Dimensiones: 105,5 x 60,0 x 46,4 mm
- Peso: 230 gramos (con batería y tarjeta SD puesta)
- Sensor: Exmor RS CMOS tipo 1.0 (13,2 x 8,8 mm); relación de aspecto 3:2; 20,1 MP
- Resolución máxima de video: 4K a 30fps
- Pantalla: táctil de 7,5 cms con ángulo de rotación de 270 grados
- Lente: gran angular fijo ZEISS Tessar T de 20 mm con apertura máxima de f/2.0.
- Micrófono: direccional de 3 cápsulas (con paraviento montable)
- Batería: Hasta 60 mins de video, o hasta 350 fotos.
- Conectividad: USB-C, HDMI, Wi-Fi, Bluetooth
Diseño: simple y al grano
Ya, pero todos esos datos no nos dicen mucho sobre cómo se siente usar esta cámara. La experiencia con la ZV-1F empieza, obviamente, con lo que viene en la caja: el cuerpo (sin tarjeta SD incluida), la batería recargable (NP-BX1), el cable USB-C para cargarla, el paraviento con su adaptador para montarlo y el manual de instrucciones. No tiene un cargador separado para la batería, ya que esta se carga directamente desde la cámara. Tampoco se incluye el enchufe; solo viene el cable.
En la mano, la cámara es muy liviana y cómoda. Su propuesta de botones también intenta que el funcionamiento sea lo más sencillo posible. En la parte superior tiene cinco: uno para prender la cámara (quizás demasiado cerca del paraviento), uno para disparar fotos fijas, uno para comenzar y detener la grabación, uno para cambiar modos (son tres: fotos, video y un tercero que se llama S&Q, siglas de Slow and Quick, para hacer videos en cámara rápida o lenta), y un botón especial para activar o desactivar el desenfoque del fondo.
En la parte trasera, al lado derecho de la pantalla, tiene cuatro botones y una rueda que se puede girar y presionar. Uno de los botones despliega el menú principal (sencillo, intuitivo y claro), otro activa el menú de funciones (como multicaptura, enfoque, balance de blancos, ISO, aspecto de radio y otros que comentaremos más adelante), uno para previsualizar archivos y otro para borrar. No toma mucho tiempo aprender a manejar los botones de la ZV-1F, y si se presenta alguna dificultad siempre es útil que la pantalla sea táctil, ya que a la mayoría de las funciones se puede acceder desde ella.
Una de las cosas que sí parece inconveniente al empezar a usarla es que no hay ninguna manera de anexar la tapa del lente a la cámara. Una vez que la sacas, tienes que meterla en el bolsillo, mantenerla en la mano o dejarla en algún lado, pero como además es pequeña, perderla será cosa de tiempo para alguien que pretende usarla constantemente.
Poniéndola a trabajar: amigable y eficiente
Esta cámara es tan fácil de usar que es a prueba de boomers. Se puede empezar inmediatamente después de prenderla y casi no hay necesidad de salir del modo automático, tanto en video como en foto, ya que en condiciones de luz extremas (como el mediodía o la noche) se adapta bastante bien, produciendo imágenes nítidas y balanceadas.
Si se quisiera, acceder al modo manual es fácil. Con dedos grandes puede ser algo complejo controlar los botones y la rueda, pero después de un tiempo es muy sencillo ajustar apertura, ISO y obturación. Es tan compacta y liviana que cabe en carteras, bananos y nos atrevemos a decir que incluso en algunos bolsillos. Es rápida al prenderla y veloz para enfocar, como también para grabar, procesar y mostrar el material. Ojo, eso sí: no es resistente al agua, así que para días lluviosos o tardes de piscina es mejor tenerla guardada.
Su especialidad: el video
Tal como las redes sociales en la actualidad, esta cámara pone su énfasis en el video. Su sensor de una pulgada es 2,5 veces más grande que el de un celular promedio, capaz de grabar videos en 4K con una velocidad de 30 cuadros por segundo (fps) o en FullHD a 120 fps. Por lo tanto, la ZV-1F hace ahí una diferencia y sí vale la pena para producir videos más nítidos y con mayor cantidad de detalle, incluso en condiciones adversas de iluminación. Su formato de almacenamiento es .mp4.
Su micrófono direccional —que prioriza al sonido que viene desde el frente de la cámara— capta el audio muy bien, y en exteriores mejora considerablemente cuando se usa el paraviento. La pantalla táctil y giratoria, que permite visualizar la toma, es muy útil para grabarse a uno mismo hablando, caminando o haciendo alguna actividad, ya que puedes ver exactamente lo que estás grabando.
También al grabar, la cámara enciende una luz roja en el frente de la cámara y hace aparecer un marco en la pantalla. Puede parecer muy simple, pero históricamente ha sido un problema creer hablar o actuar frente a una cámara, creyendo que está grabando, cuando en realidad nunca se registró nada. Con esas luces y alertas, es fácil distinguir cuándo se está grabando y cuándo no.
Con el modo de enfoque automático, la cámara detecta si hay personas en el cuadro y enfocará siempre los ojos de quien esté frente a la pantalla. Si aparece una segunda persona en escena, se puede cambiar el enfoque fácilmente solo con tocar la pantalla. Este cambio de enfoque es rápido y fluido.
Cuando se está en movimiento, se puede activar la estabilización de imagen con el modo “Active”, lo que evita casi la totalidad de sacudidas o movimientos indeseados al caminar. Lo único que podría ser malo de este modo es que genera un crop o recorte en el sensor: pasa de 20 mm a un 25 mm aproximadamente, perdiendo así el efecto gran angular.
La ZV-1F cuenta además con varias funciones especiales para la creación de contenidos. Por ejemplo, con un botón especializado para imágenes fijas, que hace muy simple la captura de stills o imágenes mientras se graba, algo muy útil para producir thumbnails o fotos de portada para los videos. También se pueden agregar marcas en las grabaciones para que, al traspasar los archivos al celular o al computador, puedas mover solo las escenas que necesitas y no todo el archivo, lo que ahorra tiempo y espacio.
También tiene un modo “Presentación de Producto”, que está pensado para quienes muestran objetos en sus videos. Así, la cámara cambia rápidamente el foco entre la persona y las cosas que esta pueda ir mostrando y acercando al lente, como sucede en hauls o videos de get ready with me. Funciona muy rápido y sin necesidad de poner la mano detrás del producto, como pasa con las cámaras de los smartphones.
El quinto botón, ese que permite activar o desactivar rápidamente el desenfoque del fondo, ayuda a enfocar rápida y simplemente a un sujeto o llamar la atención de algo que está detrás, sin necesidad de detener la grabación.
Otra función novedosa es la que suaviza e ilumina la piel —desde algo muy sutil hasta efectos más notorios—, lo que puede ayudar a evitar los filtros posteriores. Y con la función “Creative Looks” se puede producir contenido con filtros de luz y color, tanto en video como en foto, lo que podría ayudar a generar imágenes más atractivas visualmente sin necesidad de posproducción.
El aspecto negativo más notorio al grabar videos, especialmente para quienes quieran crear contenidos con la cámara, es la falta de una entrada para audífonos. Una omisión que hace muy difícil revisar el audio de los clips grabados, especialmente si uno se encuentra en espacios abiertos.
Fotografía: sólo para principiantes
Pero si eres un apasionado por la fotografía, esta cámara no es la indicada. Primero, porque no tiene la opción de tomar fotos en formato sin compresión (RAW): las imágenes se guardan directamente en formato JPG, reduciendo la capacidad de editarlas en profundidad. Después, porque no tiene flash interno ni tampoco la capacidad para montar uno externo. Carece de zoom óptico (solo digital) y no ofrece la posibilidad de cambiar lentes (lo que sí se puede en la Sony ZV-E10).
A pesar de eso, el lente fijo gran angular de 20mm sigue siendo una muy buena opción para fotografía callejera, selfies grupales, o incluso para fotos de outfits donde necesites aparecer de cuerpo completo. Funciona bien como una point and shoot compacta, fácil de usar y de trasladar, pero no mucho más que eso.
Conectividad y batería
Para manejar la cámara desde tu móvil o computador necesitas descargar la aplicación gratuita Imaging Edge de Sony —disponible en Google Play y App Store—, cuya instalación es fácil y rápida. Así, en tu celular puedes usar la función de toma remota, que ayuda mucho cuando estás solo y necesitas grabarte a ti mismo: desde la app puedes acceder a las distintas funciones y modos de la cámara.
Cuando usas toma remota, la aplicación guarda todo el contenido generado directamente en el móvil, salvándote de tener que traspasarlo manualmente. Para el resto del contenido, en la misma app puedes elegir los archivos que quieras traspasar al celular, ya sea de forma completa o los extractos que hayas marcado, con la opción de pasarlos en su tamaño original o comprimidos.
En computadores, la aplicación también tiene la función de toma remota, y al conectar la cámara con el cable USB-C, puedes transformar la cámara en una webcam con la que hacer transmisiones en directo —por ejemplo, en Twitch o YouTube—, mejorando la calidad del streaming tanto en audio como en video.
La batería dura aproximadamente 400 fotos fijas o entre 60 y 90 minutos de video. Eso sí, se consume mucho más rápido cuando está conectada durante largos períodos al móvil, ya sea para toma remota o traspaso de archivos. Demora aproximadamente dos horas y media en volver a cargarse por completo.
Veredicto Práctico
Definitivamente, esta cámara es mejor que un celular para grabar contenido orientado a las redes sociales. La rapidez del cambio de enfoque cuando se encuentra en el modo presentación de productos, la calidad del audio (especialmente usando el paraviento), la estabilización de imagen al grabar en movimiento, la buena calidad de los videos en condiciones adversas de luz y, principalmente, la capacidad de mantener tu teléfono móvil libre de videos pesados, ya hacen que valga la pena.
Además, la pantalla táctil rotable hace que sea muy fácil grabarse a uno mismo, y con una calidad superior a la que se obtiene con las cámaras frontales de los smartphones. Sin embargo, si la fotografía es lo más importante para ti, quizás sea mejor invertir en un móvil de última generación o seguir ahorrando para una cámara reflex.
Nota: ⭐⭐⭐⭐★
*El precio de los productos en este artículo está actualizado al 26 de diciembre de 2022. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.