A través de la fricción y el movimiento, las lavadoras son capaces por sí solas de limpiar la ropa y dejarla reluciente. Pero para conseguir esa limpieza radiante es fundamental saber usar bien tu lavadora, además de descubrir las diferentes funcionalidades que tiene. Sea una máquina vieja o nueva, no siempre es llegar y apretar inicio.
Para saber cómo sacarle el mejor provecho a este noble aparato, que tanto nos facilita la vida, es necesario comprender cómo funciona el proceso de lavado. Para eso, conversamos con tres especialistas en lavadoras, de diferentes marcas de electrodomésticos, para que nos dieran información actualizada y algunos consejos para realmente extraer todo el potencial que tienen estas máquinas.
Selección de prendas
Antes de elegir el cómo, debes seleccionar el qué. En este caso, previo a escoger el programa de lavado, la cantidad de detergente o la temperatura del agua, hay que separar las prendas y saber qué tipo de cuidado necesitan.
Puede que toda tu ropa sucia termine en el mismo canasto o recipiente, pero lo cierto es que el proceso de organización previa al lavado es fundamental para identificar las distintas necesidades de las prendas y hacer más eficiente el proceso, tanto para la ropa como para la lavadora.
Por ejemplo, puedes separar según color o tipo de tela, cuya información está detallada en las etiquetas. Al final de este artículo sobre secado de ropa puedes encontrar una traducción de los símbolos que aparecen en las prendas y saber cómo conviene lavarlas y secarlas. Hacer este simple paso y ponerlo en práctica puede extender la vida de tu prenda y mejorar el rendimiento de la máquina.
La elección de programa
Una lavadora básica tiene al menos tres programas de lavado. Los clásicos son “rápido”, “lana”, “ahorro” o “intenso”, aunque hay máquinas que tienen varios más. La idea de cada uno es maximizar el rendimiento del lavado y que éste se haga de la manera más eficiente posible, sin necesidad de realizar muchos ajustes.
¿En qué se diferencian unos de otros? A grandes rasgos, los ciclos de lavado constan de dos velocidades importantes: una que agita o voltea la ropa con el agua y el detergente, y otra que extrae el agua de la ropa.
Gracias a la especialización y desarrollo de amplias tecnologías, hoy las lavadoras tienen un nivel de precisión muy alto. Felipe Inostroza, Product Manager de Lavadoras en Samsung Electronics Chile, explica que con la tecnología EcoBubble, disponible en sus modelos frontales, el detergente se disuelve mucho mejor que antes. “Al mezclarlo con aire y agua, se crean burbujas que penetran en la ropa. Además de eliminar la suciedad de manera efectiva, esto también cuida las prendas, ya que con las burbujas la fricción entre las prendas se reduce más de un 40%”, cuenta.
Asimismo, ciertas lavadoras y secadoras frontales de Samsung tienen la función AI Wash, que detecta el peso de la ropa gracias a cuatro tipos de sensores y calcular la cantidad óptima de agua y detergente a utilizar.
Para Jeanette Rodríguez, Brand Manager de Lavadoras de LG Electronics, una de las grandes ventajas que tienen las nuevas funciones en las lavadoras es que pueden ir acorde a tu estilo de vida. “Si tienes mascota o necesitas un lavado especial para ropa infantil, estos programas existen, y consiguen que el movimiento y la fricción dentro de la lavadora sea lo más adecuado para la prenda”.
Uno de las funciones más interesantes, presentes en la línea de alta gama de carga frontal, es el programa steam (vapor en inglés), ideal para aquellos que viven en zonas calefaccionadas a leña, fuman o van mucho a parrilladas. “Más que lavar la prenda, lo que hace es vaporearla y volver a secarla, por lo que genera un menor consumo de agua, de energía y también la ropa se daña menos”, asegura.
La temperatura del agua
Cuando seleccionas un programa, usualmente la temperatura del agua viene predeterminada. Sin embargo, uno igual puede modificarla y cambiarla según el tipo de lavado que se vaya a realizar. Los resultados entre caliente o fría, dependiendo de la ropa que se esté lavando, pueden tener muchísima diferencia.
- Agua caliente: desinfecta y mata mejor los gérmenes. Sin embargo, es un arma de doble filo, porque a su vez puede causar estragos en la ropa. En algunos casos y ciertas telas, las prendas se pueden encoger, los textiles desteñir o las manchas fijarse. Al mismo tiempo, el lavado en agua caliente requiere de más energía para que funcione. Las telas más recomendadas para lavar en agua caliente son toallas de baño y cocina, ropa de cama, telas resistentes y cualquier artículo en extrema suciedad.
- Agua fría: lo mejor del agua fría es que toda la ropa puede lavarse a esta temperatura. Es más aconsejable, eso sí, para ropa delicada, telas que tengan tintes que puedan desteñirse o ropa que no esté tan sucia.
“El uso de agua caliente durante un ciclo de lavado consume una cantidad notable de energía. Muchos no saben que un lavado con agua fría no implica necesariamente una limpieza menos efectiva”, acuña Inostroza.
Aquellos que tengan la función agua tibia en sus lavadoras podrán descubrir lo mejor de dos mundos, por lo que es recomendada para cargas moderadamente sucias y colores oscuros.
Elección de detergente
Este puede ser el tema más controversial, puesto que hay quienes dicen que no hay opciones mejores ni peores, que solo se trata de gustos. Por otro lado, algunos aseguran que ciertos formatos son más eficientes.
Cantidad de detergente
Esto varía según la carga y el tipo de lavadora. Normalmente, al reverso del detergente se encuentra la tabla de equivalencias, donde se sugiere el volumen a utilizar según la cantidad de carga o el tipo de lavado. Es muy importante mirar esa información y no calcular “al ojo”, puesto que demasiado detergente puede causar problemas tanto a la ropa como a la lavadora. Y muy poco, obviamente, hará que no quedé tan limpia.
Según Jeannette Rodríguez, de LG, “los usuarios suelen cargar lavadora con más detergente que el que se necesita”. Casi siempre es porque piensan que así va a lavar mejor, “pero lo único que logran es generar grumos o incluso manchar la ropa, lo que además termina provocando a veces otro ciclo de enjuague y un mayor gasto de agua”, apunta.
El tipo de detergente
¿Da lo mismo si es en polvo, líquido o en cápsulas? Para Beatriz Barros, Product Manager de Midea, no es irrelevante. “Recomiendo leer el manual de la lavadora, donde aparece qué detergente se sugiere para cada función”. Hay aparatos que aconsejan usar solo formato líquido.
“Por supuesto que influye”, dice Inostroza, y aconseja escoger un detergente con un alto nivel de tensoactivos para asegurar mayor poder de limpieza. “Solo hay que revisar la información que aparece en los empaques para poder realizar la mejor elección”.
“Es un tema más personal”, opina Rodríguez. “No es que el líquido sea mejor que el polvo, sino que tiene que ver más con el uso y con lo que prefiera cada persona. El líquido, eso sí, tiende a consumir menos, ahí podría estar la gran diferencia”.
Tipo de agua
Otro un factor que puede incidir en el resultado de nuestro lavado —y también en el desempeño y mantenciones que requiera la lavadora— es el tipo de agua. Pero lamentablemente mucho no se puede hacer, dice Rodríguez, ya que depende de la zona geográfica en la que te ubiques.
“En el norte de Chile tiende a ser más densa que en la zona centro del país”, explica. “Esto significa que la ropa puede quedar como con unas manchitas blancas a veces”. Para combatirlo, un usuario que esté viviendo este problema debiera “hacer ciclos de limpieza de tambor más seguidos —un par de veces al mes—, comparado a una persona que viva en el centro o sur de Chile”.
Capacidad de carga
¿Llenar el tambor o dejarlo a la mitad? ¿Ser más eficiente lavando mucha ropa de una o mejor de a poco, para que quede más limpia? Así como antes mencionamos la importancia de clasificar por tipo de ropa, también es muy relevante la cantidad de ropa que meterás en tu lavadora.
De cuánta carga pongas en el lavado dependerá la cantidad de agua y detergente a utilizar. Si bien los programas de la lavadora calculan la cantidad de agua necesaria según el peso, para la medida de detergente debes guiarte según la cantidad de prendas que metiste en ella.
Lo que nunca hay que hacer, dicen los expertos de las marcas, es sobrecargar la lavadora. Aunque en términos de energía es más eficiente lavar más ropa en un solo ciclo, jamás hay que llenarla hasta el tope. “Acortarás la vida útil del motor”, advierte Inostroza. De hecho, las cargas se suelen dividir así:
- Cargas pequeñas: ⅓ del tambor.
- Cargas medias: ½ del tambor.
- Carga completa: ¾ del tambor.
No atiborrarla hasta arriba “nos ayudará a evitar que la ropa salga muy arrugada, y facilitará la eliminación de manchas”, dice Barros. Lo que sí sugiere es “mezclar ropa de distinto tamaño porque así la carga durante el centrifugado se distribuye mejor”.
Lavar la lavadora
Si hay algo en lo que coinciden todos es que la lavadora, cada ciertos lavados, debe ser enjuagada, de manera de poder eliminar cualquier tipo de obstrucción en sus conductos.
“Sin importar el modelo o la marca, también es importante realizar mantenimientos regulares, aunque sean básicos, a las lavadoras y secadoras, ojalá cada 20 ciclos”, expresa el Product Manager de Samsung.
“Muchos escuchan la palabra ‘mantenimiento’ y creen que es necesario que venga un técnico a la casa, pero no necesariamente es así. Cada uno puede escuchar los sonidos que emite la lavadora para evitar problemas que afecten su rendimiento”, asegura. Las lavadoras Samsung tienen una función llamada Drum Clean +, “un ciclo de limpieza ecológico diseñado para eliminar el moho, bacterias, residuos de detergente y la acumulación de suciedad, el cual debe ejecutarse cada 20 lavados”.
Uno de los métodos más sencillos de mantenimiento de la lavadora es la limpieza de tambor, una función que tienen integrada la mayoría de las máquinas modernas. En el caso de las más recientes lavadoras LG, cada diez lavados te llega una alerta a la app ThinQ, donde te advierten que es momento de un lavado de tambor.
“No dura más de 10 minutos, se hace sin detergente, sólo con agua, y así la lavadora pueda autolimpiarse. Aunque es un programa que la gente casi nunca ocupa, con eso puedes evitar que la lavadora se taponee o que tenga suciedad en sus conductos”, comenta Rodríguez. Cosas que sí harían necesaria la visita de un técnico y sus consecuentes costos.
Otras cosas que llaman a monitorear son la revisión de filtros de drenaje, de agua y de pelusas, para confirmar que estén limpios y no tengan nada que genere obstrucción. De esta manera, el detergente pueda cumplir mejor su rol, continuar su camino al desagüe y no acumularse. Lo mismo con las pelusas, que pueden terminar siendo culpables de inundaciones.
Si tu lavadora es más vieja y no tiene función de autolimpieza, lo que sugieren en el sitio especializado Better Home and Gardens es usar dos tazas de vinagre blanco y activar un ciclo de lavado de baja carga y con agua caliente. “La mezcla de vinagre con agua caliente remueve y previene el crecimiento bacterial”, asegura.
Recomendaciones complementarias
Dónde ubicar la lavadora
La instalación de la lavadora debe realizarse en una superficie firme y nivelada, para así “minimizar el ruido y las vibraciones”, menciona Inostroza. Aunque parezca de Perogrullo, es importante cumplir con este requisito, ya que de lo contrario la máquina tendrá un vaivén que, con el tiempo, podría llegar a dañar el aparato y sus funcionalidades.
Cuidado con los bolsillos
Monedas, boletas, pañuelos —¡el celular!— y hasta las llaves suelen colarse en los lavados. Mientras selecciones la ropa de cada carga, debes fijarte en cada uno de los bolsillos. Estas cosas pueden dañar la ropa y la lavadora.
El suavizante puede manchar
Por si no lo sabías, el suavizante —si lo pones directamente en la tela—, puede dejar algunas manchas en tus prendas. Por eso es que siempre debe verterse con cuidado en el compartimiento especialmente definido para estos productos.
No dejes ropa mojada mucho rato en el tambor
La humedad de la ropa mojada podría provocar la acumulación de moho en el tambor de la lavadora y, en los peores casos, se puede traspasar a las telas. Por eso es recomendable, si la lavadora cuenta con esa opción, programar los lavados, para que siempre estos terminen cuando alguien pueda sacar y tender o secar la ropa.
Que la repare un profesional
Si la lavadora se rompe, falla o deja de funcionar correctamente —y no sabes por qué—, lo recomendable es no dárselas de McGyver y solicitar ayuda profesional. Las marcas tienen sus servicios técnicos especializados y, según el tipo de garantía que se tenga, algunas visitas incluso pueden ser gratuitas.